sábado, 21 de mayo de 2016

BEETHOVEN: CINE Y ENFERMEDAD




"El Todopoderoso y yo nos entendemos a la perfección: somos como dos osos en una misma guarida. Nos gruñimos y nos lanzamos zarpazos. Dormimos espalda contra espalda y nadie se atreve a acercarse... La soledad es mi religión"

Beethoven (Ed Harris) en "Copying Beethoven (Agnieszka Holland, 2006)


En su libro "Beethoven´s Hair" el escritor Russell Martin nos cuenta las peripecias de un mechón del cabello del genial Ludwig van Beethoven (1770-1827), presuntamente cortado en su lecho de muerte con unas tijeras por uno de sus acólitos, Ferdinand Hiller. Combinando historia, música y ciencia, el escritor relata cómo el cabello de Beethoven llega en 1943 a manos de un médico en Dinamarca, durante la ocupación nazi. Supuestamente se lo había entregado un refugiado judío, después de haber pasado de padres a hijos durante décadas.

En 1994, en una subasta en la sede londinense de Sotheby´s, un coleccionista y un urólogo estadounidenses se harán finalmente con tan preciada reliquia, tras pujar desde el anonimato tras sus extravagantes apodos: "Ira Brillante" y "Che Guevara".



En el año 2000, investigadores del Pfeiffer Research Center de Illinois (EEUU) desvelaron su descubrimiento: la presencia de elevados niveles de plomo en los cabellos de Beethoven.

En el 2005, las peripecias narradas por Russell Martin fueron llevadas a la pequeña pantalla gracias al documental homónimo "Beethoven´s Hair" (Larry Weinstein), una coproducción canadiense y austríaca de 1 hora de duración.



Tres años más tarde, dos investigadores del CEU Cardenal Herrera de Valencia realizaron un estudio tratando de relacionar la sintomatología del saturnismo con las peculiares características de las composiciones de Beethoven, especialmente en sus obras más tardías. Estos investigadores fueron Vicente Rodilla, profesor de Toxicología y músico de la Banda Primitiva de Llíria, y José Garcés, tenor lírico.


Como causas de la intoxicación por plomo barajaron la ingestión de vino con altas cantidades del elemento, presente en el cristal de las copas, o las secuelas del tratamiento al que el músico fuera sometido. Y es que poco antes de fallecer, Beethoven había sido tratado por el Doctor Andreas Wawruch a causa de una neumonía. El empleo de sales expectorantes, excesivas en plomo en su composición, podría haber sido el motivo.

El médico forense Christian Reiter analizó también una muestra de los cabellos de Beethoven , en cooperación con la Universidad de Edafología de Viena (Austria). De esta manera, dichos mechones se convirtieron en un diario de los últimos 400 días de la vida del genio musical, revelando que el plomo de los medicamentos y la cirrosis hepática, fruto de un estilo de vida nada saludable, llevaron a Beethoven a la tumba a la edad de 56 años.




"Retrato de Ludwig van Beethoven", diseño preparatorio, 1921
Ludovic Alleaume (1859 - 1941)

Por último, la ingesta de pescado del Danubio, contaminado con altas concentraciones de plomo en la época de Beethoven, las sales metálicas que se empleaban como adulterante del vino barato (consumido en abundancia por el compositor) e incluso la presencia de plomo en las aguas termales que frecuentaba pudieron contribuir a una intoxicación crónica cada vez menos frecuente en nuestros días.

La pregunta que se nos antoja es la siguiente: ¿pudo esta enfermedad contribuir a engrandecer la genialidad del celebérrimo compositor alemán?

SATURNISMO

Se trata de la intoxicación provocada por plomo, elemento químico que los antiguos alquimistas denominaban "saturno". El plomo es el metal más conocido y estudiado por sus implicaciones en el riesgo medioambiental. Su presencia no confiere sabor ni al agua ni a los alimentos.



El plomo tiene la capacidad de acumularse en el organismo durante meses e incluso años. Los niños resultan especialmente susceptibles, pues absorben el plomo con mayor facilidad.

La intoxicación aguda es rara, siendo la crónica más habitual. Sus signos y síntomas principales oscilan desde estreñimiento, dolor abdominal acompañado de náuseas y vómitos, heces negras, malestar general, sabor metálico, anemia, punteado retiniano y puede además ser detectado en las encías, formando el llamado ribete de Burton, línea de color oscuro originada al reaccionar el plomo eliminado por la saliva.


Los depósitos de plomo en los huesos pueden hacerse evidentes en las radiografías, demostrándose las densas líneas metafisarias características de esta intoxicación.


El plomo es una sustancia neurotóxica, responsable de una encefalopatía específica que cursa con letargo, irritabilidad, anorexia y vértigo. En casos más avanzados aparece ataxia y una disminución del nivel de conciencia que puede alcanzar el coma y la muerte. Como secuelas permanentes de esta enfermedad figuran la epilepsia, la discapacidad psíquica, la neuropatía óptica y la ceguera.


Ninguno de los estudios anteriormente mencionados fue capaz de relacionar la sordera de Beethoven con el saturnismo. Rodilla y Garcés piensan que más bien podría deberse a lesiones del oído interno o del nervio auditivo.

En lo que todos los especialistas suelen estar de acuerdo es en atribuir los cambios de carácter del compositor a la intoxicación crónica por plomo. Según sus biógrafos, a lo largo de su existencia Beethoven fue mudando hacia una personalidad hosca, irritable y taciturna, aislada socialmente, padeciendo repetidos episodios de ansiedad y depresión. Este trastorno del estado de ánimo se refleja en sus composiciones tardías, que abandonan completamente los cánones más clásicos del Romanticismo.


Los críticos musicales de la época fueron implacables con sus obras tardías (como por ejemplo "La Grosee Fugue - La Gran Fuga" 1825 - 1826) adjudicándoles los más duros calificativos. 


La primera representación cinematográfica del compositor se remonta a principios del siglo XX. "Beethoven" (Victorin-Hippolyte Jasset, 1909) es una película muda protagonizada por el actor francés Harry Baur.


El polifacético Harry Baur (1880 - 1943) como Beethoven

En la siguiente película alemana, "Das Leben des Beethoven - La vida de Beethoven" (Hans Otto Löwestein, 1927), esta vez el actor principal es el austriaco Fritz Kortner.


Fritz Kortner (1892 - 1970) es Beethoven

La tercera película fue "Un grand amour de Beethoven - Un gran amor de Beethoven" (Abel Gance, 1936), centrada en las turbulentas relaciones sentimentales del compositor con las jóvenes Thérèse de Brunswick (Annie Ducaux) y Giulietta Guicciardi (Jany Holt). Nuevamente el papel principal corrió a cargo de Harry Baur.


"Beethoven: Tage aus einem Leben" - "Beethoven: días de su vida" (Horst Seeman, 1976) es una película originaria de la entonces República Democrática Alemana. Su acción transcurre entre 1813 (año en el que el compositor se instala en Viena) y 1827 (su fallecimiento). Por las imágenes desfilan las contradicciones entre el genio y su sociedad, la influencia de la sordera en su aislamiento y las tribulaciones ocasionadas por la tutela de su sobrino Karl von Beethoven.



En esta oportunidad, el actor lituano Donatas Banionis fue el encargado de encarnar a Beethoven.

"Le Neveu de Beethoven" - "El sobrino de Beethoven" (Paul Morrisey, 1985) es una coproducción hispano-franco-alemana cuyo argumento está basado en unas hipotéticas memorias del controvertido sobrino del compositor, escritas en 1967 por Jacques Brenner, así como en la obra "Il nipote di Beethoven" (1972) de Luigi Magnani. La novedad radica en que la particular relación familiar está descrita desde el punto de vista de la madre de Karl, con la que Beethoven litigó en vida por la tutela del muchacho. En esta ocasión el protagonismo corrió a cargo del actor alemán Wolfgang Reichmann.




Wolfgang Reichmann (1932 - 1991) es Beethoven

Los conflictos familiares también amargaron la vida de Beethoven. En 1815 fallecía de tuberculosis su hermano Kaspar Anton Karl dejando un testamento confuso respecto a la tutela de su hijo. En opinión de Beethoven, la vida disoluta de su cuñada Johanna la incapacitaba para cuidar y educar al pequeño huérfano. Por ello el compositor se embarcó en una misión repleta de sinsabores, intentando orientar hacia la música la disoluta existencia de su sobrino favorito.




Ed Harris y Joe Anderson son Ludwig y Karl von Beethoven en "Copying Beethoven"

La galardonada "Beethoven Lives Upstairs" - "Beethoven vive en el piso de arriba" (David Devine, 1992) es un telefilme rodado en Praga protagonizado por el actor escocés Neil Munro dándole vida a Beethoven y el joven Illya Woloshyn encarnando al muchacho vecino que se convierte en testigo excepcional de la creación de la 9ª Sinfonía. Emitido en más de 100 países, se ha convertido en un clásico para el aprendizaje musical escolar en Estados Unidos y Canadá.




Neil Munro (1947 - 2009) es Beethoven

Más cercana a nuestros días resulta "Amada Inmortal" - "Inmortal Beloved" (Bernard Rose, 1994), protagonizada por el camaleónico Gary Oldman y centrada en las cartas de amor descubiertas a la muerte del compositor junto a su Testamento de Heiligenstadt. El veterano actor holandés Jeroen Krabbé se caracteriza como Anton Felix Schindler, músico austríaco y uno de los primeros biógrafos de Beethoven, empeñado en desentrañar el misterio de las cartas enamoradas.


Anton Felix Schindler (1795- 1864)

La identificación de la destinataria de estas famosas cartas continúa todavía siendo un misterio pendiente de resolución, barajándose las hipótesis de Giulietta Guicciardi y sus primas Thérèse y Josephine von Brunswick, sin descartar a Antonie Bettina Brentano.


Precisamente esta película comienza escenificando los funerales de Beethoven. Al multitudinario entierro asistieron todos los músicos y poetas de Viena, de riguroso luto y portando rosas blancas. Portaron su féretro compositores como Hummel y Kreutzer. Schubert portaba una antorcha. Los "Equali" compuestos por Beethoven para el día de Todos los Santos le acompañaron en las voces de los cantores. Sus restos mortales fueron trasladados en 1888 al cementerio central de Viena.


El 29 de marzo de 1827, el actor Heinrich Anschütz fue el encargado de leer a las puertas del cementerio de Währing la oración fúnebre dedicada a Beethoven y escrita por el poeta Franz Grillparzer.

En alguna escena retrospectiva somos testigos de los malos tratos sufridos por el pequeño Beethoven a manos de Johann van Beethoven, su despótico padre alcohólico, empeñado en explotar las excepcionales virtudes musicales de su vástago como si de un nuevo Mozart se tratase.

COPYING BEETHOVEN

Por el momento, es la película más reciente centrada en la figura de Beethoven. Le dedicaremos un apartado especial al presentarnos diversas cuestiones relacionadas con la salud y la enfermedad del compositor, especialmente en los últimos meses de su vida.


Ed Harris y Diane Kruger son Beethoven y Ana Holtz en "Copying Beethoven"

Más realista que las anteriores, quizás buscando repetir el gran éxito taquillero obtenido por "Amadeus" (Milos Forman, 1984), en el año 2006 Agnieszka Holland dirigió esta película contando entre su elenco con Ed Harris como Beethoven y con Diana Kruger como Anna Holtz, una joven y bella compositora que supuestamente ayudó a copiar y corregir las partituras definitivas de la 9ª Sinfonía. Pura ficción, pues la realidad confirma que los copistas fueron dos varones y que Beethoven no les permitió ni la más mínima alteración de la partitura original.

CINEFILIA

Ni los exteriores ni los interiores de esta película se rodaron en Viena. Todos ellos corresponden a localizaciones de Londres y Hungría (Budapest, KecskemètSopron...), así como a los estudios húngaros de Fot y Mafilm. Inútil pues buscar referencias a las diferentes casas que Beethoven habitó en Viena.

LA SORDERA DE BEETHOVEN

Es un rasgo generalizado en todas las películas que tratan sobre Beethoven presentar al compositor ayudándose de trompetillas y demás artilugios metálicos para amplificar el sonido y así poder escuchar sus propias creaciones musicales.



En el caso que nos ocupa, los guionistas se permitieron una somera licencia al presentarnos al compositor en 1824 conservando todavía una parte muy mermada de su capacidad auditiva, cuando en realidad su sordera era prácticamente total desde los primeros años del siglo XIX.

Así lo revela la correspondencia mantenida en 1801 con sus amigos de Bonn, Karl Amenda y el médico Franz Gerhard Wegeler.

Debido a dicha patología, en 1802 partió hacia los bucólicos parajes de Heiligenstadt siguiendo las recomendaciones de su médico el Doctor Schmidt. Los efectos positivos del retiro campestre resultaron nulos. Dicha circunstancia y la separación temporal de su amada Giulietta Guicciardi le sumieron en una profunda depresión.


Giulietta "Julie" Giucciardi (1782 - 1856)

En 1801 Beethoven le escribía a su amigo Franz Wegeler: "ahora bien, este demonio envidioso, mi mala salud, me ha jugado una mala pasada, pues mi oído desde hace tres años ha ido debilitándose más y más, y dicen que la primera causa de esta dolencia está en mi vientre, siempre delicado y aquejado de constantes diarreas. Muchas veces he maldecido mi existencia. Durante este invierno me sentí verdaderamente miserable; tuve unos cólicos terribles y volví a caer en mi anterior estado. Escucho zumbidos y silbidos día y noche. Puedo asegurar que paso mi vida de modo miserable. Hace casi dos años que no voy a reunión alguna porque no me es posible confesar a la gente que estoy volviéndome sordo. Si ejerciese cualquier otra profesión, la cosa sería todavía pasable, pero en mi caso ésta es una circunstancia terrible; mis enemigos, cuyo número no es pequeño, ¿qué dirían si supieran que no puedo oír?"


El Doctor Franz Gerhard Wegeler (1765 - 1848)

A partir de 1818 Beethoven generaliza el uso de sus denominados "Cuadernos de Conversación", mediante los que sus amigos y admiradores podían comunicarse con el maestro, una eventualidad que puede contemplarse en varias escenas de "Amada inmortal".

Existen diferentes teorías explicativas de la sordera de Beethoven. Entre 1928 y 1929, el Doctor Marage disertó en la Academia Francesa sobre estas cuestiones, atribuyendo a una inflamación del laberinto (lesión del oído interno) la pérdida progresiva de la audición, que habría comenzado alrededor de 1796, para alcanzar el 60% en 1801 y llegar a la sordera completa entorno a 1816.

En 1986 tros especialistas franceses como el Profesor Porot y el Doctor Miermont barajaron diferentes opciones, desde la conocida laberintitis hasta una otospongiosis, pasando por una supuesta neurosífilis (la causa más frecuente de sordera en la época) padecimiento que nunca llegó a demostrarse en Beethoven. 


CIRROSIS HEPÁTICA

En 1826 Beethoven sufrió un tremendo disgusto provocado por el intento de suicidio de su sobrino Karl, acuciado por las deudas. En el mes de diciembre estuvo a punto de sucumbir debido a una neumonía. Los cuatro primeros meses de 1827 tampoco fueron mejores, siendo tratado con continuas sangrías para mitigar una supuesta hidropesía, probablemente el desequilibrio culminante de su cirrosis hepática. La tarde del 26 de marzo de 1827, en plena tormenta primaveral, Beethoven fallecía en su hogar prácticamente en soledad, sin el auxilio de ningún familiar.

En "Copying Beethoven" contemplamos varias escenas en las que el compositor se emborracha en la taberna de Krenski (Angus Barnett), tugurio en el que solía ahogar sus penas en vino y en el que también celebraba sus aclamados éxitos.

En dicho establecimiento cena con frecuencia pescados procedentes del cercano Danubio (truchas, carpas...) eventualidad que coincide con la sospecha de la posible causa del saturnismo crónico que padecía, cantidades intolerables de plomo que intoxicaban su organismo procedentes del cristal de las copas, del vino y del pescado contaminado que con tanta frecuencia ingería.