domingo, 31 de diciembre de 2023

LOS ASESINOS DE LA LUNA


- "A los Osage se les acabó el tiempo, y esto se convertirá en una tragedia cualquiera"...

William Hale (Robert de Niro) en "Los asesinos de la luna" (Martin Scorsese, 2023)


Si nos preguntaran cuáles son nuestras películas favoritas sobre el mundo del petróleo, escogeríamos las siguientes: una de las obras maestras del cine clásico, "Gigante" (George Stevens, 1956); otra, la secuela de una maravilla del séptimo arte, "Texasville" (Peter Bogdanovich, 1990), su particular aproximación dos décadas más tarde a los mismos abatidos personajes y sofocantes escenarios de "La última película" (Peter Bogdanovich, 1971); otra más, la controvertida "Pozos de ambición" (Paul Thomas Anderson, 2007), capaz de cosechar casi a la par elogios y críticas, y finalmente "Los asesinos de la luna" (Martin Scorsese, 2023), hasta ahora la postrera obra del genial cineasta neoyorkino.

CINEFILIA

"Oklahoma, año 10" (Stanley Kramer, 1973) también está ambientada en el período del auge del oro negro en tierra de Oklahoma, a principios del siglo XX. En 1913, la enérgica Lena Doyle (Faye Dunaway) es la propietaria de una parcela potencialmente rica en petróleo, una tierra convertida en el objeto del deseo de los más poderosos del lugar. Junto a su caótico padre Cleo (John Mills) y Mason (George C. Scott), un hombre duro contratado para ayudarles, intentan salvar su pequeño proyecto enfrentándose a los grandes propietarios de la industria petrolera.

"Los asesinos de la luna" está inspirada en el excelente libro homónimo de David Grann (2017), que narra desde diferentes perspectivas lo acontecido en la década de los años 20 en la salvaje e indómita Oklahoma, cuando de manera imprevista se descubren abundantes reservas de petróleo en el territorio de la nación india Osage. Una serie de crímenes brutales durante el conocido como "Reinado del Terror" serviría para iniciar la intervención gubernamental y crear el germen del futuro todopoderoso FBI, ya entonces dirigido por J. Edgar Hoover (1895-1972). Simplemente recordar que el Bureau of Investigation, una oscura rama del departamento de Justicia estadounidense, pasaría a llamarse Federal Bureau of Investigation (FBI) en 1935.

Hoover encargó al agente especial Tom White (Jesse Plemons), un experimentado ex-ranger de Texas, la dirección. del equipo encargado de investigar los crímenes contra los Osage.

Inicialmente, la jurisdicción de estos agentes especial se encontraba limitada a violaciones de la ley antimonopolio, tránsito e coches robados entre estados, anticonceptivos, películas sobre combates de boxeo y libros obscenos, fugas de prisiones federales y crímenes cometidos en las reservas indias.

The Real Tom White in Killers of the Flower Moon | HistoryExtra

Jesse Plemons es el agente especial Tom White

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Paradojas cinematográficas, Leonado DiCaprio se convirtió en el que fuera todopod

eroso director del FBI entre 1924 y 1972 en "J. Edgar" (Clint Eastowood, 2011


"Los asesinos de la luna", a pesar de su extensa duración (206 minutos), la maestría de Martin Scorsese y su equipo técnico, la excelente ambientación histórica, la banda sonora del recientemente desaparecido Robbie Robertson, y las actuaciones estelares de Leonardo DiCaprio, en el papel de Ernest Burkhart, Robert de Niro, como el taimado y despiadado magnate William Hale, y especialmente Lily Gladstone como la sufrida y estoica Mollie Burkhart, consiguen mantener al espectador en vilo a la espera de la resolución del sangriento conflicto ocasionado una vez más por la codicia de los más ricos y la injusticia para con los más infortunados.

Desde el punto de vista médico, este film ha despertado nuestra atención por el comportamiento criminal de Ernest Burkhart, empeñado en envenenar gradualmente a su esposa Molly, gravemente enferma de diabetes, adulterando las inyecciones de insulina con una sustancia tóxica proporcionada por los miserables hermanos James Shoun (Steve Witting) y David Shoun (Steve Routman), los médicos supuestamente encargados de su cuidado.

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"Oklahoma!" (Fred Zinnemann, 1955) fue el primer musical de este director, inspirada en la obra teatral homónima estrenada en Broadway en 1943. Protagonizada por Gordon MacRae, Shirley Jones y Rod Steiger, como "Los asesinos de la luna" está ambientada en el viejo territorio de Oklahoma durante los primeros años del siglo XX, cuando dos jóvenes vaqueros rivalizan por un rancho y el corazón de una bella mujer.


ANTECEDENTES HISTÓRICOS: BLANCOS CONTRA INDIOS. LA REBELIÓN DE NATHANIEL BACON

Nathaniel Bacon (1647-1676) fue el terrateniente que lideró la primera insurrección armada a gran escala en la América colonial. Sus seguidores eran sirvientes contratados blancos y negros, así como esclavos africanos, que se rebelaron contra el gobernador William Berkeley (1605-1677), primo político de Bacon, y los poderosos dueños de las plantaciones del este de Virginia.

El conflicto se desató por la justa redistribución de los derechos de tierra y la propuesta de Bacon y sus partidarios de remover o erradicar a los nativos norteamericanos que habitaban la región después de las guerras anglo-powhatan (1610-1646). Bacon propugnó la masacre y el exterminio total de las tribus indignas locales pero, en su lugar, el gobernador Berkeley inició una política de contención y construcción de varios fuertes a lo largo de la frontera de Virginia, pues prefería mantener sus privilegios económicos negociando pacíficamente con los nativos.

Finalmente, Nathaniel Bacon murió de disentería después de haber incendiado Jamestown. Su rebelión fue finalmente sofocada y aplastada por William Berkeley.

DIABETES E INDIOS NORTEAMERICANOS

Mollie Burkhart padece diabetes. Por la película y el libro que la inspiró no sabemos desde cuando, pero sí que se trata de una enfermedad avanzada. Las fotos reales que se conservan de ella nos muestran una mujer precozmente avejentada y de expresión taciturna, probablemente afectada de las complicaciones de la enfermedad, incluyendo insuficiencia renal


Las hermanas de Mollie: de izquierda a derecha Minnie, fallecida de una desconocida enfermedad debilitante, Anna, asesinada de un disparo en la cabeza, Mollie y Rita, asesinada en un atentado con explosivos


Sobre la prevalencia de la diabetes en las poblaciones indígenas estadounidenses, existen varios interesantes trabajos de investigación, estudiando en este caso a los indios pima, que recibieron este nombre en la época de la conquista española de Norteamérica, en el siglo XVI.


Indios pima

Originalmente habitaron a orillas de dos grandes cauces fluviales, el Río Grande y el Río Bravo, que fluyen por los territorios de los actuales estados de Arizona (EEUU), Sonora y Chihuahua (México).

Los pimas estadounidenses, al ir perdiendo sus tierras y modos de vida ancestrales, comenzaron a recibir excedentes alimentarios de las autoridades federales, una dieta basada en manteca de cerdo, harina blanca y carnes enlatadas, con los que llegaron a elaborarse recetas tradicionales con el paso del tiempo, como el pan frito con manteca.

Al perder sus esencias culturales, tal y como les ocurrió también a los Osage y demás tribus confinadas en reservas, la salud de sus descendientes se vio afectada por el desarraigo, el desempleo, el alcoholismo, las drogas y la criminalidad creciente.

La hiperglucemia (exceso de glucosa en sangre) es un trastorno metabólico que ha afectado tradicionalmente a los indios de estas regiones, tanto a los pimas como a los papagos.


 Joven de la tribu Papago o tohono o´odham

Sin embargo, sus primos hermanos mexicanos no padecen tanto los trastornos derivados de la obesidad, la hipertensión, el colesterol y demás riesgos cardiovasculares.

éstos presentan niveles inferiores de colesterol en sangre, así como índice de masa corporal (IMC) más equilibrados. Los expertos explican estas diferencias en base a una vida más tradicional y menos sedentaria, donde la dedicación a los trabajos del campo y a la ganadería exigen mayor duración y ejercicio físico más intenso.

Entre los pima de EEUU, alrededor del 45% de las mujeres y el 35% de los hombres padecen diabetes tipo 2. Dichos porcentajes descienden en los pimas mexicanos al 7% de las mujeres y el 5.6% de los hombres. De la población no indígena que comparte el territorio de los indios mexicanos, solamente el 5% de las mujeres padece esta patología, prácticamente indetectable entre los hombres.

A raíz de estas investigaciones, los expertos han concluido que:
  • el estilo de vida, la dieta y la actividad física son factores determinantes a la hora de compartir la diabetes tipo 2 y la obesidad.
  • constituyen un predictor más fuerte que la propia carga genética.
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A propósito de los abusos y crímenes que todavía siguen victimizando a las jóvenes mujeres indias estadounidenses en sus reservas, "Wind River" (Taylor Sheridan, 2017) se desarrolla en un inhóspito y gélido espacio donde Cory Lambert (Jeremy Renner), un agente del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, y Elizabeth Olsen (Jane Banner), una inexperta agente del FBI, tratan de desentrañar los misteriosos asesinatos de unas muchachas indias.



La insulina es una hormona anabólica esencial para el control de la glucosa. La diabetes puede aparecer cuando su síntesis es insuficiente o su respuesta celular resulta inadecuada. El tratamiento de la diabetes está dirigido a prevenir la hiperglucemia y sus complicaciones. La terapia con insulina es necesaria para todos los diabéticos tipo 1 y para algunos casos avanzados de diabetes tipo 2.

Además de sus fines terapéuticos, la insulina puede utilizarse en casos de dopaje e incluso con fines delictivos y suicidas. Su sobredosis resulta difícil de detectar y los síntomas iniciales de una hipoglucemia por sobredosis de insulina son poco específicos. La hipoglucemia se traduce en síntomas neurológicos, los principales relacionados con la excitación parasimpática: sudoración, temblores, taquicardia, ansiedad y hambre. En la película, podemos constatar algunos de ellos después de que a Mollie comiencen a suministrarle inyecciones de insulina.


Lily Gladstone es Mollie Buckhart

Si persiste aparecen otras manifestaciones neurológicas como confusión, mareos, cefalea, visión borrosa, perdida de la motricidad fina y alteraciones del habla, junto a convulsiones y pérdida de conocimiento.

Los pacientes hipoglucémicos pueden presentar también alteraciones de su comportamiento, con irritabilidad, ira irracional y agresividad.

En casos extremos puede desarrollarse una encefalopatía, con coma hipertónico, cuyas características son: dilatación de las pupilas, con baja reactivada, además de palidez y respiración profunda. Si la hipoglucemia es persistente se pueden producir secuelas neurológicas y al muerte del enfermos.

Formas atípicas de intoxicación por insulina pueden cursar con alteraciones psiquiátricas, edema pulmonar e infarto de miocardio.

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La terapia de choque con insulina, coma insulínico o cura de Sakel fue desarrollada entre 1928 y 1933 por el psiquiatra austríaco Manfred Sakel (1900-1957) para el tratamiento de la esquizofrenia: grandes dosis de insulina provocaban en el paciente psicótico un coma insulínico. Este tipo de tratamientos continuaron aplicándose a los pacientes psiquiátricos en las décadas de los 40 y 50, hasta la aparición de los fármacos neurolépticos.


Manfred Sakel (1900-1957)

Junto al metrazol y a la electroterapia, la cura de Sakel estaba incluida dentro de las conocidas como terapias de choque. Ejemplos famosos de películas que han presentado este lado oscuro de la psiquiatría son la mítica "Alguien voló sobre el nido del cuco" (Milos Forman, 1975) o la inquietante "Shutter Island" (Martin Scorsese, 2010)

ALCOHOL ADULTERADO

Los envenenamientos fueron frecuentes entre los más de 60 indios Osage asesinados durante el "Reinado del Terror". En el libro original y en la película se responsabiliza a las bebidas alcohólicas adulteradas de la muerte de varios indios osage. Recordemos que la acción se desarrolla en plena ley seca (ley Volstead) que prohibió la venta de bebidas alcohólicas en los EEUU entre el 17 ese enero de 1920 y el 6 de diciembre de 1933, una etapa que ha inspirado infinidad de películas de mafiosos y malhechores implicados en la fabricación clandestina y la distribución de bebidas alcohólicas.

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"La ley del hampa" (Josef von Sternberg, 1927) es reconocida como la primera película de gángsters que inauguró un subgénero cinematográfico que combinaría elementos delictivos tan característicos como alcoholismo, mafia, chivatos y represión carcelaria.


Cartel original de "La ley del hampa"

La implicación criminal de destiladores clandestinos, capitaneados por el antiguo campeón de rodeo Henry Grammer (Sturgill Simpson), estuvo indirectamente relacionada en la muerte de varios indios consumidores habituales de alcohol adulterado, como por ejemplo en los asesinatos de los alcohólicos Anna Kyle Brown (Cara Jade Myers) y Henry Roan (William Belleau), ambos eliminados por los secuaces de William Hale mediante disparos en la cabeza a traición.

Los principales alternantes del etanol son otras sustancias alcohólicas: el metanol, el propanol y el etilenglicol

El metanol es metabolizado en el hígado por las enzimas alcohol deshidrogenasa y aldehído deshidrogenasa. sus metabolitos son el formaldehído y el ácido fórmico. Concentraciones elevadas de ácido fórmico en sangre ocasionan una acidosis metabólica, que deteriora la salud de quienes han ingerido metanol: cefalea, mareos, náuseas, vómitos, afectación grave del nervio óptico (causante de ceguera), hepatitis y cirrosis hepática, y en los casos más graves, la muerte.

El etilenglicol se suele añadir a las bebidas alcohólicas adulteradas para provocar una embriaguez más rápida. También se mtaboliza en el hígado, produciendo determinados metabolitos que se excretan por vía renal formando cristales de oxalato cálcico. Los daños que provoca esta intoxicación son insuficiencia renal aguda, depresión del sistema nervioso e insuficiencia respiratoria, pudiendo resultar letal en los casos más graves.

No hemos encontrado en el libro y en la película de Scorsese referencias concretas sobre el supuesto veneno que le fueron administrando a Mollie Buckhart, probablemente mezclado con la insulina que le inyectaban, una medicación proporcionada por los hermanos Shoun, bajo la influencia del malvado William Hale.

Una hipótesis podría ser el envenenamiento con estricnina, un alcaloide derivado de las semillas del árbol Strychnos nux-vomica, las mismas de las que se extrae también otro alcaloide, la brucina, una potente neurotoxina de efectos parecidos a la estricnina pero menos intensos, que puede provocar intoxicaciones no solo por su ingestión, sino también por inhalación y contacto directo con la piel.


Strychnos nux vomica, "Phytographie Medicale" 
de Joseph Roques (1772-1850), publicada en 1821

La estricnina fue el primer alcaloide identificado en las plantas del género Strycnos, una amplia familia de especias distribuida por Asia, América y África. Es un potente veneno que se encuentra en la corteza y las semillas de estos vegetales.

Fue descubierta en 1818 por los químicos franceses Joseph Bienaimé Caventou y Pierre Joseph Pelletier, a partir de la planta Strycnos inatii, popularmente conocida como haba de San Ignacio, haba de Igasur o Ignatia amara, una planta venenosa rastrera y trepadora originaria de las Islas Filipinas, y que debe su nombre al fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola (1491-1556), pues fueron los jesuitas los que la trajeron a Europa por sus propiedades medicinales.


Strycnos Ignatii

Como anécdota, con el título de "El haba de San Ignacio", se publicó en 1892 en Madrid una comedia en prosa de tres actos compuesta por Enrique Gaspar, que se estrenó ese mismo año en el Teatro de la Comedia.

En algún tiempo, la estricnina se empleó como ingrediente en diversos tónicos y laxantes, y en medicina se empleó en el tratamiento del paro cardíaco, como antídoto en el envenenamiento por mordedura de serpientes y como analéptico.

Actúa como antagonista del receptor del GABA, que es el principal neurotransmisor inhibidor en el trono cerebral y la médula espinal. Precisamente, al competir don el GABA en sus receptores específicos, la estricnina provoca un exceso de la respuesta motora.

Los síntomas aparecen entre los 10-30 minutos de su ingestióninhalación nasal, y pueden durar hasta 12-24 horas. la rigidez muscular y los calambres dolorosos preceden a las contracciones musculares generalizadas, espasmos de los músculos extensores y opistótonos (posición anormal de una persona, con rigidez y arqueamiento de la espalda, con la cabeza estirada hacia atrás).

La orina de estos intoxicados suele ser oscura, debido a la rabdomiolisis y la mioglobinuria, que pueden provocar una insuficiencia renal aguda.

El rostro de la persona envenenada con estricnina puede mostrar una mueca forzada, conocida como risa sardónica, si bien no es patognomónica de esta patología, pues también puede ser causada por el tétanos, la enfermedad de Wilson y se ha objetivado también después de algunos ahorcamientos.

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Al respecto de la risa sardónica, en la película muda estadounidense "El hombre que ríe" (Paul Leni, 1928), una adaptación de la novela homónima de Víctor Hugo, contemplamos a un personaje con una sempiterna  sonrisa, que si bien no es realmente una risa sardónica, resulta sobrecogedora dentro de una historia de venganza ambientada a finales del siglo XVII, durante el reinado de Jacobo II de Inglaterra, protagonizada por Conrad Veidt como Gwynplaine y Mary Philbin como Dea.

Por su parte, "El Barón Sardónico" (William Castle, 1961) es una película de terror de serie B que nos cuenta la historia de Sardonicus (Guy Rolfe), un hombre que profana la tumba de su padre en la procura de un billete de lotería premiado. Para su desgracia, una maldición desfigurará su rostro, dejándole permanentemente un horrible rictus en forma de sonrisa deformada. Para liquidar el maleficio, acudirá al  Doctor Robert Cargrave (Ronald Lewis), un prestigioso médico londinense que intentará restaurar el aspecto original del desdichado protagonista mediante tratamientos experimentales.

Retomando las intoxicaciones por estricnina, conocemos que en dosis elevadas provoca una excitación de todo el SNC, con agitación, hipertermia, dificultad para respirar y convulsiones, pudiendo provocar incluso un fallo respiratoria, con hipoxia, hiperventilación y la muerte cerebral. Dosis mortales provocarían la contractura de los músculos respiratorios y la muerte por asfixia.

Y aunque en la actualidad no se emplea como medicamento, sigue presente en algunos pesticidas y rodenticidas.

Debido a sus particulares características físicas se emplea como adulterante de otras drogas como la cocaína y la heroína: polvo cristalino, de color blanco y sabor amargo, cuyas sales son solubles en agua.

LA HISTORIA DE KELSIE MORRISON

Sospechamos que la estricnina pudo haber estar implicada en muchos envenenamientos de los osage durante el Reinado del Terror. Entre sus múltiples personajes, el libro de David Grann y la película de Martin Scorsese nos cuentan la historia de un individuo notablemente implicado en la trama de asesinatos orquestada por Bill Hale: el infame Kelsie Morrison (Louis Calcemi)

Fue el autor material de la muerte de Anna Brown, una de las hermanas de Mollie Buckhart, asesinada de un disparo en la nuca y posteriormente abandonada en un arroyo.


Kelsie Morrison (Louis Calcemi) ante el lecho de muerte de su esposa Tillie (Karen Garlitz)

Después de divorciarse de su primera esposa osage, este perfido malhechor se casó con Tillie Stepson (Karen Garlitz), la viuda de William Stepson, un destacado as en las competiciones de derribo de novillos, supuestamente envenenado. Su objetivo era convertirse en el tutor de los dos pequeños hijos de Stepson, para controlar su valiosísimo patrimonio. Según las investigaciones del Bureau, Morrison le había confesado a uno de sus secuaces haber envenenado a Stepson.

Poco después de su matrimonio, Tillie comenzó a sospechar de su marido, sobre todo después de oírle hablar de los efectos de la estricnina. Antes de que pudiera revocar la tutoría de Morrison sobre sus hijos, murió también envenenada. Al contrario de otras muertes osage, el óbito de Tillie nunca llegó a ser investigado.

La confesión de Kelsie Morrison resultó determinante para encausar a Bill Hale y Ernest Burckhart por sus crímenes durante el Reinado del Terror.

OTROS ASESINATOS DE LOS OSAGE

El libro de David Grann nos cuenta como varios asesinos consiguieron despistar a los agentes especiales destacados por el Bureau de Hoover: en relación con las misteriosas muertes de gran número de indios, los autores del crimen primero los emborrachaban. Posteriormente hacían que un médico los examinara para diagnosticar la ebriedad, que en algunas ocasiones le inyectaba morfina al borracho.

Una vez el médico se ausentaba, los asesinos les inyectaban a sus indefensas víctimas  grandes cantidades de morfina debajo de la axila para provocarles la muerte, sin dejar huella. Todos estos fallecimientos se certificaban como intoxicaciones etílicas.

La mayoría de estos documentos encubrieron falsas muertes como "tisis", "enfermedades consuntivas" o "causas desconocidas".


Indios osage a principios del siglo XX (Library of Congress)

Como nota médica histórica debemos destacar que en el tratamiento del alcoholismo, en 1887 se empleaban en los casos agudos inyecciones hipodérmicas de amoníaco (licor), aplicadas en el dorso o en el epigastrio del paciente, una mezcla que llevaba 1 parte de amoníaco por 2-6 de agua. Como efectos secundarios se describían el enrojecimiento erisipeloide y el dolor.

En 1888, algunas pautas para el tratamiento de la intoxicación etílica aguda proponían desnudar al paciente, colocándolo en una habitación fresca, con la cabeza elevada. Mediante u vomitivo o una bomba gástrica se provocaba el vaciamiento del estómago, para evitar que el etanol continuara absorbiéndose. Y en esta caso se aplicaban inyecciones hipodérmicas de apomorfina, por su efecto emético. En los casos graves se llegaban a aplicar incluso sangrías.

Tal y como hacían los médicos de Oklahoma de la época, la morfina se empleó también para el tratamiento del delirium tremens.

martes, 3 de octubre de 2023

LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA


- Dr. Jeremy Stone: ¡No seas ridículo! El mapa solamente muestra lo que Andrómeda podría hacer en manos del enemigo.
- Dr Charles Dutton: ¿Enemigo? ¡Lo hemos hecho nosotros mismos!
- Dr Jeremy Stone: Tal vez, pero ya es demasiado tarde para organizar una protesta.
- Dra. Ruth Leavitt: Otro gran paso para la humanidad...

Según la mitología griega Andrómeda era la hija de los reyes de Etiopía, Cefeo y Casiopea. Cuando Casiopea provocó la ira de Poseidón al ensalzar la belleza de su hija por encima de las Nereidas, Cefeo se vio obligado a ofrecerla como sacrificio dejando a la joven desnuda y atada a una roca marina a merced del Ceto, un espantoso monstruo acuático marino asociado a los peligros del mar y de las criaturas que alberga.

Después de derrotar a la temible Medusa, Perseo, el heroico semidiós hijo de Zeus y Danae, quedó prendado de la magnificencia de Andrómeda y decidió liberarla matando al monstruo, para posteriormente convertirla en su propia esposa.

En el cine, el mito de Perseo ha inspirado varias películas: "Furia de titanes" (Desmond Davies, 1981), con Harry Hamlin como protagonista, y su homónimo remake (Louis Leterrier, 2010), con Sam Worthington encabezando su elenco. 

"La amenaza de Andrómeda" (Robert Wise, 1971) es un sugerente thriller tecnológico evocado por la novela homónima (1969) de Michael Crichton, y que en su día obtuvo dos nominaciones para los Óscar (mejor dirección artística y montaje), una a los Globos de Oro (mejor banda sonora de Gil Mellé) y otra para los Hugo (película dramática).

Tal y como comenta Ricardo Aldarondo en su magnífica monografía sobre Robert Wise conmemorativa del 53º Festival International de Cine de San Sebastián, el propio director prefería hablar de science-fact en lugar de science-fiction, al referirse en sus películas fantásticas a lo que realmente el futuro podría depararle a la humanidad.

Desde el punto de vista médico esta cinta ha suscitado nuestro interés al abordar cuestiones relacionadas con la microbiología, la epidemiología y el control metabólico del equilibrio ácido-base.

La Revista de Medicina y Cine de la Universidad de Salamanca publicó en 2010 una estupenda aproximación a este film firmada por Manuel Sánchez, del Grupo de  Biomedicina Aplicada de la Universidad Miguel Hernández (Elche - Alicante) titulada "Bioseguridad y armas biológicas: La amenaza de Andrómeda (1971)", de recomendable lectura.

CINEFILIA

Robert Wise comenzó a trabajar a los 19 años en la RKO, como ayudante en la edición de imágenes y sonido. Fue montador de la mítica "Ciudadano Kane" (Orson Welles, 1941), por lo que estuvo nominado al Óscar en esa categoría.


Robert Wise (1914-2005)

También colaboró con Welles en el montaje de "El cuarto mandamiento" (1942), tras lo cual decidió colocarse detrás de las cámaras como director, comenzando una dilatada carrera profesional que comenzó con "La venganza de la mujer pantera" (1944), aproximándose con notoriedad a infinidad de otros géneros cinematográficos, desde películas del oeste hasta cine de catástrofes, pasando por filmes policiacos, cine bélico, historias románticas, comedias musicales - como las doblemente oscarizadas "West Side Story" (1961) y "Sonrisas y lágrimas" (1965) -, clásicos del cine fantástico - como "El ladrón de cadáveres" (1945), comentada anteriormente en este mismo blog - y joyas de la ciencia ficción, entre las que cabría destacar "Ultimátum a la Tierra" (1951), "Star Trek, la película" (1979) y por supuesto "La amenaza de Andrómeda".

CINEFILIA

Michael Crichton fue un polifacético autor de best sellers, la mayoría historias de intriga que exploran avances científicos y tecnológicos del futuro. Se graduó en Medicina en Harvard para completar posteriormente su postgrado en el Instituto Salk de estudios biológicos de La Jolla (San Diego, California). Fue asimismo escritor visitante del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Con todo este bagaje cultural y profesional, en 1969 escribió "La amenaza de Andrómeda", lo que le llevaría a convertirse en padre del techno thriller. Además de la adaptación cinematográfica de Robert Wise, con guión del propio autor y Nelson Gidding, en 2008 se emitió como mini serie televisiva bajo la supervisión y producción de los hermanos Ridley y Tony Scott.

Su clarividencia también gestó otras novelas fantásticas llevadas exitosamente a las plantallas cinematográficas, como por ejemplo la aclamada serie de "Parque Jurásico" (1990) que daría lugar al fenómeno cinematográfico homónimo dirigido en 1993 por Steven Spielberg o la más irregular "Esfera" (Barry Levinson, 1998)

Michael Crichton (1942-2008)

Como curiosidad cinéfila, un joven y espigado Michael Crichton realizó un cameo en esta película, concretamente como uno de los ayudantes de quirófano del Dr. Mark Hall (James Olson)

LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA

Se ha escrito mucho sobre este film que supuso una punto de inflexión en su época. Fue así por numerosas razones. En primer lugar, por su trama científica. Recordemos que a principios de los 70, cuando se publicó la novela, apenas existían conocimientos sobre las mutaciones víricas.


Douglas Trumbull (1942-2022)

En segundo lugar, por sus excepcionales efectos especiales, a cargo de Douglas Trumbull, un pionero e inventor en este campo, cuya excelencia profesional contribuyó necesariamente al éxito de películas como "2001. Una odisea del espacio" (Stanley Kubrick, 1968), "Encuentros en la tercera fase" (Steven Spielberg, 1977) o "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982).

Los efectos especiales para concebir el germen espacial Andrómeda, fueron fundamentalmente artesanales, empleando imágenes superpuestas y efectos tridimensionales que costaron aproximadamente un cuarto de millón de dólares de la época.

Para esta ingeniosa tarea Trumbull contó con la inestimable colaboración del experto en informática y ordenadores James Shourt, entonces un técnico principiante y posteriormente asistente principal en la serie de "Star Wars" 


Sobre el sorprendente making off de esta película existe un excelente material adicional en alguna edición en DVD y en artículos especializados como "Richard H. Kline ASC, DF de "La amenaza de Andrómeda" (The Andrómeda Strain) de Rober Wise (1971)".

En tercer lugar, nos interesa por su intrigante historia, en apariencia sencilla: un selecto grupo de científicos debe enfrentarse a un desconocido agente que ha infectado el satélite espacial Scoop VII retronado a nuestro planeta en las inmediaciones del ignoto pueblo de Piedmont (Nuevo Méjico - en la novela Crichton lo sitúa en Arizona), de apenas algunas decenas de habitantes, capaz de exterminar a toda la población y al equipo militar que trata de recuperar el aparato, excepto a un recién nacido y a un viejo lugareño alcohólico.

Es entonces cuando  se activa el protocolo de seguridad del Proyecto Wildfire, y en unas instalaciones secretas se intentará desenmascarar al letal microorganismo con la finalidad de neutralizarlo y destruirlo.

Este ambicioso y oneroso plan (90 millones de dólares), diseñado por el Dr. Jeremy Stone (Arthur Hill), flamante Premio Nobel por sus investigaciones en el campo de la bacteriología, fue propuesto en 1969 al gobierno de los EEUU para estudiar posibles microorganismos espaciales que pudieran filtrarse a través de la atmósfera terrestre, así como los posibles antídotos para interceptarlos.

CINEFILIA

En la exitosa serie televisiva estadounidense de terror apocalíptico "The Walking Dead", a su vez inspirada en el cómic homónimo de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard, el virus que reanima a los muertos para convertirlos en zombies se llama Wildfire, por su imparable fuerza destructiva.

REALIDAD versus FANTASIA

El 23 de septiembre de 2023 varios medios de comunicación se hicieron eco de la negativa del gobierno estadounidense para autorizar el retorno a la Tierra de la cápsula espacial Varda W-1, aduciendo razones de seguridad estrictamente confidenciales.

Apenas 2 meses antes, la start up Varda Space Industries había lanzado al espacio este satélite a bordo del cohete Falcon-9, de la compañía privada Space-X. En realidad se trataba de un laboratorio diseñado para producir componentes farmacéuticos en condiciones de microgravedad.

El 30 de junio de 2023 consiguió cristalizar Ritonavir, un fármaco utilizado para el tratamiento del SIDA. Los argumentos aducidos por parte de la Fuerza Aérea y la Administración Federal de Aviación de los EEUU se ciñeron a estrictas razones de seguridad, riesgo e impacto del satélite.

¿Se imaginan que la Varda W-1 portase de vuelta a la Tierra algún microorganismo espacial parecido a Andrómeda? No se preocupen, esa ficción ya ha sido escrita. Y aunque nuestra intención no es descubrir el desenlace de esta película para quienes todavía no la hayan visto, quizás el origen de Andrómeda no sea, digamos, tan extraterrestre.

Simplemente recordar que desde que los seres humanos comenzamos en enviar satélites y naves al cosmos hemos tratado de no contaminar el espacio con nuestros gérmenes.

En 1959, mientras la NASA preparaba sus primeras misiones tripuladas al espacio, un protocolo propio exigía la esterilización completa de todo objeto que fuera a fijar al espacio. Primero recurrió a la industria alimentaria, con amplia experiencia en la prevención de contaminaciones. Pero, a pesar de que la aplicación de calor en altas temperaturas cumplió su objetivo, dañaba los componentes electrónicos.

En sentido contrario, en 1962 el eminente cosmólogo y astrofísico Carl Sagan advirtió de la remota posibilidad de que los astronautas portaran consigo en su retorno microorganismos letales capaces de destruir de la vida en nuestro planeta.


Carl Sagan (1934-1996)

De ahí la implantación la obligatoria cuarentena para los humanos y los objetos que regresaran a la Tierra desde el espacio, así como el empleo de cámaras de limpieza donde todo se esteriliza rigurosamente.

Curiosamente, más que las bacterias, hongos o virus, lo que más preocupa a los científicos espáciales eran las esporas bacterianas, como por ejemplo las del botulismo, que pueden permanecer en estado vegetativo hasta incluso 10 millones de años.

CINEFILIA

En una de las escenas de esta película escuchamos cómo la Dra. Leavitt (Kate Reid) se queja de los complicados sistemas de desinfección a los que deben someterse en el interior de Wildfire, uno de ellos empleando gas xenón.

La luz ultravioleta (UV), generada mediante lámparas de este gas, atraviesa las paredes celulares de bacterias, virus y esporas bacterianas. Esta radiación, dentro del microorganismo, genera una serie de daños que impiden su reproducción.

Este sistema es totalmente seguro, pues la luz UV no puede atravesar paredes, vidrios, plásticos ni ninguna superficie sólida.

Pero la radiación UV supone diversos riesgos para la salud, como la fotoqueratitis (ulceraciones corneales) siempre y cuando no se empleen gafas protectoras. Asimismo, en las capas más externas de la piel puede provocar eritemas semejantes las quemaduras producidas por sobrexposición a la luz solar, además de comprometer el sistema inmunológico humano.

Durante la reciente pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, se emplearon robots desinfectantes de  xenón pulsado LigthStrike® Xenex, capaces de eliminar en tan solo 2 minutos hasta un 99.99% de los coronavirus.

Retornando a la ficción, las autoridades gubernamentales encargaron la tarea de descubrir y neutralizar al agente microscópico un selecto equipo de destacados especialistas liderado por el mismísimo Dr. Stone, junto al Dr. Charles Dutton (David Wayne), eminente patólogo, la indómita Dra. Ruth Leavitt (Kate Reid) y el Dr. Mark Hall (James Olson), cirujano experto en la química de la sangre.

Arthur Hill, David Wayne, Kate Reid y James Olson

CINEFILIA

Cada vez que contemplamos esta película nos preguntamos qué nivel de éxito hubiera alcanzado en formato de superproducción de Hollywood al igual que aquellas películas de catástrofes tan de moda en los 70 protagonizadas por superestrellas como Charlton Heston, Steve McQueen, Paul Newman, Ava Gardner y William Holden, como por ejemplo lo hizo la casi coetánea y taquillera "El coloso en llamas" (John Guillermin, 1974)

LA HIPÓTESIS DEL HOMBRE EXTRAÑO DE ROBERTSON

Una de las múltiples curiosidades de la novela y la película hace referencia a esta hipótesis, que a pesar de ser inventada, parece muy plausible. Hace referencia a que ante una situación crítica, un hombre soltero sería el más capacitado para tomar las mejores decisiones.

En este caso se trataría de iniciar o suspender el mecanismo de autodestrucción nuclear del complejo Wildfire, si así fuera necesario.


El Dr. Marck Hall (James Olson) y la enfermera Karen Anson (Paula Kelly) con el bebé superviviente

En este film dicha responsabilidad recaerá en el Dr. Hall, el único soltero y sin hijos dentro del grupo de científicos de élite. Existe una escena que muestra los porcentajes de un supuesto estudio que apoyan dicha conjetura, un ingenioso intento para aportar mayor verosimilitud al asunto. Pero realmente esta hipótesis nunca ha existido: sentimos desilusionar a los solteros. Y a los casados.


Aún a costa de revelar la intríngulis de este film, para los que todavía no lo han visto (spoiler), y como éste es un blog que explora las habituales conexiones entre los universos dude la Medicina y el Cine (o viceversa), es fundamental recordar que el grado de acidez o alcalinidad de cualquier solución se establece mediante la escala de pH, que oscila desde 0 para los ácidos más fuertes, hasta 14 para las bases o álcalis más fuertes.

El centro de la escala de pH lo ocupa el valor 7. Por lo general, nuestro organismo mantiene el pH sanguíneo en torno a 7.40. Si se encuentra entre 7.35 y 7.45, decimos que es ligeramente básica.

Los médicos evaluamos el equilibrio ácido-base midiendo el pH sanguíneo y los niveles de dióxido de carbono (un ácido) y bicarbonato (una base).

La alcalinidad de la sangre se incrementa cuando la concentración de ácido disminuye o cuando aumenta la concentración de bases.


 El complejo equilibrio ácido - base

Nuestro organismo ha desarrollado diversos mecanismos para regular el equilibrio ácido-base en la sangre, mediante la intervención de los pulmones, los riñones y los sistemas estabilizadores del pH:

  • Pulmones: liberando dióxido de carbono (CO2), producto de deshecho del metabolismo celular. Nuestro cerebro regula el volumen de CO2 controlando la velocidad y la profundidad de nuestra respiración (ventilación). En consecuencia, el pH sanguíneo se alcaliniza cuando nuestra respiración se hace más rápida y profunda.
  • Riñones: actúan modificando la cantidad de ácidos o bases que eliminan, pero su mecanismo de adaptación tarda más en ponerse en funcionamiento que el de los pulmones, demorándose dicha compensación varios días.
  • Sistemas estabilizadores: como el ácido carbónico, un ácido débil formado a partir del dióxido de carbono, y los iones bicarbonato (la base débil correspondiente).

En la película contemplamos cómo el Dr. Hall descubre que el agente mortal bautizado como Andrómeda solamente es capaz de sobrevivir en la sangre de los dos supervivientes dentro de un estrecho margen de pH: si la sangre está acidificada, como en el caso del anciano alcohólico, el Sr. Jackson (George Mitchell) - o alcalinizada, como en el caso del bebé que llora constantemente, hiperventilando sus pulmones gracias a su respiración acelerada, el microorganismo no subsiste.

El pequeño en cuestión, de origen mejicano, se llama Manuel Rios (Robert Soto). Como curiosidad cinéfila reseñar que siete años más tarde, apareció como uno de los pacientes hospitalizados en en "El regreso" (Hal Ashby, 1978).


La propia Dra. Leavitt descubrirá cómo Andrómeda es incapaz de crecer en un medio de cultivo alcalino, si bien en primera instancia este dato le pasará desapercibido debido al cansancio provocado por tantas horas de investigación ininterrumpida y al padecimiento de un tipo de epilepsia fotogénica, provocada por la exposición a los haces intermitentes de luz coloreada en su laboratorio.

SQUEEZE

Al recuperar el conocimiento, el viejo borracho le cuenta al Dr. Hall que parece una úlcera gástrica sangrante desde hace dos años, y que toma regularmente Aspirina® para tratar el dolor.

Beodo empedernido, sus niveles de alcohol (y por lo tanto su acidez sanguínea) se mantienen a base de squeeze, una mezcla de etanol y metanol, como la de la  marca comercial Sterno®, habitualmente conocida como calor enlatado, ojo rojo o dama sonrosada. Se trata de un combustible gelificado constituido por etanol y metanol que se vende en latas.

Al encender la lata se produce una llama de baja intensidad que suele emplearse fundamentalmente para calentar alimentos. Aunque no es apto para el consumo humano, durante la Ley Seca se hizo popular en EEUU entre las clases más desfavorecidas. El gel se colocaba en una gasa o un calcetín, se exprimía y se filtraba para conseguir alcohol líquido, que luego se mezclaba con zumo de frutas para fabricar el llamado jugo de la selva.

Como dato adicional destacar que la reconocida banda de blues y rock "Canned Heat", formada en Los Ángeles en 1965, tomó su nombre del tema "Canned Head Blues" del bluesman Tommy Johnson, compuesta en 1928, la triste historia de un desesperado alcohólico consumidor de Sterno®.


A lo largo de su evolución, el ser humano ha ido desarrollando su capacidad para metabolizar el
etanol, y en mucha menor medida pequeñas cantidades de metanol, popularmente conocido como alcohol de quemar. Ambos son muy similares en apariencia y olor. Cantidades tóxicas de metanol pueden aparecer cuando la destilación del etanol es deficiente o cuando se añade intencionadamente para adulterar las bebidas.


En el
metabolismo del etanol intervienen varias vías: la más común es la de las enzimas alcohol deshidrogénasa (ADH) y aldehído deshidrogénala (ALDH), que transforman el etanol en acetaldehido; éste a su vez se metabóliza en acetato, que finalmente se descompone en agua y dióxido de carbono para ser eliminado del organismo.

Asimismo, otras enzimas como el citocromo P450 2E1 (CYP2E1) y la catalasa, descomponen el etanol en acetaldehido. El CYP2E1 sólo se activa cuando la persona ha consumido gran cantidad de alcohol, mientras que la catalasa sólo metaboliza pequeñsa cantidades de etanol.

Finalmente, cantidades mínimas de alcohol también se eliminan mediante su unión con los ácidos grasosformando ésteres etílicos de ácidos grasos (FAEE), que contribuyen notablemente al daño del hígado y del páncreas.


Por su parte, el envenenamiento por metanol surge cuando un prójimo consume cantidades excesivas del mismo, que termina metabolizándose en
ácido fórmico y formiatos, sustancias con capacidad para acumularse en el organismo provocando efectos tóxicos y mortales: visión borrosa, ceguera, acidosis metabólica y muerte por fallo respiratorio.

El periodista y escritor ourensano Fernando Méndez, con el que me une una estrecha amistad, publicó en 2013 una obra reveladora "Metílico: 50 años envenenados", cuya lectura recomendamos encarecidamente, donde describe paso a paso el envenenamiento por metanol que provocó en pleno franquismo decenas de víctimas, principalmente en Canarias y Galicia, a consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas adulteradas con metanol, en una historia digna de ser llevada a la gran pantalla.


Fernando Méndez


Una de las características de la infección por Andrómeda es su diseminación desde los pulmones para provocar una coagulación intravascular diseminada (CID) que convierte literalmente en polvo la sangre de las víctimas, por lo que nunca llegan a desangrarse.

En la realidad, algunos procesos infecciosos, inflamatorios o enfermedades, como por ejemplo el cáncer, pueden provocar una activación anormal de las proteínas encargadas de formar coágulos sanguíneos, que en condiciones normales son necesarios para controlar una lesión hemorrágica.


Factores predisponentes 
de la CID podrían ser reacciones transfusionales, leucemias, pancreatitis, septicemia (especialmente por determinadas bacterias y hongos), enfermedades hepáticas, complicaciones posparto (como la retención de la placenta), quemaduras y traumatismos craneales graves, e incluso procedimientos quirúrgicos y anestésicos recientes.


La novela de Robert Crichton y la película de Robert Wise plantean una cuestión que durante décadas ha sido debatida por los más eminentes científicos: la posible existencia de vida inorgánica.

Michael Crichton escribió el borrador de esta novela cuando todavía era estudiante de medicina, inspirándose en la conversación mantenida con uno de sus profesores sobre formas de vida basadas en cristales.

Mientras vivió en el Reino Unido, también le influyó notablemente la lectura de la novela "The Ipcress file" (Len Deighton, 1962) y que a su vez inspiro la película británica homónima de Sidney J. Furie protagonizada por Michael Caine.


En líneas generales, todos los organismos terrestres existen gracias a cuatro macromoléculas basadas en el carbono:
  • ADN, que codifica la información del ser vivo.
  • Proteínas, con funciones estructurales y de comunicación química.
  • Lípidos, que también conforman las estructuras celulares y almacenan energía.
  • Carbohidratos, fuente de energía.
Por supuesto también pueden existir necesidades de otras sustancias inorgánicas, pero, sin una estructura de carbono, el resto de los elementos orgánicos no se podrían ensamblar para formar seres vivos tal y como los conocemos.

Gracias a sus propiedades químicas y el tamaño reducido de sus átomos, el carbono puede forman gran variedad de sustancias. De los 12 millones de compuestos químicos conocidos, 10 millones son moléculas orgánicas. Por ello se convierte en el candidato ideal y necesario para la diversidad química que necesita la vida.

Solamente el silicio, como el carbono, puede formar cadenas de átomos lo suficientemente largas como para codificar información biológica en su interior. Pero sus propiedades, al ser distintas, limitan enormemente su capacidad de generar vida. Las moléculas complejas basadas puramente en silicio, como los asílanos, son mucho más inestables que los de carbono, sobre todo en ambientes ricos en agua y oxígeno.

En la naturaleza, el silicio suele encontrarse unido al oxígeno formando dióxido de silicio (SiO2), una sustancia inerte, dura, sólida e insoluble, el compuesto que conforma el vidrio y el cuarzo.

Sin embargo, hay compuestos de silicio solubles en nitrógeno líquido, lo que le convierte en el mejor candidato para formar vida en mundos muy fríos y sin oxígeno. Es posible que existan ambientes en otros planetas muy distintos a los de la Tierra donde moléculas basadas en el silicio tengan más éxito que las orgánicas para formar precursores de formas diferentes de vida.



Pero ¿por qué la vida se forma básicamente a partir del carbono y no del silicio, cuando éste tiene propiedades muy parecidas y es el segundo elemento más abundante en la Tierra, después del oxígeno?

Desde 2016 no hace falta mirar al espacio para buscar vida extraterrestre basada en este elemento. Investigadores del Instituto Tecnológico de California (Caltech), dirigidos por Frances H. Arnold, publicaron en la revista Science un artículo demostrando que se puede conseguir que seres vivos produzcan componentes de vida basados en silicio. Concretamente, crearon una enzima capaz de producir enlaces entre el carbono y el silicio, lo que quizás permitirá crear medicamentos, como los dendrímero carbosilanos, y otro tipo de novedosas aplicaciones.

Concretamente consiguieron modificar una enzima ya existente e introducirla en una bacteria que habita en las aguas termales de Islandia para que produzca moléculas de carbono-silicio.


Hace años que otros investigadores han venido utilizando diferentes métodos químicos para crear compuestos de carbono-silicio para obtener catalizadores y enzimas de interés industrial. Sin embargo, los trabajos de Caltech consiguieron hacerlo empleando una metodológía puramente biológica.

En la película, la estructura de Andrómeda es bastante simple: hidrógeno, carbono, nitrógeno y oxígeno; pero los análisis no detectan ni aminoácidos, ni enzimas, ni proteínas ni ácidos nucleicos.

El equipo del Dr. Stone descubre con perplejidad que Andrómeda funciona como un mini reactor nuclear, siendo capaz de transformar la energía en materia. De esta manera consigue reproducirse sin consumir recursos, nutriéndose únicamente de energía, y su letalidad provocaría una pandemia de monstruosas consecuencias si finalmente, para eliminarlo, se pusiera en marcha el mecanismo nuclear de autodestrucción de Wildfire.

BIENESTAR ANIMAL

Es ésta otra de las cuestiones innovadoras de esta película. En varias secuencias contemplamos como los científicos emplean ratas de laboratorio y macacos en sus intentos de detectar tanto el organismo causante como su vía de diseminación (aérea).

"La amenaza de Andrómeda" se vio envuelta en una enorme polémica debido a las escenas donde un macaco cae fulminado al ser supuestamente expuesto al agente letal. Para rodarlas, y aparentar que el mono verdaderamente muere, la productora contó con el asesoramiento y la superivisón de la Sociedad Protectora de Animales.



Durante el rodaje, el mono de colocó dentro de una caja con aire. A su vez, dicha caja se situó dentro de una habitación con CO2. Fuera de plano, pero dentro de la misma habitación, estaba el asistente de dirección James Fargo, respirando normalmente gracias a una máscara de oxígeno que portaba junto a otra más pequeña y adicional para el pequeño mono. 

Cuando éste quedó expuesto al CO2 y respiró unas cuantas bocanadas del mismo, perdió el conocimiento, dando la impresión de una muerte aparente. La escena se cortó y el operario aplicó inmediatamente oxígeno al macaco para reanimarlo y no provocarle daño alguno. Esta escena se rodó en una toma única, sin posibilidad de edición.


Queremos pensar que el mismo procedimiento se siguió con las ratas de laboratorio.

EL EQUIPO TÉCNICO ASESOR

En los créditos iniciales se hace mención a varios asesores, como el Dr. Richard GreenGeorge HobbyWilliam Koselka.

Asimismo el Dr. Green fue asesor de otros filmes como "Génesis II" (John Llewellyn Moxey, 1973), "Star Trek II: la ira de Khan" (Nicholas Meyer, 1982) y "Star Trek III: en busca de Spock" (Leonard Nimoy, 1984).

Tanto el prestigioso California Institute ot Technology (Caltech) como el Jet Propulsion Laboratory  de la NASA prestaron soporte científico a esta película.


En España existe la Red de Laboratorios de Alerta Biológica creada en 2009. Se trata de una infraestructura científico técnica formada por una serie de laboratorios especializados en microbiología, con la finalidad  de apoyar al Sistema de Seguridad Nacional ante riesgos y amenazas por agentes biológicos.

A través del Instituto Carlos III, su dirección corresponde al Ministerio de Ciencia e Innovación, y estaría preparada para actuar ante la dispersión intencionada de agentes biológicos por agresiones no estatales como ante la liberación accidental de los mismos, desempeñando funciones de seguridad biológica en áreas como la salud humana, la sanidad ambiental, la seguridad alimentaria, la sanidad animal y vegetal.


En la actualidad la red está conformada por
12 laboratorios de referencia con instalaciones de alta seguridad biológica y un laboratorio colaborador.

Sin querer descubrir el desenlace de "La amenaza de Andrómeda", director y escritor nos hacen reflexionar sobre los peligros de un microorganismo de tan peligrosas características, de origen extraterrestre o diseñado específicamente en nuestro planeta como letal arma biológica.

CINEFILIA

En este aspecto, mencionar el Proyecto Punta de Flecha que aparece en "La Niebla"  (Frank Darabont, 2007), inspirada en la novela homónima de Stephen King, un experimento militar aparentemente destinado a crear una ventana trans-dimensional para supuestamente explorar otras dimensiones. Una tormenta accidental libera una extraña niebla y unas terroríficas criaturas que desatan el pánico en la pequeña comunidad de Shaymore, en Maine (EEUU).


LA CONSTRUCCION DEL SET DE RODAJE

El director artístico y diseñador de producción Boris Leven fue uno de los más estrechos colaboradores de Robert Wise a largo de su prolífica carrera cinematográfica. Juntos trabajaron también en "West Side Story" y "Sonrisas y lágrimas".


El diseño de la 
estación Wildfire es fruto de la extraordinaria creatividad de Leven, con 5 plantas subterráneas de diferentes colores que progresivamente irán recorriendo  los 4 científicos protagonistas hasta el último y más estricto nivel de esterilización para desentrañar los misterios de Andrómeda. 

LA BANDA SONORA

Fue encargada al polifacético artista, músico de jazz y compositor musical Gil Mellé, autor de las carátulas de algunos álbumes de Miles Davis, Thelonius Monk y Sonny Rollins, que además trabajó como músico de sesión para los prestigiosos sellos Blue Note y Prestige.


El empleo de varios instrumentos clásicos distorsionados y otros electrónicos y sintetizadores, algunos ideados por el propio compositor, contribuyeron a resaltar este inquietante Tecno-thriller de Robert Wise.


Los comienzos cinematográficos del director de fotografía Richard H. Kline abarcan ciertas semejanzas con los del propio Robert Wise. Mientras Wise comenzó a trabajar a los 19 años en la RKO como ayudante de edición de imágenes y sonido, el padre de Richard Kline, el director de fotografía Benjamin H. Kline, le consiguió un trabajo en los estudios de la Columbia, después de finalizar el bachillerato con apenas 16 años de edad.

Kline fue uno de los pioneros a la hora de transitar con éxito desde el formato clásico y casi teatral de los primeros años de Hollywood hasta el uso de la fotografía en color, introduciendo el uso de la luz rebotada, reflejada o indirecta para aportar mayor naturalidad a sus trabajos.


Posteriormente, las carreras profesionales de Robert Wise y Richard Kline volverían a confluir en "Sonrisas y lágrimas" y "Star Trek: la película".

El trabajo innovador de Robert Kline en "La amenaza de Andrómeda" se circunscribe al uso de la pantalla partida, un recurso habitualmente empleado en el cómic mediante la yuxtaposición de encuadres dentro del mismo plano, no para mostrar varias acciones simultáneamente, sino para relacionar conceptos entre si, a modo de viñetas.

El mismo recurso de la pantalla partida fue asimismo empleado por Kline en las taquilleras "El estrangulador de Boston" (1968) y "Cuando el destino nos alcance" (1973), ambas dirigidas por Richard Fleischer.


La paranoia colectiva vivida en los EEUU durante el aciago periodo político del macartismo tuvo como contrapartida la proliferación de títulos cinematográficos durante la década de los años 50, donde la humanidad debía hacer frente a todo tipo de advertencias e invasiones extraterrestres.

Una de las más aclamadas fue precisamente "Ultimátum la Tierra" (Robert Wise, 1951). Pero existieron más maravillas, como "Vinieron del espacio" (Jack Arnold, 1953), inspirada en un relato del inolvidable Ray Bradbury.

Tanto "La invasión de los ladrones de cuerpos" (Don Siegel, 1956) como sus remake posterior "La invasión de los ultrapuertos" (Philip Kaufman, 1978) están basadas en la novela homónima de Jack Finney, en las que unas formas orgánicas alienígenas (esporas en la primera y semillas en la segunda) pretenden apropiarse de los humanos para garantizarse su supervivencia mientras aniquilan nuestra civilización.