domingo, 28 de noviembre de 2010

EL MILAGRO DE ANNA SULLIVAN



"El mayor consuelo en la desgracia es encontrar corazones compasivos"

Menandro

El pasado 28 de septiembre, a la edad de 88 años, nos dejaba el cineasta Arthur Penn tras una dilatada carrera repleta de éxitos.



"El milagro de Anna Sullivan" (Arthur Penn, 1962) se gestó a partir de la autobiografía de Hellen Keller (1880- 1960), la ejemplar escritora y oradora estadounidense obligada a vencer las barreras de la ceguera y de la sordomudez para triunfar en la vida. Precisamente su aprendizaje y primeras experiencias fueron recogidas en el libro "La historia de mi vida" (1903), que sirvió como base al guionista William Gibson para llevar a los escenarios y a las pantallas (television y cine) tan conmovedor relato.


Patty Duke (Helen Keller) y Anne Bancroft (Anna Sullivan)

El esfuerzo interpretativo llevado a cabo por Anne Bancroft en el papel de la maestra Anna Sullivan, y de la jovencísima Patty Duke, galardonada con el Óscar como mejor actriz de reparto, contribuyó notablemente al éxito de esta película. Ambas actrices ya habían realizado estos mismos papeles sobre los escenarios de Broadway en la versión teatral.


Este film comienza mostrándonos a la pequeña Helen víctima de una elevada fiebre, tal vez provocada por una enfermedad infecciosa como la escarlatina o la meningitis. Durante su convalecencia sus padres, el rico terrateniente Capitán Arthur Keller (Victor Jory) y su joven esposa Kate Keller (Inga Swenson), descubrirán horrorizados que su pequeña está completamente ciega y sorda.


La escarlatina está causada por el Streptococcus pyogenes del serogrupo A y debuta con un cuadro febril agudo y abrupto, acompañado de una erupción característica de esta enfermedad. Suele afectar a niños pequeños, entre los 2 y los 10 años de edad. Gracias al tratamiento precoz con antibióticos, hoy en día sus complicaciones suelen ser leves.


Respecto a la meningitis infecciosa, según su etiología pueden ser virales (más benignas), bacterianas (más graves) o micóticas (más raras). Esta enfermedad suele ser una causa frecuente de fiebre en recién nacidos y niños. Si no se trata adecuadamente puede dejar como secuelas daños cerebrales.


En este film, Arthur Penn rehuye en todo momento de la tentación de dotar a la obra de un tono almibarado o moralizador, que bien podrían corresponderle a unos hechos tales como los que se narran. La abnegada maestra, marcada por su propia experiencia como minusválida institucionalizada en la infancia, aboga en todo momento por conseguir la autonomía de la muchacha ciega - sordomuda, tratando de mantener alejado el sentimiento de compasión y la sobreprotección de la familia.  


Al disfrutar de sus escenas, la lucha tenaz llevada a cabo por Anna Sullivan para neutralizar el aislamiento y la agresividad de la joven Helen nos ha recordado aquellas épicas escenas protagonizadas por otros encarnizados rivales, como por ejemplo D´Hubert (Keith Carradine) contra Feraud (Harvey Keitel) en "Los duelistas" (Ridley Scott, 1977) o Sean Thornton (John Wayne) contra "Red" Danaher (Victor McLaglen) en "El hombre tranquilo" (John Ford, 1952)...

CINEFILIA:

Para el papel de Anna Sullivan se postularon también Ingrid Bergman (así lo aseguró ella misma en una de sus autobiografías), la rutilante Elizabeth Taylor y la frágil Audrey Hepburn. Finalmente Arthur Penn prefirió a Anne Bancroft, galardonada en 1960 con un prestigioso premio Tony por su trabajo como la obstinada maestra sobre los escenarios teatrales.


Cuando se filmó esta película, Katty Duke tenía ya 16 años, lo que obligó al director y a su equipo a caracterizarla para que aparentase no más de 7 - 8 años, la edad aproximada que tendría Helen Keller cuando comenzó a ser instruida por Anna Sullivan. 

En 1979, la mismísima Patty Duke se metió en la piel de Anna Sullivan para rodar la versión televisiva de esta obra, mientras la popular Melissa Gilbert (la inolvidable Laura Ingalls de "La casa de la pradera") interpretó a Hellen Keller.


Una jovencísima Melissa Gilbert como Laura Ingalls




En el año 2000, Nadia Tass dirigió "La hacedora de milagros", un nuevo remake televisivo de la historia, protagonizada por Allison Elliot como Anna Sullivan y por Hallie Kate Eisenberg como Helen Keller.



Por último, "Black" (Sajay Leela Banshali, 2005) nos cuenta la historia de Michelle McNally (Rani Mukherjee), una joven anglo-india que se queda ciega y sorda a los 18 meses como secuela de una enfermedad y también obligada a superar las barreras de su discapacidad.







domingo, 21 de noviembre de 2010

EL VELO PINTADO


"Los enfermos llegaban uno tras otro, desfilando ante médicos atónitos que nunca antes habían visto nada así. Parecían marionetas sin hilos, se les iba la vida. Cuarenta casos en una sola noche, la del 19 de octubre, en el Hospital de San Nicolás de Saint-Marc. Vómitos, diarrea y debilidad absoluta. Seguían pasando las horas y la avalancha era incontenible: 400 contagios el primer día, 1.000 el segundo"...



Estas líneas han sido entresacadas de la información reciente de un diario digital. Hacen referencia a la tragedia que padece Haití tras desatarse en su territorio la última y feroz epidemia de cólera.


Hace unos cuantos años, escribí una trabajo sobre otra epidemia similar, la que afectó a la ciudad de Ourense durante el año 1854. Las calamitosas condiciones sanitarias de mi ciudad a mediados del siglo XIX se convirtieron en el caldo de cultivo idóneo para la propagación de la enfermedad. Estas circunstancias han resultado desafortunadamente coincidentes con las vividas en el Haití contemporáneo, y también con las que se daban en el interior de China en las primeras décadas del siglo XX, escenario en el que se desarrolla la acción de "El velo pintado" (John Curran, 2006).

Nos encontramos ante un remake de aquel "El velo pintado" (Richard Boleslawski, 1934) protagonizado por la rutilante Greta Garbo en el papel de Katrin Koerber Fane.





En la cinta que nos ocupa, el guión de Ron Nyswaner está basado en la novela homónima del afamado y controvertido William Somerset Maugham, cargada de marcados elementos autobiográficos, pues este escritor británico (bisexual) mantuvo una turbulenta relación con Sirye Wellcome, esposa del magnate norteamericano de la industria farmacéutica Henry Wellcome. Fruto de aquel adulterio nacería una hija. El escándalo terminó en el divorcio del matrimonio y con las nuevas nupcias entre William y Syrie, que finalmente también terminarían separándose... En su aventurera existencia, Somerset Maugham viajó ampliamente por China, siendo por lo tanto un gran conocedor de su cultura y sociedad.


La novela data de 1925, fecha en la que también se inicia la película.    



William Somerset Maugham
http://reginairae.blogcindario.com/2007/03/00400-el-velo-pintado-de-william-somerset-maugham.html 

La inmadura y caprichosa Kitty (Naomi Watts) vive ociosa en el seno de una familia venida a menos en la alta sociedad londinense. Para escapar de la dependencia paterna acepta casi sin pensar la proposición de matrimonio que le hace el taciturno Dr. Walter Fane (Edward Norton), un médico bacteriólogo dedicado a la investigación. La joven pareja de recién casados pronto deberá partir hacia Shangai, donde Walter dirige un laboratorio de salud pública dependiente del gobierno colonial británico.


Naomi Watts (Kitty) y Edward Norton (Walter) son los Fane 

La monotonía cotidiana provoca la desidia y aburrimiento creciente en Kitty, mientras su marido se mantiene cada vez más abstraído en su trabajo. Tal vez por ello, la joven se arroja a los brazos del atractivo vicecónsul Charlie Townsend (Liev Schreiber), un seductor con fama de mujeriego y al que su propia mujer Dorothy (Juliet Howland) consiente todas sus infidelidades.

Liev Schreiber es Charlie Townsend 
Walter no tardará en descubrir el adulterio. Impasible, le da a su esposa dos opciones para evitar el decree nisi: o Charlie se divorcia de su mujer para casarse con Kitty o ella deberá partir con él hacia el interior del país, acompañándole a una remota ciudad devastada por una epidemia de cólera.


LA ENFERMEDAD...

El cólera es una enfermedad infecciosa causada por el Vibrio cholerae, un bacilo (en forma de coma) Gram negativo descubierto en 1854 por el italiano Filippo Pacini estudiando el contenido intestinal de los afectados. Ocurrió 30 años antes de los brillantes descubrimientos de Robert Koch en el campo de la bacteriología. 

Al parecer, el propio Koch se desplazó a la India y a Egipto para estudiar la pandemia entre 1881 y 1896, identificando una bacteria que denominó kommabazillen como causa de la enfermedad.


Nos encontramos en 1925. Los tratados de Historia de la Medicina nos informan que a finales del siglo XIX y principios del XX, y más concretamente entre los años 1899 y 1923, tuvo lugar una pandemia de cólera. La acción de la película se desarrollaría pues en los últimos coletazos de esta plaga.
Como en tantas otras ocasiones, como ocurrió en la India con el Ganges y en Haití con el Artibonite, las aguas infectadas constituyen el medio de transmisión de la enfermedad... 


Hoy en día resulta un clásico el estudio epidemiológico que John Snow hizo sobre el brote de cólera en Londres en 1854, descubriendo gracias a un mapa de casos aquella bomba de agua contaminada en Broad Street... En la película que nos ocupa, el Dr. Fane también ordena el cierre de un pozo de abastecimiento contaminado en el medio del pueblo.

Para atajar la enfermedad, el Dr. Fane deberá enfrentarse a las costumbres ascentrales de la población china, donde los cadáveres eran velados varios días antes de ser enterrados, precisamente en un cementerio bañado por las aguas de un afluente del caudaloso Yang Tsé Kiang, en el que los niños juegan y se bañan, y del que la población se abastece de agua para beber y cocinar.
A estas dificultades hay que añadir el odio a lo extranjero en plena efervescencia nacionalista china previa a la Segunda Guerra Mundial, y la lacra del feudalismo todavía imperante en muchas zonas rurales, donde el pueblo estaba obligado a sobrevivir en la más profunda miseria y cuyo descontento más tarde provocaría la revolución comunista de Mao Tse-tung (1949).
A pesar de todos los avances, el tratamiento del cólera sigue siendo sencillo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la administración precoz de la hidratación oral con líquido y sales minerales destinada a reponer los fluidos corporales que el paciente pierde por la diarrea y los vómitos abruptos. En los casos especialmente graves, es necesaria la infusión de líquido por vía intravenosa, como constatamos en el film.
En la película también observamos como se improvisa un hospital de campaña en las dependencias de un convento de monjas francesas. Los lechos de los enfermos apenas representan unas tablas maltrechas provistas de un agujero en el medio por el que se evacuan las deposiciones líquidas. El hedor es constante, nauseabundo, el calor, mórbido.
Precisamente trabajando en esas dependencias y en las del orfanato contiguo, la antaño indolente y veleidosa Kitty Fane consigue exonerar sus penas. Pero la redención llega tarde; una vez olvidado el recuerdo de su amante y descubierto el amor por su esposo, éste sucumbe ante la enfermedad que estaba combatiendo.
Existe alguna referencia a la vacuna contra la cólera, en esa época escasamente desarrollada.


El ritmo de la película se demora en algunas ocasiones, tal vez  para enfatizar la penosidad de las circunstancias en la que deben vivir y trabajar el matrimonio Fane. Algunos críticos han tildado este film como frío y academicista, aunque nosotros destacaríamos la belleza de sus imágenes que resaltan ciertos paisajes que parecen entresacados de las estampas tradicionales chinas.
El film en general, por su temática y ambientación, por el antagonismo entre la medicina asistencial y la investigadora, entre la práctica clínica y la salud pública, por la lucha del científico contra la ignorancia y la superchería, nos ha recordado aquel otro film varias veces reseñado en este blog, "Camino a la jungla" (Robert Mulligan, 1962)


Para todos los interesados en estas cuestiones, se recomienda visitar el magnífico siguiente enlace:






CINEFILIA
  • El propio Edward Norton convenció a Naomi Watts para que interpretara a Kitty, papel para el que en un principio se había pensado en Nicole Kidman. Norton y Watts fueron también productores de esta cinta.
  • En la banda sonora se puede escuchar uesta delicatessen: la melancólica Gnossienne nº1 de Erik Satie.