domingo, 28 de noviembre de 2021

VEREDICTO FINAL

- "No hay otros casos. Éste es el caso"

Frank Galvin (Paul Newman) en "Veredicto final" (Sidney Lumet, 1982)

En nuestra modesta opinión, a Paul Newman le dieron un Oscar por su interpretación de Eddie Relámpago Felson en "El color del dinero" (Martin Scorsese, 1986) debido al mero remordimiento de conciencia de la Academia de Hollywood por no haber premiado otras impresionantes interpretaciones suyas a lo largo de su anterior carrera.

Si se nos permite la licencia, pondremos solamente dos ejemplos: el joven Eddie Felson de "El buscavidas" (Robert Rossen, 1961) o el tenaz Cool Hand Luke de "La leyenda del indomable" (Stuart Rosenberg).

Y llegado el caso, por qué no, también hubiera merecido los máximos honores de Hollywood por su papel en "Veredicto final" (Sidney Lumet, 1982).

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Precisamente "La leyenda del indomable", comentada anteriormente en este mismo blog a propósito de la legendaria panzada de huevos cocidos, podría haber inspirado la afición del protagonista, el pertinaz abogado Frank Galvin (insistimos, sensacional Paul Newman) por el producto de las gallinas.

A lo largo de este film contemplamos a Galvin consumiendo huevos cocidos en el bar de Jimmy (Burtt Harris), e incluso verter una clara y una yema crudas dentro de una jarra de cerveza, que a continuación se bebe de un solo trago.

Esta costumbre proviene de una vieja tradición colonial británica. si bien en aquel caso se trataba de un huevo en escabeche, con la finalidad de proporcionarle más cuerpo a la cerveza, lo mismo que ocurriría al incorporar un toque de vinagre balsámico a esta bebida.

Algunos entendidos en la materia confirman que un huevo crudo en la cerveza es la mejor cura para la resaca, circunstancia mucho mas acorde con el lamentable estado del alcohólico abogado en las escenas iniciales de esta película.

En este aspecto, y como anécdota del rodaje, el propio Paul Newman sugirió a su director que su personaje empleara un colirio para tratar el enrojecimiento ocular provocado por sus constantes borracheras.

Por la narración de otros personajes, nos vamos enterando de las tribulaciones de Galvin, abogado vocacional embarrancado en su vida profesional y personal por culpa de una injusticia de su pasado, cuando trabajaba en el bufete de su suegro, un célebre legalista. Acusado falsamente de la compra de un miembro de un jurado, comenzará su particular descenso a los infiernos, suspendido temporalmente de su ejercicio profesional y con su vida sentimental liquidada tras su divorcio. 

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El escenario donde Frank Gavin bebe y juega al pinball es realmente el  cinematográfico Vazac´s Horseshoe Bar, con su característica barra circular y sus cristaleras de colores, en el neoyorkino East Village, haciendo esquina justo enfrente de Tompkins Square.


Por esta misma localización deambularon, entre otros Al Pacino en "Serpico" (Sidney Lumet, 1973) o Mickey Rourke en "El corazón del ángel" (Alan Parker, 1987), y se rodaron escenas inolvidables, como el frustrado asesinato de Frankie Pentangelli (Michael V. Gazzo) por los hermanos Rosato en "El padrino II" (Francis Ford Coppola, 1974).

CLAROS Y SOMBRAS: CARAVAGGIO

En este aspecto, simplemente destacar el maravilloso retrato en claroscuro mediante el cual Sidney Lumet nos anticipa lo que será el protagonista durante los créditos iniciales.

En sus propias palabras, quiso experimentar con su director de fotografía iluminaciones muy directas calientes, inspiradas en Caravaggio, máximo representante del tenebrismo en el siglo XVII, estudiando cómo este genial artista trataba la luz y separaba los planos.

"Caravaggio" (Derek Jarman, 1986)

Por eso destacamos la dirección de fotografía de Andrzej Bartowiak, que previamente había trabajado en "El príncipe de la ciudad" (Sidney Lumet, 1975), junto al guionista Jay Presson Allen, a su vez colaborador sin acreditar de David Mamet en su adaptación de la novela original "El veredicto" (1981, Barry Reed), para el guión de esta película.

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Para el papel protagonista se barajaron diversos candidatos, desde Robert Redford, que rechazó la oportunidad al tratarse de un alcohólico, hasta el mismísimo Frank Sinatra, que sin embargo se ofreció gratis cautivado por tan singular personaje, pasando por otras opciones como Jon Voigt, William Holden, Roy Scheider e incluso Cary Grant. La acertada decisión final de Lumet está a la vista.

EL PROBLEMA MÉDICO

Desde el punto de vista médico contemplamos un drama judicial cuyo argumento central gira alrededor de una negligencia profesional, un accidente anestésico cometido por los facultativos que atendieron a Deborah Ann Kaye (Susan Benenson), una joven paciente ingresada para dar a luz el 12 de mayo de 1976 en el Hospital St. Catherine Labouré, institución dependiente de la Archidiócesis de Boston, administrada por el obispo Brophy (Edward Binns).


James Mason es el taimado Ed Concannon

Este hospital lleva el nombre de Santa Catalina Labouré, la santa francesa perteneciente a la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que consagró su vida al cuidado de los ancianos, enfermos y menesterosos.


Santa Catalina Labouré (1806-1876)

Durante 6 años, Deborah Ann permaneció en estado vegetativo, conectada a un respirador artificial. Habiendo reconocido previamente el error cometido por el anestesista jefe, Dr. Towler (Wesley Addy), autor de un prestigioso tratado sobre la especialidad, junto al obstetra Dr. Sheldon S. Marks, la iglesia de Boston y el gestor del hospital, Joseph Alito (Ken Broadhurstcontratan al bufete del influyente abogado Ed Concannon (James Mason), intentando  ofrecer a la única familia de la paciente, su hermana Sally (Roxanne Hart) y su cuñado Kevin (James Handy), una sustanciosa indemnización de 210000 dólares, mediante un acuerdo extrajudicial que Frank Galvin rechaza contra todo pronóstico, convencido de llevar adelante el pleito por razonas éticas y morales, por encima de las meramente económicas.


Paul Newman, Sidney Lumet y Lindsay Crouse durante el rodaje

La conciencia del abogado y su compromiso ético con su cliente, que ni siquiera puede hablarle, se despierta cuando toma unas fotografías de la paciente con una cámara instantánea, y las deposita sobre la cama del hospital. 

Contrasta con su propio comportamiento moral durante las primeras escenas de la película, cuando haciéndose pasar por un amigo del difunto, visita los velatorios para dejar una tarjeta de vista, a la búsqueda desesperada de una posible clientela.


Milo O´Shea es el juez Hoyle

Por si fuera poco, la mutua aversión entre el abogado y el arbitrario juez Hoyle (Milo O´Shea) encargado del caso, contribuyen a ensombrecer todavía más el complicado veredicto final en contra de Galvin y sus defendidos.

En la recuperación del abogado alcohólico resulta crucial Mickey Morrisey (Jack Warden), antiguo socio de Galvin y el encargado de estimularlo para que retome el caso de Deborah Ann, aparcado desde hacía más de un lustro.

Jack Warden es Mickey Morrisey

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Edward Binns y Jack Warden son también recordados por su participación como los jurados nº 6nº 7 en el  legendario drama judicial "12 hombres sin piedad" (Sidney Lumet, 1957).

EL CASO DE KAREN QUINLAN

Aunque el debate permanecía vivo y candente en la sociedad estadounidense, ni el libro original ni el guión de la película se inspiraron realmente en la trágica historia de Karen Ann Quinlan, la chica de 21 años que en 1975 sufrió un coma irreversible provocado por una aspiración accidental de sus propios vómitos, tras una grave intoxicación de alcohol y barbitúricos.


Karen Ann Quinlan (1954-1985)

Conectada permanentemente a un respirador artificial, su caso desencadenó una polémica mundial cuando sus propios padres solicitaron a los jueces su desconexión de los equipos de soporte vital. Finalmente, cumpliendo el mandato judicial, los médicos procedieron a ello. Pero, ante la mayor de las sorpresas, Karen continuó respirando espontáneamente, permaneciendo en estado vegetativo durante 9 años más, hasta su fallecimiento. A raíz de este acontecimiento, desde entonces se han constituido los comités de ética hospitalaria.

NEGLIGENCIA MÉDICA

Una de las cuestiones médicas abordadas en esta película es la aspiración pulmonar del contenido gástrico por parte de Deborah Ann Kaye, una complicación anestésica muy poco frecuente pero de graves consecuencias, como por ejemplo una neumonitis y una insuficiencia respiratoria aguda.


Dr. Curtis Lester Mendelson (1913-2002)

En 1946, el obstetra y cardiólogo estadounidense, Dr. Curtis L. Mendelson, describió 60 casos de aspiraciones pulmonares en una serie de mujeres que habían recibido anestesia general durante sus partos. A raíz de estos hechos, diseño un modelo animal donde reprodujo los efectos en el organismo de los diferentes tipos de material aspirado (fluido/sólido, ácido/alcalino).

Desde entonces, la aspiración pulmonar de contenido gástrico ácido, provocada por la abolición de los reflejos laríngeos, se denomina en su honor síndrome de Mendelson. Sus recomendaciones para la prevención y tratamiento del mismo modificaron esencialmente la práctica anestésica preoperatoria.


Wesley Addy es el Dr. Towler

Los principales factores de riesgo hacen referencia al contenido gástrico residual del paciente que se va a anestesiar (que no debe superar los 25 ml) así como el pH de sus jugos gástricos (mayor riesgo por debajo de 2.5).

Supuestamente, en la película, ni el anestesista ni el ginecólogo comprobaron el contenido gástrico de Deborah Ann, que acababa de ingerir una comida tan sólo una hora antes de la intervención.

También existieron errores en su monitorización cardiopulmonar, pues la joven presentó signos de hipoxia aguda y una parada cardiorrespiratoria, lo que provocó su estado vegetativo irreversible y la pérdida de su hijo.

Uno de los argumentos de Frank Galvin es que el denominado código azul, de alerta en el quirófano por el estado de la paciente, no funcionó correctamente: Deborah Ann sufrió una hipoxia cerebral prolongada, sin que ningún médico lo remediara.

Según el Dr. Towler, la anemia gestacional que padecía contribuyó a que el tiempo de hipoxia necesario para provocar su coma irreversible pudiera ser de apenas un par de minutos.

CÓDIGO AZUL

Se trata de una sistema de alarma destinado al manejo de los pacientes en paro cardiorrespiratorio. El grupo de profesionales implicado, con funciones previamente asignadas, debe estar bien entrenado para saber qué hacer en cada momento.

En el caso de Deborah Ann, nunca llegó a funcionar; de ahí la acusación de negligencia médica.

EL VEREDICTO FINAL

Con todo en contra y nada a su favor, mientras intenta superar su afición por la bebida, el protagonista va perdiendo progresivamente el apoyo de sus clientes y de sus testigos más importantes, como el Dr. Gruber (Lewis Stadlen) y la enfermera Maureen Rooney (Julie Bovasso), desamparado por el testimonio del Dr. Thompson (Joe Seneca), el veterano médico de color que supuestamente debería consolidar sus argumentos durante el juicio, Frank Galvin descubre la traición de Laura Fischer (Charlotte Rampling), su enigmática amante, en realidad una abogada contratada por el artero Concannon para socavar su trabajo.


Paul Newman y Charlotte Ramplig en "Veredicto Final"

En la resolución final del jurado resulta crucial la declaración de la enfermera Katlin Costello Price (Lindsay Crouse) y sus anotaciones en la hoja de ingreso de Deborah Ann en el hospital católico.

Cuando se rodó la película, Lindsay Crouse era todavía esposa del guionista, David Mamet. Curiosamente su fecha de nacimiento, el 14 de mayo, coincide con la data del ingreso hospitalario de Deborah Ann en la ficción.


  Lindsay Crouse es la enfermera Kaitlin Costello Price

CINEFILIA

"Negligencia médica" (Harry Winer, 2002) es un telefilm que nos cuenta la historia de la Dra. Linda Peeno (Laura Dean), cuando descubre la existencia de un innovador seguro médico que obtiene grandes beneficios priorizando a los pacientes con recursos frente a los más pobres.

Destapada la injusticia, decide testificar a favor de los pacientes damnificados por la aseguradora, enfrentándose a todo tipo de riesgos y dificultades.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

celso blanco alvarez, el serpico orensano; don mariano loriente chinchilla victima de una mafia policial

Anónimo dijo...

eva armesto gonzález....¿arrancada de caballo andaluz, parada de burro manchego?

Anónimo dijo...

celso blanco alvarez y mariano loriente chinchilla, victimas de mafias policiales