"El médico es memoria...; los supervivientes de este curso serán los únicos miembros de la sociedad moderna que tendrán el privilegio de matar con impunidad absoluta..."
Dr. Aarons, en "No serás un extraño"
"No se puede sólo ejercer la medicina... Hay que tratar a la gente..."
Dr. Runkeman, en "No serás un extraño"
Dr. Aarons, en "No serás un extraño"
"No se puede sólo ejercer la medicina... Hay que tratar a la gente..."
Dr. Runkeman, en "No serás un extraño"
"No serás un extraño" (Stanley Kramer, 1955) representa la opera prima de este reputado cineasta neoyorkino. Basada en la exitosa novela homónima de Morton Thompson, la cinta sin embargo no alcanzó en las salas cinematográficas una popularidad comparable al libro.
Existe en la Revista de Medicina y Cine, editada por la Universidad de Salamanca, un amplio artículo de Francisco Lozano y Alberto Gómez sobre este mismo film:
http://campus.usal.es/~revistamedicinacine/numero_1/version_espanol/espanol_htlm/no_seras_esp.htm
Nosotros trataremos de profundizar en aquellos aspectos de la película que tengan relación con la medicina desde el modesto punto de vista de un aficionado al cine.
En primer lugar, no ocultaremos nuestra franca devoción por Robert Mitchum, que interpreta a Lucas Marsh, un ambicioso médico en formación. Mitchum es capaz de llenar la pantalla caminando silencioso por una acera o simplemente desafiando con su mirada medio caída al espectador. Incluso su poderoso físico (185 cm) parece quedar empequeñecido ante su enorme estatura cinematográfica.
A su lado, Alfred Boone (Frank Sinatra), fiel compañero de estudios y de habitación, un verdadero amigo siempre dispuesto a echarle una mano, a prestarle unos apuntes o a cederle un puñado de dólares. Precisamente el apuro financiero de Luc se convierte en el leit motiv de la película. La vocación médica del protagonista está condicionada por su fragilidad económica, agravada todavía más por la enfermedad alcohólica de su padre, Job Marsh (breve intervención de un nada monstruoso Lon Chaney). Sin embargo, la única vez en que le veremos perder su impasibilidad será precisamente al fallecer su progenitor, atropellado accidentalmente por un autobús.
La primera intervención a la que asisten Luc y Al es una laminectomía para tratar de extirpar un tumor en la columna del paciente. Esta operación, que extirpa una parte de la vértebra denominada lámina, se utiliza también para tratar la patología de los discos intervertebrales.
En primer lugar, no ocultaremos nuestra franca devoción por Robert Mitchum, que interpreta a Lucas Marsh, un ambicioso médico en formación. Mitchum es capaz de llenar la pantalla caminando silencioso por una acera o simplemente desafiando con su mirada medio caída al espectador. Incluso su poderoso físico (185 cm) parece quedar empequeñecido ante su enorme estatura cinematográfica.
A su lado, Alfred Boone (Frank Sinatra), fiel compañero de estudios y de habitación, un verdadero amigo siempre dispuesto a echarle una mano, a prestarle unos apuntes o a cederle un puñado de dólares. Precisamente el apuro financiero de Luc se convierte en el leit motiv de la película. La vocación médica del protagonista está condicionada por su fragilidad económica, agravada todavía más por la enfermedad alcohólica de su padre, Job Marsh (breve intervención de un nada monstruoso Lon Chaney). Sin embargo, la única vez en que le veremos perder su impasibilidad será precisamente al fallecer su progenitor, atropellado accidentalmente por un autobús.
La primera intervención a la que asisten Luc y Al es una laminectomía para tratar de extirpar un tumor en la columna del paciente. Esta operación, que extirpa una parte de la vértebra denominada lámina, se utiliza también para tratar la patología de los discos intervertebrales.
http://www.neurocirugia.com/intervenciones/laminectomialumbar/index.htm
El neurocirujano parece no concederle demasiada importancia a la magnitud de la operación ("un simple trabajo mecánico"), pero les recuerda a sus alumnos que apenas 100 años antes su oificio no era digno de médicos, sino de meros barberos.
Kristina Hedvingson (Olivia de Havilland, dueña de una modestia casi tan exasperante como su poco favorcedor teñido rubio), la bella enfermera instrumentista de origen nórdico que se siente fascinada por Luc, ha conseguido que asistan como afortunados espectadores a la intervención quirúrgica. Su amabilidad para con los muchachos la lleva a invitarlos a un Smörgåsbord, bufé elaborado con alimentos típicos de la cocina sueca. Durante la cena familiar con Bruni (Virginia Christine) y Oley (Harry Morgan), que por cierto sufre una dispepsia flatulenta, Luc descubre las excelentes virtudes domésticas que adornan a la enfermera, y comienza a pensar interesadamente en ella como su posible tabla de salvación económica. Muy pronto Kristina se convertirá en la futura Sra. Marsh...
En clase de Patología se menciona una nueva patología, la leucoplasia, una lesión precancerosa que se presenta como una mancha blanquecina en la lengua o en la mucosa bucal como consecuencia de una irritación crónica.
En clase de Cirugía, los estudiantes asisten a una gastrectomía practicada por el Dr. Dietrich (Whit Bissel) como tratamiento de una úlcera duodenal complicada. Ante la sorpresa de todos, Luc se atreve a preguntarle al experto cirujano por qué no ha seccionado el nervio vago si supuestamente existen estudios de 1954 avalando dicha técnica.
Simplemente recordar aquí que históricamente la primera vagotomía troncal fue realizada y descrita por Dragtedt y Owens en 1943, 12 años antes del estreno de este film. Se trata de una intervención en la que se seccionan completamente los troncos de los nervios vagos anterior y posterior. Sirve para el tratamiento de las úlceras duodenales rebeldes y logra disminuir la secrección ácida del estómago al cortar su inervación colinérgica. Debe asociarse a una gastroyeyunostomía para evitar la retención gástrica secundaria al déficit motor del antro del estómago provocado por la sección nerviosa.
Si embargo, la primera vagotomía selectiva, donde se secciona el nervio vago pero respetando las ramas que van al hígado, a la vesícula biliar, al páncreas y a los intestinos, fue practicada por Griffith en 1962.
UN CÚMULO DE DESPROPÓSITOS
Las visitas que Luc y Al hacen a las salas de hospitalización resultan esperpénticas. En primer lugar, se supone que dos alumnos de Medicina no exploran a los enfermos sin la supervisión de un médico adjunto responsable. En segundo lugar, hombres y mujeres están internados compartiendo las mismas habitaciones. Por si fuera poco, los pacientes pueden fumar alegremente y alguno supuestamente vende su sangre al mejor postor. Luc trata de convencer a uno de ellos: la colecistectomía que necesita tan sólo va a durar ¡15 minutos! Los dos amigos han de practicar una contención a un paciente psiquiátrico sin la ayuda del personal auxiliar. Al, incluso, atiende en solitario un parto en una ambulancia. La relación entre ambos amigos alcanza su punto más crítico cuando Luc amenaza con denunciar a Al por haberle extirpado un melanoma a una paciente.
VIDA PROFESIONAL
El Dr. Runkleman (el hierático Charles Bickford) recibe al matrimonio Marsh a su llegada a Greenville, una pequeña ciudad agrícola de Carolina del Sur (EEUU). Ahí comenzará Luc su trabajo como médico de familia. Kristina ha abandonado completamente su prometedora carrera como enfermera instrumentista para dedicarse a cuidar de Luc y la casa. Este papel suyo tan sumiso y supeditado al marido sería capaz de desesperar a la mayoría de las feministas actuales.
Ergotamina para la cefalea, bismuto para la úlcera péptica... son tratamientos comunes para la época. Por cierto, el Dr. Runkleman alerta a Luc sobre un fenómeno muy actual: la permanente necesidad de formación continuada del médico para estar al día. Y es que entonces sus pacientes eran voraces lectores del Reader´s Digest, mientras que nuestros contemporáneos son asiduos de toda la información sanitaria publicada en Internet...
Las salas de espera están atestadas. La preocupación de Luc sigue estando de rabiosa actualidad: la afluencia masiva de pacientes a las consultas puede hacer que involuntariamente el facultativo no les pueda proporcionar la atención adecuada.
Observamos un dato singular, como es la convivencia de enfermos de raza blanca y de color, si bien los primeros son mayoritarios. En Greenville existió hasta la década de los 60 un severo código segregatorio. En dicha población sureña fue donde el reverendo Jesse Jackson comenzó su lucha por los derechos de los afroamericanos.
Luc y su nuevo compañero se enfrentan diariamente a la intensa labor de una consulta de atención primaria: sajan abcesos glúteos (tal y como le pronosticó el patólogo Dr. Aarons), curan heridas, quitan y ponen escayolas, diagnostican amigdalitis, pesan recién nacidos... Tampoco les va a temblar el pulso a la hora de administrarle placebos a los pacientes más recalcitrantes... ¡El poder sugestivo en la curación! Como en muchas zonas rurales, incluso de la actualidad, el pago o el agradecimiento por los servicios médicos prestados alguna vez se realiza en especie (pollos, gallinas...)
También observamos que como inductor de la anestesia se utiliza el pentotal, descubierto en 1930 y empleado para este uso desde 1934. Como es bien conocido, en manos inexpertas este fármaco puede provocar una severa depresión cardiorrespiratoria con el resultado de la muerte del paciente.
Por su supuesto, el tópico de la rivalidad entre médicos y abogados también se encuentra presente en esta película, en la confrontación que Luc sostiene contra Ben Cosgrow (Jesse White).
UN CASO DE FIEBRE TIFOIDEA
El éxito profesional de Luc en Greenville discurre paralelo a su fracaso matrimonial. Mientras Kristina acude a la consulta de Al Boone para que le confirme su incipiente embarazo, Luc coquetea peligrosamente con la atractiva Harriet Lang (Gloria Grahame), una viuda millonaria poseedora de una rica mansión y una excelente cuadra de caballos.
En una sala de hospitalización, Luc atiende a un anciano que se encuentra postrado en su lecho de muerte. Tiene una fiebre muy elevada y ha sido diagnosticado de neumonía por el Dr. Sneider. Tras observar una erupción cutánea tipo rosácea en el abdomen del paciente, Luc actúa con celeridad aislándolo del resto de los enfermos. Se trata de un caso avanzado de fiebre tifoidea.
Para aquellos interesados en la Historia de la Medicina y en Salud Pública, enlazamos aquí un vídeo muy interesante que narra en tono casi policíaco la desdichada historia de Mary Mallon, la cocinera irlandesa más conocida como Typhoid Mary, una portadora sana de la enfermedad capaz de contagiar en 1907 a un importante número de ciudadanos de Nueva York:
La cloromicetina o cloranfenicol será el tratamiento elegido por Luc. Descubierto en 1948 y obtenido a partir de cultivos del Streptomyces venezuelae, ha sido un arma muy útil en el tratamiento de la fiebre tifoidea, si bien su toxicidad (depresión de la médula ósea) lo ha relegado a un segundo plano dentro del combate cotidiano contra las enfermedades infecciosas.
Como curiosidad, en el siguiente vínculo puede consultarse un artículo original de la época en la que rodada esta película sobre el tratamiento de la fiebre tifoidea con cloromicetina:
Para que le ayude a tratar al moribundo, Luc hace llamar a Kristina a su lado. Como un equipo excelentemente coordinado emplean oxígeno, transfusiones, masaje cardíaco, cortisona intravenosa y Coramina® (niquetamida), un analéptico estimulante cardiorrespiratorio hoy en día en desuso.
Será entonces cuando, en una de las escenas más dramáticas de este película, Kristina se dará definitivamente cuenta que el único interés que Luc tiene en la vida es el ejercicio de la medicina.
El descubrimiento del brote de fiebre tifoidea desencadena una campaña de vacunación entre los habitantes de Greenville. Las primeras pruebas experimentales con la vacuna contra la fiebre tifoidea se remontan a 1887, gracias a los esfuerzos de Beumer y Peiper. Los bacilos empleados estaban vivos. En 1888, Chantemasse y Vidal repitieron estos estudios, pero esta vez con bacilos muertos. Será en 1896 cuando Fraenkel, Beumer, Peiper y Wright instauren verdaderamente la vacunación antifoidea profiláctica.
NO ES POSIBLE...
Aunque en líneas generales el tratamiento cinematográfico que se le presta a determinadas cuestiones médicas suele ser bastante aceptable, existen algunas situaciones inverosímiles:
CINEFILIA
El neurocirujano parece no concederle demasiada importancia a la magnitud de la operación ("un simple trabajo mecánico"), pero les recuerda a sus alumnos que apenas 100 años antes su oificio no era digno de médicos, sino de meros barberos.
Kristina Hedvingson (Olivia de Havilland, dueña de una modestia casi tan exasperante como su poco favorcedor teñido rubio), la bella enfermera instrumentista de origen nórdico que se siente fascinada por Luc, ha conseguido que asistan como afortunados espectadores a la intervención quirúrgica. Su amabilidad para con los muchachos la lleva a invitarlos a un Smörgåsbord, bufé elaborado con alimentos típicos de la cocina sueca. Durante la cena familiar con Bruni (Virginia Christine) y Oley (Harry Morgan), que por cierto sufre una dispepsia flatulenta, Luc descubre las excelentes virtudes domésticas que adornan a la enfermera, y comienza a pensar interesadamente en ella como su posible tabla de salvación económica. Muy pronto Kristina se convertirá en la futura Sra. Marsh...
En clase de Patología se menciona una nueva patología, la leucoplasia, una lesión precancerosa que se presenta como una mancha blanquecina en la lengua o en la mucosa bucal como consecuencia de una irritación crónica.
En clase de Cirugía, los estudiantes asisten a una gastrectomía practicada por el Dr. Dietrich (Whit Bissel) como tratamiento de una úlcera duodenal complicada. Ante la sorpresa de todos, Luc se atreve a preguntarle al experto cirujano por qué no ha seccionado el nervio vago si supuestamente existen estudios de 1954 avalando dicha técnica.
"Billroth operando en el Allgemeines Krankenhaus de Viena"
A. Seligman, 1890.
Osterreichische Galerie, Viena
A. Seligman, 1890.
Osterreichische Galerie, Viena
Simplemente recordar aquí que históricamente la primera vagotomía troncal fue realizada y descrita por Dragtedt y Owens en 1943, 12 años antes del estreno de este film. Se trata de una intervención en la que se seccionan completamente los troncos de los nervios vagos anterior y posterior. Sirve para el tratamiento de las úlceras duodenales rebeldes y logra disminuir la secrección ácida del estómago al cortar su inervación colinérgica. Debe asociarse a una gastroyeyunostomía para evitar la retención gástrica secundaria al déficit motor del antro del estómago provocado por la sección nerviosa.
Si embargo, la primera vagotomía selectiva, donde se secciona el nervio vago pero respetando las ramas que van al hígado, a la vesícula biliar, al páncreas y a los intestinos, fue practicada por Griffith en 1962.
UN CÚMULO DE DESPROPÓSITOS
Las visitas que Luc y Al hacen a las salas de hospitalización resultan esperpénticas. En primer lugar, se supone que dos alumnos de Medicina no exploran a los enfermos sin la supervisión de un médico adjunto responsable. En segundo lugar, hombres y mujeres están internados compartiendo las mismas habitaciones. Por si fuera poco, los pacientes pueden fumar alegremente y alguno supuestamente vende su sangre al mejor postor. Luc trata de convencer a uno de ellos: la colecistectomía que necesita tan sólo va a durar ¡15 minutos! Los dos amigos han de practicar una contención a un paciente psiquiátrico sin la ayuda del personal auxiliar. Al, incluso, atiende en solitario un parto en una ambulancia. La relación entre ambos amigos alcanza su punto más crítico cuando Luc amenaza con denunciar a Al por haberle extirpado un melanoma a una paciente.
VIDA PROFESIONAL
El Dr. Runkleman (el hierático Charles Bickford) recibe al matrimonio Marsh a su llegada a Greenville, una pequeña ciudad agrícola de Carolina del Sur (EEUU). Ahí comenzará Luc su trabajo como médico de familia. Kristina ha abandonado completamente su prometedora carrera como enfermera instrumentista para dedicarse a cuidar de Luc y la casa. Este papel suyo tan sumiso y supeditado al marido sería capaz de desesperar a la mayoría de las feministas actuales.
Ergotamina para la cefalea, bismuto para la úlcera péptica... son tratamientos comunes para la época. Por cierto, el Dr. Runkleman alerta a Luc sobre un fenómeno muy actual: la permanente necesidad de formación continuada del médico para estar al día. Y es que entonces sus pacientes eran voraces lectores del Reader´s Digest, mientras que nuestros contemporáneos son asiduos de toda la información sanitaria publicada en Internet...
Las salas de espera están atestadas. La preocupación de Luc sigue estando de rabiosa actualidad: la afluencia masiva de pacientes a las consultas puede hacer que involuntariamente el facultativo no les pueda proporcionar la atención adecuada.
Observamos un dato singular, como es la convivencia de enfermos de raza blanca y de color, si bien los primeros son mayoritarios. En Greenville existió hasta la década de los 60 un severo código segregatorio. En dicha población sureña fue donde el reverendo Jesse Jackson comenzó su lucha por los derechos de los afroamericanos.
Luc y su nuevo compañero se enfrentan diariamente a la intensa labor de una consulta de atención primaria: sajan abcesos glúteos (tal y como le pronosticó el patólogo Dr. Aarons), curan heridas, quitan y ponen escayolas, diagnostican amigdalitis, pesan recién nacidos... Tampoco les va a temblar el pulso a la hora de administrarle placebos a los pacientes más recalcitrantes... ¡El poder sugestivo en la curación! Como en muchas zonas rurales, incluso de la actualidad, el pago o el agradecimiento por los servicios médicos prestados alguna vez se realiza en especie (pollos, gallinas...)
También observamos que como inductor de la anestesia se utiliza el pentotal, descubierto en 1930 y empleado para este uso desde 1934. Como es bien conocido, en manos inexpertas este fármaco puede provocar una severa depresión cardiorrespiratoria con el resultado de la muerte del paciente.
Por su supuesto, el tópico de la rivalidad entre médicos y abogados también se encuentra presente en esta película, en la confrontación que Luc sostiene contra Ben Cosgrow (Jesse White).
UN CASO DE FIEBRE TIFOIDEA
El éxito profesional de Luc en Greenville discurre paralelo a su fracaso matrimonial. Mientras Kristina acude a la consulta de Al Boone para que le confirme su incipiente embarazo, Luc coquetea peligrosamente con la atractiva Harriet Lang (Gloria Grahame), una viuda millonaria poseedora de una rica mansión y una excelente cuadra de caballos.
En una sala de hospitalización, Luc atiende a un anciano que se encuentra postrado en su lecho de muerte. Tiene una fiebre muy elevada y ha sido diagnosticado de neumonía por el Dr. Sneider. Tras observar una erupción cutánea tipo rosácea en el abdomen del paciente, Luc actúa con celeridad aislándolo del resto de los enfermos. Se trata de un caso avanzado de fiebre tifoidea.
Para aquellos interesados en la Historia de la Medicina y en Salud Pública, enlazamos aquí un vídeo muy interesante que narra en tono casi policíaco la desdichada historia de Mary Mallon, la cocinera irlandesa más conocida como Typhoid Mary, una portadora sana de la enfermedad capaz de contagiar en 1907 a un importante número de ciudadanos de Nueva York:
La cloromicetina o cloranfenicol será el tratamiento elegido por Luc. Descubierto en 1948 y obtenido a partir de cultivos del Streptomyces venezuelae, ha sido un arma muy útil en el tratamiento de la fiebre tifoidea, si bien su toxicidad (depresión de la médula ósea) lo ha relegado a un segundo plano dentro del combate cotidiano contra las enfermedades infecciosas.
Como curiosidad, en el siguiente vínculo puede consultarse un artículo original de la época en la que rodada esta película sobre el tratamiento de la fiebre tifoidea con cloromicetina:
Para que le ayude a tratar al moribundo, Luc hace llamar a Kristina a su lado. Como un equipo excelentemente coordinado emplean oxígeno, transfusiones, masaje cardíaco, cortisona intravenosa y Coramina® (niquetamida), un analéptico estimulante cardiorrespiratorio hoy en día en desuso.
Será entonces cuando, en una de las escenas más dramáticas de este película, Kristina se dará definitivamente cuenta que el único interés que Luc tiene en la vida es el ejercicio de la medicina.
El descubrimiento del brote de fiebre tifoidea desencadena una campaña de vacunación entre los habitantes de Greenville. Las primeras pruebas experimentales con la vacuna contra la fiebre tifoidea se remontan a 1887, gracias a los esfuerzos de Beumer y Peiper. Los bacilos empleados estaban vivos. En 1888, Chantemasse y Vidal repitieron estos estudios, pero esta vez con bacilos muertos. Será en 1896 cuando Fraenkel, Beumer, Peiper y Wright instauren verdaderamente la vacunación antifoidea profiláctica.
NO ES POSIBLE...
Aunque en líneas generales el tratamiento cinematográfico que se le presta a determinadas cuestiones médicas suele ser bastante aceptable, existen algunas situaciones inverosímiles:
- La escena en la que Luc supuestamente extrae un imperdible del esófago de un paciente empleando un endoscopio rígido y un rudimentario control radiológico.
- El visitador médico que se introduce como si fuera perico por su casa en un área quirúrgica; mientras Luc y el Dr. Runkleman se lavan las manos, este personaje toma nota del pedido: aspirinas, penicilina, vendajes, espátulas... y un moderno estetoscopio de ¡230 dólares! que le sirve a Luc para descubrir que su veterano compañero parece una grave aneurisma de aorta. Solamente añadir como anécdota que un fonendoscopio modelo clásico de la marca Littman® cuesta hoy en día algo menos de 90 euros...
- Aún siendo dos médicos de familia rurales, Luc y Runkleman también operan el hospital de Greenville. El anestesista es el nefasto Dr. Sneider (Myron McCormick), el director del hospital que desempeña esporádicamente estas funciones, sobre todo cuando el paciente no puede pagarse un anestesista profesional. Su inexperiencia provoca una intoxicación por pentotal que Luc intenta tratar empleando curare para desbloquear el espasmo laríngeo.
- Y no digamos nada sobre ese terrible diálogo que Luc y Runkeman mantienen con un paciente con cáncer que les pregunta si sus padecimientos serán tolerables. Los médicos le aseguran que harán todo lo posible para aliviar su sufrimiento, pero que dada su edad, debe ir afrontando el final tras una larga existencia. El sujeto en cuestión tiene ¡67 años! Tal vez esa fuera la esperanza de vida para un estadounidense de 1960...
- Finalmente, Luc intenta operar a Runkleman tras sufrir éste la rotura de un aneurisma de aorta... misión imposible para un médico de familia...
CINEFILIA
- La acción supuestamente se desarrolla en un hospital universitario y en las aulas de una Facultad de Medicina. En realidad, todos las escenas fueron filmadas en escenarios artificiales dentro de unos estudios californianos.
- Tratándose de estudiantes de Medicina, Luc y Al quizás sean demasiado maduros. En 1955, tanto Mitchum como Sinatra rondaban la cuarentena. Algo parecido ocurre con el alumno Brundage, personaje secundario interpretado por Lee Marvin, que entonces contaba con 31 años.
- Durante su primera cita de Luc y Kristina, al salir del cine observamos que la película que han visto es "La condesa descalza" (Joseph L. Mankiewicz, 1954), cinta protagonizada por Humphrey Bogart y Ava Gardner ("el animal más bello del mundo"), otro de nuestros iconos favoritos.
- Mientras Sinatra imita al Dr. Aarons (el veterano Broderick Crawford), por las anotaciones en la pizarra de la clase observamos como la última lección explicada versaba sobre la fisiología del filtrado glomerular renal.
- En la versión doblada al español, probablemente exista una errata. Después de discutir en clase sobre el altruismo y la ética en las beneficios médicos, antes de asistir a una operación en el anfiteatro de la facultad escuchamos decir a Brundage respecto a Luc Marsh: "vamos a acompañar al Dr. Kildare a cirugía". "Dr. Kildare" fue una popular serie de televisión interpretada inicialmente por Richard Chamberlain, basada en la especial relación entre un joven medico interno y su cirujano mentor. Fue estrenada en 1961, por lo tanto 5 años más tarde que la película de Stanley Kramer.
- Observamos como el Dr. Runkleman diagnostica el embarazo de una de sus pacientes mediante la prueba de la rana. Este test se popularizó en los años 60 del pasado siglo XX, si bien había comenzado a desarrollarse en Sudáfrica, en la década de los 30. Consistía en inyectarle a una rana hembra bajo la piel una muestra de la orina de la paciente. Si ésta estaba embarazada, la hormona BetaHCG provocaba el desove del animal en 24 horas. Las primeras ranas empleadas en tales menesteres eran de la especie xanopus laevis. Casi un siglo después, estudios realizados con otra especie similar, la xanopus tropicalis, han permitido secuenciar su ADN descubriendo que el 80% de los genes humanos asociados a alguna enfermedad genética tienen su homólogo en las ranas.
3 comentarios:
Parece cosa de meigas, Doctor Albeiros. La otra noche estaba yo pensando en esta película (por razones que a continuación comentaré) cuando apareció el título e imagen de esta entrada en mi "blogroll". Enseguida intenté acceder a ella, pero (como supondrás) no pude. He esperado espectante y hoy, por fin, aparece.
"No serás un extraño" (el libro, porque la película no la he visto todavía) tiene buena parte de culpa en que yo sea médico. Lo leí cuando tenía entre 12 y 14 años de edad (yo era así...), a pesar de tratarse de un voluminoso volumen editado por el Círculo de Lectores. Me apasionó y afianzó mi idea de estudiar Medicina.
Ya había leído el artículo de "Medicina y Cine"...
Pero, había pensado (sólo si das tu conformidad) que me gustaría reproducir esta entrada tuya (por supuesto, citando autor y procedencia), dentro de unos días en el blog Vesalius (el que hacemos para los alumnos de Historia de la Medicina de la Facultad de Cádiz) en una nueva sección que quisiera empezar sobre "La MEDICINA en el CINE".
A le espera de tu respuesta, y agradeciendo el que me hayas hecho revivir recuerdos de mi casi-infancia, recibe mi saludo más afectuoso.
Permiso concedido, Paco... La verdad es que esta es una película muy densa... A pesar de sus errores "médicos" (es una película, no un documental) puede ser muy útil para sumergirse en la Historia de la Medicina.
Gracias una vez más...
Te lo agradezco mucho.
Lo comentaré con mi compañero, el Dr. Fernández de la Gala, y lo publicaremos en este mes de mayo.
Gracias, de nuevo, y un fuerte abrazo.
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