jueves, 13 de diciembre de 2012

MEDIDAS EXTRAORDINARIAS


"Yo investigo, hijo, no veo pacientes... La Universidad de Nebraska paga más en un año a su entrenador de fútbol que todo mi presupuesto científico"
Dr. Robert Stonehill (Harrison Ford) en "Medidas extraordinarias"

La primera vez que vi "Medidas extraordinarias" (Tom Vaughan, 2010) inmediatamente se me vino a la memoria "El aceite de la vida / Lorenzo´s Oil" (George Miller, 1992), film comentado también en esta misma bitácora, en el que se narra la denodada lucha del matrimonio Odone (Nick Nolte y Susan Sarandon) en la procura de un tratamiento efectivo para la adrenoleucodistrofia (ALD), rara enfermedad desmielinizante hereditaria que afecta a su pequeño hijo Lorenzo.

Por otra parte, si nos centramos en el proceso de investigación y desarrollo de un nuevo fármaco, esta película posee cierta semejanza con "Prueba de vida" (Dan Ireland, 2008), la historia del descubrimiento del trastuzumab por el Dr. Dennis Slamon (Harry Connick Jr) para el tratamiento del cáncer de mama avanzado.

LA PELÍCULA

Robert Nelson Jacobs, nominado en 2000 al Óscar y a los premios BAFTA al mejor guión adaptado por "Chocolat" (Lasse Halsmtröm, 2000), fue el encargado del guión de esta película. Para ello se basó en el libro de la periodista y Premio Pulitzer Geeta Anand titulado "The Cure: How a Father Raised $ 100 million - And Bicked The Medical Establishment - in a Quest to Save His Children".


La historia de John Crowley y su familia es real. En la ficción cinematográfica el corpulento Brendan Fraser se encargó de darle vida, de la misma manera que Keri Russell encarnó a su esposa Aileen. Completaron el clan los tres hijos del matrimonio, el mayor John Jr. (Sam M. Hall), Megan (Meredith Droeger) y Patrick (Diego Velázquez) Los dos pequeños padecen la enfermedad de Pompe.


El verdadero John Crowley con Brendan Fraser

Según el guionista, el personaje del Dr. Robert Stonehill (Harrison Ford) un veterano y cascarrabias investigador enfrascado en sus trabajos de laboratorio,  ajeno a la medicina asistencial, sintetizaría la figura de los diferentes médicos con los que John Crowley hubo de batallar realmente hasta conseguir el tratamiento para sus hijos. El huraño Stonehill solamente abandona su reclusión investigadora para salir a pescar lubinas en solitario...

La acción cinematográfica comienza con el 8º cumpleaños de Megan. Poco después llegamos a la escena donde John repasa la información científica sobre la enfermedad de Pompe. Descubre que la esperanza de vida media para estos pacientes apenas alcanza los 9 años, pero también los trabajos del Dr. Stonehill, pioneros en investigación enzimática.


Harrison Ford es el Dr. Stonehill

Megan empeora por culpa de una inoportuna infección respiratoria que requiere su hospitalización. El Dr. Preston (P.J. Byrne) se muestra pesimista respecto a la evolución y pronóstico de la pequeña paciente, que a duras penas sobrevive a una parada cardio-respiratoria aguda. Mientras tanto, después de varios malogrados intentos, John Crowley finalmente consigue dar con el escurridizo investigador en su laboratorio de bioquímica de la Universidad de Nebraska.

Existe en The Cult una reseña completa sobre esta película; después de leerla, apenas queda nada más que apuntar sobre su filmación. Pero como este blog trata de medicina y cine, trataremos de sacarle todo el partido que podamos a la misma desde ambas perspectivas.

En primer lugar, nos gustaría centrarnos en el concepto de enfermedades raras y medicamentos huérfanos.

En 1983, mediante la Orphan Drug Act, los Estados Unidos se adelantaron en la legislación sobre este tipo de fármacos; consideraron como tales a aquellos capaces de tratar una enfermedad con menos de 200000 pacientes/año, es decir, patologías con una prevalencia de 7.5 enfermos por cada 10000 habitantes. Estas cifras difieren según países: Japón 4/10000, Australia 1.1/10000, Unión Europea 5/10000...

En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la existencia de entre 6000 y 8000 enfermedades raras, de las cuales el 80% son de origen genéticoEn España, el número máximo de pacientes necesarios para considerar una enfermedad como rara es de 22000 enfermos.

La normativa europea exige como requisito que el fármaco huérfano sirva para diagnosticar, prevenir o tratar una enfermedad que afecte a menos de 5 personas de cada 10000. Además, demanda que dicho medicamento sea empleado para el tratamiento de una enfermedad grave o que produzca incapacidades, siempre y cuando su comercialización sea poco probable por criterios de mercado.

Para ilustrar estas cuestiones, consideremos el ejemplo de los populares comprimidos romboidales de color azul. El sildenafilo, comercializado originalmente como Viagra ® para el tratamiento de la disfunción eréctil, fue aprobado en el año 2005 en la Unión Europea como medicamento huérfano (en dosis de 20 mg) destinado al tratamiento de la hipertensión pulmonar, bajo la marca Revatio ®...




Además del interés estrictamente científico, el estímulo económico resulta un elemento dinamizador fundamental en la industria farmacéutica; sus accionistas exigen reparto de dividendos. En la actualidad se estima que el coste de desarrollo de un fármaco ronda entre 250 y 500 millones de dólares, durante un período medio de 10 a 14 años. Cuando finalmente se comercializa, el laboratorio fabricante tiene como objetivo recuperar la inversión lo antes posible y obtener beneficios.

LA ENFERMEDAD DE POMPE


John Crowley y su esposa Aileen son portadores no afectados de esta enfermedad. De sus tres hijos, el mayor John Jr, tiene muchas posibilidades de ser un portador no afectado. Sin embargo, los dos hijos pequeños del matrimonio, Megan y Patrick, padecen la enfermedad. Cuando a Megan los médicos le diagnosticaron la enfermedad, su madre se encontraba embarazada del pequeño Patrick...

De soslayo, en la película también nos muestra la tragedia de la familia Templeel padre, Marcus (Courtney B. Vance), la madre, Wendy (Ayanna Berkshire), y sus dos hijas, Laureen y Megan, afectadas por la enfermedad de Pompe. Desafortunadamente, la mayor fallecerá a los 9 años por culpa de esta patología...



John Crowley y los Temple

La primera mención de esta patología se debe al patólogo holandés Johanes C. Pompe, que en 1932 describió el caso de una niña de 7 meses que ingresó en su hospital con una cadiomegalia extrema que le provocó la muerte. La autopsia del bebé reveló un acúmulo masivo de glucógeno en hígado, corazón y demás tejidos corporales.

En 1963, H.G. Hers, de la Universidad de Lovaina (Bélgica), empleando microscopía electrónica descubrió que el glucógeno se encontraba rodeado por membranas en un caso de glucogenosis generalizada, siendo ésta la primera enfermedad lisosomal reconocida como tal.

La glucogenosis tipo II es una enfermedad rara de herencia autosómica recesiva, caracterizada por el déficit de la enzima alfa - glucosidasa ácida (GAA) en los lisosomas celulares. Afecta aproximadamente a 1 de cada 40000 nacidos vivos. La ausencia o baja actividad enzimática provoca que el glucógeno no se metabolize adecuadamente, acumulándose dentro de los lisosomas.




Por este motivo, las células musculares del corazón y del resto del organismo se ven especialmente afectadas. La traducción clínica de este trastorno enzimático es debilidad muscular y alteraciones respiratorias. En la forma de presentación infantil de esta enfermedad, los niños padecen insuficiencia cardíaca por el exagerado aumento cardíaco.

Volviendo a la película, el Dr. Stonehill le explica a John la novedad de sus investigaciones. Para tratar a los niños afectados no basta con perfundirles por vía intravenosa la enzima necesaria para metabolizar el glucógeno intracelular. Él ha conseguido sintetizar una enzima dotada de un marcador biológico, la manosa-6- fosfato (M6P), que actúa como señal para las proteínas precursoras de las hidrolasas ácidas que deben ser transportadas a los lisosomas para degradar en este caso el glucógeno. 

Según sus propias palabras, el Dr. Stonehill sería el único investigador capaz de clonar el gen de la fosfotransferasa, por él denominada enzima de sustitución, pudiendo introducir las hidrolasas necesarias dentro de las células afectadas. El gen que codifica la fosfotransferasa ha sido localizado temporalmente en el cromosoma 4 (4q21-23).


Esquema de Lisosoma con sus enzimas y sus sitios de modificación.

En la realidad, el papel de la fosfotransferasa es permitir la unión de las enzimas o hidrolasas lisosomales al marcador M6P. Este marcador es reconocido por receptores que median la entrada de estas enzimas al compartimento lisosomal.

El objetivo de John para garantizar la financiación de los estudios del Dr. Stonehill pasa por conseguir inicialmente ¡medio millón de dólares! Ejecutivo de la industria farmacéutica, Crowley parece saber bien de dónde sacar el dinero necesario. Así nace una fundación específica y comienzan los actos benéficos para recaudar fondos para la enfermedad de Pompe. Pero todo esto no es suficiente. Stonehill le propone a Crowley la creación de una empresa de biotecnología. Ambos preparan un plan de viabilidad económica y se desplazan a Chicago para conseguir financiación del poderoso grupo de inversores del Dr. George Renzler (David Clennon), viejo conocido de Stonehill desde los tiempos de la facultad.

Stonehill entiende que la fosforilación de las enzimas representa un eslabón fundamental en el tratamiento de la enfermedad de Pompe, y por ende, la puerta que abrirá nuevos horizontes en el tratamiento de las demás enfermedades lisosomales.

CINEFILIA

El verdadero John Crowley, formado nada más y nada menos que en la prestigiosa Universidad de Harvard, realiza un cameo en esta película, como uno de los ejecutivos de Renzler Venture Capital...

Después de salvar las profundas desavenencias entre Stonehill y Renzler, gracias a las gestiones de Crowley, comienza en Nebraska la andadura de una modesta empresa de biotecnología bautizada en la película como Priozyme, que ni siquiera disponía de un simple generador para subsanar los frecuentes cortes del fluido eléctrico... En realidad, esta empresa está inspirada en Novazyme, radicada en Oklahoma City. A su vez, la empresa mayor denominada en la película Zymagen, está basada en Genzyme, con sede en Cambridge (Massachusetts). A este respecto, existe un blog muy interesante donde se relata una versión diferente sobre el descubrimiento del tratamiento para la enfermedad de Pompe, con datos contradictorios respecto a lo narrado por Geeta Anand en su libro "The Cure".

A pesar de que el guionista de esta película afirma que planeó el personaje de Stonehill a partir de diferentes médicos e investigadores, desde Genzyme insisten que el Dr. Stonehill está basado en el investigador Dr.William Canfield, fundador de Novazyme. Por su parte, otras fuentes identifican al personaje de ficción con el Dr. Yuan-Tsong Chen, científico e investigador de la Universidad de Duke, colaborador de Genzyme en la síntesis de Myozyme ®, cuyo principio activo es la alglucosidasa alfa, y que figura en el registro europeo de medicamentos huérfanos desde el año 2006.


La venta de Priozyme...

Finalmente, presionado por Rentzer ante el retraso de los ensayos clínicos con la enzima desarrollada por Stonehill, John Crowley convence a su irascible socio para vender su pequeña empresa a la poderosa Zymagen, presidida por Erich Loring (Patrick Bauchau), que llevaba una década trabajando con otras  versiones diferentes de tratamiento enzimático para la enfermedad de Pompe. De esta manera, esta crucial inyección financiera permitiría a Stonehill y a su joven equipo continuar con sus investigaciones.

Crowley y Stonehill se incorporan a la nueva directiva. En este momento entra en juego el personaje del Dr. Kent Webber (Jared Harris). Pronto comenzarán las fricciones entre Stonehill y los supervisores de Zymagen. Webber tampoco es partidario de que Crowley, por sus intereses personales, ocupe cargos de responsabilidad en la empresa.



Keri Russell y Diego Velázquez son Aileen y Patrick Crowley

Mientras tanto, el curso evolutivo de Megan y Patrick continúa empeorando: aumento de la debilidad muscular, hepatomegalia y cardiomegalia... La Dra. Waldman (Lily Mariye) informa al matrimonio Crowley que la esperanza de vida de su hija puede ser de 1 año, y en el caso del pequeño Patrick, todavía menos.

Las malas relaciones personales de Stonehill con el resto de los investigadores obligará a Webber a dejarlo fuera del equipo principal, si bien podrá seguir manteniendo abierta su particular línea de investigación. El encargado de darle las malas noticias será el propio John, lo que supone la ruptura entre los antiguos socios y amigos. La lucha de John es contra el tiempo. Él es especialmente consciente de lo que tarda en comercializarse un nuevo fármaco. Stonehill, investigador empírico, poco a poco se irá implicando en el angustioso drama familiar de los niños enfermos: "mi teoría sigue siendo la mejor... pero no está lista para fabricarse"...




John y Megan Crowley (Meredith Droeger)

Ha transcurrido otro año. Las escenas de la película nos remiten a un nuevo cumpleaños de Megan, el tan temido 9º. Su debilidad muscular es ya demasiado patente.

EL ÚLTIMO ESCOLLO

Los ensayos clínicos con la enzima elegida por Zymagen están a punto de comenzar, pero sus responsables han decidido que los pacientes a incluir sean exclusivamente bebés, porque la dotación del fármaco es limitada y porque los investigadores esperan una respuesta más eficaz al tratamiento.




Jared Harris es el Dr. Kent Webber

Esta decisión supone un terrible varapalo para los Crowley, pues dejaría fuera de los tan ansiados ensayos a Megan y a Patrick.

Pero gracias al ingenio de Stonehill, los pequeños Crowley finalmente recibirán su terapia. En primer lugar, propone a Webber que prescinda de los servicios de John, evitando de esta forma el incómodo conflicto de intereses entre la empresa farmacéutica y uno de sus vicepresidentes. En segundo lugar, elabora un protocolo especial, un estudio farmacológico entre hermanos que permita tratar a los niños en un hospital no incluido entre los elegidos para el ensayo clínico de la enzima.

Unos apuntes finales: 

- la metabolización del glucógeno intracelular provoca un incremento de la glucemia de los niños. Por eso, cuando los visitan en su habitación, sus padres y el Dr. Stonehill los encuentran riendo a carcajadas...

- La pequeña Megan Temple fue de las primeras pacientes en beneficiarse del tratamiento enzimático para la enfermedad de Pompe. A los 3 años de edad, comenzó a dar sus primeros pasos...

- El Dr. Stonehill, finalmente, pudo cobrar su cheque... Invirtió sus ganancias en su nuevo y flamante laboratorio de investigación...

CINEFILIA

Celebro los gustos musicales del Dr. Stonehill... Esta película recopila en su banda sonora cuatro temas clásicos de la música rock que figuran entre mis favoritos:

- "The Weight" de los excepcionales The Band, los protagonistas de una de las mejores películas documentales sobre un grupo musical, "The Last Waltz" (Martin Scorsese, 1978)...


- "Truckin", uno de los éxitos de Grateful Dead, la banda liderada por Jerry García, músico y lider contracultural de los 60, y al que Jerry Fletcher (Mel Gibson) acusaba de espionaje en "Conspiración" (Richard Donner, 1997)...


- "Hush", una muestra del tremendo poderío de Deep Purple... Título metafórico muy adecuado en determinadas escenas de la película. Stonehill continúa trabajando en solitario, desarrollando su particular línea de investigación, mientras los responsables de Zymagen parecen haberle condenado al ostracismo.


- "Change the World", de Eric Clapton. Otro título simbólico...

sábado, 10 de noviembre de 2012

ÉL


"- Pero hijo, el amor no siempre es recíproco. ¿Y si ella no te quisiera?
-¡Tendría que quererme!"
D. Francisco Galván, en "Él".

Repasando "Español de cine"el coqueto libro de Antxón Salvador publicado por la Editorial Blume (2009), reparamos en la reseña de "Él" (Luis Buñuel, 1952). El autor nos advierte que esta película, como el resto de la obra del genial cineasta de Calanda, es susceptible de múltiples interpretaciones.

Preferida por su director, aunque un estrepitoso fracaso en taquilla, con el paso del tiempo esta obra se ha convertido en un clásico digno de la admiración de los cinéfilos y de figuras de la talla de François Truffaut y del mismísimo Alfred HitchcockMiguel Ángel Palomo, crítico del diario El País, calificó este film como "melodrama brutal y desesperado, una auténtica catarata de cine".


Truffaut y Buñuel

Desde el punto de vista médico, psiquiatras y psicoanalistas de la talla de Jacques Lacan se han interesado por ella. No resulta de extrañar, pues en este film se retratan las tres obsesiones fijas del cine de Buñuel: el sexo, la religión y la muerte. Eros y Tánatos, temas universales, son también objeto de estudio especial para la mirada indagadora del psicoanálisis.

Pero, desde el punto de vista contemporáneo, debemos añadir un elemento adicional a la suma de las virtudes pedagógicas y cinematográficas de "Él": la violencia machista, una terrible lacra que se extiende como una mancha de aceite en nuestra moderna sociedad, fenómeno de extensión planetaria, desde el genocidio organizado en algunos países (China, India, Vietnam), incluso durante la etapa embrionaria, pasando por el feminicidio crónico en Ciudad Juarez (Méjico), hasta el goteo casi diario de mujeres fallecidas en España a causa de este motivo.

EL DOCUMENTAL PSICOLÓGICO

En 1938, Luis Buñuel se encontraba en los Estados Unidos. La Guerra Civil española estaba en su fase final. A comienzos de 1939, el gobierno de la República proclamó una movilización general en un último intento por recuperar un conflicto fratricida que ya tenía prácticamente perdido. El cineasta solicitó su repatriación ante la embajada española, pero fue rechazada. Buñuel y su esposa Jeanne Rucar tienen ya un hijo y carecen de un medio estable de vida. A punto estuvo de comenzar a trabajar de cocinero en Nueva York, pues además de hábil cineasta tenía fama de hacer un excelente arroz de paella...

Alguien le sugirió trabajar para la industria de Hollywood, tarea harto difícil, o dedicarse al cine independiente, cuyos experimentos más interesantes entonces se centraban en los documentales.


Luis Buñuel (1900 - 1983)

Su particular teoría sobre el cine documental establece dos tipos de películas: las descriptivas, mera transcripción de un fenómeno material o social (manufacturas industriales, construcción de obras públicas, operaciones de aerolíneas...) y las interpretativas, que además de ilustrar pretenden conmover.

En palabras del propio Buñuel, extraídas de su biografía escrita por Carlos Barbachano (Editorial Salvat, 1989): "el cine documental aburre, generalmente, al público que no está versado en esta comprensión... La gran mayoría de los filmes documentales carecen de valor psicológico... Me gustaría hacer documentales de naturaleza psicológica..." El original de este documento, escrito el 28 de julio de 1939, se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), institución para la que trabajó durante un tiempo.

Esta motivación teórica fue aplicada en la práctica en películas como "Los olvidados" (1950), "Ensayo de un crimen" (1955) y sobre todo en "Él". 



LA PELÍCULA

Hay quien sostiene que "Él", rodada en apenas 3 semanas, es una suerte de autoanálisis llevado a cabo públicamente por el propio Buñuel, de naturaleza celosa, obsesiva y posesiva, y que hizo extensivo no sólo al personaje principal del drama, Francisco Galván de Montemayor, sino incluso también al actor protagonista (Arturo de Córdova), que se limitó únicamente a ser él mismo...

No es nuestro deseo meternos en profundidades técnicas, pues no somos especialistas en Psiquiatría, y además la finalidad de este blog es divulgar entreteniendo. Pero sí nos gustaría dejar claro el concepto clínico de paranoia (y otras denominaciones cercanas como paranoide, paranoidismo y paranoidía) en referencia a la localización, por parte de un sujeto, de ciertos sentimientos e intenciones en un otro diferente de él.


Arturo de Córdova y Delia Garcés protagonizan "Él"

Ésta es la enfermedad que afecta al protagonista de "Él". Trataremos de desentrañar hasta dónde este rasgo patológico consiguió penetrar en el personaje, manifestando desde un primer momento nuestra más sincera admiración por la maestría descriptiva del trastorno desplegada por Buñuel como director y guionista, al alimón con Luis Alcoriza (1918 - 1992), tomando como base la novela homónima de la escritora tinerfeña Mercedes Pinto (1883 - 1976).


Y el oscuro objeto del deseo de Francisco Galván es la bella Gloria Milalta (la actriz argentina Delia Garcés), cuya estóica fragilidad en algunas escenas nos trajo a la memoria a nuestra admirada Jeanne Simmons. El fetichismo tantas veces presente en el cine de Buñuel, en este caso está representado por la podofilia (los pies y las piernas de Gloria), la mecha que enciende la pasión patológica de Francisco Galván, aun dentro de la Iglesia de Santo Domingo (Ciudad de México), mientras se celebra el mandato o el lavatorio de pies del Jueves Santo.


El Padre Velasco cumple con el mandato del Jueves Santo...


DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Hay quien ha querido ver una neurosis obsesiva en esta película. Nosotros nos inclinamos por otra tesis. La conducta de Francisco Galván está dominada por la suspicacia y el recelo, que hace extensivo a sus abogados y empleados domésticos, entre los que destaca licencioso mayordomo Pablo (Manuel Dondé). Hay incluso quien ha querido ver una homosexualidad latente en la especial relación que sostienen amo y criado...

Un breve paréntesis para describir el inveterado machismo del Sr. Galván: cuando sorprende a Pablo acosando sexualmente a la sirvienta Marta (Ana María Villaseñor), sermonea al hombre por su descaro pero finalmente decide despedir a la muchacha...



Estos datos poseen un cierto interés dada la teoría freudiana de la paranoia, definida en si misma como la defensa contra una fantasía homosexual reprimida en el interior del sujeto; al proyectarla al exterior, ésta sería atribuida delirantemente a otro, pero no cómo quién desea el amor del sujeto, sino como un auténtico perseguidor. Así lo define el psiquiatra Josep Vidal Otero, teniendo en cuenta las consideraciones realizadas por el propio Sigmund Freud respecto al famoso caso Schreber.

El protagonista de "Él" continuamente piensa que las actuaciones de los demás intentan causarle algún perjuicio. Decíamos que su actitud recelosa abarca a todos los que le rodean, con la única excepción del Padre Velasco (Carlos Martínez Baena), su confesor y fiel amigo. Por supuesto, el anticlericalismo recalcitrante de Buñuel le lleva a adornar al personaje del cura con vicios y defectos, como la glotonería y la indolencia, por poner unos ejemplos.

Francisco Galván vive en un palacio fortaleza. Sus recios muros defensivos contrastan con la decoración modernista de sus salones. Esa vida encastillada es una metáfora del aislamiento y la soledad padecidos como consecuencias de su trastorno de la personalidad.

A propósito de la arquitectura de la casa, el personaje del ingeniero Raúl Conde (Luis Beristáin) y primer novio de Gloria, comenta: "cada vez que veo este salón, me pregunto cómo a un arquitecto pudieron ocurrírsele esas extrañas ideas... Nada parece tallado por la razón, sino por el sentimiento, la emoción... el instinto..."

Por otra parte, nuestro protagonista es reacio a reconocer y aceptar sus propios errores, y cuando parece hacerlo, emplea artimañas que tratan de engañar y ofuscar a su esposa y víctima. Ese falso arrepentimiento es una característica común de la mayoría de los maltratadores.


Los celos patológicos constituyen un rasgo característico del trastorno paranoide de la personalidad. Por si fuera poco, Francisco Galván interpreta cualquier nimiedad como una flagrante traición de su consorte. Desde la misma luna de miel, que transcurre a bordo de un tren en el que la pareja viaja a Guanajuatopor cierto ciudad donde Francisco mantiene abiertos cuantiosos litigios urbanísticos y patrimoniales, la convivencia conyugal comienza a deteriorarse, hasta que finalmente se convierte en una pesadilla...

Precisamente en Guanajuato tiene lugar un episodio violento. Mientras visitan la ciudad, Gloria se encuentra con Ricardo Luján (Rafael Banquells), un viejo amigo. Ese acercamiento temporal pondrá a la luz dos rasgos diagnósticos del trastorno paranoide de Francisco: por un lado, la sospecha de que el hombre trata de hacerle daño engañándole con su esposa; por otra, esos ataques percibidos contra su persona y reputación provocan una respuesta iracunda y agresiva.


La sombra de la duda...

CINEFILIA


Como tantos otros cineastas, incluyendo al propio Hitchcock, Buñuel no pudo resistir la tentación del cameo, y así aparece caracterizado como un monje en las escenas finales de la película. La escena en la que supuestamente Francisco Galván, convertido en fraile se aleja por el camino, está protagonizada por el mismísimo Buñuel.


La influencia de Buñuel en la obra del genio del suspense parece evidente cuando nos referimos a "Él". En "Vértigo" (Alfred Hitchcock, 1958) encontramos ciertos nexos de unión, como por ejemplo en las referencias a la sexualidad del protagonista masculino. En "De entre los muertos", la novela que inspira el guión del film de Hitchcock, el Detective John "Scottie" Ferguson (inolvidable James Stewart) es impotente. Además, el cineasta británico parece divertirse con las múltiples alusiones sobre la sexualidad del protagonista de su película.

En "Él", la supuesta impotencia de Francisco Galván o el rechazo a su homosexualidad larvada, podrían actuar como el combustible capaz de avivar el incendio de su terriblemente celosa personalidad paranoide.


La crispadora escena del forcejeo mantenido por Francisco y Gloria en lo alto del campanario de la iglesia debió impresionar a Hitchcock, tanto como para servirle de inspiración para determinadas escenas de "Vértigo".


James Stewart y Kim Novak en "Vértigo"


COLOFÓN

Desde el punto de vista formal, "Él" ocupa el 7º lugar entre las 100 mejores películas mejicanas de todos los tiempos. En palabras del propio director, se trata de un film en el que se refleja la mayor parte de su propia personalidad.

Desde el punto de vista médico, estaríamos ante el retrato de un trastorno  paranoide de la personalidad, cuyo rigor admiró incluso a Jacques Lacan, y que empleó esta película para enseñar psicoanálisis a sus alumnos. A buen seguro que el pensamiento paranoide seguirá generando más reflexiones y debates... Desde aquí les invitamos a ello.




martes, 23 de octubre de 2012

HALT AUF FREIER STRECKE - STOPPED ON TRACK


- ¿De verás te vas a morir?
- Claro que sí... amigo...
- ¿Me darás el Iphone?

Inquietos vientos vespertinos otoñales han traído entre sus corrientes unas reflexiones respecto a la mirada distorsionada del cine sobre el cáncer.

En la reunión anual de la Sociedad Europea de Medicina Oncológica, recientemente celebrada en Viena (ciudad cinematográfica por excelencia), un grupo de médicos, psicólogos y filósofos italianos ha presentado los resultados de su particular revisión sobre las películas que giran en torno a las enfermedades oncológicas, aunque algunas de ellas rozasen esta temática solamente de manera tangencial.

Destacaron la especial sensibilidad de la directora Isabel Coixet, especialmente en dos cintas que pronto también serán comentadas en este blog: "Mi vida sin mi" (2003) y "Elegy" (2008).



Casi al mismo tiempo, se adueñó de nuestra mirada la versión original de "Halt auf freier strecke" (Andreas Dresen, 2011), en inglés "Stopped on track", traducida libremente al español como "esperando pista libre".


La familia Lange al completo

El protagonista es Frank Lange (en una más que encomiable y verosímil interpretación de Milan Peschel), un hombre al que le es detectado un tumor cerebral avanzado e incurable. El protagonista vive en la periferia de Berlín, en una casa nueva a la que termina de mudarse en compañía de su esposa Simone (loable trabajo de Steffi Kühnert) y de sus dos hijos, Lilli (Talisa Lilli Lemke) y Mika (Mika Seidel). La adolescente es una flamante campeona de saltos de trampolín, mientras que su hermano pequeño está aprendiendo a tocar el piano.

Detrás de la casa se extienden el campo y un bosque, del que destaca en primer lugar un gran árbol con sus ramas desnudas, omnipresente en la película, simbolismo del cáncer que se ramifica en el interior de la cabeza de nuestro protagonista...



El estudio italiano sobre cine y cáncer revela que en el 65% de las películas los personajes pertenecen a las clase social media- alta. En el caso que nos ocupa, los Lange aparentan vivir sin lujos pero sin aprietos. Originario de Greifswald,  en el nordeste de Alemania, Frank está empleado en la multinacional logística DHL. Dedica su tiempo libre a tocar la guitarra eléctrica. Por su parte, Simone trabaja como conductora en la compañía metropolitana de tranvías de la capital alemana.

CINEFILIA.

Todo el personal sanitario que aparece en la película, médicos, enfermeras, etc, son profesionales reales. En ningún momento se trata de actores ni de actrices. En la escena inicial, el neurólogo, el Dr. Träger (Uwe Träger), le comunica a Frank y a Simone la gravedad de la enfermedad. Incluso la llamada telefónica recibida durante la consulta es totalmente real...

Respecto a la habilidad del médico para comunicarle al paciente malas noticias, algunos manuales de Cuidados Paliativos recogen el protocolo de seis pasos de Buckman:

  1º/ Preparación del contexto físico más adecuado, que supone una sucinta evaluación del estado de ánimo del paciente. En el caso que nos ocupa, el neurólogo aprovecha la visita que el enfermo y su esposa realizan a su consulta, con la finalidad de conocer los resultados de las pruebas realizadas previamente.
   2º/ Averiguar cuánto sabe el paciente, teniendo también en consideración sus particularidades culturales. En la película, el médico es el único que habla. Emplea un tono pausado y claro, que parece no dejar dudas en el paciente. La esposa, sin embargo, sin mediar palabra, deja escapar guesas lágrimas que recorren sus mejillas.
   3º/ Encontrar lo que el paciente quiere saber. En la película, el Dr. Träger da por supuesto que el enfermo y su pareja desean saber toda la verdad.
  4º/ Compartir la información. Una vez que el paciente ha comprendido la gravedad de su patología, el médico se interesa por sus hijos, por la manera en la que éstos se van a enterar de la enfermedad del padre. Una circunstancia similar ocurre cuando los padres (Otto Mellies y Christine Schorn), la suegra (Ursula Werner) y la cuñada de Frank (Marie Rosa Tietjen) conocen la fatal noticia...




   5º/ Responder a los sentimientos del paciente. Si bien es el especialista el encargado de proporcionar la mala noticia, no será éste el médico que realice verdaderamente el seguimiento emocional del paciente. Dicho papel queda reservado para la Dra. Petra Anwar, especialista en cuidados paliativos, que en repetidas ocasiones visitará al paciente dentro de su entorno familiar .
   6º/ Planificación y seguimiento del proceso. El profesional debe dejarle bien claro al enfermo y a su familia su total disponibilidad para acudir presto cuando así se le demande. La sensación de seguridad contribuye a la tranquilidad de los afectados.


La Dra. Anwar atendiendo a Frank...


DR. ROBERT BUCKMAN.



Un personaje singular; el Dr. Buckman fue oncólogo, cómico y escritor, presidente de la Asociación Humanística de Canadá. Natural del Reino Unido, desarrolló gran parte de su vida profesional en Toronto. Falleció mientras dormía a bordo de un avión que volaba entre Londres y Toronto. Tenía 63 años y estaba afectado por una dermatomiositis.

GLIOBLASTOMA

Éste fue el tipo de tumor elegido por el director y guionista para su historia. Se trata de la neoplasia más frecuente entre las originadas en las células de la neuroglía. Su crecimiento es rápido, afectando principalmente a adultos entre los 45 y los 70 años, como ocurre en nuestro caso.




Milan Peschel y Steffi Kühnert son Frank y Simone

En el TAC y la RNM, este tumor suele detectarse como imágenes de contornos irregulares, con un área central necrótica. Rara vez afecta al tronco del encéfalo o a la médula espinal, siendo mucho más frecuente en los hemisferios cerebrales. En nuestro caso, el glioblastoma afecta al lóbulo frontal del protagonista. En la realidad, su localización más frecuente es la temporal - fontal.

Estas células neoplásicas son especialmente resistente al tratamiento. A pesar de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, el pronóstico de este tumor es infausto y su supervivencia no suele sobrepasar los 14 meses. El cáncer de Frank resulta irresecable, por lo que las únicas opciones terapéuticas disponibles se limitan a la radioterapia y quimioterapia.

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que desde el punto de vista médico Andreas Dresen estuvo muy bien asesorado a la hora de describir la patología tumoral de Frank. Esta afirmación también es válida para las escenas que detallan el procedimiento de radioterapia, con la colocación en el rostro del paciente de una máscara protectora específica. El realismo es tal que nos transmite la sensación de claustrofobia que debe soportar el enfermo.




El director y guionista Andreas Dresen

En la película, inicialmente los síntomas son inespecíficos. Frank acudió al médico porque le dolía la cabeza con demasiada frecuencia. El Dr. Träger advirtió a  Frank y a Simone que la sintomatología tumoral sería tardía, comenzando por una pérdida progresiva de la memoriacefalea y alteraciones del comportamiento.

A destacar una alucinación especialmente original: el glioblastoma se encarna en un verdadero personaje, con el que Frank convive "realmente" en varias escenas del film. El papel del tumor es representado por el actor Thorsten Merten.

El protagonista decide filmar parte del tiempo que le queda de vida con la cámara de su Iphone. Esta especial relación entre hombre y aparato resulta anecdótica, máxime cuando algunos han intentado relacionar el uso de la telefonía móvil con la etiología de determinadas neoplasias cerebrales.

CINEFILIA

Las terapias alternativas también aparecen en esta película. Karin, la madre de Frank, le regala a su hijo dos Cds con la esperanza que le sirvan de ayuda: uno sobre auto-sanación y el otro sobre hipnosis...


De soslayo, el guión de esta película parece tocar las famosas cinco etapas del modelo de duelo de la Dra. Kübler-Ross: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Frank manifiesta sentimientos de disgusto por su situación y de miedo ante la muerte. En su domicilio recibe la visita de dos asistentes (Elke Unmüssig y Brunhilde Sauer-Baur) que intentan prepararle para la asunción de su grave enfermedad. Ambos personajes son también reales, no son actrices. La primera de ellas es una médico naturista con consulta en Berlin y la segunda una terapeuta seguidora del método del Dr. Carl Simonton...

Poco a poco vamos siendo testigos del declive de Frank. Lagunas mentales, despistes y episodios de desorientación son cada vez más frecuentes. La pérdida de habilidades, progresiva. Finalmente su casa quedará poblada por decenas de post-it, pequeños recuadros de papel adhesivo que señalizan las cosas más simples que pueden encontrarse en su hogar. Las alteraciones del comportamiento tampoco tardan en aparecer; incluso se vuelve agresivo y violento hasta con su propia pareja... En el colmo de su desesperación, Simone llega a desear la muerte de Frank, alivio y descanso de su padecimiento.



Los síntomas físicos avanzan paralelos al desmoronamiento psíquico: cefalea, náuseas y vómitos (también provocados por el tratamiento), astenia, anorexia, alopecia, incontinencia, crisis comiciales, parálisis, afasia y caquexia tumoral. La morfina le será administrada para paliar su dolor.

Todo ello le llevará a convertirse en un enfermo dependiente, con todas las dificultades que ello supone para una esposa y cuidadora que también trabaja fuera del hogar. Por suerte para Frank, sus hijos, familiares y amigos colaborarán en sus cuidados, como por ejemplo su incondicional colega Stefan (Bernhard Schütz), con el que le gusta recordar anécdotas de los viejos tiempos en la República Democrática Alemana (RDA) antes de la reunificación, o el fichaje del futbolista Dzeko que abandonó el Wolfsburgo por el todopoderoso Manchester United... Como simple anécdota mencionar aquí que tanto Milan Peschel, el actor principal de esta película, como Steffi Kühnert, su esposa en la ficción, son ambos naturales de Berlín oriental...



Edin Dzeko, la estrella goleadora de Bosnia-Herzegovina

Prácticamente moribundo, Frank recibirá también la visita de Ina (Inka Friedrich) una antigua novia de sus años universitarios en Greifswald...

La dependencia conlleva la pérdida de la libertad y de la intimidad. Y también del pudor. Resultan muy ilustrativas las escenas en las que Frank debe acostumbrarse al aseo diario en manos de una enfermera especializada (Corinna Renus).

MÁS CINEFILIA...

Frank y Simone visitan la funeraria. Además de escoger el féretro destinado a su cremación, nuestro protagonista escoge la música que supuestamente le acompañará en sus exequias: la banda sonora completa de "Dead Man" a cargo de Neil Young




A Frank también le gustaría añadir "Three Imaginary Boys" de The Cure y "Nervermind" de Nirvana...






Aunque el tema favorito de Frank es "Love and Mercy" de Brian Wilson, el cual toca una y otra vez con su guitarra, mientras las fuerzas no lo abandonan...



En nuestra modesta opinión, otro de los aciertos de esta película corresponde al intento de desmitificar el sexo en paciente con cáncer. En la literatura especializada no existen demasiados trabajos que aborden la sexualidad de estos pacientes, y mucho menos en los estados patológicos más avanzados. Los factores que pueden estar relacionados en este circunstancia son múltiples, desde los que dependen de la propia enfermedad hasta los derivados de la agresividad del tratamiento. Para los expertos, el refuerzo y estímulo de los lazos afectivos resulta fundamental.

LA TORTUGA.

En la casa de Frank vive una tortuga. En algunos de sus videos caseros podemos observarla dentro de su cajita o asomando la cabeza tímidamente ante la cámara, al lado de la de Frank.

Para Jorge Luis Borges, la curvatura del caparazón de las tortugas representa el cielo, mientras que su parte inferior, aplanada, simboliza la tierra. La tradición china también identifica a la tortuga con la espiritualidad y la prosperidad.

Las tortugas suelen ser animales longevos. Para los mayas representaban precisamente esa virtud de supervivencia, así como la sabiduría y la experiencia recolectada por los años. Tal vez el director y guionista de este film escogiera dicho animal como contraposición de la fugaz realidad del ser humano, personificada en su protagonista enfermo a punto de dejar este mundo.



Tampoco debemos olvidarnos de una paradoja ideada por Zenón de Elea en el siglo V a.C. Se trata de Aquiles y la tortuga, según la cual el afamado y veloz guerrero aqueo nunca llega a alcanzar a tan lento animal. Al fin y al cabo, toda vida humana es una carrera cuya meta y final es la muerte. Y cuanto más dure esta carrera, mejor...

Para los aficionados a las matemáticas:



COLOFÓN.

Estamos ante un film que, a pesar de su múltiples galardones, probablemente no haya nacido para triunfar en las salas comerciales. Su temática y su ritmo lento contribuyen a ello. Sin embargo, desde el punto de vista sanitario, puede sacársele mucho partido.

Su director consigue tratar la agonía de un enfermo terminal con exquisita delicadeza. La pareja y la familia, al fin y al cabo los últimos cuidadores, comparten el protagonismo con un actor empeñado en hacernos creer que su personaje es un individuo real, verdaderamente enfermo, y mortal, como todos nosotros.