domingo, 28 de febrero de 2010

MORE



You feel the thunder of the train
And suddenly it strikes you
That they're moving into range
Doctor Strange is always changing size...

"Cymbaline" Pink Floyd


"More" (Barbet Schroeder, 1969) se ha convertido en la actualidad en un film de culto. Y no ha sido por su cuidada dirección de fotografía (a cargo del prestigioso cineasta catalán Néstor Almendros), ni por su guión, ni siquiera por tratarse de la opera prima de este reputado director francés. Al engrandecimiento del mito ha contribuido sin duda alguna la banda sonora encargada a Pink Floyd.

Para unos críticos se trata de una película antidrogas. Para otros, un intento de retratar el modus vivendi hippie en la isla de Ibiza, en los años a caballo entre la década de los 60 y de los 70 del pasado siglo XX.

Sea como fuere, el argumento es simple; Stefan Brückner (Klaus Grünberg), un joven alemán recién licenciado en matemáticas viaja a París, al epicentro de la juventud contestataria cuyo santo y seña era entonces "prohibido prohibir". Allí conoce a un bergante llamado Charlie (Michel Chanderli) que le introduce en los ambientes más desinhibidos en los que fluye el alcohol y circulan las drogas.

En una fiesta conoce a la enigmática Estelle Miller (la estilizada y rubia Mimsy Farmer) una joven norteamericana que desea cambiar la bruma parisina por el sol del Mediterráneo. Encandilado por la enigmática muchacha, al igual que en la mitología Ícaro quedó fascinado por el Sol, Stefan se embarca rumbo a Ibiza. El nudismo, las drogas, el sexo, la violencia y los malos tratos... todos estos temas abordados en la película provocaron la intervención de la censura.


Louise Wink (Cathy), Klaus Grünberg (Stefan) y Estelle (Mimsy Farmer) en "More"

El efecto del viento azotando las sabinas y la espuma del oleaje que se estrella contra los acantilados representan una metáfora de las turbulentas relaciones establecidas entre Stefan y Estelle.

Estimulado por la indolencia de su pareja, Stefan comienza a inyectarse heroína (caballo en la película). Observamos el clásico ritual del yonqui, la cuchara con agua en la que diluye el polvo blanco antes de inyectárselo en las venas mediante una vieja jeringuilla de cristal... El joven describe su primera experiencia como fantástica, relajante y eufórica. Pero muy pronto querrá más... Aparecen las náuseas y los vómitos inducidos por la droga... Mientras los porros y los chutes se alternan, el fondo musical de las escenas se transforma en pura psicodelia electrónica (esas mareas de sonido ondulante generadas por los teclados de Richard Wright).

Estelle y Stefan, ebrios e inspirados en la locura de Don Quijote, se enfrentan a un molino de viento es unas imágenes que servirán como portada al álbum homónimo de Pink Floyd.



Pronto el mono, el temido síndrome de abstinencia, comenzará a hacer estragos en Stefan. Presa de un prurito desesperante y de la ansiedad, trata de descubrir alguna heroína escondida en los recovecos de la casa payesa que comparte con Estelle.

Mientras, la joven cae en manos de los esbirros del Dr. Wolf (Heinz Engelmann), un antiguo nazi refugiado en Ibiza bajo la apariencia de un pujante hostelero, al que Estelle le robó dinero y heroína antes de huir con Stefan. La antigua relación entre el rufián y la yonqui se intuye en la película gracias a unas escenas en las que ambos se nos muestran como avezados lanzadores de cuchillos.

Estelle y Stefan abandonan la casa payesa y se instalan en el pueblo. Él consigue un empleo de barman y se dedica al trapicheo. Intentan dejar la heroína, pero su relación se va deteriorando día a día. Charlie entra en escena; llega a Ibiza desde Beirut y trata de convencer a su amigo de que abandone a la inestable mujer.

El final de la película es previsible. Estelle prescinde de Stefan; éste, desesperado, muere en un parque, casi al pie de una gran cruz de piedra, víctima de una sobredosis.

Unas anécdotas para los cinéfilos españoles: Stefan vende una papelina de heroína a un cliente camuflándola en una caja de cerillas, una de aquellas con dibujos de diferentes dinosaurios... El cliente se las lleva junto a un paquete de los populares cigarrillos ¡"Celtas"!... Las botellas de cerveza eran "San Miguel" y los carteles en las puertas de los bares anunciaban el inminente enfrentamiento futbolístico entre el C.D. Manacor y la S.D Ibiza... Ese partido de Tercera División tuvo lugar el domingo 30 de marzo de 1969. Ganaron los manacoríes por 3 goles (Luque, Sureda y Oliver) a 2 (García por partida doble).




Y como colofón, para todos los fieles de esta bitácora, un trailer de "More" con el fondo musical de "Green is the Colour"...

1 comentario:

jardindeblogs dijo...

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