viernes, 30 de diciembre de 2022

DIARIO DE UN CURA RURAL

 

- "Nosotros, los del campo, somos todos hijos de alcohólicos..."

El párroco de Torcy (Adrien Borel) al párroco de Ambricourt (Claude Laydu) en "Diario de un cura rural" (Robert Bresson, 1951)

Existen actores asociados perpetuamente a sus interpretaciones, como por ejemplo Lew Ayres (1908-1996), el sempiterno Dr. Kildare de las películas de la serie, y también el inolvidable Dr. Robert Richardson de "Belinda" (Jean Negulesco, 1948), el médico que termina enamorado de la joven protagonista sordomuda (Jane Wyman) que titula la obra.

En el mismo sentido, algo semejante le ocurrió al actor francés Claude Laydu (1927-2011) después de encarnar al inexperto presbítero de Ambricourt, una insignificante población de la región francesa Norte-Paso de Calais, que en 1999 apenas contaba siquiera con un centenar de habitantes, el lacónico protagonista de "Diario de un cura rural" (Robert Bresson, 1951), la película preferida del cineasta ruso Andrei Tarkovsky.

Años más tarde repetiría oficio e interpretación como el Padre Andrés Mendoza en "La guerra De Dios" (Rafael Gil, 1953), un joven sacerdote destinado a una paupérrima parroquia minera, que trata de redimir la miseria y la injusticia social de sus feligreses.

Para conseguir la máxima veracidad en su interpretación, Laydu convivió durante una temporada con un grupo de jóvenes sacerdotes, para asimilar la gestualidad y los modales clericales, sometiéndose además a una dieta severa, que le hizo pasar hambre y sufrimiento, la justificación perfecta para su apariencia enferma y desnutrida en esta película.

Católico practicante, Claude Laydu se caracterizó por la profunda espiritualidad infundida a sus personajes religiosos, de tal manera que el prestigioso profesor y académico Jean Tulard (1933) llegó a escribir en su "Dictionnaire du cinemá" que ningún otro actor merece más ir al cielo que el propio Laydu.


Robert Bresson (1901-1999)

Este film personifica el mas puro ascetismo cinematográfico, del que el cineasta Robert Bresson, junto al gran maestro danés Carl Theodor Dryer (1889-1968) fue uno de sus representantes más característicos.

Contemplando el devenir del joven cura podemos sentir la incomprensión y el rechazo, el frío y la humedad del paisaje francés norteño, el olor del moho en las paredes de la casa rectoral y de la cera de los cirios ardientes, el incienso eclesial y la aspereza de las viejas sotanas, remendadas y raídas, en una sucesión de magistrales primeros planos y breves escenas que se entrelazan mediante los sucesivos fundidos a negro.

En este aspecto, es justo destacar la labor de Leónce-Henri Burel como el excelente director de fotografía, y la música a cargo del compositor Jean-Jacques Grunenwald.

EL BIEN Y EL MAL

Robert Bresson es también el guionista de este film inspirado en una novela del dramaturgo y ensayista francés Georges Bernanos, dotado de una visión trágica del cristianismo y de la eterna lucha entre el bien y el mal. 

Para esta ocasión escogió como escenario el rudo ambiente vulgar de una insignificante aldea francesa, donde su doliente y maltrato protagonista atesora la máxima grandeza y santidad que le proporciona su fe, a veces dubitativa, y todo ello enmarcado en un cuadro de manifiesta debilidad física.


Georges Bernanos (1888-1948)

Aún así, las tesis de Bernanos resultan más próximas al jansenismo, condenado como herético por la Iglesia católica, por sus creencias en la predestinación, la depravación humana y la negación del libre albedrío.

UNA DIETA PERNICIOSA

Suprimidas carne y verduras, el sacerdote de Ambricourt se nutre a base de pan, que deja endurecer durante varios días, y de un vino de pésima calidad, que calienta en un cazo añadiéndole azúcar.

Tal vez sea ésta una metáfora del misterio eucarístico capaz de convertir pan y vino en el cuerpo y la sangre de Cristo, sustento de la fe y el espíritu cristiano. 

Realmente, la repercusión de esta dieta frugal sobre la salud del joven cura serán nefastas. 


Claude Laydu (1927-2011)

Por su consumo de vino, en el pequeño pueblo de Ambricourt, los parroquianos sospechan que su joven párroco es un alcohólico

Sin embargo, en algunas escenas contemplamos al protagonista pelando patatas para la sopa en la cocina parroquial, si bien rechaza unas liebres recién cazadas que le obsequian y que prefiere regalar a una vecina necesitada.

A propósito de la catequesis y la preparación de la eucaristía, el sacramento inspirado en la última cena de Jesucristo, el director nos introduce en la funesta relación entablada entre el cura y la pequeña Séraphita Dumontel (Martine Lemaire).

La niña, capaz de contar terribles mentiras del sacerdote, se convierte en uno de los lados su angustioso triángulo existencial. Los otros dos son el rechazo permanente de sus feligreses hacia su labor pastoral y la atracción por los aristócratas que viven del pueblo y, a su vez, al margen del mismo: el Conde (Jean Riveyre) y la Condesa (Rachel Bérendt), su hija Chantal (Nicole Ladmiral) y su institutriz, la bella señorita Luisa (Nicole Maurey).

CINEFILIA

Esta película es simultáneamente la opera prima de Robert Bresson, el debut de Claude Leydu, y la última interpretación de Rachel Bérendt, en el papel de una mujer mayor que vive atormentada por el recuerdo de su pequeño hijo muerto, las infidelidades de su marido y el rechazo de su propia hija.


Rachel Bérendt (1893-1957)

LA ENFERMEDAD DEL CURA DE AMBRICOURT: CÁNCER DE ESTÓMAGO

Siguiendo el consejo del señor cura párroco de Torcy (Adrien Borel), el joven sacerdote visita al Doctor Delbende (Antoine Belpêtré), un veterano y rudo médico rural que con el paso del tiempo irá quedándose si clientela por su falta de asepsia, y cuya muerte accidental por un disparo de su escopeta de caza hará planear sobre la comunidad la sombra del suicidio.

Este facultativo sospecha que la manera de alimentarse es la responsable de la macilenta apariencia del  vicario de Ambricourt. Después de palpar su abdomen, sin desvelar realmente cuál es su sospecha diagnóstica, opina que el mal no tiene remedio.

Asimismo, y ante las dudas del cura, Delbende insinúa que un supuesto alcoholismo materno podría estar detrás del aspecto enfermizo del paciente. El síndrome alcohólico fetal debía ser frecuente entonces en una sociedad a la que el mismísimo párroco de Torcy define de esta manera:" nosotros, los del campo, como todos hijos de alcohólicos".

CINEFILIA

El veterano actor Antoine Delpêtré encanó al abate Pirard en "El rojo y el negro" (Claude Autant-Lara, 1954), inspirada en el célèbre clásico homónimo de Stendhal


Antoine Balpêtré y Gerard Philipe en "El rojo y el negro" (Claude Autant-Lara, 1954)

Retomando la película, la palidez de la piel y las mucosas constituyen un signo de alerta sobre la consunción, los mareos y la disnea que el protagonista padece esporádicamente, pudiendo relacionarlos con el padecimiento de una anemia ferropénica debida al sangrado digestivo crónico.

De esta manera, cuando el joven cura de Ambricourt se desvanece en el bosque, es la pequeña Seraphita Dumontel la que le presta los primeros auxilios, advirtiéndole que había vomitado un fluido semejante al jugo moras.

La hematemesis es un síntoma que puede aparecer en algunos cánceres de estómago, acompañado de la pérdida de peso, las náuseas y los vómitos, cuanto al dolor epigásrtrico, del que se queja en repetidas ocasiones el protagonista.


jueves, 8 de diciembre de 2022

BE WATER, MY FRIEND. LA MUERTE DE BRUCE LEE

 

El 9 de diciembre de 1971, durante el programa de la televisión canadiense de Pierre Berton, en el transcurso de la que fue su última entrevista televisiva, el actor y artista marcial Bruce Lee pronunció su famosa frase "be water, my friend", que años más tarde se haría mucho más popular al ser utilizada en la campaña publicitaria del BMW - X3, un producto de la agencia SCPF, fundada en Barcelona en 1996, y que desde el año 2000 forma parte del grupo WPP.

La frase en cuestión de este indiscutible icono del cine y el arte pop del siglo XX hace referencia al principio taoísta del Wu Wei, encuadrado en la tradición filosófica y espiritual de origen chino, fundada por Lao-Tse 500 años antes del nacimiento de Cristo, y que aboga por vivir en armonía.

El Wu Wei, o principio de acción no forzada, fue aplicado por Bruce Lee en los movimientos del arte marcial que él mismo practicaba, el Jeet Kune Do, una fusión de varias técnicas de las diferentes artes marciales que el luchador llegó a practicar, incluyendo el estilo chino del kung fu, el boxeo y la esgrima occidentales, el kick boxing, el karate coreano o tangsudo, el judo japonés, el kali filipino, junto a estudios particulares de filosofía y fisiología humanas.

Su innovador y personal estilo resultó altamente transgresor con la tradición china, sin posturas fijas, muy práctico y basado en la anticipación, proponiendo una cantidad prácticamente ilimitada de recursos en los diferentes combates, adaptados a cualquier eventualidad. En otras palabras, en lugar de emplear la fuerza contra la fuerza, para Bruce Lee resultaba mucho mas efectivo imitar al agua, dejando que los golpes fluyeran sobre el adversario.

Bruce Lee, nacido Lee Jun-fan, vino al mundo en San Francisco (California) el 27 de noviembre de 1940, en una familia originaria de Hong Kong. Curiosamente, aquel fue el Año del Dragón del calendario tradicional chino.

Su carisma y habilidad le llevaron a despertar el interés por las artes marciales en el mundo occidental. Su fulgurante carrera como maestro y especialista en dichas técnicas, actor, cineasta, escritor y filósofo, se vio súbitamente truncada el 20 de julio de 1973. Entonces, los informes oficiales atribuyeron la causa de su fallecimiento a las fatales consecuencias de un derrame cerebral.

CINEFILIA

En la memoria de los aficionados a ese género cinematográfico permanece el inolvidable combate disputado entre Bruce Lee y Chuck Norris en el Coliseo de Roma en "El furor del Dragón" (Bruce Lee, 1972), con un gatito como único testigo.


MAS CINEFILIA

Una sátira del Bruce Lee, rutilante estrella cinematográfica, aparece en "Érase una vez en Hollywood" (Quentin Tarantino, 2019), en una parodia del combate del Coliseo romano entre el hombre blanco y corpulento, encarnado por el doble y especialista Cliff Booth (Brad Pitt) y el Pequeño Dragón (Mike Moh), con un impredecible desenlace.

LA MUERTE DE BRUCE LEE

Repleta de especulaciones, existen varias teorías sobre la desaparición del mítico personaje:

1.- Reacción alérgica a un medicamento: según algunas informaciones, la misma tarde de su fallecimiento, Bruce Lee sufrió una intensa cefalea. Estaba en compañía de la actriz taiwanesa Betty Ting Pei, elegida por la productora Golden Harvest para compartir el protagonismo del último proyecto cinematográfico en el que iban a trabajar juntos, "Juego con la muerte" (Robert Clouse, 1978).

Cuando ocurrió el óbito del protagonista, apenas se habían rodado 40 minutos de la película. En 1977, contando con dicha parte inconclusa, modificando el guión, y empleando dobles y montajes especiales de escenas de filmes anteriores, posibilitaron su estreno en las salas cinematográficas en 1978.

Los 170 cm de Bruce Lee enfrentados a los 2.18 metros de Abdul-Jabar

Entre el reparto destacamos al mítico pivot de Los Ángeles Lakers, Kareem Abdul-Jabar, en el papel de Mantis, el guardian del quinto piso.

Aquella fatídica tarde del 20 de julio de 1973, la actriz Betty Ting Pei le suministró a Bruce Lee una tableta de Equagesic ®, medicamento prescrito para el tratamiento del dolor. Entonces, cada tableta contenía:

  • 150 mg de meprobamato, un propanodiol de efecto farmacológico similar a los barbitúricos, empleado en el tratamiento de la ansiedad, 
  • 75 mg de citrato de etoheptazina, analgésico opioide análogo a la petidina
  • 250 mg de ácido acetilsalicílico (AAS), popularmente conocido como Aspirina ®.

Parece ser que esta mezcla de analgésicos y ansiolítico no le hizo efecto. El artista decidió acostarse y nunca más volvió a despertarse. 

2.- Agotamiento por calor: es una de las hipótesis barajadas en el libro "Bruce Lee: A Life" (Matthew Polly, 2018), si bien investigaciones posteriores no desvelaron que las temperaturas hubiera sido excesivamente elevadas en Kowloon el día de su fallecimiento.


3.- Edema cerebral: según los datos de su autopsia, Bruce Lee padecía un severo edema cerebral, que habría aumentado en un 13% el volumen de su cerebro. Algunas investigaciones afirman que el malogrado artista marcial había padecido anteriormente cefaleas intensas con convulsiones, que inclusive llegaron a ser confundidas con crisis epilépticas durante el rodaje de "Operación Dragón" (Robert Clouse, 1973).


Ingresado por urgencias en un hospital, habría sido tratado con manitol, un polialcohol que también puede utilizarse como edulcorante. Su efecto farmacológico como diurético osmótico parenteral, es capaz de establecer a nivel cerebral un gradiente entre el plasma y el parénquima orgánico, reduciendo el contenido neto de agua en el cerebro.

El productor hongkonés Raymond Chow, muy ligado profesionalmente a Bruce Lee, achacó la muerte del actor al uso de manitol. Existen evidencias de que este medicamento, empleado durante periodos prolongados de tiempo, puede pasar del flujo sanguíneo al cerebro y provocar hipertensión endocraneal.

4.- Teorías de la conspiración: este tipo de hipótesis han hecho correr ríos de tinta, desde envenenamientos promovidos por los Tong y las Triadas chinas o la propia mafia italoamericana, hasta contubernios dirigidos por maestros de las artes marciales tradicionales, celosos de su éxito y contrarios a que Bruce Lee desvelase sus técnicas y conocimientos secretos al público en general.

Aquí entraría la suposición del dim mak, el golpe letal que un adversario le podría haber propinadoen algún combate o entrenamiento previo.

DIM MAK

Diferentes artes marciales avanzadas en China, la India, CoreaJapón y la Isla de Okinawa enseñan a sus discípulos más avanzados unas serie de técnicas especiales destinadas a incapacitar, estimular o causar modificaciones fisiológicas e incluso anatómicas en los rivales. Se trata de golpes, fricciones, punciones o toques especiales, con determinados ángulos e inclusive a determinadas horas del día, cuyo manejo conlleva una elevada responsabilidad ética y moral.

Según la acupuntura y la medicina tradicional china, estos contactos tan sutiles sobre los puntos vitales interrumpirían los flujos energéticos corporales, provocando alteraciones metabólicas, hormonales, linfáticas, circulatorias, nerviosas, respiratorias y emocionales, que podrían llegar a producir la muerte del adversario, de manera instantánea o diferida.

Dese el punto de vista médico, el dim mak o "toque de la muerte" podría asociarse a una patología conocida como commotio cordis o conmoción cardíaca, la alteración abrupta del ritmo cardíaco provocada por un golpe en la región torácica precordial, capaz de transmitirse a la musculatura cardíaca y ocasionar una muerte súbita.

Fuera del mundo del deporte, sus causas más frecuentes suelen ser agresiones, accidentes de tráfico y accidentes laborales.


Recientemente, un grupo de cardiólogos australianos detectaron una marcada diferencia en los resultados de mortalidad entre la commotio cordis no relacionada con el deporte (88%) en comparación con los eventos relacionados con el deporte (66%).

Las tasas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y desfibrilación fueron considerablemente más bajas en los eventos no relacionados con el deporte: 27% frente al 97% para la RCP y 17% frente a 81% para la desfibrilación.

En los casos no relacionados con el deporte, los investigadores australianos detectaron etiologías no relacionadas con proyectiles en un 95% de las ocasiones, incluyendo el contacto corporal en el 79% de los casos: puñetazos, patadas o rodillazos, impactos contra el volante de los coches y golpes con armas sólidas, como palos, por ejemplo.

En otro sentido, una compresión de la arteria carótida,  de manera intensa o prolongada, podría comportarse también como un dim mak, obstaculizando el flujo sanguíneo hacia el cerebro y provocando una pérdida de conciencia, más o menos profunda y prolongada.

HIPONATREMIA

El sodio es un electrolito fundamental que regula el equilibrio entre el agua intra y extracelular.

Durante la hiponatremia, de múltiples causas, la concentración de sodio en sangre se diluye y los niveles de agua en el cuerpo aumentan, mientras las células comienzan a hincharse (edema), pudiendo causar desde problemas leves de salud hasta serios compromisos vitales.

CINEFILIA

En el magnífico western crepuscular "Los profesionales" (Richard Brooks, 1966), contemplamos como el consumo de sal (cloruro sódico) resulta vital para el grupo de mercenarios buscavidas interpretado por Lee Marvin, Burt Lancaster, Robert Ryan y Woody Strode, mientras atraviesan los tórridos desiertos que separan México de los Estados Unidos para rescatar a una joven y bella Claudia Cardinale de las supuestas garras de su secuestrador, Jack Palance.

Precisamente en este film contemplamos como Hans Ehrengard (Robert Ryan) sufre síntomas de una posible hiponatremia, caracterizada en general por náuseas y vómitos, cefalea, desorientación, fatiga, somnolencia y cansancio, agitación, irritabilidad, espasmos y calambres musculares, convulsiones e incluso la muerte.

En diciembre de 2022, un grupo de nefrólogos españoles publicó en Kidney Clinical Journal las conclusiones sobre su estudio sobre la verdadera causa de la muerte de Bruce Lee.

Estos especialistas defienden que en la vida de este excepcional artista marcial coincidían varias circunstancias que pudieron provocar una concentración de sodio en sangre excepcionalmente baja, como la exagerada ingesta de agua, promovida como saludable por el propio Lee, el consumo de alcohol y marihuana, que incrementan la sed, así como ciertos fármacos que tomaba habitualmente para el tratamiento de la ansiedad y el dolor, como meprobamato y AAS. Y todo ello unido a posibles alteraciones renales funcionales, derivadas de antiguas lesiones y de la sobrecarga de entrenamiento durante su intensa vida deportiva.

La hiponatremia probablemente provocó el edema cerebral responsable de la muerte de Bruce Lee. Parece ser que en sus últimos tiempos, se estuvo alimentando a base de una dieta líquida estricta consistente en zumos, y que sus riñones, dañados al verse obligados a eliminar un exceso de agua constantemente, resultaban incapaces de regular incluso una ingesta hídrica normal.

CAUSAS DE LA HIPONATREMIA

Existen ciertos factores ligados al estilo de vida y algunas patologías que pueden originar este trastorno electrolítico:

1.- Medicamentos: diuréticos, antidepresivos y analgésicos, que pueden alterar el equilibrio renal encargado de mantener la concentración de sodio en sangre dentro de la normalidad.

2.- Patologías renales, cardíacas y hepáticas: la insuficiencia cardíaca, renal o hepática pueden causar el acúmulo de líquidos corporales, provocando la dilución de sodio en la sangre.

3.- Secreción inadecuada de la hormona antidiurética (ADH): cuando existen niveles elevados la misma, existen una retención de agua, disminuyendo su secreción urinaria.

4.- Vómitos o diarrea crónicos y otras causas de deshidratación: el organismo pierde electrolitos en exceso, entre ellos sodio, incrementando la secreción de ADH.

5.- Ingesta excesiva de agua: lo que provoca que el riñón sea incapaz de excretar el exceso de líquido. Recordemos que podemos perder sodio a través de la sudoración. Si bebemos demasiada agua durante actividades de resistencia, como correr maratones o la práctica de triatlones, también puede provocar la dilución del sodio sanguíneo.

6.- Trastornos hormonales: la enfermedad de Addison o insuficiencia suprarrenal afecta a la producción hormonal de las glándulas suprarrenales, implicadas en la homeostasis. Asimismo, el hipotiroidismo también puede ocasionar hiponatremia.

7.- Trastornos psiquiátricos: como la potomanía, un trastorno alimentario no especificado (TANE), definido como el deseo de beber grandes cantidades de líquido, generalmente agua, de manera compulsiva y sin que exista una sensación previa de sed. Puede detectarse asociada a trastornos de la alimentación, como la anorexia nerviosa, donde el paciente bebe cantidades exageradas de agua para saciarse. La adicción al agua también se conoce como polidipsia piscogénica.

Dentro de sus causas existen determinadas enfermedades, como la diabetes o la insuficiencia renal crónica, y el consumo de fármacos como diuréticos, antiinflamatorios o litio, promotores de un exceso de sed.

8.- Consumo de drogas: como por ejemplo la 3,4-metilendioxi-metanfetamina (MMDA), una droga sintética más conocida popularmente como éxtasis, capaz de alterar el estado de ánimo y la percepción, e implicada en casos graves y fatales de hiponatremia.

En la memoria de todos los cinéfilos y amantes de las series televisivas permanece el cristal azul, la metanfetamina extraordinariamente pura sintetizada en la ficción por los secuaces protagonistas de la mítica "Breaking Bad", Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul).