domingo, 26 de julio de 2020

GIRL


- "Sé una mujer ahora. Ya eres una mujer, y eso es bueno... y yo veo a una mujer muy guapa. ¿Qué crees que cambiará el tratamiento, qué modificará?
- Mi aspecto."

El psiquiatra Dr. Pascal (Valentijn Dhaenens) a Lara (Victor Polster) en "Girl" (lukas Dhont, 2018)

Tan bello y cautivador nos resulta el cartel original de esta película como una de las primeras escenas de "Girl" (Lukas Dhont, 2019), en la que el pequeño Milo (Oliver Bodart) despierta tiernamente a su hermana Lara (Victor Polster). 

Esta cinta fue estrenada en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, consiguiendo el Premio de la Crítica, la Queer Palm a la mejor cinta LGTB, la prestigiosa Cámara de Oro (como la mejor ópera prima del certamen), además de ser elegida por Bélgica como su candidata al Oscar en la categoría de mejor película extranjera, carrera de la que finalmente quedó apeada para conformarse con su nominación a los Globos de Oro.

A pesar de tan amplia cosecha de éxitos, nunca ha estado exenta de reproches: por la condición cisgénero (no transgénero) del protagonista y del director, por causar perjuicios a la comunidad transgénero y por aportar una imagen distorsionada de la terapia hormonal como causa de sufrimiento. 

Resulta evidente que su joven director enfatizó más en la parte física del personaje (y en el conflicto con sus genitales), en detrimento de otras facetas tan interesantes como los derechos fundamentales de las personas trans y las barreras sociales y administrativas a las que deben enfrentarse.


Victor Polster es Lara

La intención fundamental del joven director belga fue retratar el proceso vivido por una adolescente transgénero en su porfía por convertirse en bailarina de ballet clásico. Pero a medida que vamos profundizando en esta película, nos percatamos que contiene mucha más sustancia que el mero anhelo de triunfo profesional y artístico.

En líneas generales, una persona transgénero es aquella cuya identidad de género es diferente del sexo que le fue asignado al nacer. Según sus propias palabras, cuando apenas contaba 18 años, Lukas Dhont se interesó por la historia real de Nora Monsecour, una bailarina profesional trans belga dedicada a la danza contemporánea, que tras rechazar su oferta para protagonizar un documental, accedió sin embargo a prestarle ayuda para la preparación del guión, con la única condición de no figurar en los créditos del film.


Nora Monsecour

Además de la valiosa aportación de Nora, para componer el guión de esta película junto a Angelo Tijssens, Lukas Dhont consultó a los especialistas médicos del Hospital Universitario de Gante (Bélgica). Precisamente éstos le desaconsejaron la elección de una chica trans para el papel protagonista, tal y como él pretendía. Para el casting, el director tuvo que escoger a Victor Polster entre una selección de 500 chicos, chicas y jóvenes transexuales. La convincente actuación del actor principal le ha supuesto hasta el momento merecidos reconocimientos en diversos festivales cinematográficos internacionales. 

Lukas Dont quiso realizar una película muy física, donde el espectador tomase conciencia del doloroso proceso al que en todo momento debe enfrentarse la protagonista. Tanto el director como el guionista han reconocido que no todas las personas transgénero-transexuales se sentirán representadas, pero la historia de Lara es además la de una adolescente, una hija y una persona tremendamente luchadora. Visibilidad sí, pero apartada del victimismo.


LARA: HISTORIA DE UNA ADOLESCENTE

Como comentábamos anteriormente, además de la semblanza de una superación personal, "Girl" aborda, en un ejercicio fílmico intimista, otras cuestiones como el descubrimiento del amor y la amistad durante la adolescencia, en el contexto de la existencia ordinaria de un muchacho que anhela completar su tránsito hacia una identidad de género femenina, con la ayuda de su atribulado padre, Matthias (Arieh Woorthalter), que se gana la vida como taxista, y el soporte profesional de la Dra. Naert (Katelijne Damen) y el psiquiatra Dr. Pascal (Valentijn Dhaenens). Y no va a contar con facilidades, ni siquiera con la condescendencia de sus compañeros de estudios.


El protagonista Victor Polster y el director Lukas Dhont

Desde el punto de vista médico, nos encontraríamos ante un caso de disforia de género, caracterizado por una identificación intensa y persistente con el otro sexo, generalmente asociada a una sintomatología variable que puede comprender ansiedad, depresión, irritabilidad y un profundo deseo de vivir con esa identidad sexual no coincidente con el sexo asignado al nacer.


Lara se siente encarcelada en un cuerpo que no acepta, del que trata de escapar sometiéndose a un entrenamiento tenaz como bailarina de ballet. Las escenas más duras nos muestran el sistema empleado para ocultar sus genitales masculinos y las lesiones provocadas en los dedos y las uñas de sus maltratados pies, ocasionando en el espectador un cierto malestar semejante al percibido en la emblemática "Cisne negro" (Darren Aronofsky, 2010), asimismo ambientada en el entorno tiránico, enfermizo y claustrofóbico de una compañía de ballet clásico.


Natalie Portman protagoniza "Cisne Negro"

Por cierto, las coreografías de esta película fueron realizadas por Sidi Larbi Cherkaout, director artístico del Ballet Real de Flandes.

Existen algunos expertos que identifican la transexualidad con la forma más extrema de disforia de género, si bien otros especialistas entienden que ese deseo, en determinadas ocasiones, no tiene por qué acarrear connotaciones patológicas. No es éste el caso de la protagonista de "Girl", atormentada psicológicamente y desbordada por su propia situación personal.

PATOLOGIZAR, MEDICALIZAR Y DIAGNOSTICAR

Asegura Andrzej Szczeklik en su libro "Catársis: sobre el poder curativo de la naturaleza y el arte" que la enfermedad y el sufrimiento, tarde o temprano, nos afectarán a todos. 

En su concepción más simple y reduccionista, la Medicina tiende a etiquetar a las patologías, con la finalidad de entenderlas, diagnosticarlas y, si es posible, tratarlas. Con el desarrollo de la psicología moderna y el estudio del comportamiento humano, aquel sencillo proceso de antaño, destinado a aliviar y a curar a los pacientes, ha sufrido una modificación radical en nuestros días.

Las personas ya no se contemplan como normales o anormales, sanas o enfermas, sino que las valiosas aportaciones de las ciencias sociales y la antropología han cuestionado profundamente estos conceptos.


De ahí que la patologización (o medicalización) tenga connotaciones más bien negativas, pues antepone la enfermedad al enfermo, a la persona, que por no encuadrarse dentro de la "naturalidad" establecida arbitrariamente (lo habitual), ha de ser obligatoriamente etiquetada como patológica.

Éste es el enfoque pretendido en esta entrada de este blog, y en la siguiente, a propósito de la visión que el cine y la televisión han tenido de las personas con identidades de género no binarias.

Aún así, hemos mantenido la etiqueta de disforia de género para contemplar todos los síntomas y daños provocados en estas personas por una sociedad que en la mayoría de las ocasiones ni las entiende, ni las respeta, y lo que es peor, aparenta no tener la intención de hacerlo. Y este tipo de actitud sí que es francamente patológica.

Nuestra perspectiva se adapta a la teoría queer, que sostiene que los géneros, las identidades y las orientaciones sexuales están más relacionados con las construcción social de cada colectividad que con la propia biología del ser humano.

CINEFILIA

"Girl" tiene un final abierto. Después de que Lara intente mutilarse, seccionándose con unas tijeras el órgano sexual masculino que tanto rechazo le provoca, contemplamos a la muchacha recuperada y afrontando su nuevo futuro. 

Pues bien, rodada en plena transición democrática española, "Cambio de sexo" (Vicente Aranda, 1977) está considerada como una de las películas pioneras en el abordaje de la transexualidad de manera seria y sincera. En ella contemplamos también cómo la protagonista intenta cortarse el pene con una navaja de afeitar, terminando ingresada en un hospital.


Protagonizada por Victoria Abril, en el doble papel de José María y María José, contó entre su reparto con la entonces actriz transexual Bibi Andersen (actualmente Bibiana Fernandez), que posteriormente completó su tránsito hacia el género femenino mediante tratamiento hormonal y una vaginoplastia, asimismo una de las actrices habituales en la filmografía de Pedro Almodóvar

LESIONES EN LOS PIES DE LAS BAILARINAS

A modo de resumen, los especialistas describen una serie de lesiones en las bailarinas y los bailarines, originada por la práctica de una disciplina que exige en muchas ocasiones movimientos vigorosos, enérgicos y forzados.

Entre las más habituales se encuentran el dolor plantar, sobre todo a nivel del talón, del arco del pie o en la parte delantera. También son frecuentes los esguinces de tobillo y las sobrecargas musculares, así como tendinitis, bursitis y deformidades, como los dedos en garra o los juanetes.

La piel de los piel también puede sufrir lesiones debido a las rozaduras con las zapatillas de ballet, laceraciones que pueden causar cicatrices y queloides permanentes.


Las uñas sufren particularmente, pudiendo observarse roturas de las mismas y uñas incarnadas, que pueden llegar a precisar tratamiento quirúrgico.

Un caso específico es el os trigonum (síndrome del hueso trígono), la afectación de este hueso adicional unido al astrágalo por una cinta fibrosa. Puede evidenciarse durante la adolescencia, cuando un fragmento del astrágalo no se fusiona con el resto del hueso y se forma este pequeño hueso adicional.

Este síndrome puede desencadenarse por un esguince de tobillo, por ejemplo, y es frecuente entre aquellos que estiran y apuntan los dedos de los pies hacia abajo, como bailarinas, futbolistas y otros atletas.

EL CINE Y LA IDENTIDAD DE GÉNERO

 

No es nuestra intención profundizar, a modo de una manera estrictamente académica, en el complejo mundo de la identidad sexual, sino más bien destacar algunas de las múltiples aportaciones cinematográficas realizadas al respecto, algunas acertadas, otras no tanto.

 

Antes de nada, para acotar el terreno en el que nos vamos a situar, consideraremos ciertas cuestiones relacionadas con la concepción social y cultural del género, y la  estricta división biológica entre hombre y mujer, un dimorfismo que en absoluto se corresponde con la completa realidad de nuestra sociedad actual.


Generalmente. en el momento del nacimiento somos clasificados dentro de en un género, masculino o femenino, según la apariencia de nuestros órganos reproductores. Pero, lo que en principio pudiera parecer algo sencillo, se complica en los estados intersexuales, donde la intersexualidad está definida por la presencia de caracteres sexuales masculinos y femeninos simultáneamente en la misma persona. En algunos casos éstos resultan muy aparentes, pero en otros pueden pasar desapercibidos.



Pueden coexistir gonadas masculinas y femeninas, y en los genitales externos variedad de opciones: desde la presencia de vulva y vagina en ausencia de útero y ovarios, hasta la constatación de un órgano eréctil de tamaño intermedio entre un clítoris y un pene no desarrollado.


CINEFILIA


En la filmografía argentina descubrimos dos películas muy interesantes a la de hora de reflexionar sobre la visión cinematográfica de los estados intersexuales, con y sin anomalías cromosómicas de por medio.


En "XXY" (Lucía Puenzo, 2007), película revisada en el pasado en este mismo blog, nos convertimos en testigo de las vicisitudes de un muchacho que rechaza su condición masculina deseando convertirse en una mujer.



Inspirada en "Cinismo", relato original de Sergio Bizzio, ciertamente no aborda específicamente la transexualidad juvenil, sino que aprovecha el síndrome de Klineffelter de su protagonista Alex (Inés Efrón) para fortalecer la credibilidad de esta ficción. Estaríamos ante un varón XXY con ginecomastia y lampiño, sin apenas vello facial ni corporal, con una labilidad emocional y una frágil autoestima.


Destacar las intervenciones de Ricardo Darín como Néstor y Valeria Bertucelli como Suli, los padres de Alex, afrontando la problemática de un hijo adolescente con estas características.


Por su parte, en "El último verano de la boyita" (Julia Solomonoff, 2009) descubrimos los cambios fisiológicos del adolescente Mario (Nicolás Treise), probablemente un hermafrodita tardío, su existencia en la apartada Pampa (con sus prejuicios rurales y sus comportamientos instintivos) y la especial relación que entabla con la pequeña Jorgelina (Guadalupe Alonso).



Será precisamente la particular mirada de Jorgelina la que nos guía por este western sentimental e intimista, en palabras de Manu Argüelles en El Espectador Imaginario (julio-agosto 2010), la niñez como alteridad, sin que la directora nos proporciones pistas sobre lo que realmente le ocurre a Mario desde el punto de vista clínico.


A su vez, "El sexo sentido" (José Manuel Armán, 2014), con guión de Concha Inza Romea, es un documental español que retrata la existencia y los sentimiento de algunos niños y niñas transexuales, y cómo afrontan sus familias la denominada disforia de género.



Lo habitual es que los niños y las niñas asimilen a qué sexo pertenecen entre los 2 y 3 años de edad. Pero 1 de cada 10000 varones y 1 de casi 40000 mujeres sentirán pertenecer al sexo contrario al que les fue asignado al nacer.


Continuando con nuestra exposición, y para simplificar, en ausencia de estados de intersexualidad biológica, a medida que una persona evoluciona y adquiere conciencia de ser un individuo único y distinto de los demás, va adquiriendo una identidad sexual y de género. Aquí nos encontramos con el primer problema, pues clasificamos a las personas según sus potenciales características reproductoras, dejando a un lado un componente tan importante y esencial como sus sentimientos, emociones, pensamientos y conductas. 


De ahí que cada individuo desarrolle su propio sentido de masculinidad, feminidad, ambos, ninguno de ellos, o diversas combinaciones para definirse a si mismo.


Nadie discute hoy en día que la identidad de género es un derecho fundamental de la persona. Ese ejercicio de libertad conlleva la no discriminación ni la violencia por la orientación o identidad sexual del individuo. Por ello, aprovecharemos un breve repaso por la historia del cine para contemplar qué lejos y qué cerca de la realidad se han ido quedando las propuestas de cineastas y guionistas. 


Por cierto, dejando a un lado el cine documental, en muchas ocasiones estas aproximaciones se han realizado desde punto de vista cómicos o violento.

 

Por supuesto, no debemos confundir identidad de género con orientación sexual, es decir el tipo de personas por las que el sujeto se siente atraído, que vendría a definir otras categorías como heterosexuales, homosexuales, bisexuales o asexuales, por ejemplo.

 

Con una intención meramente práctica trazaremos unas líneas imaginarias, completamente arbitrarias y criticables, con la intención de clasificar a las películas en tres grandes grupos, según su particular interpretación de la identidad de género de sus protagonistas: transgénero, transexualidad y travestismo.


ANOTACIONES BIOLÓGICAS


En un blog dedicado a las relaciones entre la medicina y el cine, o viceversa, extendernos en estas cuestiones resultaría tedioso para todos, excepto quizás para los más eruditos.


Hemos recogido estas informaciones del libro "S=EX2" (Pere Estupinyá, 2013), un excelente tratado de divulgación sobre la sexualidad, escrito de forma amena y comprensible.



Una de sus afirmaciones es que son las hormonas y no los genes los que dirigen en última instancia el desarrollo de la sexualidad. Así ocurre, por ejemplo, en el síndrome de insensibilidad a los andrógenos (AIS), en el que individuos XY (masculinos) se desarrollan como mujeres. En la hiperplasia suprarrenal congénita (CAH) ocurre lo contrario: individuos cromosómicamente mujeres (XX) en las que por un defecto enzimático sus glándulas suprarrenales producen un exceso de andrógenos, que terminan por provocar su virilización.


Heino Meyer-Bahlburg es uno de los mayores expertos mundiales en intersexualidad. También un firme defensor de la individualización de cada caso. Como por ejemplo el curioso acontecimiento protagonizado en los años 70 por un grupo de jóvenes de Salinas (República Dominicana) y el déficit de 5-alfa reductasa (5-ADR): individuos genéticamente XY que aún produciendo andrógenos, carecen de la enzima que transforma la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), que tiene un papel clave en el desarrollo de los genitales durante la etapa embrionaria.



En esa remota aldea dominicana, un grupo de niñas con genitales y comportamiento femeninos empezaba a convertirse en hombres al alcanzar la adolescencia, desarrollando vello y una mayor masa muscular, mientras sus clítoris crecían hasta convertirse en penes. Se han diagnosticado casos similares en Turquía y en Nueva Guinea.


Si bien todos estos casos no eran totalmente claros, la mayoría de estas chicas-chicos dominicanos adquirían una personalidad masculina y terminaban comportándose como hombres convencionales. 


Pero, ¿por qué ocurría esto?. Parecer ser que si bien los niveles prenatales de DHT influyen en la diferenciación genital, la testosterona que continúa presente es capaz de determinar la predisposición cerebral masculina.



De todas las maneras, por mucha testosterona que se le inyecte a un adolescente sin un defecto enzimático de este tipo, nunca podremos modificar su identidad sexual.


Los expertos en las causas de la transexualidad defienden la existencia de determinados condicionantes biológicos de la identidad sexual. En 2012, una revisión belga de estudios sobre transexualidad y hermanos gemelos, observó que la correlación de transexuales era mayor entre gemelos idénticos que entre mellizos. También es cierto que esta carga genética tiene una importancia escasa, pues en la mayoría de los transexuales con hermanos gemelos, éstos no fueron también transexuales.



Natalia y Lucia con Lucas y Mateo, gemelos transexuales españoles


Sin embargo, tampoco resulta descabellado pensar que determinados genes asociados a enzimas, receptores o niveles de andrógenos pudieran encontrarse involucrados parcialmente en la predisposición a la transexualidad. Un estudio australiano de 2009 encontró una asociación significativa de la transexualidad con un polimorfismo genético relacionado con los receptores androgénicos.


Por otra parte, en el cerebro de las mujeres y de los hombres hay estructuras dimórficas, como por ejemplo el hipotálamo y ciertos aspectos muy concretos de la conectividad neuronal.


En 1995, un equipo dirigido por el holandés Dick Swabb descubrió la existencia de un área cerebral dimórifca en la superficie del tálamo (BSTc). En los transexuales femeninos era más parecida a la de las mujeres, y en los masculinos a los hombres. Posteriormente se han encontrado correlaciones parecidas en el área INAH3 del hipotálamo, en la conectividad neuronal y en otros aspectos cognitivos, de interpretación más ambigua.



En 2011, el grupo español de Antonio Guillamón analizó la microestructura de la materia blanca, dimórficas en ciertas áreas de los cerebros masculino y femenino, comprobando que estaban masculinizadas en los transexuales masculinos y feminizadas en los transexaules mujeres. En 2012, estos investigadores comprobaron datos idénticos analizando áreas concretas de la parte derecha de la corteza cerebral de personas transexuales.


Existen sospechas de que estas diferencias podrían estar presentes en etapas embrionarias, como consecuencia directa de la exposición a los andrógenos en el desarrollo prenatal.


Para los defensores de la teoría biologicista, una explicación para las diferencias anatómicas detectadas por Swabb y Guillamón podría ser la siguiente: un transexual XX habría comenzado su desarrollo embrionario femenino. A partir de la 6ª semana de gestación, comenzaría a disponer de ovarios, trompas de Falopio, útero y vagina. Semanas más tarde, cuando su cerebro comenzaría a formarse, la exposición a más testosterona de lo normal (por la causa que fuera) podría determinar su masculinización cerebral.



Evitando el determinismo, pues ha habido muchísimas mujeres heterosexuales convencionales expuestas a niveles elevados de andrógenos durante su desarrollo embrionario, la neuroplasticidad cerebral, sobre todo en las primeras semanas de vida, se encuentra determinada por el ambiente y las experiencias. La sobrexposición hormonal embrionaria puede predisponer, pero nunca determinar.


Resulta obvio que las causas biológicas no captan la diversidad particular de las personas transgénero y transexuales. Muchos transexuales emprenderán todas las medidas necesarias para que sus hormonas, genitales y apariencia externa concuerden con su identidad sexuales. Asimismo, habrá quiénes rechacen la cirugía de cambio de sexo y acepten su realidad corporal, sin presentar ningún tipo de disforia a la hora de sentirse como en realidad quieren hacerlo.


CINE TRANSGÉNERO


Dentro de esta condición (emplearemos su abreviatura trans) estarían aquellas películas protagonizadas o relacionadas por personajes cuya identidad de género no se corresponde con el sexo biológico que supuestamente les asignaron al nacer. De manera general, este apartado comprendería también a individuos y grupos con tendencias diferentes a la identidad de género binaria hombre – mujer:


  • Andróginos o ginoandros, personas que presentan características de ambos géneros, masculino y femenino. Ejemplos conocidos son las modelos y actrices Andreja Pejic (operada en 2014 para cambiar definitivamente su sexo), Erika Linder o la cantante Conchita Wurst.


Thomas Neuwirth, conocido con el nombre artístico de Conchita Wurst

  • Género neutro, prójimos que suelen suprimir las tradicionales características masculinas o femeninas, a veces solapadas con agénero, null-gender o gender neutral.
  • Queer: personas que no se identifican con el género binario, pero tampoco con el discurso y el estilo de vida de las comunidades LGTB (Lesbianas, gays, bisexuales, transgénero).
  • Bigénero: se identifican con ambos géneros, masculino y femenino, pudiendo fluctuar entre ambos. En 2012, el neurocientífico Vilayanur Ramachandran publicó en la revista Medical Hypotheses el estudio más detallado sobre el bigendrismo.
  • Género fluido: en este caso, la capacidad de variación es todavía mayor que las personas bigénero.
  • Poligénero: personas con más de dos identidades de género.

Dentro del mundo del espectáculo, en lo que se ha venido a llamar performance, existen renombrados artistas que han sabido jugar a la perfección con la identidad de género de sus caracterizaciones, como el David Bowie de Ziggy Stardust, o los más recientes ejemplos de Marilyn Manson (Brian Hugh Warner) o Lady Gaga (Stefani Joanne Angelina Germanotta).

 
David Bowie - Ziggy Stardust

Dentro de la categoría trans, por constituir ejemplo culturales y sociales perfectamente estructurados como un tercer sexo, podríamos incluir a:

  • Muxes mejicanas: personas nacidas con genitales masculinos que asumen roles femeninos en sus ámbitos personales, sociales o sexuales. La cultura zapoteca precolombina los consideraba un tercer sexo, y existían muxes monógamas casadas con hombres, otras que vivían en grupos y otras casadas con mujeres y con hijos. Representan aproximadamente el 6% de la población masculina del istmo de Tehuantepec.


  • Hijra de India y Pakistán. Probablemente constituyen el grupo más numeroso en el mundo actual (5-6 millones solamente en la India). Visten ropas femeninas y no se consideran ni hombres ni mujeres. Algunos nacen como estados intersexuales, otros con genitales masculinos, aunque un 8% pueden estar castrados.


  • Fa´fafine de Samoa, perfectamente integrados en la sociedad, desempeñan roles distintos de los de los hombres y las mujeres. Se trata de hombres criados como mujeres dentro de la cultura de su país. Realizan tareas domésticas tradicionalmente consideradas femeninas, con una vida sexual variada, ya que algunas de estas personas se relacionan entre si, otras con mujeres o con hombres, e incluso algunos llegan a contraer matrimonios con mujeres. Existen ejemplos similares en otras zonas del Pacífico, como los Mahu de Hawai o los fakaleiti de Tonga.


  • Berdache o badea son considerados como personas con dos espíritus (masculino y femenino), pertenecientes a diferentes pueblos indígenas de América del Norte.
  • Kathoey de Tailandia, también conocidas como lady boys, tienen la consideración de tercer sexo. Al respecto, “Beautiful Boxer” (Ekachai Uekrongtham, 2004) es una película tailandesa inspirada en la boxeadora kathoey de Mua Thai, Parinya Charoenphol, actriz y modelo, interpretada por el debutante Asanee Suwam, afamado kickboxer masculino.


CINEFILIA

Fallon Cox es una luchadora transgénero de artes marciales mixtas, la protagonista del documental "Game Face" (Michiel Thomas, 2015), a la que acompañamos durante la polémica surgida en su carrera deportiva por su identidad de género.  Pero ¿podría competir en igualdad de condiciones deportivas una mujer transgénero contra una mujer cisgénero?. Su historia corre paralela a la de Terrence Clement, un jugador de baloncesto universitario que desvela su homosexualidad.


  • Vírgenes juramentadas de los Balcanes: se trata de mujeres que renuncian a las relaciones sexuales y al matrimonio para tomar el papel del cabeza de familia. Para ello deben realizar su juramento delante de los ancianos de la comunidad, y a partir de ese momento son tratadas como un hombre más, pudiendo portar ropa masculina y armas. En la película italiana “Vergine giurata” (Laura Bispuri, 2015), Hana (Alba Rohrwacher) es una niña criada en las montañas de Albania en una cultura arcaica y machista, basada en el honor, donde las mujeres carecen de los derechos más elementales. Para escapar de su destino, jura permanecer virgen, toma el nombre de Mark y se convierte en un hombre. Pero éste no es el único ejemplo de este tipo, pues en la falda del Himalaya, entre los gaddhi, existe una figura similar, la del sadhin, mujeres que renuncian al matrimonio para vestir y trabajar como hombres, pero conservando sus nombres femeninos.


CINEFILIA

"9trans" (Elio Colen, 2018) es un reciente documental, un alegato contra la transfobia. De formato testimonial, 9 personas trans, de género neutro y no binarias de Barcelona se enfrentan a la cámara para explicar sus experiencias de tránsito personal: miedos, inseguridad, anhelos..., así como también los cambios acontecidos en sus vidas y en la relación con sus familias, amigos, parejas, compañeros de trabajo y estudios.


En el mundo de la ficción, el cineasta irlandés Neil Jordan realizó dos estimables y distintas aproximaciones a las vivencias de las personas transgénero. Lo hizo primero en "Juego de lágrimas" (1992), galardonada con el Oscar al mejor guión original, una combinación de cuestiones sexuales, raciales y políticas, donde el conflicto sobre la identidad de género está presente en la relación entre la transexual Dil (Jaye Davidson) y Fergus (Stephen Rea), miembro del IRA que se debate entre la militancia y el arrepentimiento.


En segundo lugar, y en clave de comedia, "Desayuno en Plutón" (2005) se inspira en la novela homónima del escritor Patrick McCabe, que colaboró con Neil Jordan en el guión de la película. Sobresaliente es la interpretación de Cillian Murphy en el papel protagonista de Patrick/Kitty/Patricia, una joven huérfana transexual que parte hacia la metrópoli londinense en la procura de su madre biológica. Ambientada en la Irlanda de los años 60-70, además de las dificultades que las personas transexuales debían padecer en aquella época, también se encuentran presentes en esta película el conflicto norirlandés, el IRA y la xenofobia británica hacia los irlandeses.


CINEFILIA

"La Raulito" (Lautaro Murúa, 1975) supone un hito cinematográfico internacional, inspirado en la vida real de María Esther Duffau, La Raulito, famosa hincha del Boca Juniors, que a lo largo de su existencia recorrió el reformatorio, la cárcel y un manicomio.


Inmortalizada por la actriz y cantautora argentina Marilina Ross, la protagonista adoptaba una identidad masculina para de esta manera intentar subsistir. La marginación, el desamparo y la persecución estuvieron presentes en todo momento en la biografía de "La Raulito", nacida en Buenos Aires en 1933 y fallecida en 2008, a los 74 años de edad.


María Esther DuffauLa Raulito (1933-2008)

"La Raulito en libertad" (Lautaro Murúa, 1977) fue una secuela de la anterior, que nunca llegó a alcanzar su fama y reconocimiento.

"Tangerine" (Sean Baker, 2015) representa una atrevida y original apuesta rodada con 3 teléfonos iPhone 5s y estrenada en el Festival de Sundance. Es la historia de la prostituta transgénero Sin-Dee Rella (Kitana Kiki Rodríguez), que acaba de salir de la cárcel para reunirse el Día de Nochebuena en una tienda de donuts de Hollywood con su amiga Alexandra (Mya Taylor), también prostituta y transgénero, con la intención de encontrar a Chester (James Ransone), el novio de la primera, que supuestamente la ha estado engañando con una mujer cisgénero.


Gracias a la autenticidad de sus interpretaciones, ambas actrices transgénero estuvieron a punto de ser nominadas a los premios Oscar de aquella edición.

Precisamente "Una mujer fantástica" (Sebastián Lelio, 2017) se llevó el Oscar a la mejor película en habla no inglesa. La actriz y cantante lírica chilena Daniela Vega se convirtió en Marina, una joven camarera transgénero con aspiraciones artísticas. Tras el súbito fallecimiento de Orlando (Francisco Reyes), un hombre 20 años mayor de ella con el que había trazado planes de futuro, deberá enfrentarse a la familia heredera del mismo, en un drama que culminará potenciando su personalidad e identidad frente a la incomprensión y los convencionalismos sociales.


Además de su exitosa carrera artística, Daniela Vega ha sido la primera mujer transgénero presentadora de una gala de los Oscar. En 2018, fue elegida por la revista Tima una de las 100 personalidades más influyentes del mundo.

Daniela Vega interviene en "Disclosure: Ser trans en Hollywood" (Sam Feder, 2020), un cautivador documental de Netflix que encara la representación de las personas trans en las pantallas cinematográficas y en la TV.


Mediante entrevistas con actrices y actores, guionistas y directores, se investiga en los estereotipos de las personas trans en Hollywood y su influencia en la cultura y la sociedad.

Esta película fue estrenada en el Festival de Sundance en enero de 2020, pocas semanas antes de la parálisis mundial provocada por la pandemia del SARS-CoV-2. Laverne Cox , defensora de los derechos de la comunidad LGTBQ+, es una de las participantes en este documental, popularmente conocida por su papel de Sophia Burset, una mujer transexual que entra en la cárcel para cumplir condena por un fraude con tarjetas de crédito en la serie televisiva "Orange is the New Black" (2013).


Laverne Cox

Otra interesante aportación es la de Alexandra Billings, actriz, activista y una de las primeras mujeres que interpretó a un personaje transgénero para la TV, en "Romy y Michelle: In the Beginning" (Robin Schiff, 2005).


Continuando con las series de TV, "Transparent" (2014-2019) es una coproducción de Amazon Prime Video y Pictures in a Row, que se prolongó durante 4 temporadas mostrándonos las peripecias de los Plefferman, una acomodada familia judía de Los Ángeles, y que debe asumir los profundos cambios que acarreará para cada uno de sus miembros la decisión del patriarca, Morton (Jeffrey Tambor), un profesor de ciencias políticas jubilado, que confiesa sus deseos de convertirse en Maura, una mujer transgénero.


Creada por Jill Soloway, recibió el Globo de Oro a la mejor Serie de TV - Musical o Comedia, el mismo premio que consiguió el actor protagonista.

"Dallas Buyers Club" (Jean-Marc Valleé, 2013) requiere una mención especial, pues en su exposición combina, drogas, SIDA, marginación y un personaje excepcional llamado Rayon (Jared Leto), el socio transgénero del cínico protagonista, el homófobo y mujeriego electricista Ron Woodroof (Matthew McConaughey) en su disparatado negocio de venta ilegal de medicamentos contra el SIDA.


Jared Leto y Matthew McConaughey son Rayon y Ron Woodroof

Para pulir su interpretación, Leto ensayó durante semanas los movimientos, la expresividad y la voz de su personaje. Dispuso solamente de 3 semanas para alcanzar los 52 kilos mediante una dieta específica. Para muchos críticos y aficionados, Rayon sería el auténtico protagonista de esta película. Tanto él, como su compañero McConaughey obtuvieron sendos meritorios premios Oscar en la edición de 2014.

Y es que algunas veces, la realidad supera a la ficción, como en el caso de la cinta cubana "Boleto al paraíso" (Gerardo Chijona, 2010), inspirada en el libro "SIDA: confesiones de un médico", las confesiones del Doctor Jorge Pérez Ávila, que combatió esta enfermedad en Cuba durante 2 décadas y fue director del primer sanatorio para seropositivos VIH/SIDA. Este film fue finalista en los premios Goya como mejor película hispanoamericana.


En la década de los 90, con el final de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín y la liquidación de la antigua URSS, en un país completamente bloqueado y sin ayudas externas (el conocido como Periodo Especial), un grupo de jóvenes contestatarios amantes del rock, popularmente conocidos como frikis, decidieron contagiarse voluntariamente de VIH para ser recluidos en el sanatorio Villa Los Cocos, en La Habana.


La historia de Ninel es real. Es una persona transgénero que trabajó en espectáculos de transformismo. Fue una de aquellas frikis que se contagiaron a propósito con el VIH en Cuba. A los 17 años, fue expulsada de su casa por un tío homofóbico con el que convivía. Rechazada por su condición trans, se vio obligada a prostituirse para subsistir. A los 19 años se inoculó el VIH para ingresar en Villa Los Cocos.

"The Pearl of Africa" (Jonny von Wallström, 2016) es un documental que gira en torno a las vicisitudes de Cleopatra Kambugu, una valerosa joven transgénero de Uganda que decidió emprender su proceso de transición junto a su pareja, Nelson Kasaija, un hombre cisgénero, en un país donde la homosexualidad es ilegal, con una ley de 2014 que castiga las relaciones entre las personas del mismo sexo con cadena perpetua.


Sin abandonar el continente africano, "Mother, I Am Suffocating. This Is My Last Film About You" (Lemohang Jeremiah Mosese, 2019), es una película experimental filmada en blanco y negro, un singular recorrido socio-político y simbólico que integra religión, identidad y memoria colectiva.


Está protagonizada por Napo Kabele, actriz transexual de Lesoto, un país que no dispone de salas de cine y donde no se realizan intervenciones de reasignación de sexo, pero que sí discrimina a las personas LGTBI. Aunque la homosexualidad fue despenalizada en 2012, la discriminación social, laboral y política todavía persiste.

CINEFILIA

Vladimir Luxuria (nacida Wladimiro Guadagno en Foggia - Italia, en 1965) es una activista y ex-política italiana, elegida en 2006 diputada y la primera parlamentaria transgénero europea y segunda en el mundo.

Ha reconocido públicamente que en sus primeros años en Roma se vio abocada al ejercicio de la prostitución. Por su identidad de género y sus ideas políticas ha llegado a sufrir en primera persona los ataques de los intransigentes.

En su faceta como actriz, ha participado en múltiples películas, obras de teatro y programas de televisión. La última de ellas ha sido la cinta "Mater Natura" (Massimo Andrei, 2006)


INFANCIA Y CINE TRANSGÉNERO

Todavía existe muchos interrogantes en torno a la sexualidad infantil: ¿cuándo toman los niños conciencia de su identidad sexual?; ¿cuándo aparecen los primeros signos de transexualidad?.

Según el Grupo de Identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (GIDSEEN), si bien entre los 18 meses y los 3-4 años los niños toman conciencia de sus propios cuerpos, diferenciando a las niñas de los niños por sus características anatómicas, no sería hasta los 6-7 años cuando comprenden que esa identidad será perdurable en el tiempo.

Para ello deben concordar 3 componentes:
  1. La etiqueta de género, es decir la realidad de ser niña o niño.
  2. La estabilidad del género, sintiendo que ésta no va a cambiar con el tiempo.
  3. La consistencia del género, apreciando que dicha estabilidad es independiente de la apariencia física.
El universo cinematográfico no ha querido (ni ha debido, como medio de comunicación social) mantenerse  ajeno a todas estas cuestiones, y ejemplos demostrativo de ello existen varios:

"Mi vida en rosa" (Alain Berliner, 1997) es una coproducción anglo-franco-belga no exenta de cierta comicidadque nos traslada a la objetividad de Ludovic (Georges Du Fresne), un niño que se considera una niña. Mientras su familia espera que se trate de una etapa pasajera, el protagonista entiende su cambio de identidad de género como lo más normal y que algún día se convertirá en mujer. Sin que Berliner pretendiera el debate sociológico ni la denuncia social, lo cierto es que en este caso la amistad, la incomprensión social, el acoso y la psiquiatrización infantil constituyen elementos destinados a estimular nuestra reflexión.


En contrapartida "Tomboy" (Céline Sciamma, 2011) es un drama francés ambientado en la periferia parisina que gira en torno a las relaciones infantiles, protagonizada por Laure (Zoé Herán) una niña descontenta con su ubicación social y que entonces decide hacerse pasar por un niño llamado Michael. Esta emotiva y sutil cinta ha cosechado a partes iguales la aceptación del público y la crítica (FIPRESCI), acaparando diferentes galardones en los festivales de Buenos Aires, Gijón, Berlín, San Francisco y Dublín.

Tomboy (equivalente a machorra) es un apelativo despectivo de origen anglosajón que se emplea para insultar a las mujeres (generalmente lesbianas) que tienen un aspecto masculino. La ironía del título de esta cinta potencia todavía mucho más sus intenciones.


Dentro del cine documental, "Growing up Coy" (Eric Juhola, 2016) nos presenta  a la familia formada por Kathryn y Jeremy Mathis, padres de 5 hijos. Uno de ellos, Coy, de 6 años de edad se identificó como una niña desde su primera infancia. Esta película gira en torno al proceso legal que los Mathis tuvieron que emprender para defender los derechos de su pequeña hija transgénero.


Por su parte, "A Kid Like Jake" (Silas Howard, 2018) fue estrenada en el Festival de Sundance en enero de 2018. En una adaptación de la obra homónima de Daniel Pearle, el matrimonio Wheeler (Claire Danes y Jim Parsons) debe enfrentarse a las dudas generadas por el comportamiento de su pequeño hijo Jake (Leo James Davis), que a los 4 años comienza a presentar síntomas transgénero.


VIRGINIA PRINCE Y LA TERMINOLOGÍA TRANS

Esta destacada activista y escritora transgénero nació en 1912 en Los Ángeles (California), en el seno de una familia acomodada. A los 12 años comenzó a vestirse con ropas femeninas del ropero materno, costumbre que mantuvo durante su formación secundaria, ataviándose habitualmente como una chica; tanto que, a los 18 años, incluso consiguió ganar un concurso de belleza femenina en Halloween.

En 1939 se doctoró en Farmacología en la Universidad de California en San Francisco, donde conoció a la que en 1941 se convirtió en su esposa y con la que tuvo un hijo. Pero el matrimonio fracasó 8 años más tarde debido a su travestismo, circunstancia que supuso un verdadero drama para su familia original.


Virginia Prince (1912- 2009)

En 1942, Prince comenzó a acudir al psiquiatra para "tratar" sus inclinaciones sexuales. Su médico le recomendó vivir conforme a su estilo de vida y la aceptación de su identidad sexual.

Después de su divorcio retornó a la universidad, retomando la investigación y la docencia. Así pudo acceder a la colección de literatura médica universitaria sobre travestismo. Para ocultar su verdadera identidad, utilizó la identidad de Charles Prince, tomando el primer nombre de su padre, y como apellido el de la calle donde vivía.

En 1960 fundó en Los Ángeles la revista Transvestia, publicación bimensual que editó hasta 1980, alcanzo los 100 números. Fue entonces cuando decidió vendérsela a Carol Beecroft, cofundadora de la Editorial Chevalier, que continuó publicándola hasta 1986 (11 números).


Se trata de la primera revista dedicada específicamente al travestismo, ampliando posteriormente sus páginas a la comunidad trans en general. Estas personas podrían relatar sus experiencias personales, sirviendo de nexo de comunicación entre sus suscriptores, en una época en la que Internet no existía. La mayoría de sus lectores eran hombres a los que les gustaba vestirse de mujer, costumbre rechazada por la sociedad de la época. Curiosamente, las mujeres que decidían vestirse masculinamente no se encontraban tan marginadas en los años 60.

En 1967 escribió "The Expression of Feminity in the Male", bajo el seudónimo de Virginia Bruce, cuestionando la supuesta vinculación entre el travestismo y su consideración patológica como una desviación sexual, defendiendo que los travestidos no eran enfermos psiquiátricos.

Prince fue el primero en acuñar el término "transgénero" para definir a aquellos hombres que quieren vivir como mujeres, pero sin someterse a una cirugía genital. También trató de distinguir entre los travestidos heterosexuales, que actúan por su propensión hacia lo femenino, y aquellos otros travestis homosexuales. Por lo tanto, transexuales, homosexuales y fetichistas quedaban excluidos de su consideración.


Para Prince, el auténtico travestido actuaría motivado por su identidad de género, y no por su sexo biológico o su tendencia sexual. Pero, a principios de los 70, sus planteamientos comenzaron a ser firmemente cuestionados por los movimientos feministas y homosexuales, especialmente por el apoyo de Prince a las instituciones como el matrimonio y la familia tradicional, con sus roles sexuales perfectamente definidos y estereotipados. Sus denodados esfuerzos para normalizar la práctica del travestismo fueron también muy cuestionados.

LA PARADOJA IRANÍ

En la teocracia iraní la homosexualidad está proscrita. Ser homosexual o travesti, además de considerarse un crimen por las autoridades, genera la repudia social. La homosexualidad es un delito y la sodomía está penada con la muerte.

Sin embargo, las operaciones de cambio de sexo están permitidas gracias a un edicto promulgado en 1980 por el ayatolá Jomeini, una excepción en el mundo islámico. Los transexuales son considerados seres defectuosos desde su nacimiento, y por lo tanto debe garantizarse un tratamiento para corregir dicha "perturbación".

Para escapar de los rigores de la justicia, esta paradoja ha empujado a muchos homosexuales a plantearse este tipo de intervenciones quirúrgicas, sin que realmente sean casos de personas transgénero ni transexuales.


En la práctica, todos estos "pacientes" deberán visitar a un sexólogo y a un psicólogo que certifique su "trastorno". Por si fuera poco, deberán contar también con la aprobación familiar para que, finalmente, sea un mulá (experto en jurisprudencia islámica) el que certifique la nueva reasignación sexual del sujeto en cuestión.

Esta circunstancia ha permitido que Irán sea, después de Tailandia, el país del mundo que registra un mayor número de operaciones de reasignación de género. Por si fuera poco, el gobierno iraní concede ayudas económicas (30%) para sufragar los costes de la operación, que rondaría los 3000 euros en total.

En la otra cara de la moneda se sitúa Indonesia, el país con más musulmanes del planeta, en el que el sector islámico más conservador ha presentado un proyecto de ley para que las personas transgénero y homosexuales deban someterse obligatoriamente a procesos de rehabilitación. Allí, bajo la presión familiar y social, algunas personas transexuales han tenido que someterse incluso a exorcismos.


Shinta Ratri, fundadora de la escuela islámica para transexuales de Yogyakarta

Pero en medio de esta represión, un internado islámico en Java se ha convertido en refugio para los transexuales, único en el mundo por sus características.

EL CASO DE LOS GEMELOS DE MONEY

Para reforzar la idea de la complejidad del terreno donde nos situamos respecto a las estructuras de género y sus implicaciones sociales, escudriñaremos en la historia protagonizada por los gemelos Reimer y el psicólogo especialista en sexología John Money, desarrollada oportunamente en el artículo de Ramón González Correales, médico de familia y sexólogo en el blog Hypérbole: intersecciones creativas.

Esta crónica fue recogida por el periodista y escritor de origen canadiense John Colapinto (1958), que en 1998 había publicado en la revista Rolling Stone su artículo "The True Story of John/Joan". Para ello se inspiró en la atribulada existencia de David Reimer, que fuera sometido a un experimento de cambio de sexo durante su infancia, y al fin y al cabo el protagonista de un doloroso y estrepitoso fracaso.


En el 2000, Colapinto publicó su éxito de ventas "As Nature Made Him: The Boy Who Was Raised As A Girl", cuyos derechos fueron comprados por el cineasta neozelandés Peter Jackson.

Pues bien, en 1975 John Money desveló a la comunidad científica los resultados de un experimento que él mismo calificó como un éxito. Previamente, en 1953, había patentado el concepto de género, desde entonces crucial en el contexto social y político.

John Money había estudiado Psicología y Educación en la Universidad Victoria de Wellington (Nueva Zelanda). En 1947 emigró a los Estados Unidos para estudiar Psiquiatría en la Universidad de Pittsburg, culminando su doctorado en Harvard en 1952 con una tesis sobre el hermafroditismo.


Dr. John Money (1921-2006)

Un año antes, en 1951, comenzó a trabajar en el centro de estudios intersexuales de la prestigiosa Universidad Johns Hopkins, facultad en la que desarrolló el resto de su carrera profesional impartiendo docencia en Pediatría y Psicología Médica.

En 1955 publicó un artículo junto al matrimonio formado por los psiquiatras Joan y John Hampson sobre las repercusiones emocionales de las personas nacidas con diferentes estados de intersexualidad. Para estos investigadores, el 95% de los niños y adultos intersexuales no llegaron a presentar problemas de tipo psicológico, independientemente de su educación y aprendizaje (varones o hembras), incluso cuando dicha formación no había coincidido con sus respectivos sexos genéticos. Concluyeron afirmando que la identidad sexual depende más de los factores ambientales que de los biológicos, extrapolando también sus deducciones a los niños sin alteraciones intersexuales.


En otras palabras, los bebés intersexuales nacerían indiferenciados desde el punto de vista psicológico, pero podían moldearse en un período ventana que se cerraba a los 18 - 24 meses. Además, el sexo de asignación dependería del aspecto de los genitales externos, por lo que recomendaban asignarlo lo antes posible, llegando incluso a recurrir a la cirugía.

Como la cirugía plástica y reparadora de la época tenía sus limitaciones técnicas, en el caso de los penes insuficientemente desarrollados se recomendaba la reasignación hacia el sexo femenino, aunque el sexo genético fuera XY.



De esta manera, John Money se convirtió en un referente mundial dentro de la Medicina, la Psicología y la Sexología. Pero en 1965 Milton Diamond, profesor y especialista en Endocrinología, que posteriormente se convertiría en una autoridad en anatomía y biología reproductiva, cuestionó las conjeturas de Money en una pugna que duró décadas, al afirmar que una alteración genética o un trastorno hormonal  intrauterino provocaban la ambigüedad en las células cerebrales y genitales de los embriones intersexuales. Diamond está firmemente convencido la teoría de la neutralidad de género no es cierta, ni siquiera para los estados intersexuales.

Para Milton Diamond, desde el punto de vista psico-sexual, las personas no somos neutros al nacer. Nuestro desarrollo psico-sexual no tiene por que estar relacionado con la apariencia de nuestros genitales externos.

El 25 de agosto de 1965 nacieron unos gemelos univitelinos en Winnipeg, Manitoba (Canadá), en el seno de la familia formada por Frank y Linda Reimer, bautizados como Bruce y Brian. Con 7 meses de edad fueron circuncidados para corregir una fimosis. Pero el bisturí eléctrico causó graves e irreversibles  lesiones en el pene de Bruce, que llegaron a requerir delicados cuidados en la Clínica Mayo de Rochester.

Desesperados por la mala evolución de su hijo, los Reimer contactaron con el Doctor Money, que vio en este caso la oportunidad de demostrar en la práctica clínica sus teorías con un estupendo caso-control de gemelos idénticos. Recomendó una reasignación sexual, extirpando los testículos del pequeño Bruce, reconstruyendo sus genitales en forma femenina y completando el tratamiento durante la adolescencia con estrógenos. A la par, debería ser coherentemente educado como una niña, sin llegar a conocer nunca su sexo de nacimiento. El 3 de julio de 1967, Bruce fue operado y desde entonces comenzó a llamarse Brenda.


Brian y Brenda (Bruce) Reimer

Desde entonces, Brenda fue tratada siempre como una niña, controlada periódicamente junto a su hermano Brian por los pediatras del hospital, que debían informar sobre la evolución de los pequeños.

A partir de los 4 años, Brenda comenzó a comportarse de manera parecida a su gemelo: no aceptaba la ropa femenina, prefería los juguetes y los juegos de niños, y en el colegio comenzó a sufrir el escarnio de sus compañeros, tanto masculinos como femeninos. Consecuentemente, su rendimiento escolar y su estado emocional fueron deteriorándose progresivamente.

A pesar de todo, y siendo conocedor de la evolución de Brenda, en 1970 el Doctor Money dio a conocer a la comunidad científica el supuesto éxito del experimento. Junto a su colega la Doctora Anke Ehrhardt, en 1972 publicaron su libro "Man and woman, boy and girl: the differentiation and dimorphism of gender identitity from conception to maturity", sin mencionar los problemas de la reasignación sexual de Brenda.


Dr. Milton Diamond

Entretanto, los gemelos Reimer se mostraban cada vez más reacios a sus controles y revisiones. Brenda rechazó una nueva cirugía reconstructiva, mientras comenzaba a sospechar que no era realmente una niña. A pesar de ello, en 1975 John Money continuaba insistiendo públicamente en el éxito de su terapia: supuestamente Brenda había desarrollado una identidad sexual femenina y con el correspondiente tratamiento hormonal completaría sus apariencia de mujer normal.

En 1976, sus padres decidieron llevar a Brenda a la consulta del psiquiatra Keith Sigmundson, ante las crecientes crisis de marginación y ansiedad que padecía. Cuando contactó con el Doctor Money, éste le pidió que le ayudara para que Brenda iniciara la terapia hormonal que podría solucionar sus problemas. En 1977, a los 12 años de edad, Brenda accedió a ello de muy mala gana. En 1978, a pesar de la insistencia de Money, Brenda abandonó todo tratamiento presa de la angustia y de las ideas autolíticas.


El malogrado Bruce-Brenda-David Reimer

En 1979 manifestó claramente que no se sentía una chica y que quería dejar de serlo. Con el apoyo de sus padres, dejó el tratamiento hormonal, se operó los senos, comenzó a tratarse con testosterona y a los 21 años se sometió a una nueva intervención para tratar de reconstruir su pene. Inició una nueva vida y cambió su nombre por el de David, en honor del héroe bíblico que luchó contra la adversidad. Después de varios desengaños amorosos, a los 26 años conoció a una mujer de 29 años con 3 hijos, casándose con ella. Encontró un trabajo y desde entonces su vida fue completamente normal.

Todavía hoy en día cuesta trabajo entender cómo John Money tardó tanto tiempo en aceptar que se había equivocado en este caso y rectificar a tiempo. Finalmente, en 1997, reconoció que la reasignación sexual de Bruce Reimer había sido un completo fracaso.

Pero la historia de los gemelos Reimer no tiene un final feliz. El 1 de julio de 2002 Brian se suicidó mediante una sobredosis de antidepresivos. Siempre tuvo remordimientos y se culpabilizó por las tribulaciones de su hermano. En 2004, David perdió su empleo, abandonó el domicilio conyugal y se separó de su esposa. El 5 de mayo, en el interior de su propio coche, se descerrajó un tiro en la cabeza con una escopeta recortada. También el padre de los gemelos, víctima de la desazón y del alcoholismo, terminó quitándose la vida.


3 comentarios:

manel dijo...

Ohhhh....un artigo inmenso....que traballazo!!!!

aloysius dijo...

Una crisis dentro de la crisis: ser mujer transexual en República Dominicana durante la covid-19
La pandemia agrava la precariedad económica y la discriminación del colectivo trans. Tres de sus mujeres se han plantado contra el odio, la pobreza y la estigmatización social por motivos de género en plena crisis sanitaria

https://elpais.com/planeta-futuro/2021-09-01/una-crisis-dentro-de-la-crisis-ser-mujer-transexual-en-republica-dominicana-durante-la-covid-19.html?mid=DM78536&bid=702260510#?sma=newsletter_planeta_futuro20210901

aloysius dijo...

La historia de La Reverte
https://www.abc.es/archivo/abci-reverte-torero-travestido-engano-espanoles-sexo-durante-20-anos-202109060102_noticia.html