sábado, 27 de junio de 2020

LAS TORTUGAS TAMBIÉN VUELAN


- "¡Enséñales matemáticas y ciencias!
- Ellos ya saben matemáticas y ciencias. ¡Lo que tienen que aprender es a disparar!

Angrid (Avaz Latif) y Satélite (Soran Ebrahim) en "Las tortugas también vuelan" (Bahman Ghobadi, 2004)


Desde "Cafarnaúm" (Nadine Labaki, 2018), no habíamos contemplado una obra de arte tan terriblemente bella como desgarradora, otro impactante drama social protagonizado por niños y adolescentes que sufren la brutalidad de sus mayores, en este caso los supervivientes kurdos refugiados de los inhóspitos campamentos de la agreste, escarpada y conflictiva frontera que separa Turquía de Irak.

Y todo ello fruto de una casualidad, de esas que los expertos califican como insólita o extraordinaria. Para explicar los detalles recordaremos la siguiente anécdota cinéfila. Cuentan que cuando el célebre actor Anthony Hopkins iba a participar en el rodaje de "La chica de Petrovka" (Robert Ellis Miller, 1974), antes quiso leer la novela original de George Feifer, pero fue incapaz de hallarla en ninguna librería. De regreso a casa, en la parada de metro de Leicester Square, se fijó en un libro medio abierto de aspecto deteriorado y subrayado, abandonado en un asiento de la estación. Se trataba de un ejemplar de dicha novela, extraviado personalmente por su mismísimo autor.


Pues bien, repasando el estupendo libro "La ceguera en el cine: Análisis crítico de 125 películas sobre personajes invidentes" (Marcos Serrano Galindo, 2016), descubrimos una reseña de "Las tortugas también vuelan" (Bahman Ghobadi, 2004), muy recomendable y con una calificación excelente. Ese mismo día, explorando los estantes de una tienda de segunda mano, nos topamos con un DVD de dicha película. Inmediatamente adquirida, partimos raudos hacia casa para disfrutar de ella.


Premiada con la Concha de Oro como la mejor película del Festival de San Sebastián (España) en 2004, colecciona alabanzas de la crítica especializada, tanto o más que otras dos notables cintas de este cineasta kurdo iraní, como "Un tiempo para caballos borrachos" (2000), Cámara de Oro en Cannes y Premio de la Crítica Internacional, y "Nadie sabe nada de gatos persas" (2009), Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes, en la sección Un Certain Regard.

CINEFILIA

De manera semejante a "Las tortugas también vuelan", "Un tiempo para caballos borrachos" es dura y emotiva. Asimismo, su acción transcurre en el montañoso Kurdistán (esta vez en la frontera entre Irán e Iraq), con un grupo de niños que intentan sobrevivir gracias al contrabando, en un entorno gélido y desapacible, y donde los grandes espacios resultan igualmente imponentes para el espectador.


El Kurdistán, o país de los kurdos, constituye un vasto espacio geográfico en Asia Menor, entre Oriente Medio y el Cáucaso, históricamente reivindicado por este pueblo, ampliamente disputado a lo largo de los siglos, y que en la actualidad se encuentra repartido entre Turquía, Irak, Irán y Siria.

"Las tortugas también vuelan" está ambientada en un período de tiempo muy concreto, durante la Guerra de Irak, una invasión liderada por Estados Unidos que culminó con la rápida derrota de las fuerzas iraquíes y el derrocamiento de Sadam Hussein en 2003. De hecho, se trata de la primera película filmada en Irak tras la caída del infausto dictador.

Tradicionalmente, los kurdos han sido y son perseguidos por turcos, iraquíes, iraníes y sirios. Se han enfrentado a todos estos ejércitos incluyendo las facciones de otras organizaciones como Al Qaeda o el ISIS. Ejemplo de estas tropas son los conocidos permeshgas kurdos.

El conflicto con Turquía se genera por las pretensiones independentistas kurdas, que demandan una mayor autonomía y el reconocimiento de sus derechos culturales y políticos por parte de Ankara. El principal grupo rebelde es el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y su brazo armado, las Fuerzas de Defensa Popularconsiderados organizaciones terroristas por el gobierno turco.


Soran Ebrahim es Satélite

En la película contemplamos cómo Satélite (excelente Soran Ebrahim) y sus compañeros se burlan de las tropas turcas que vigilan el campamento de refugiados kurdos desde sus baluartes al otro lado de las alambradas. Restos de tanques y carros de combate son aprovechados como improvisados refugios. La comunidad encarga a Satélite la instalación de una antena parabólica, el único nexo para conocer qué está ocurriendo en el mundo desde aquel lugar remoto.

Satélite es el líder de los huérfanos que a duras penas subsisten en el campamento gracias a los beneficios que les proporcionan las minas antipersonas que los chicos desentierran de los campos de batalla.


Agrid (Avaz Latif) carga con un cesto de minas sin explotar

En Irak viven alrededor de 4.2 millones de kurdos, casi el 20% de la población kurda en total y el 20% de la población iraquí. La década de los 90 fue testigo de una confrontación civil entre los partidarios del UPK (Unión Patriótica del Kurdistán), de tendencia nacionalista y socialdemócrata, y los del PDK (Partido Demócrata del Kurdistán), que llegó a combatir también contra el PKK turco, y solicitó la ayuda del ejército iraquí para luchar contra sus facciones enemigas dentro de los propios kurdos.


El manco Hengov intentando con su boca desactivar una mina 

La represión baazista por parte del ejército iraquí en la etapa de Sadam Hussein queda reflejada en "Las tortugas también vuelan" durante el asalto de la aldea de Agrin (Avaz Latif) y Hengov (Hiresh Feysal Rahman), y la posterior masacre de sus habitantes.

Fruto de una brutal violación colectiva por parte de soldados iraquíes, la traumatizada joven Agrid concibió al pequeño invidente Riga (Abdol Rahman Karim). Sólo ella y su hermano Hengov, mutilado sin brazos por la explosión de una mina, conocen la verdad, pues todos en el campamento piensan que el pequeño es su hermano.


La tristemente conocida como Operación al-Anfal fue una campaña genocida contra los kurdos y otras poblaciones no árabes del norte de Irak (asirios, shabks, yazidíes, judíos, mandeos y turcomanos) por el régimen de Sadam Hussein, dirigido por Ali Hassan al-Mayid (Alí el Químico) a finales de la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), en la que se estima perecieron entre 50000 y 182000 personas, bombardeadas y gaseadas por el ejército iraquí.

Precisamente algunas escenas de esta película reflejan el reparto de máscaras antigás entre los refugiados kurdos.

El separatismo kurdo en Irán representa un conflicto de larga duración, que comenzó a finales de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo en 1946 el abogado nacionalista y líder religioso kurdo Qazim Muhammad proclamó la República independiente de Mahabad, que gozó de unos meses de fugaz independencia, hasta que fue sometida por las tropas de Teherán.

CEGUERA INFANTIL

En términos generales, las causas de esta patología son múltiples y variables, algunas de ellas dependientes del nivel socioeconómico de las poblaciones infantiles. En zonas de elevados ingresos, en la mayoría de las ocasiones se trata de lesiones del nervio óptico, mientras que en zonas más deprimidas predominan las lesiones corneales por sarampión, la deficiencia de vitamina A, las cataratas por rubeola o las secuelas provocadas por determinadas practicas de curanderismo.


Abdol Rahman Karim es el pequeño Riga

Más comunes son las enfermedades congénitas como cataratas, glaucoma y distrofias hereditarias de la retina.

CINEFILIA

Todos los actores infantiles que intervinieron en esta película eran realmente refugiados kurdos. La referencia a los peces de color rojo es un simbolismo, pues se trata de 1 de los 7 signos del Nowruz, el Año Nuevo Iraní, significando "vida dentro de la propia vida".


miércoles, 17 de junio de 2020

SPIDER


- "La ropa hace al hombre. Y cuanto menos hombre, más ropa hace falta"...
Terrence (John Neville) a Dennis Cleg (Ralph Fiennes) en "Spider" (David Cronenberg, 2002)

Ésta no es la primera vez que nos asomamos desde este blog a la cinematografía de David Cronenberg. Lo hicimos anteriormente con "Inseparables" (1988) y más tarde con "Un método peligroso" (2011).

Patrick McGrath (1950) fue el guionista de esta película, asimismo autor de la novela homónima. Este escritor británico, especializado en ficción gótica, creció en el entorno del Hospital de Broadmoor (Crowthorne-Berkshire), en el sudeste de Inglaterra, donde su padre trabajaba como director médico. Precisamente, a las instancias paternas, Patrick encontró un empleo en Penetang-Ontario (Canadá), en la unidad de máxima seguridad del Hospital Psiquiátrico de Penetang.


El novelista y guionista británico Patrick McGrath

CINEFILIA

De los tres hospitales psiquiátricos de alta seguridad ingleses, el Broadmoor es el más antiguo. Los otros son el Hospital de Ashworth, cerca de Liverpool, y el Hospital de Rampton, en Nottinghamshire.


Hospital de Broadmoor

"Broadmoor: A History of the Criminally Insane" (Jenni Day, 2013) es un documental en el que un experto criminólogo, el profesor David Wilson, repasa los historiales de los criminales más famosos recluidos en dicha institución a partir de archivos y entrevistas personales

Asimismo "Broadmoor" es el título de varias mini-series para la televisión (2013-2014) cuyos capítulos están dedicados a algunos internos de este centro de reclusión psiquiátrica, como el violador infantil James Saunders, alias "El Hombre Lobo".

Con la experiencia de McGrath y el especial saber hacer del cineasta canadiense, descubrimos la desdichada existencia de Dennis Cleg (Ralph Fiennes), un paciente esquizofrénico atrapado en su particular abismo de enajenación.

Cronenberg recibió el guión de McGrath acompañado de una nota escueta confirmando que Fiennes estaba muy interesado en la interpretación del personaje principal. A diferencia con la novela, el protagonista nunca habla de si mismo, sino que simplemente se limita a existir. Y como asegura Juan Luis Caviaro en "David Cronenber: Spider, identidad enferma" (Espinof, 21 noviembre 2011), la cámara simplemente se limita a seguirlo y a captar su realidad.

Rodada en apenas 8 semanas, tanto el director como el actor principal renunciaron a sus salarios para sacar adelante este proyecto. Una lástima que no le acompañara el éxito en la taquilla.


Ralph Fiennes es Dennis Clegg, alias "Spider"

En este thriller psiquiátrico iremos descubriendo progresivamente, mediante regresiones a su etapa infantil, cómo el protagonista ha ido elaborando un complejo delirio freudiano en torno a la figura de una madre amorosa y un progenitor supuestamente alcohólico y déspota.

Como comenta Miguel Ángel Císcar en "El asesino dentro de mi" (Encadenados - Revista de Cine, enero 2012), la violencia se encuentra permanentemente presente en esta cinta, insinuada en la mayoría de las ocasiones, pero también evidente y brutal, como por ejemplo durante la escena del supuesto asesinato de la madre por un golpe de pala.

Al respecto, es justo destacar las interpretaciones de Miranda Richardson, en el doble papel de la señora Cleg y la casquivana pelandusca Ivonne, así como el siempre efectivo Gabriel Byrne como el indolente padre, Bill Cleg, sin olvidarnos del debutante Bradley Hall, entonces con 11 años, encarnando al protagonista durante su edad infantil.

EL SÍDROME DE CAPGRAS

También conocido como Ilusión del Sosias, se trata de un delirio (no alucinatorio) en el que el paciente cree que un familiar suyo o una persona de su entorno más cercano ha sido reemplazada por otra impostora físicamente idéntica, y que además asume el mismo papel que el original sustituido.

Existen diversas teorías para explicar su etiología. Sin embargo, este infrecuente trastorno delirante puede presentarse tanto en determinadas patologías psiquiátricas como en otras de origen orgánico.


Lo cierto es que el 61% de los pacientes con este síndrome padecen esquizofrenia, especialmente de tipo paranoide, un 13% ha sido diagnosticado de un trastorno bipolar, mientras los restantes pueden padecer trastornos esquizoafectivos o depresiones psicóticas

Dentro de las causas orgánicas, el síndrome de Capgras puede aparecer en enfermos con demencia, lesiones cerebrales, encefalitis, ictus, tumores, epilepsia, enfermedad de Huntington, patologías vasculares cerebrales y esclerosis múltiple.


Gabriel Byrne y Miranda Richardson en "Spider" (David Cronenberg, 2002)

Los expertos también lo han descrito en otras enfermedades como hipotiroidismo, hipertiroidismo, diabetes, hiponatremia, déficit de folatos, arteriosclerosis, infecciones urinarias, alcoholismo crónico y enfermedad post-parto.

Como simple anécdota mencionaremos aquí que en ningún momento de la película constatamos que el protagonista siga algún tipo de tratamiento farmacológico. Más bien al contrario, es un fumador habitual y en las escenas de los pubs siempre está acompañado de una bebida alcohólica.

ESQUIZOFRENIA Y CINE

Tampoco es la primera vez que en este blog hacemos referencia a "El cine y las enfermedades mentales" (Wedding, Boyd, Niemiee, 2005). Retornamos de nuevo a esta fuente bibliográfica, especialmente al capítulo dedicado a la "Esquizofrenia y trastornos delirantes", en el que se reseñan películas como "Una mente maravillosa" (Ron Howard, 2001), "K-Pax" (Iain Softley, 2001), "La casa de los locos" (Andrei Konchalovsky, 2002), "El show de Truman" (Peter Weir,1998) y por supuesto "Spider".


Los créditos iniciales de este film, como en "Inseparables" (1988), suponen toda una declaración de intenciones. En este caso, los títulos se superponen a unas manchas de humedad en las paredes, análogas a las impresiones en tinta del famoso test de Rorschach, un adelanto de todo lo que vamos a contemplar desde la óptica tan particular del artista. 

El ritmo de la película es intencionadamente lento y fatigoso, quizás para provocar la incomodidad del espectador ante el retrato psicológico de un protagonista complejo, absorto y ofuscado en la singularidad de su mundo interior, coleccionista de elementos aparentemente absurdos (cuerdas, un viejo despertador, diminutos objetos recogidos en las calles) y una pequeña sucia libreta donde realiza anotaciones ilegibles con un lápiz, empleando un insólito alfabeto que sólo él mismo parece comprender.


David Cronenberg y Ralph Fiennes durante el rodaje

Completan su desaliñado retrato (viste simultáneamente 5 ajadas camisas) una serie de síntomas esquizofrénicos como un habla balbuceante y desorganizada, un comportamiento incoherente y desordenado, con ciertos síntomas negativos tales como un aplanamiento afectivo y una manera típica de deambular, arrastrando los pies.

Son metáforas de una mente que intenta estructurarse, donde se mezclan continuamente el pasado y el presente, el puzzle que trata de resolver, los fragmentos del espejo del cuarto de aseo roto por otro enfermo y el entramado con bramantes que el personaje (niño y adulto) construye en su cuarto, a modo de una inquietante tela de araña.

La referencia al mundo de los insectos, en este caso el apellido Cleg significa "tábano", y las alusiones a las arañas y su forma de reproducirse, nos remiten a otra obra de este cineasta, "La mosca" (1986).


Muy interesante nos parece también la perspectiva crítica psicoanalítica de esta película, centrada en el concepto de forclusión de Jacques Lacan (1901-1981).

EL PAISAJE

La atmósfera de pesadilla resulta indispensable para conseguir la incomodidad y la desazón del espectador, especialmente el espacio formado por el huerto y la caseta de herramientas, pero sobre todo la presencia de la fábrica de gas de Haggerston al lado de Regent Canal (Londres), que la separa de la casa donde la señora Wilkinson (Lynn Redgrave) alberga a aquellos pacientes psiquiátricos que intentan recuperarse en régimen abierto, después de haber permanecido largo tiempo recluidos en manicomios.


Esta fábrica de gas funcionó durante el siglo XIX. Tras su cierre en 1900, sus antiguas instalaciones fueron ocupadas por talleres de estufas y medidores.

La planta industrial representa el pretexto ideal para conectar el gas con el asesinato de la madre, perpetrado por el protagonista esquizofrénico infantil, el mismo que distorsiona la realidad y se aísla de cualquier contacto social con sus semejantes.

CINEFILIA

Nos gustaría destacar la banda sonora de Howard Shore, intimista y melancólica, junto a la espléndida fotografía de Peter Suschitzky y la dirección artística de Arv Grewal, que contribuyen a la producción final de esta película que tanto nos ha recordado, por detalles muy concretos, a algunos títulos de la filmografía de David Lynch.