jueves, 16 de diciembre de 2021

PHILADELPHIA


- “Este caso no trata sólo del SIDA, ¿sabe?, ¡así que hablemos de lo que trata realmente!: del odio del público en general, de nuestra repugnancia, nuestro temor, a los homosexuales. Y de cómo ese clima de odio y temor desembocó en el despido de este homosexual en particular: mi cliente, Andrew Beckett.”

John Miller (Denzel Washington) en "Philadelphia" (Jonathan Demme, 1993)

El 14 de diciembre de 1993 tenía lugar la premiere de "Philadelphia" (Jonathan Demme, 1993) en Century City, California, acontecimiento que se repetiría 2 días más tarde en Nueva York. En las Navidades de ese mismo año, en pases de acceso restringido fue proyectada otras dos veces, hasta su estreno oficial en Estados Unidos, el 14 de enero de 1994. En España, fue estrenada el 11 de marzo de 1994

Y aunque han transcurrido casi 3 décadas desde entonces, actualmente 37.7 millones de personas conviven con el SIDA, de las que poco mas de 28 millones tienen acceso a la terapia antirretroviral.

Esta es una película que queríamos afrontar desde hace tiempo, pero que por cuestiones de diversa índole fue siendo aparcada sucesivamente, tal vez debido a su incuestionable popularidad, dado el revuelo desatado en su día al afrontar las consecuencias de esta patología dentro de la comunidad homosexual masculina, con todos los tópicos y tabúes de aquella sociedad, y que en cierta manera, todavía perduran.

Y sobre estas cuestiones, en todo este espacio de tiempo, se han escrito multitud de críticas y ensayos sobre ella.


Tom Hanks y Denzel Washington

Muchos han criticado que Hollywood tardara 10 años en producir una película que abordara los estigmas de la homosexualidad y el SIDA, cuando las víctimas de la enfermedad se contaban por millares. Lo cierto es que Jonathan Demme se sintió obligado a rodar esta película cuando se enteró que su íntimo amigo, el pintor de origen español Juan Suárez Botas, había sido diagnosticado de SIDA, enfermedad de la que acabaría falleciendo a los 34 años de edad.


Juan Suárez Botas (1958-1992)

Está asimismo inspirada en las historias reales protagonizadas por los abogados Geoffrey Bowers en Nueva York) y Clarence B. Cain en Filadelfia. Bowers demandó en 1987 a la reconocida firma multinacional de abogados Baker McKenzie por despido improcedente, cuando descubrieron que tenía SIDA. Falleció en 1990, después de haber ganado un pleito que se prolongó durante 6 largos años en los tribunales.

En enero de 1994, la familia de Bowers demandó a la productora TriStar por incumplimiento de contrato, ya que si bien la película en ningún momento reconoce a Geoffrey Bowers, existen estrechas similitudes entre la ficción y la realidad, incluyendo la escena del espejo, sucedida en la audiencia de Philadelphia en 1987. Finalmente este pleito quedaría resuelto mediante un acuerdo extrajudicial. 


Tom Hanks y Geoffrey Bowers

Por su parte, Clarence B. Cain (1952-1990) era un abogado que trabajaba para la firma de abogados Hyatt Legal Services de Filadelfia, que lo despidió por tener SIDA. Miembro de una familia numerosa, sucumbió a la enfermedad 2 meses después de haber ganado su demanda.


Clarence B. Cain y su abogado Richard Silverberg

El escritor Roy Nyswaner elaboró el guión de este drama judicial tan del gusto de la crítica y el público en general, confiando gran parte del éxito a las estrellas cinematográficas Tom Hanks, encarnando al brillante abogado Andrew Becket, y Denzel Washington, su letrado defensor Joe Miller, en un sonado pleito contra uno de los bufetes más poderosos de Philadelphia, por el despido improcedente del protagonista.

En cierta manera, esta película es también la redención de Joe Miller, inicialmente un abogado de estilo arribista, que se anuncia en la TV y aprovecha cualquier circunstancia para entregar su tarjeta a posibles clientes, sobre todo pacientes de hospitales.

Una metáfora de la empatía que acabarán sintiendo ambos personajes son sus gorras de los Philadelphia Phillies, el equipo de beisbol de la ciudad: Andy se cubre con una de color negro, con su característica "P", mientras en el despacho de Joe Miller decana una gorra roja de los Phillies sobre una estantería.


Philadelphia City Hall, con su torre coronada por la estatua de William Penn, fundador de Pensilvania

Homófobo confeso, sus convicciones irán cambiando progresivamente a medida que va conociendo y solidarizándose con la injusticia padecida por su cliente y antiguo contrincante en los juzgados.

Con toda la libertad del mundo, y sin ninguna obligación para hacer lo contrario, el propio Andy ocultó inicialmente su patología a sus compañeros de bufete, tal vez por miedo a ser estigmatizado, al encubrir la lesión en su frente como un pequeño hematoma causado por un accidente deportivo. Asimismo, contemplamos cómo intenta disimular con maquillaje lo que en realidad era un sarcoma de Kaposi incipiente.

A pesar de todo, ni Hanks ni Washington fueron los candidatos elegidos en primera instancia, pues el papel protagonista fue rechazado, entre otras, por Daniel Day-Lewis y Michael Keaton. Para el abogado defensor se había pensado en un actor de carácter más cómico, como Robin Williams o Bill Murray.


Antonio Banderas es Miguel

Para completar el elenco, Antonio Banderas se convirtió en Miguel Álvarez, el novio latino de Andy, un papel para el que inicialmente se había pensado en John Leguizamo, junto a Joanne Woodward como su esforzada madre Sarah, y Jason Robards, Robert Ridgely, Charles Glenn y Ron Vawter en los implacables socios del bufete Wyant, Wheeler, Hellerman, Tetlow & Brown, capitaneados por Robards como Charles Wheeler.

Respecto a Ron Vawter, Jonathan Demme tuvo que plantarle cara a la todopoderosa productora Tristar porque se negaban a contratar al actor debido a que era VIH positivo. Al parecer, la aseguradora que cubría los imprevistos de la película se negaba a extender la cobertura a un seropositivo

Hubiera resultado ciertamente irónico que Ron Vawter no hubiera podido convertirse en Bob Seidman en una película que precisamente mostraba cómo un profesional era despedido de su empresa por tener SIDA.


Robert Rigdely, Tom Hanks, Jason Robards, Ron Vawter y Charles Glenn

Como anécdota de este film, Tom Hanks tuvo que perder alrededor de 15 kilos para convertirse en el convincente protagonista, sobre todo a medida que la enfermedad va evolucionando y deteriorando su salud. Por contra, Denzel Washington tuvo que engordar para completar la caracterización de su personaje.

SARCOMA DE KAPOSI

Se trata de una patología muy presente en esta película: una mancha púrpura en la frente del protagonista desata las sospechas de los propietarios de su bufete, y en la parte final del juicio, las lesiones generalizadas en el tórax de un ya deteriorado Andy Becket, inclinarán definitivamente la balanza de la justicia a su favor.

El sarcoma de Kaposi es una patología neoplásica que se origina en las células endoteliales de los vasos sanguíneos y linfáticos. La causa por la que se forman estas lesiones continúa siendo desconocida.

Está causado por el virus del herpes humano tipo 8. En personas inmunocompetentes, esta infección no suele causar problemas; pero si existe un estado de inmunodeficiencia, como por ejemplo en el caso de los pacientes con VIH/SIDA, puede desarrollarse este tipo de sarcoma.

Las lesiones tumorales características son indoloras, de color violáceo - pardo oscuro, que generalmente afectan a las piernas, los pies y el rostro, aunque también pueden aparecer en otras localizaciones como genitales, mucosa oral y ganglios linfáticos. En los casos más graves y avanzados, las lesiones pueden afectar el tracto digestivo y los pulmones.

En la película asistimos a la discusión en Urgencias entre Miguel y el Dr. Klenstein (Paul Lazar) el médico que está tratando a Andy por un episodio de diarrea aguda. Debaten sobre la necesidad de practicarle una colonoscopia precisamente para descartar la afectación intestinal del sarcoma de Kaposi.

Obviamente, una colonoscopia no es una prueba que se pueda solicitar desde un servicio de Urgencias. Exige una preparación para limpieza intestinal previa, que el paciente realizaría en su domicilio o bien ingresado en el hospital, si así lo recomendara su estado de salud.

En otra escena, Andy contempla a otro enfermo (Mark Sorensen Jr) con lipodistrofia facial y un sarcoma de Kaposi más avanzado, al que resulta prácticamente imposible extraerle sangre por el grave deterioro de sus venas. Un triste presagio de lo que se le venía encima.

Históricamente, esta enfermedad debe su nombre al eminente dermatólogo húngaro Moritz Kaposi, uno de los precursores en establecer las bases anatomopatológicas de su especialidad. En 1872 descubrió un cáncer de piel que nombró como sarcoma pigmentado múltiple idiomático, y que en la actualidad se ha convertido en el cáncer más común en algunas zonas del África subsahariana.


Moritz Kaposi (1837-1902)

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En la autobiográfica "Las noches salvajes" (Cyril Collard, 1992), comentada anteriormente en este mismo blog, los primeros síntomas del protagonista Jean (el propio Cyrill Collard) fueron precisamente unas pápulas y nódulos de color pardo oscuro, signos inequívocos de un sarcoma de Kaposi incipiente.

Al igual que Andrew Becket, el tratamiento que recibe Jean es AZT (zidovudina), una controvertida terapia que posteriormente se convertiría en el eje central de la estupenda "Dallas Buyers Club" (Jean-Marc Vallée, 2013), con las excepcionales interpretaciones de Matthew McConaughey como el cínico Ron Woodroof y Jared Leto como el inolvidable trans Rayon.

Jared Leto y Matthew McConaughey en "Dallas Buyers Club"

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Para completar el elenco de esta película, una 50 personas con SIDA fueron contratadas, con la inestimable ayuda de la organización sin ánimo de lucro Action AIDS

A día de hoy solo una de ellas permanece con vida, ya que las demás fueron falleciendo por complicaciones de la enfermedad. Se trata de Suellen Kehler, la cual vive sin problemas gracias a los avances para mantener a raya el virus del VIH.

VIH/SIDA: ANTES Y DESPUÉS

Cuando se estrenó "Philadelphia" apenas había transcurrido una década desde que la medicina comenzó a diagnosticar y a tratar los primeros casos de VIH/SIDA. Al respecto, el telefime "Al filo de la duda" (Roger Spottiswoode, 1993), comentada anteriormente en este mismo blog, representa un estupendo retrato de aquellos tiempos de temor e incertidumbre.


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Existe una escena muy especial "Philadelphia". Cuando por primera vez Andy Becket abandona la oficina de Joe Miller, se detiene en la calle delante de una ventana en la que se puede leer "Macready & Shilts"; se trata de una clara referencia al periodista Randy Shilts, autor de la novela "And the Band Played On", la obra que inspiró "En el filo de la duda". Randy Shilts falleció a causa del SIDA al año siguiente del estreno de la película.

Por extraño que pueda parecer, "Philadelphia" no contó con el apoyo del colectivo gay en general. Tampoco logró el beneplácito de las organizaciones de lucha contra el SIDA. Ambos grupos afirmaron que el film no tenía nada que ver con la realidad por ellos padecida.


La transmisión de la enfermedad, causada por un virus en principio desconocido, parecía cebarse especialmente en el colectivo homosexual masculino, generando todo tipo de interpretaciones y juicios. Incluso Andy llega a referirse al SIDA como el cáncer o la peste gay.

Conviene recordar en este punto "The Normal Heart" (Ryan Murphy, 2014), un drama televisivo distribuido por HBO, basado en el original de Larry Kramer (1935-2020), escritor, productor de cine y destacado activista a favor de los derechos de los homosexuales en EEUU, fundador en 1982 de Gay´s Men Health Crisis.

Por cierto, Kramer tampoco fue un entusiasta de "Philadelphia"; en su día llegó a calificarla como deshonesta, insuficientemente buena, y política, jurídica y médicamente inexacta

Focalizado en la comunidad gay de Nueva York, cuenta con las actuaciones de Mark Ruffalo en el papel protagonista del escritor Ned Weeks (el alter ego de Larry Kramer), y con Julia Roberts como la Dra. Emma Brookner, una de las mayores especialistas sobre SIDA en pacientes homosexuales, en los albores de esta pandemia.

En "Philadelphia" están muy bien retratados los prejuicios sobre el SIDA. Incluso el abogado Joe Miller declara su aversión por los homosexuales y su temor a poder contagiarse por el mero contacto con su cliente enfermo, a pesar de que en 1993 se conocían perfectamente las vías de transmisión: sexual, sanguínea (transfusiones y hemoderivados), adictos a drogas por vía intravenosa y materno-fetal.

Exactamente los mismos escrúpulos que el indignado Charles Wheeler, contra alguien capaz de haber metido el SIDA en su despacho. Además, las chanzas sobre los gays están siempre presentes entre los directivos del prestigioso bufete de abogados.

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La voz cantante de la defensa del bufete de Wheeler corre a cargo de la abogada Belinda Conine (Mary Steenburgen), cuyo papel en "Melvin y Hughes" (Jonathan Demme, 1980) fue premiado con el Oscar a la mejor actriz de reparto. Casualmente, en esa misma película, Jason Robards fue nominado al Oscar como mejor actor de reparto por su interpretación de Howard Hughes.

Mary Steenburgen es Belinda Conine

La estigmatización y el rechazo social, en mayor o menor medida, se extendió a todos los grupos de riesgo: homosexuales, toxicómanos por vía venosa y hemofílicos. En la película queda reflejado por el caso de Melissa Benedict (Kathryn Witt), una antigua empleada del bufete de Walter Kenton (Robert Ridgely),  una madre de familia contagiada por culpa de una transfusión de sangre recibida durante su segundo parto.

En los primeros años del SIDA, el diagnóstico solía ser tardío, cuando los enfermos padecían severos cuadros de inmunodeficiencia e infecciones oportunistas, como neumonías por Pneumocystis carinii (actualmente Pneumocystis jiroveci), toxoplasmosis cerebral, infecciones por micobacterias (Mycobacterium tuberculosis y M. Avium-intracelullare) y meningoencefalitis por criptococosis

Por si fuera poco, los tratamientos eran entonces poco efectivos. En la película contemplamos cómo Andy y Miguel disponen de un tablero en su coqueto loft donde están anotados horarios y medicaciones:

  • AZT: la zidovudina fue el primer tratamiento antirretroviral administrado contra el SIDA. Resultaba costosa y presentaba efectos secundarios adversos, como náuseas, vómitos, anemia, neutropenia y miopatía. En los primeros ensayos se comprobó que era capaz de retrasar la progresión temprana de la enfermedad, si bien dicho efecto no se mantiene en el tiempo y por si sola no mejora la supervivencia a corto y largo plazo.
  • NIZORIL: realmente se trata de NIZORAL, cuyo principio activo es el ketoconazol, un medicamento antifúngico destinado a prevenir y tratar ciertas complicaciones de la enfermedad, como las infecciones orofaríngeas por hongos y la candidiasis esofágica, más frecuentes en pacientes inmunocomprometidos.
  • ACICLOVIR: es un fármaco antiviral activo frente a las infecciones por el virus herpes humano. Inhibe la realización del ADN viral al interferir en la ADN polimerasa del virus. Diversos estudios demostraron que suprimir el virus del herpes podía reducir la carga del VIH, si bien el tratamiento con otros antirretrovirales ha demostrado una efectividad muy superior.
  • MEGASE: en realidad MEGACE, se trata de acetato de megestrol, un derivado de la progesterona empleado en el tratamiento del cáncer de mama y endometrio. En los pacientes con SIDA se ha utilizado como terapia paliativa contra la anorexia severa, la caquexia (pérdida de masa muscular) y el adelgazamiento (pérdidas de peso mayores al 10%).
  • VITAMINAS: en el año 2013 se publicó un trabajo que demostraba que los suplementos polivitamínicos (B, C, E y selenio) podrían retrasar la progresión del VIH durante las fases iniciales de la enfermedad. El déficit de micronutrientes incidía negativamente en la inmunidad de estos pacientes.

Se emplean fármacos de diferentes grupos terapéuticos:
  • Los inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósidos (ITINN) bloquean una proteína que el VIH necesita para replicarse. Entre los ejemplos se incluyen el efavirenz (Sustiva), la rilpivirina (Edurant) y la doravirina (Pifeltro).
  • Los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos o nucleótidos (ITIN) son versiones defectuosas de los componentes básicos que el VIH necesita para replicarse. Entre los ejemplos se incluyen el abacavir (Ziagen), el tenofovir (Viread), la emtricitabina (Emtriva), la lamivudina (Epivir) y la zidovudina (Retrovir). También se dispone de fármacos combinados, como la emtricitabina/tenofovir (Truvada) y la emtricitabina/tenofovir alafenamida (Descovy).
  • Los inhibidores de la proteasa (IP) inactivan la proteasa del VIH, otra proteína que el VIH necesita para replicarse. Entre los ejemplos se incluyen el atazanavir (Reyataz), el darunavir (Prezista) y el lopinavir/ritonavir (Kaletra).
  • Los inhibidores de la integrasa funcionan inhibiendo a una proteína llamada integrasa que el VIH utiliza para insertar su material genético en los linfocitos T CD4. Entre los ejemplos figuran el bictegravir sódico/emtricitabina/tenofovir alafenamida fumarato (Biktarvy), raltegravir (Isentress) y dolutegravir (Tivicay).
  • Los inhibidores de entrada o fusión bloquean la entrada del VIH en los linfocitos T CD4. Algunos ejemplos son la enfuvirtida (Fuzeon) y el maraviroc (Selzentry).

EL DILEMA ÉTICO

En relación con la Bioética, las interpretaciones utilitaristas suelen cuestionar los derechos sanitarios de aquellas personas que, debido a sus comportamientos de riesgo y poco saludables, terminan por enfermarse.

Se le ha intentado aplicar a los fumadores recalcitrantes que finalmente terminan padeciendo una EPOC o un cáncer de pulmón, a los obesos que no adelgazan y a los cuales se les han llegado incluso a cuestionar determinadas intervenciones quirúrgicas, a los toxicómanos que se niegan a renunciar a sus adicciones, y por supuesto, en esta película, a los homosexuales que mantuvieron relaciones sin protección, conociendo la manera de contagiarse y las graves consecuencias del SIDA para su salud.

Afortunadamente, con el paso del tiempo y el mayor conocimiento de la patología, los infectado han dejado de considerarse unos apestados, y los avances terapéuticos han convertido a la mayoría de los afectados en enfermos crónicos.

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El galardonado tema central de la banda sonora de esta película, "Streets of Philadelphia" de Bruce Springsteen, se ha convertido en todo un clásico musical desde entonces.


De la misma manera, el aria interpretada por la inolvidable Maria Callas, "La Mamma Morta" de la ópera "Andrea Chenier" (Umberto Giordano, 1896) se transforma en un bellísimo canto al amor mientras la cámara enfoca en un emocionante contrapicado a Andy explicándole sus sentimientos más íntimos a su abogado defensor.

CAMEOS

Destacamos las breves intervenciones de personajes famosos como Quentin CrispJulius ErvingRoger Corman y Tak Fujimoto.

El primero, icono gay de los 70 y personaje mítico dentro del mundo de la homosexualidad masculina, con el pelo teñido de color lila aparece fugazmente entre los invitados a la fiesta que Andy y Miguel organizan en su loft para sus familiares y amigos.

El prestigioso actor británico John Hurt alcanzó celebridad al encarnar a Quentin Crisp en el telefilm "El funcionario desnudo" (Jack Gold, 1975), basado en un guión autobiográfico sobre la escandalosa, provocadora y reivindicativa existencia de tan singular personaje.

En 1987 Sting, el líder de The Police, le dedicaría su famoso tema "Englishman in New York".

Quentin Crisp (1908-1999)

El segundo, popularmente conocido como Dr. J, fue una rutilante estrella de la NBA, con una exitosa carrera profesional como alero defendiendo fundamentalmente la camiseta de los Sixers de Philadelphia. Precisamente en 1993 sería incluido en el Basketball Hall of Fame.

Julius Erving, el Dr. J

Respecto al reconocido director, productor y actor de cine Roger Corman, encarnó al Sr. Laird, un empresario que testifica favorablemente sobre la profesionalidad de Andy Becket, si bien condicionado por su evidente lealtad como buen cliente del bufete Wheeler.

Roger Corman

Simplemente recordar que Roger Corman fue uno de los mentores de Jonathan Demme al principio de su carrera cinematográfica.

Tak Fujimoto

Finalmente, el reconocido director de fotografía Tak Fujimoto, célebre por sus participaciones en "La guerra de las galaxias" (George Lucas, 1977), "El silencio de los corderos" (Jonathan Demme, 1991) y "El sexto sentido" (M. Night Shyamalan, 1999), realiza también una breve aparición en esta película.


lunes, 13 de diciembre de 2021

SOUND OF METAL

 


Según la crítica y el público, ésta es una de las mejores películas de 2020, reconocida unánimemente con menciones múltiples y galardones, como los OscarBAFTA al mejor montaje y sonido. 

Se trata de "Sound of metal" (Darius Marder, 2019), el primer largometraje de este director que anteriormente había realizado el documental "Loot" (2008).

Es producto de la colaboración entre los hermanos Darius y Abraham Marder y Derek Cianfrance, a su vez director de la aclamada "Cruce de caminos (The Place Beyond the Pines)" (2012), donde Darius Marder fue co-guionista.

El argumento principal parece sencillo: Ruben (excepcional Riz Ahmed) y su novia Lou (Olivia Cooke) conforman un particular grupo de heavy metal en gira por el Medio Oeste (Estados Unidos). Viven y viajan en una antigua autocaravana que han acondicionado para tal fin.


Olivia Cooke es Lou

Los problemas surgirán cuando Ruben perciba que se está quedando sordo de manera rápida y progresiva. En la película no llegamos a conocer la causa; el Dr. Paysinder (Tom Kemp), el primer médico que le atiende baraja dos hipótesis: el trauma sonoro constante provocado por la exposición crónica al ruido o bien un trastorno autoinmune.

Riz Ahmed es Ruben

Los sonidos intensos pueden dañar el oído interno. Puede tratarse de un trauma sonoro intenso y crónicos (trabajar sin protección) en ambientes ruidosos, o bien un estruendo agudo y brusco, como por ejemplo una explosión.

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Nominado al Oscar como mejor actor protagonista, para aportar la máxima credibilidad a su personaje, Riz Ahmed trabajó preparándose arduamente, dedicando 6 meses al aprendizaje de la batería. También hubo de aprender el lenguaje de signos.

ETIOLOGÍA DE LA SORDERA

Las causas de la sordera son múltiples. Existen patologías congénitas, que determinan la pérdida desde la audición desde el nacimiento o poco después, por problemas hereditarios o por otros contratiempos padecidos durante la gestación o el parto:

  • Rubeola materna.
  • Bajo peso al nacer.
  • Hipoxemia durante el parto.
  • Ictericia neonatal grave, que puede dañar el nervio auditivo.
  • Algunos fármacos proscritos en esa etapa: antibióticos aminoglucósidos (estreptomicina), antipalúdicos, citotóxicos y diuréticos.


En la mayoría de las ocasiones, las causas son adquiridas. Aquí el abanico es más amplio:
  • Enfermedades infecciosas: parotiditis, meningitis, sarampión.
  • Otitis crónicas.
  • Traumatismos de la cabeza - oídos.
  • Fármacos ototóxicos.
  • La exposición al ruido excesivo, como el caso que nos ocupa en este película.
  • Envejecimiento, por la degeneración de las células sensoriales auditivas.
  • Tapones de cerumen: causa frecuente de hipoacusia de sencilla solución.

IMPLANTES COCLEARES

La cóclea forma parte del oido interno de los mamíferos. Es un tubo enrollado en espiral de forma característica, semejante a un caracol.

Su función es transformar los sonidos en mensajes nerviosos que son enviados a las áreas de la audición en el cerebro.

Los implantes cocleares son el fruto de una compleja tecnología electrónica en miniatura, destinada a proporcionar sensación de sonido a las personas sordas o con importantes problemas auditivos.

Está formada por dos secciones: una externa, que se coloca detrás de la oreja, y la otra interna, insertada debajo de la piel mediante una intervención quirúrgica.

Las partes de un implante coclear son:

  • Micrófono, para obtener los sonidos ambientales.
  • Procesador del habla, capaz de seleccionar y organizar los sonidos captados.
  • Transmisor y receptor/estimulador: recibe las señales del procesador del habla y las transforman en impulsos eléctricos.
  • Electrodos, que recoge los impulsos desde el estimulador para enviarlos a diferentes regiones del nervio auditivo.
Es importante recordar que un implante coclear no recupera la audición normal, sino que puede aportarle a la persona sorda una representación útil de los sonidos del medio ambiente y facilitarle su comprensión del habla.

En la película, Ruben encuentra en Internet la información de una clínica especializada en implantes cocleares, donde trabaja una audiologista (Rena Maliszewski). 


Rena Maliszewski

Todo el proceso de evaluación de su idoneidad para someterse a este tipo de operación fue parcialmente obviado por guionistas y director, quizás de manera intencionada, para resalta todavía más la ansiedad del protagonista en la procura de su audición perdida, sin escatimar en los medios.

En este aspecto, resulta fundamental la escena en la que prueba por primera vez sus implantes después de su activación, escuchando una serie de sonidos e interferencias que nos recordaron la sintonización de los antiguos aparatos de radio.

Su nueva audición deberá pasar obligatoriamente por un proceso de adaptación a su nueva realidad sonora, nunca a la recuperación de su sensibilidad perdida. De ahí parte su frustración.

Otro dato a destacar es que el Dr. Paysinger, al finalizar su evaluación auditiva, informa a Ruben de que los implantes cocleares serían muy caros y no cubiertos por el seguro médico. Sin embargo, Medicare y todos los planes de Medicaid los cubren en EEUU. Además, la rehabilitación y la programación de los implantes duran varios meses y suponen frecuentes visitas al equipo de especialistas.

LAS FASES DEL DUELO: ELISABETH KÜBLER-ROSS

"Elisabeth Kübler-Ross: Facing Death" (Stephan Haupt, 2003) es documental protagonizado por la afamada psiquiatra suiza, nacionalizada estadounidense, una de las mayores expertas en el tratamiento de los cuidados paliativos y el final de la vida.

Desaparecida en 2004,  a los 78 años e edad, afrontó su propia muerte desde la soledad del desierto de Arizona.


Elisabeth Kübler-Ross (1926-2004)

Destacada por su enfoque más cercano y humanitario al moribundo, se ha esforzado luchando contra el estigma de la muerte y el apoyo psicológico a los pacientes que padecen graves enfermedades crónicas.

Sus famosos 5 postulados o fases del duelo representan uno de los modelos psicológicos más renombrados, y han aparecido explícitos o veladamente en diversas películas relacionadas con este tema.

Nos estamos refiriendo a la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, presentes en mayor o menor grado siempre que existe una pérdida importante, como por ejemplo la audición en "Sound of Metal".


Ruben aprendiendo el ASL (American Sign Language)

Respecto a su sordera, somos espectadores del tránsito del protagonista por dichas fases: 
  • la negación, cuando le plantea a su novia Lou continuar tocando, con unas pautas acordadas por ambos, para que el público no perciba su discapacidad.
  • la ira, al destruir parte de su equipo de grabación en la autocaravana, preso de la desesperación.
  • la negociación, mientras se plantea la posibilidad de internarse en la comunidad de personas sordas dirigida por el veterano Joe (Paul Raci).
  • la depresión, presente en todo momento, pero más notable a medida de que se van frustrando sus intentos de recuperar su audición anterior.
  • la aceptación, culminada por la escena final, cuando decide retirarse los implantes cocleares y sumergirse en silencio más absoluto.
PAUL RACI

Nacido en Chicago (Illinois) en 1948 en el seno de una familia de sordos (padre y madre), aprendió a hablar con fluidez el lenguaje de signos estadounidense ASL (American Sing Language).

En 1985 fue candidato al premio Joseph Jefferson, como protagonista del drama teatral "Hijos de un dios menor", en el montaje de The Inmediate Theatre Company de Chicago del guión original de Mark Medoff, ganador de un premio Tony, representada en Boradway con gran éxito entre 1980 y 1982.

A niel personal, Paul Raci es un reconocido intérprete del ASL, trabajando como ayudante en la Corte Superior de Los Ángeles durante mas de 25 años.


Paul Raci es Joe

Con más de 40 años de trayectoria profesional a sus espaldas, con 72 años fue nominado al Oscar como mejor actor de reparto por su papel en "Sound of Metal", encarnado a un veterano de la guerra de Vietnam que se quedó sordo tras la explosión de una bomba.

En la vida real, trabajó como ayudante médico en un hospital de la Armada estadounidense, alcanzando el grado de suboficial de segunda clase (HM2). De esta manera, llegó a participar en el conflicto de Indochina a bordo del portaviones USS Coral Sea (CVA-43) entre 1969 y 1973.

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"Hijos de un dios menor" (Randa Haines, 1986) representa la exitosa adaptación cinematográfica del original de Mark Medoff, con William Hurt en el papel del profesor de dicción James Leeds, y Marlee Matlin como Sarah Haines, trabajadora en una escuela para personas sordas y con problemas de audición.

Con 21 años, esta tenaz intérprete, sorda desde los 18 meses, se convirtió en la ganadora más joven del Óscar a la mejor actriz. Asimismo, Marlee Matlin fue productora de la obra teatral protagonizada por Paul Raci sobre los escenarios de Chicago.

LA SORDERA EN EL CINE

Debido a su éxito taquillero, quizás "Hijos de un dios menor" se haya convertido en la película más conocida sobre la sordera, pero no es la única.

"El milagro de Anna Sullivan" (Arthur Penn, 1962), comentada anteriormente en este mismo blog, es un buen ejemplo de ello. Inspirada en la autobiografía de Helen Keller, la famosa escritora estadounidense capaz de vencer  las barreras de la ceguera y la sordomudez para triunfar en la vida. El guionista William Gibson fue el encargado de llevar a las pantallas de cine y TV tan ejemplar existencia.


Helen Keller (1880-1960)

Anne Bancroft fue la encargada de dar vida a la maestra ciega Anna Sullivan, mientras la jovencísima Patty Duke, premiada con el Oscar a la mejor actriz de reparto como Helen Keller. Ambas habían representado anteriormente los mismos papeles en la versión teatral de Broadway.

"El corazón es un cazador solitario" (Robert Ellis Miller, 1968) es la adaptación cinematográfica de la novela homónima que la escritora estadounidense Carson McCullers publicó en 1940, a los 23 años de edad.

El protagonista es John Singer (Alan Arkin), una persona sorda que se traslada a una pequeña ciudad sureña para estar cerca de su amigo Antonapoulos (Chuck McCann), también sordo y hospitalizado. Singer establecerá una particular relación con la joven Mick (Sondra Locke), la hija de 16 años de su patrona.

"La familia Bèlier" (Éric Lartigau, 2014) es una divertida comedia francesa, el afable retrato de una armónica familia formada por cuatro miembros que viven en una granja de la campiña francesa. Todos son sordos, a excepción de la protagonista, la animosa Paula (Louane Emera), la hija de 16 años que vive a caballo entre su particular mundo familiar y su deseo por triunfar en el mundo de la música como cantante, lo que podría obligarla a distanciase de su hogar.

"A silent voice" (Naoko Yamada, 2016) es una bella película de animación japonesa en la que asistimos al proceso de acoso escolar de Shoya, el matón de la clase, a Shoko, una chica sorda con audífonos nueva en el colegio.


La ausencia de empatía del acosador, el aislamiento comunitario que padece por su deplorable actitud y su posterior redención, son los aspectos centrales tratados en esta muy recomendable película.

"Un lugar tranquilo" (John Krasinski, 2018) es una película de ciencia ficción post-apocalíptica donde la sordera es abordada de manera tangencial. Asistimos a las tribulaciones de la familia Abbott, obligada a vivir en silencio y a comunicarse mediante signos, mientras se esconden de unos monstruos de oído ultrasensible. Asimismo descubriremos un novedoso y particular uso de los implantes cocleares.


Regan Abbott, la hija mayor y única sorda de la familia, es interpretada por la joven actriz sorda Millicent Simmonds, también recordada por su participación en "Wonderstruck" (Todd Haynes, 2017). Existe una secuela, "En un lugar tranquilo 2" (John Krasinski, 2021), en la que la familia Abbott continúa intentando huir de las amenazas externas.

CINEFILIA

Cuando Ruben y Lou se separan sus vidas seguirán caminos diferentes: él, intentando recuperar su identidad en la comunidad de sordos, y ella, de regreso a París, a la casa de su padre, Richard Berger (Mathieu Amalric). Por este personaje nos enteramos que la madre de Lou se había suicidado. Lou presenta también las cicatrices de numerosos cortes en sus antebrazos.


Mathieu Amalric es Richar Berger

Mathieu Amalric encarnó a Jean Dominique Bauby, el protagonista de "La escafandra y la mariposa" (Julian Schnabel, 2007), comentada en su día en este mismo blog, la historia del malogrado editor de la revista Elle, que tras sufrir un accidente cerebrovascular quedará permanente afectado por un síndrome del cautiverio.



miércoles, 8 de diciembre de 2021

CALL ME MARIANNA


- "No se encontrará, por decirlo así, del todo cómoda con su nueva identidad hasta que no tenga los papeles pertinentes; o sea, en su caso, el carnet de identidad adecuado..."

Profesor Dr. Stanislaw Dulko a Marianna Klapczynska en "Call me Marianna" (Karolina Bielawska, 2015)  

En palabras del prestigioso cineasta Andrzej Wajda (1926-2016), galardonado con un Óscar honorífico por su prolífica carrera: "la protagonista de la película libró una amarga lucha contra el mundo y, a pesar de todas las dificultades, venció. El film de Karolina Bielawska es un documental enérgico no solo por su temática, sino también porque nos muestra el relato extremadamente profundo de la protagonista. "Call me Marianna" representa la imagen de máxima sensibilidad y respeto por el ser humano. Es maravilloso que los jóvenes cineastas puedan crear películas tan maduras y animadas".

Para nosotros también es un placer retornar al cine polaco, que en los últimos tiempos nos ha aportado gratísimas sorpresas.

"Call Me Marianna" (Karolina Bielawzka, 2015) es el primer largometraje documental de esta directora y guionista, una obra bella, sincera y sensible. Dada su nacionalidad y temática sanitaria nos ha traído a la memoria otras cintas polacas prácticamente contemporáneas, comentadas previamente en este mismo blog:  "Dioses (Bogowie)" (Lukasz Palkowski, 2014) y "Life feels good (La vida sienta bien)" (Maciej Piepzyca, 2014).

Sus fotogramas nos han devuelto a aquellos gélidos patios de vecinos, con sus monótonos bloques de apartamentos de la etapa comunista, ínfimos y desangelados espacios vitales, junto a las habitaciones y los pasillos de los hospitales por los que un buen día deambularon el Dr. Religa y sus colegas.

Marianna Klapczynska protagoniza una historial real que el cine ha abordado en otras ocasiones, la de una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre, como en "Girl" (Lukas Dhont, 2018), solo que esta vez el escenario es un país de profundas convicciones católicas y tabúes colectivos, donde cualquier individuo que desee someterse a una operación de reasignación de sexo, una suerte de marginado social, deberá obtener inexcusablemente el permiso de sus progenitores, aún siendo mayor de edad. 

Bajo la velada amenaza de sus progenitores, el ingreso en una institución psiquiátrica, la protagonista deberá ganarse en los tribunales el derecho a vivir acorde con su identidad sexual.


Mariuzs Bonaszewski, Jovita Budnick y Marianna Klapczynska

La película está estructurada en dos tiempos y escenarios diferentes. Por un lado se encuentran Wojtek (Mariusz Bonaszewski) y Kasia (Jovita Budnick), los actores de un drama teatral que repasan el guión donde se recrean las tribulaciones de la protagonista, anteriormente un controlador de tráfico ferroviario felizmente casado y padre de familia, tras 25 años de matrimonio transcurridos antes de determinar el cambio tan radical de su existencia.

Por otra parte, la cámara sigue a Marianna mientras se prepara la intervención de cambio de sexo. Habita un anónimo apartamento con la única compañía de su gato y una cacatúa ninfa. 

Bajo supervisión médica, está realizando el tratamiento hormonal necesario. Contemplamos su vida cotidiana, sus debates con su esposa Kasia (que evita su contacto, al igual que sus propias hijas, la mayor Ewelina a punto de casarse) y con su madre, que tampoco acepta su decisión y continúa llamándola por su nombre masculino (Wojciech), su litigio en los tribunales, haciéndose cargo de todos los gastos legales, con la finalidad de conseguir lo que más desea el mundo: ser mujer.

Karolina Bielawzka

destacar en este película que su directora y guionista en ningún momento rebate la homofobia existente en la sociedad polaca, auspiciada por el actual gobierno presidido por Andrzej Duda, del partido Ley y Justicia, de ideología católica, ultraconservadora y proteccionista. De hecho, en Polonia existen más de 100 municipios autodenominados zonas libres de ideología LGTB, una clara amenaza para los derechos de este colectivo.

Queda claro que su objetivo nunca es polemizar ni reivindicar, sino entonar un canto a la libertad de las personas, independientemente de su identidad y tendencia sexuales.

Dentro de la política más reciente de Polonia, resulta obligatorio recordar a Anna Grodzka, nacida en 1954 como Krzysztof Bogdan Begowski, sometida a un proceso de reasignación sexual en 2010.


 Anna Grodzka

Con una dilatada experiencia profesional como empresaria editorial y cinematográfica, resultó elegida miembro del parlamento de su país en 2011, militando en las filas del partido Ruch Palikota, el Movimiento de Palikot, liderado por Janusz Palikot, de corte libertario, liberal, anticlerical, populista y de izquierdas.

LA FUGACIDAD DEL AMOR Y LA FELICIDAD

Retornando a la película, Marianna conoce a un hombre, que la acepta realmente tal y como es. Desde entonces compartirán afecto y complicidad: entrañables imágenes las de esta mujer alta y esbelta, deslizándose sobre el hielo de la mano de su compañero, al que rebasa por una cabeza. 


Desterrada de su hogar, durante semanas Marianna se vio obligada a subsistir dentro de su propio coche, soportando las inclemencias del gélido invierno polaco, hasta ser acogida temporalmente por un chico trans, una joven muchacha que deseaba ser un hombre. 

Convertidos en las dos caras de una misma moneda, ambos personajes traban una sólida amistad.

GANSOS SALVAJES

Con este apelativo Marianna Klapczynska titula su libro para denominar a las personas transexuales que no convergen con su sexo biológico.

En este caso Paula, el personaje principal, describe sus problemas en la procura de una identidad propia. Superando las trabas económicas y legales, además deberá enfrentarse especialmente a los problemas emocionales. Su existencia cotidiana es una lucha constante contra la incomprensión familiar, laboral y social.

Y a pesar de ello, la protagonista resulta indulgente con ese círculo familiar que la trata con tan injusta incomprensión.

La publicación del libro coincidió con el debate sobre la Ley de Reconciliación de Género, vetada por el presidente polaco, y finalmente aprobada por el Parlamento. Esta medida legislativa pretendía simplificar el procedimiento de reasignación de género, introduciéndolo en el acta de nacimiento del solicitante, en caso de no corresponder con el género realmente percibido. Por supuesto, la norma sólo se ocupa de cuestiones legales, no de las médicas.

VAGINOPLASTIA

Con 47 años de edad, el momento de la cirugía llega por fin: en el Hospital Universitario de Gdansk firma el  correspondiente consentimiento informado asumiendo que se trata de una intervención irreversible. Ya no caben las dudas ni el arrepentimiento. Marianna está feliz. El especialista le comunica que primero habrán de eliminar sus genitales masculinos, para a continuación recomponer una neovagina a partir de la propia piel de su pene y escroto extirpados (y no de un fragmento intestinal - colon sigmoide - técnica con mayores complicaciones y secuelas patológicas).

Este tipo de intervención se denomina vaginoplastia por inversión peneana. De esta manera los cirujanos plásticos consiguen crear un tejido capaz de tapizar el neocanal vaginal, para evitar que éste termine colapsando por el proceso de cicatrización natural.


Para que la neolatina sea funcional deberá tener una profundidad aproximada de 15 cm, el doble de la habitual en las mujeres, porque carece de la elasticidad propia del órgano natural.

Estas intervenciones, bajo anestesia general, suelen durar alrededor de 4 - 5 horas.

Posteriormente, tal y como vemos en la película, la paciente operada deberá continuar de manera permanente con un proceso de dilatación vaginal, por supuesto, antes de mantener un coito, para evitar que el nuevo órgano formado colapse con el tiempo.

TERAPIA HORMONAL COMBINADA Y RIESGO DE ICTUS

A medida que la película avanza comprobamos que Marianna se encuentra discapacitada en una silla de ruedas. Son las secuelas de un accidente cerebral vascular hemisférico derecho, que la ha dejado con una hemiplejía izquierda. La causa de dicha patología estuvo al parecer relacionada con un exceso de hormonas en su tratamiento.

La mayoría de las mujeres transexuales, durante su etapa de transición y previamente a la cirugía de reasignación de sexo, reciben tratamientos hormonales combinados, fundamentalmente estrógenos, antiandrógenos y progestágenos, con el objetivo de mantener los niveles fisiológicos de estrógenos, necesarios para desarrollar las características sexuales secundarias femeninas, como para bloquear las hormonas sexuales masculinas y así minimizar las características sexuales secundarias masculinas.

En el caso de Marianna, por sus visitas al especialista, deducimos que su tratamiento consiste en parches de estadiol (estrógeno), que se aplica 2 veces por semana, combinados con comprimidos de acetato de ciproterona (antiandrógenos) y tal vez también medroxiprogesterona (progestágeno).

En este último caso, si bien no existen suficientes datos basados en la evidencia de que la terapia con progesterona consiga una mayor feminización física en las mujeres transgénero, muchas pacientes aceptan este tratamiento porque comprueban mejoría en el desarrollo de sus senos, un estado anímico más estable y una estimulación de su libido.

La terapia estrogénica tiene importantes efectos sobre el metabolismo de los lípidos, pudiendo incrementar las concentraciones sanguíneas de triglicéridos, colesterol total y colesterol ligado a llpoproteínas de alta (HLC) y baja (LDL) densidad.

El impacto de alteración lipémica depende de la dosis y vía de administración. En comparación con la administración oral de estrógenos, la terapia trasndérmica tiene poco o ningún impacto sobre el colesterol, al evitar el primer paso de su metabolización hepática. Además, esta vía de administración disminuye los niveles sanguíneos de triglicéridos.

Respecto a la tensión arterial, diversos estudios con mujeres transgénero han demostrado que los tratamientos hormonales pueden ser beneficiosos al reducir la presión arterial sistólica y diastólica, probablemente más por el efecto de los antiandrógenos más que por los estrógenos. Algunos investigadores defienden que este beneficio puede estar también relacionado con el mayor bienestar y la menor ansiedad de las pacientes a medida que van progresando en su transición y se acerca el momento de la cirugía de reasignación de sexo.

En Europa, hasta 2003, el etinilestradiol y los estrógenos equinos conjugados se emplearon ampliamente en la terapia hormonal combinada. Pero, debido a cuestiones de seguridad relacionada con su mayor riesgo protrombótico, los tratamientos actuales se basan en estradiol oral y transdérmico (o valerato de estradiol parenteral).

Existen diversos estudios que han detectado un mayor riesgo de eventos tromboembólicos en las mujeres transgénero con terapia hormonal cruzada, relacionado probablemente con determinados estrógenos.

En los créditos finales de esta cinta figuran las menciones a prestigiosos especialistas y profesores de Medicina, como el sexólogo Dr. Stanislaw Dulko,  el urólogo Dr. Kazimierz Krajka, el cirujano plástico  Dr. Wojciech Piaskowski y la neuróloga rehabilitadora Dra. Marta Gierasimiuk-Rogowska, junto a las referencias del Hospital Público Independiente Prof. W. Orlowski de Varsovia y el Hospital Clínico Universitario de Gdansk.

LA DURA REALIDAD

A pesar del idílico epílogo de la película, con el fondo sonoro de la música de Antony and The Johnsons y la apacible pareja reposando en una playa del Mar Báltico, Marianna Klapczynska continúa actualmente hemipléjica y confinada en una silla de ruedas, aquejada de problemas renales crónicos y glaucoma

Sin poder trabajar, apenas subsiste con una modesta pensión, mientras trata de luchar para recuperar algún día su salud. Vive sola, en un humilde apartamento situado en un tercer piso, sin ascensor.