- Saben que se nos van a venir encima la Iglesia, el Estado, el mundo. Los uniremos a todos contra nosotros.
- Pero tendremos a las madres. Ellas nos apoyarán
Partrick Steptoe (Bill Nighy) a Robert Edwards (James Norton) y Jean Purdy (Thomasin McKenzie) en "Joy" (Ben Taylor, 2024)
"Joy" (Ben Taylor, 2024) es la historia de la perseverancia científica y de la resiliencia humana que posibilitaron el desarrollo de la fecundación in vitro (FIV).
Pero sobre todo es un homenaje a Jean Purdy (Thomasin McKenzie) la enfermera y embrióloga cuya pionera labor resultó fundamental en la consecución de este avance científico. En la actualidad, más de 12 millones de niños han nacido gracias a esta técnica reproductiva.
Y todo ello a pesar de enfrentarse contra una encarnizada oposición social y religiosa, incluso a costa de un despiadado desgaste personal y familiar, que la mantendría durante décadas sin el merecido reconocimiento y en el más absoluto de los olvidos.
Históricamente, el primer embarazo humano mediante FIV fue reportado en 1973 por el Dr. Carl Wood y el Dr. John Leeton en Melbourne (Australia), que por desgracia finalizó con la muerte embrionaria temprana (menos de 1 semana).
Pero el nacimiento del primer humano mediante FIV (fecundación in vitro) tuvo lugar el 25 de julio de 1978, con el alumbramiento mediante cesárea de Louise Joy Brown. En agradecimiento al trabajo de quienes lo posibilitaron, sus felices padres Lesley (Ella Bruccoleri) y John (Douggie McMeekin) decidieron que el segundo nombre de su recién nacida fuera escogido por equipo investigador: Joy (Felicidad).
Previamente, la concepción del primer bebé probeta se había producido el 10 de noviembre de 1977 en el Dr. Kershaw Cottage Hospital de Royton, en Oldham (Reino Unido). Antes del éxito que supuso el nacimiento de Louise Brown, el equipo que lo consiguió hubo de enfrentarse a 102 fracasos.
El Dr. John Kershaw (1840-1909) fue responsable de la salud de Royton; al fallecer legó todos sus bienes para la construcción de un hospital para la atención de los vecinos de su distrito.
Las obras concluyeron en 1929 y al año siguiente se registró una organización benéfica con su nombre. El 28 de febrero de 1931 el hospital abrió definitivamente sus puertas en Turf Lane, en Royton, disponiendo de 5 camas para hombres, otras 5 para mujeres y dos privadas. Teniendo preferencia los ciudadanos de esta localidad situada en el Gran Manchester, los pacientes eran eran admitidos por recomendación de su médico, que se encargaba también de su tratamiento mientras permanecían hospitalizados.
En un principio solo albergaba pacientes médicos o quirúrgicos, estando vetados los infecciosos, enfermos mentales, los crónicos y los incurables. Actualmente su nombre es Dr. Kershaw´s Hospice.
CINEFILIA
No debemos confundirnos con "Joy" (David O. Russell, 2015), el film que protagonizó Jennifer Lawrence interpretando a Joy Mangano, una humilde trabajadora de Long Island que acabaría por convertirse en una destacada inventora de productos para el hogar y uno de los rostros más populares de la teletienda en EEUU.
PURDY, EDWARDS Y STEPTOE
Una vez más, y gracias al cine, viajamos al pasado, más concretamente al Cambridge de 1968, cuando Jean Purdy toma contacto por primera vez con el biólogo e investigador Robert Edwards (James Norton), que trabaja con animales de experimentación en técnicas reproductivas que posibiliten la fecundación de los ovocitos por espermatozoides, fuera del cuerpo de la madre.
Antes de intentarlo con humanos, Edwards y Purdy contactaron con el veterano obstetra Patrick Steptoe (Bill Nighy), especialista en cirugía laparoscópica.
Esta película nos muestra el elevado grado de hostilidad que despertaron estos trabajos entre los científicos, las iglesias y el público en general de la época. El propio Edwards, fisiólogo de la Universidad de Cambridge, se vio obligado a demandar por difamación en dos ocasiones a la prestigiosa Asociación Médica Británica.
Otros colegas llegaron a definir estos trabajos sobre la FIV en humanos como inmorales. Hasta el mismísimo James Watson (1928), premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1962 y uno de los descubridores del funcionamiento del ADN cuestionó públicamente la labor del equipo de Robert Edwards, quien paradójicamente obtendría también el premio Nobel en la misma categoría en 2010.
Dr. James D. Watson (1928)
Y todo ello a pesar de que Edwards era un especialista en las relaciones públicas. En el aspecto médico, se convirtió en un auténtico visionario al predecir la selección de sexo en los embriones, la investigación con células madre, la reproducción póstuma, la maternidad para mujeres solteras y lesbianas, incluso la ingeniería genética.
Sir Robert Edwards (1925-2013)
En el aspecto legal, vaticinó cuestiones todavía debatidas como la superpoblación, los desequilibrios de género, la identidad personal de los clones y la necesidad de una regulación gubernamental de todos estos aspectos.
Por su parte, el Dr. Patrick Steptoe (1913-1988) se especializó en Obstetricia al finalizar la Segunda Guerra Mundial y comenzó a trabajar en 1951 en el Hospital de Oldham. Discípulo del Dr. Raoul Palmer (1904-1985), contribuyó al desarrollo y mejora de las técnicas de cirugía laparoscópica ginecológica.
Dr. Patrick Steptoe. National Portrait Gallery London
En 1969 se convirtió en el Director del Centro de Reproducción Humana de Oldham.
Finalmente, Jean Purdy fue la enfermera y embrióloga que resultó esencial en el éxito de la FIV, y la que quizás tuvo que pagar el precio más alto por ello. Repudiada por su madre, Gladys May (Joanna Scanlan), su comunidad y su iglesia, acusada de juntarse con médicos arbortistas y científicos que jugaban a ser Dios, la joven concentró todos sus esfuerzos para que las investigaciones de Edwards avanzaran hasta consolidarse, incluso cuando éste había decidido abandonar la ciencia en la procura de una frustrada carrera política como diputado laborista británico.
Jean Purdy (1945-1985)
En las pésimas y vetustas instalaciones del laboratorio de reproducción, el territorio de la inflexible enfermera jefe Muriel (Tanya Moddie), la incansable Jane Purdy acompañaba y administraba los tratamientos hormonales para la estimulación ovárica de las mujeres infértiles candidatas a la FIV, el club del óvulo, como ellas se autodenominaron con ironía.
A la vez, recogía las muestras de semen que le entregaban los avergonzados maridos, para su procesamiento y obtención de espermatozoides.
Paradojas de la vida, Jean padecía una grave endometriosis que la incapacitaba para ser madre. Desafortunadamente, a la temprana edad de 39 años, falleció en 1985 a consecuencia de un melanoma maligno.
La FIV es una de las tecnologías más transformadoras del siglo XX. Cuatro son los hitos fundamentales involucrados en su desarrollo:
1º/ Conseguir el suficiente número de ovocitos maduros.
2º/ Fertilizar estos ovocitos maduros in vitro, es decir, fuera del útero materno.
3º/ Cultivar esos embriones en el laboratorio antes de ser implantados a la madre.
4º/ Transferencia exitosa de estos embriones en el útero materno.
FIV EN HUMANOS
En febrero de 1944, la bióloga Miriam Menkin y el ginecólogo John Charles Rock (1890-1984) fueron los primeros en fertilizar un óvulo humano fuera del organismo. Sorprendentemente, el Dr. Rock fue mucho más conocido por el papel que desempeñó en el desarrollo de la primera píldora anticonceptiva.
Miriam Menkin (1901-1992)
Menkin y Rock obtuvieron más de 800 ovocitos de mujeres, de los cuales 138 fueron puestos en contacto con espermatozoides. Nunca consiguieron embriones.
John Charles Rock (1890-1984)
En 1959, el investigador chino Min Cheh Chang (1908-1991) logró el nacimiento de conejos vivos cuyas madres habían sido fecundadas mediante FIV.
En 1973, Carl Wood y John Leeton realizaron sin éxito la primera transferencia a útero de un embrión humano gestado in vitro.
Steptoe, Edwards y Purdy consiguieron transferir un embrión en estado de mórula (estado anterior al blastocisto en los mamíferos, que consiste en una masa compacta formada por unos 16 blastómeros), y que desafortunadamente finalizó con un embarazo ectópico.
Sus primeros fallos estuvieron además relacionados con los medios de cultivo de los embriones. Durante la primera mitad del siglo XX éstos eran medios acuosos simples que podían fabricarse en cualquier laboratorio.
James Norton y Thomasin McKenzie son Robert Edwards y Jane Purdy
No sería hasta 1984 cuando el científico Yves Menezo diseñó uno específico para embriones humanos: el medio B2, suplementado con aminoácidos procedentes de la albúmina sérica.
A finales de los años 90, se desarrollaron los medios secuenciales, que contiene piruvato y glucosa como fuentes de energía, y que permitían el desarrollo de los embriones hasta la fase de blastocisto (5º-6º día del desarrollo embrionario)
HISTORIA DE LA CIRUGÍA LAPAROSCÓPICA
Los expertos identifican al médico alemán Philipp Bozzini (1773-1809) como el pionero de la laparoscopia. En 1805 presentó a la comunidad médica de Viena su lichtleiter, un instrumento que permitía dirigir la luz al interior del cuerpo, obteniendo imágenes mediante la proyección y amplificación, utilizando lentes y espejos.
Sin embargo, su invento no fue mucho más allá de la mera curiosidad científica y nunca llegó a utilizarse con pacientes. Desafortunadamente, falleció a los 36 años como consecuencia del tifus probablemente contagiado por algún paciente en la epidemia que barrió Frankfurt en 1809.
Décadas más tarde, en 1853, el cirujano y urólogo francés Antonin Jean Desormeaux (1815-1870) perfeccionó y utilizó por primera vez en humanos el invento de Bozzini, haciéndolo más fino, largo y afilado, empleando como fuente de luz una lámpara de gas cuyo combustible consistía en una mezcla alcohol (96%) y trepentina (un disolvente parecido al aguarrás).
Las complicaciones de esta técnica se derivaban de las quemaduras que provocaba, siendo utilizado fundamentalmente en intervenciones urológicas.
Desormeaux expuso sus avances ante la Academia de Medicina de París en 1856. Mejoró su instrumento dotándolo con espejos que reflejaban la luz y de este modo logró visualizar el interior de la vejiga.
El cirujano berlinés Maximilian Nitze construyó su propio cistoscopio, mediante el cual consiguió colocar el foco luminoso dentro de la propia cavidad vesical, para explorar su interior. Lo presentó en la Real e Imperial Sociedad de Medicina de Viena en 1879.
Maximiliam Nitze (1848-1906)
En 1886, Josef Leiter (1830-1892) consiguió adaptar a estos instrumentos una innovadora lámpara incandescente de Edison, lo que mejoró considerablemente su potencial lumínico.Pero mientras los urólogos mejoraban sus exploraciones, en San Petesburgo el ginecólogo Dimitri Ott (1855 -1929) describió un abordaje diferente para explorar la cavidad intestinal, al que denominó ventroscopia, introduciendo un espéculo vaginal en la cavidad peritoneal a través de una colpectomía posterior. Más tarde hizo lo mismo realizando una pequeña incisión en la pared abdominal.
Años más tarde, en 1901, el cirujano alemán George Kelling (1866-1945) utilizó en Berlín un insuflador de aire, filtrado por medio de algodones, que permitía distender la cavidad abdominal para mejorar la visión durante estos procedimientos quirúrgicos.