lunes, 16 de diciembre de 2019

EL NIÑO Y LA NIEBLA


- "Todos los hombres me rechazaban, cuando sabían que era hija de una loca"...

Marta (Dolores del Río) al Doctor (Miguel Ángel Ferriz) en "El niño y la niebla" (Roberto Gavaldón, 1953)

En el llameante escenario de las prospecciones petrolíferas que la todopoderosa industria paraestatal PEMEX perfora en Poza Rica de Hidalgo, en el estado mejicano de Veracruz, se desarrolla el drama de "El niño y la niebla" (Roberto Gavaldón, 1953), entre sus múltiples galardones destacada en 1954 con una nominación para el Gran Premio del Festival de Cannes.



Roberto Gavaldón (1909 - 1986)

Gavaldón fue el primer cineasta mejicano en competir por un Óscar con "Macario" (1960), una película de género fantástico. Rutilante estrella de la Edad de Oro del cine mejicano (1931 - 1960), dirigió a los actores y actrices más populares de su país, fue actor, guionista, director y productor, paseando sus películas por los festivales mundiales más destacados. Formó parte del grupo fundador de la Academia de Cine de México. Pero antes de dedicarse profesionalmente al cine, estudió Odontología en Los Ángeles, llegando a trabajar en Hollywood como extra y ayudante de producción. 

Como director en solitario debutó con "La barraca" (1945), una adaptación del clásico de Vicente Blasco Ibáñez. Pero, después de una exitosa carrera artística, su fulgor comenzó a extinguirse a finales de la década de los 70.

La crítica especializada destaca sus capacidades especiales para el cine negro, con claras influencias del género estadounidense. Y tal vez podamos incluir en este apartado a la película que hoy nos ocupa, donde el cineasta mejicano supo obtener una colosal interpretación de la gélida Dolores del Río, convertida para la ocasión en Marta, una atormentada madre y ponzoñosa esposa, obsesionada y angustiada con la herencia de la locura familiar. La diva de Durango, en su plenitud como actriz, contaba entonces con 49 años, aunque en la película aparente mayor lozanía.



Para rodar "El niño y la niebla", Roberto Gavaldón y Edmundo Báez adaptaron la exitosa obra teatral homónima original de Rodolfo Usigli, una de sus más destacadas, escrita en 1936 y llevada a los escenarios en 1951, apenas dos años antes de la versión cinematográfica. Enfermedad mental, sonambulismo, suicidio e incluso eutanasia, se entremezclan en una intriga dramática donde los amores frustrados y el adulterio completan un todo en el que los espectadores podemos sentir la untuosidad del petróleo y el asfixiante calor de los pozos en llamas.

Poco a poco iremos descubriendo la tenebrosa historia de Marta, una mujer ofuscada a causa de su ascendencia, una familia de enfermos psiquiátricos.

LA OBRA TEATRAL

Para comprender las intrincadas relaciones establecidas entre la salud y la enfermedad mental en la película de Gavaldón, resulta indispensable reconocer los principales elementos destacables en la dramaturgia de Rodolfo Usigli



Rodolfo Usigli (1905-1979)

En 1935, aprovechando una beca de la Fundación Rockefellerel futuro dramaturgo partió hacia los Estados Unidos para estudiar durante 12 meses técnicas de composición y producción dramática en la Universidad de YaleEn 1936 regresó a Méjico, portando todo el bagaje didáctico y artístico conseguido. Y así, en 1938, firmó "El Gesticulador", una de las cumbres del teatro mejicano del siglo XX. 

Su profundo conocimiento y admiración por las obras de Henrik Ibsen, August Strindberg, y sobre todo George Bernard Shaw, le permitió desvincular la concepción tradicional de los arquetipos teatrales de la época por otros psicológicamente personajes más complejos, figuras intensas, angustiadas, contradictorias, apasionadas, atemorizadas y repletas de fobias.

Sin lugar a dudas, debemos reconocer en "El niño y la niebla" la notable influencia de "El padre" (August Strindberg, 1887), especialmente en las referencias a una esposa despiadada y represora que termina por arrastrar a su marido a la locura, con el trasfondo de la pugna matrimonial por el destino educativo de su única hija Bertha.



En 1951, el estreno teatral de "El niño y la niebla" coincidió con la permanencia de Roberto Usigli al frente de la jefatura de la Sección de Teatro del Departamento de Bellas Artes. El éxito obtenido fue considerable, permaneciendo alrededor de 8 meses en la cartelera del Teatro Caracol, llegando a alcanzar 450 representaciones.

No es de extrañar que los personajes de Usigli presenten algún tipo de trastorno mental, incluso el internamiento psiquiátrico, que planea sobre sus cabezas como velada amenaza. Asimismo, en sus obras resulta frecuente la presencia de un psiquiatra, un psicoanalista o en médico experto en enfermedades mentales.

CINEFILIA

"Ensayo de un crimen" (Luis Buñuel, 1955) constituye quizás una de las películas más atípicas del genio de Calanda. Con guión del propio Buñuel y de Eduardo Ugarte, se inspira en la obra homónima de Rodolfo Usigli (1944), la única novela que publicó en su vida, y ante la que puso infinidad de trabas para evitar su adaptación cinematográfica. Por ello llegó incluso a denunciar al director español ante el sindicato de guionistas mejicanos.



Se considera a esta novela una pionera del género policíaco latinoamericano, en la más pura la tradición de Edgar Allan Poe y Thomas De Quincey, una sagaz crítica psicosocial del Méjico post revolucionario, donde la locura se erige en la verdadera protagonista. Pues así fue socialmente considerado un enfermo mental el protagonista del relato, un hombre obsesionado con la consecución del crimen perfecto. 

Referencias de "Ensayo de un crimen" aparecen en "Carne Trémula" (Pedro Almodóvar, 1997) y en "Crimen ferpecto" (Álex de la Iglesia, 2005).

Por último, destacar la complejidad de esta obra teatral en tres actos, frente a la película más lineal pero de indiscutible autenticidad cinematográfica, sobre todo gracias a la calidad del director, al elenco de actores, a la dirección de fotografía a cargo del experimentado Gabriel Figueroa, que previamente había participado en "Los olvidados" (Luis Buñuel, 1950), y a la inquietante banda sonora del prolífico y exitoso compositor Raúl Lavista.

LA LOCURA FEMENINA EN LA EDAD DE ORO DEL CINE MEJICANO

En la década de los años 50, existen dos filmes fundamentales representativos, ambos protagonizados por mujeres, con asesoramiento científico al contar con sendos equipos de especialistas en psiquiatría. Pretendieron ser fieles retratos del trato que la sociedad mejicana de la época dispensaba a las enfermedades mentales, donde los manicomios representaban tiránicas organizaciones.

En "El niño y la niebla" existe una escena donde la imagen de Marta queda enmarcada en el umbral del impresionante, insalubre y opresivo Manicomio General La Castañeda de la capital azteca, la institución psiquiátrica más grande del país hasta mediados del siglo XX, por la que llegaron a pasar más de 60000 pacientes y que fue demolida en 1968.



Por orden cronológico, "La loca" (Miguel Zacarías, 1952) es una película protagonizada por la gran actriz argentina Libertad Lamarque en el papel de Elena Prim, una acaudalada mujer que pierde la razón después del secuestro de su hijita de 3 años y de la muerte de su marido; debido a tanta fatalidad, permanece anclada creyendo vivir todavía en el pasado. Miguel Zacarías contrapone en su película la estampa de los psiquiatras: por un lado, el perverso Doctor González de la Cueva (José María Linares), pariente de la enferma, responsable del secuestro de su pequeña e interesado en hacerse con su legado. Enfrentado con él, el Doctor Esteban de la Garza (Rubén Rojo), que intenta cuidar de la desventurada Elena.



"Manicomio" (José Díaz Morales, 1959) nos muestra la tenebrosidad de los espacios en los que habitualmente se confinaba a los enfermos psiquiátricos. Esta es la historia de Beatriz (Luz María Aguilar), una joven que abandona su ciudad natal tras ser rechazada por su novio. Víctima inocente de una violenta agresión, cae en un estado de profundo silencio que determina su reclusión en un hospital psiquiátrico, diagnosticada de esquizofrenia catatónica.



Ambas cintas insisten en la necesidad de un episodio dramático y violento como génesis de la enfermedad mental, etiquetándolas como esquizofrenia. Por si fuera poco. la crítica especializada les reprochó su falta de originalidad y su más que evidente carga lacrimógena melodramática.

CINEFILIA

El cineasta mejicano Miguel Zacarías, junto al empresario Emilio Azcárraga Vidaurreta, el popular actor Mario Moreno "Cantinflas" y el magnate estadounidense Howard Hugues, dueño de la emblemática RKO Pictures, colaboró en la fundación de los Estudios Churubuscoinaugurados en 1945, uno de los 4 más importantes de la etapa dorada del cine mejicano, y que asimismo destacó entre los más antiguos y emblemáticos de Latinoamérica.



LA PELICULA

Los personajes principales constituyen apenas un cuarteto: Marta, la madre (Dolores del Río), el padre, Guillermo Estrada (Pedro López Lagar), el hijo, Daniel (Alejandro Caingherotti) y Mauricio (Eduardo Noriega), el antiguo amante de Marta, y al que previamente había rechazado por sus intenciones de paternidad.

Mediante una entrevista con el psiquiatra (Miguel Ángel Férriz) director del manicomio en el que se encuentra internada la madre de Marta, iremos conociendo en modo flash back el por qué de los terrores particulares de la protagonista. Y es que el miedo a heredar la locura familiar la trastorna completamente, impidiéndole vivir con normalidad.



En el excelente análisis realizado por Andrés Ríos Molina, historiador y profesor de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de Méjico) sobre las versiones teatral y cinematográfica de "El niño y la niebla", encontramos las claves necesarias para comprender mejor ambas obras.

Según este autor, existen en el melodrama y en la película tres ideas fundamentales generadas por la Psiquiatría decimonónica: el sonambulismo y el suicido como enfermedades mentales y el carácter hereditario de las mismas.

El fuego, con su constante presencia en incendios de torres petrolíferas y casas, es un elemento metafórico esencial, al igual que la prenda que la madre teje sin llegar nunca a finalizar, detalle presente también en otras películas del director como "Cuando tejen las arañas" (Roberto Gavaldón, 1977), símbolo de la maquiavélica trama que Marta va urdiendo para deshacerse de su esposo y adueñarse del destino de su hijo en común.

SONAMBULISMO

El sonambulismo o hipnobasia es un trastorno del sueño, una parasomnia en la que las personas realizan actividades motoras, de mayor o menor complejidad, mientras permanecen inconscientes y sin posibilidad de comunicación. Su causa sigue siendo desconocida y no tiene tratamiento. Los episodios de sonambulismo se producen durante las fases 3 o 4 del sueño no REM (actividad lenta). Prevalece mayormente entre niños y adolescentes, teniendo en los adultos, un carácter más patológico.



José Zorrilla, poeta y dramaturgo (1817-1893), célebre sonámbulo

Los sonámbulos mantienen los ojos abiertos, pero no ven como cuando están despiertos. Pueden llegar a salir del dormitorio y realizar determinadas actividades automáticas como vestirse, lavarse o comer. A veces son capaces de responder con monosílabos a las preguntas que se les plantean, e incluso obedecer las órdenes de otras personas. Más tarde, tienden a regresar a sus camas por iniciativa propia, y cuando se despiertan no suelen recordar haberse levantado y deambulado dormidos.

Si se despierta al sonámbulo, probablemente se muestre perplejo y desorientado, presentando amnesia de todo lo ocurrido. Esta serie de comportamientos son característicos de Daniel en "El niño y la niebla".



Alejando Ciangherotti es Daniel, el chico sonámbulo

Las pesadillas y los terrores nocturnos que frecuentemente padece el frágil muchacho también se consideran parasomnias. A diferencia del sonambulismo, las pesadillas ocurren durante la fase del sueño REM, y al despertar el sujeto suele recordar lo soñado. Su presencia en el adulto suele asociarse a determinadas patologías o al consumo de ciertos fármacos (benzodiacepinas, antidepresivos tricíclicos, tioridazida...)

Los terrores nocturnos, como la hipnobasia, se originan en la primera mitad de la noche, coincidiendo con los estadios 3 y 4 del sueño lento más profundo (no REM). Más frecuentes durante la infancia, suelen desaparecer con la adolescencia. Suelen estar muy relacionados con el sonambulismo, como podemos constatar en esta película.

Como los anteriores, los somniloquios también suelen presentarse en las películas. Sinónimo de hipnolalia, consiste en la comunicación de palabras o frases sueltas durante el sueño. Pueden aparecer en cualquier fase del sueño y no tienen implicaciones patológicas. Los episodios de sonambulismo pueden acompañarse de somniloquios.

CINEFILIA

Una mujer fatal, el sonambulismo, la locura y el suicidio confluyen en el infausto personaje de Lady Macbeth, basado en un personaje histórico del siglo XI, del que obviamente el cine no podía mantenerse ajeno. Destacamos aquí las versiones cinematográficas a cargo Orson Wells (1948) con Jeanette Nolan como protagonista, Roman Polanski (1971) con Francesca Annis y la de Justin Kurzel (2015), con Marion Cotillard como la desdichada reina escocesa.




Jeanette Nolan en "Macbeth" (Orson Wells, 1948)

Sarah Bernhardt, Vivien Leigh, Judi Dench, Sarah Siddons, Judith Anderson, Simone Signoret, Vivien Merchant, Jane Lapotaire, Helen MirrenJanet Suzman y Alex Kingston también encarnaron exitosamente este clásico de William Shakespeare sobre los escenarios teatrales.

SONÁMBULOS DE CINE

Los trastornos del sueño, desde el insomnio ("El maquinista" - Brad Anderson, 2004; "Insomnio" - Christopher Nolan, 2002) hasta el sonambulismo, pasando por la narcolepsia ("Mi Idaho privado" - Gus Van Sant, 1991) y el jet lag, ("Lost in translation" - Sofia Coppola, 2003) han sido fuente de inspiración para dramaturgos, guionistas y cineastas, que los han enfocado desde sus ópticas particulares con mayor o menor éxito.



Parece ser que el término "sonámbulo" resulta demasiado seductor a la hora de nombrar películas, aunque su argumento principal no se centre precisamente en el trastorno del sueño, como por ejemplo la española "Sonámbulos" (Manuel Gutiérrez Aragón, 1978), la brasileña "Os sonámbulos" (Tiago Tata Machado, 2018) o del cortometraje canadiense de animación "Sonámbulo" (Theodore Ushev, 2015), inspirado en el poema inmortal "Romance sonámbulo" de Federico García Lorca.

Dejando a un lado el insomnio, probablemente la patología que más títulos ha reclutado para su género, existen múltiples ejemplos de sonámbulos cinematográficos. Veamos algunos:

- "El sonámbulo" (Miguel Morayta, 1974) es una comedia mejicana protagonizada por dos hermanos gemelos (Gaspar Henaine): un ladrón que se dedica a robar sonámbulo y el otro, que ha de permanecer despierto todas las noches para evitarlo.



"Sonámbulos" (Mick Garris, 1992) es un truculento film de terror fantástico con guión del mismísimo Stephen King, donde el sonambulismo se nos presenta como una cruel cualidad que permite la supervivencia de sus inconcebibles protagonistas, interpretados por Brian Krause y Alice Krige.

- "Sonámbulo" (Bill Maher, 2008), una road movie intimista en la que el protagonista, James Speedy Ready (Nick Stahl) tiene que lidiar también con la hipnobasia.



- "Sonámbulo (No cierres los ojos)" (Johannes Runeborg, 2015) es un thriller de terror sueco donde el protagonista Ulrik Hansson (Ralph Carlsson) debe enfrentarse a los asesinatos de su familia con la inquietante sospecha de haber sido él precisamente el asesino, durante un episodio de sonambulismo.

- "Los sonámbulos" (Paula Hernández, 2019) es por el momento la última aproximación a este tema; película argentina en la que una madre (Erica Rivas) y su hija adolescente sonámbula (Ornella D´Elía), están inmersas en una compleja dinámica familiar donde el deseo y las expectativas personales se enfrentan con las presiones familiares que empujan a las protagonistas hasta sus verdaderos límites.

HISTORIA DE LA MEDICINA

El Doctor Pere Mata i Fontanet, considerado el padre de la medicina forense española, publicó en 1857 su particular teoría sobre el sonambulismo en su "Tratado sobre la Razón Humana en sus estados intermedios". Independientemente de su origen causal, el Doctor Mata entendió dicho trastorno como un fenómeno fisiológico, que nada tenía de sobrenatural ni extraordinario, clasificándolo en 3 categorías bien diferenciadas: natural fisiológico, natural patológico y artificial.


Doctor Pere Mata i Fontanet (1811-1877)

SONAMBULISMO E IMPUTABILIDAD

Otros de los aspectos significativos de esta película hace referencia a la responsabilidad legal en la que pudieran incurrir las personas sonámbulas cuando protagonizasen una situación violenta. Los expertos alertan que aproximadamente el 2% de la población tiene conductas violentas o anormales durante el sueño: gritar, caerse de la cama, fracturarse una extremidad, provocar incendios o comer algo inapropiado.

Esta última conducta se conoce como trastorno de la alimentación durante el sueño o síndrome de la cena durante el sueño. La persona afectada, al estar inconsciente, puede tomarse un vaso de leche hirviendo, por ejemplo, enchufar el horno o dejarse el gas encendido, pudiendo causar un siniestro.

En "El niño y la niebla", somos testigos de la perversa influencia de la madre sobre su hijo sonámbulo, para que intente asesinar al padre y marido. El súbito despertar del muchacho cambia radicalmente su destino, pues al darse cuenta del crimen que estaba a punto de cometer, le lleva a inmolarse trágicamente.

El primer caso registrado de un crimen cometido por un sonámbulo se remonta a 1878, siendo publicado en el Journal of Mental Science. Fue del caso de un hombre de 28 años que padecía terrores nocturnos, y que asesinó a su propio hijo mientras soñaba que un animal salvaje atacaba a su familia. Fue declarado inocente, al estimar el juez que actuó en un estado de inconsciencia.



130 años después, en julio de 2008, el británico Brian Thomas puso fin accidentalmente a la vida de su esposa al creer en sueños que peleaba contra un joven que amenazaba la seguridad del matrimonio. Enfermo de Parkinson, Thomas había abandonado su medicación durante unos días. Tras 10 meses de observación psiquiátrica y después de someterse a diferentes estudios del sueño, Brian Thomas resultó absuelto del crimen que se le imputaba.

Al respecto, los forenses entienden que para que un episodio violento se desencadene durante el sueño, el paciente ha debido estar expuesto previamente a un período de estrés emocional causante de la feroz reacción ante una posible amenaza. Por definición, el sueño es incompatible con la conciencia, es decir, que ningún sujeto que esté realmente dormido puede cometer actos voluntarios.

En el caso de Brian Thomas, existen opiniones discrepantes, como la de la Doctora Inés Picornell, jefa del Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital de Móstoles (Madrid), para la que los sueños solamente tienen lugar durante la fase REM, en la que no ocurre el sonambulismo, ya que solamente funcionan la musculatura ocular, el corazón y la respiración.




Brian Thomas abandonando el juzgado después del veredicto de inocencia

En estas situaciones otros autores han apelado al desorden de conducta en fase REM, descubierto en 1986, en el que la atonía en los músculos se pierde, pues los individuos así afectados son capaces de experimentar sus sueños con enorme intensidad y viveza, llegando a pegar, gritar, realizar actos violentos e incluso mantener relaciones sexuales, como el extraño caso del también ciudadano británico Stephen Lee Davies, absuelto de un delito de violación al considerar que padecía una sexomnia (persona capaz de mantener relaciones sexuales mientras duerme, sin recordar lo ocurrido al despertarse). Tanto la esposa del acusado, como su ex-pareja, testificaron durante el juicio que el acusado conseguía mantener relaciones aún permaneciendo dormido.


Dolores del Río es la perturbada madre de "El niño y la niebla"

En el año 2004, el especialista Peter Buchanan, del Instituto Woolcock de Investigación Médica de Sidney (Australia), trató con éxito a una paciente sonámbula que abandonada su domicilio para mantener relaciones sexuales con desconocidos, en otro caso demostrativo de sexomnia.

Los trastornos de la conducta durante el sueño aparecen con mayor frecuencia en la segunda etapa de la noche, a diferencia del sonambulismo propiamente dicho, que ocurre en las primeras 3 horas del sueño.

CINEFILIA

Pedro López Lagar (1899 - 1977), el desventurado padre de "El niño y la niebla", fue un actor español que desarrolló una amplia trayectoria profesional en Argentina, donde en 1937 arribó formando parte de la compañía de la gran Margarita Xirgú, pasando en 1951 a Méjico.



Pedro López Lagar es el padre, el ingeniero Guillermo Estrada

En "Marihuana" (León Klimosky, 1950), López Lagar interpretó al Doctor Pablo Urioste, un respetado cirujano que ha de enfrentarse a la trágica desaparición de su esposa, adicta a la marihuana, en un club nocturno. Para descubrir al asesino, deberá introducirse en el pernicioso y tentador mundo del tráfico de drogas.

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