viernes, 30 de diciembre de 2022

DIARIO DE UN CURA RURAL

 

- "Nosotros, los del campo, somos todos hijos de alcohólicos..."

El párroco de Torcy (Adrien Borel) al párroco de Ambricourt (Claude Laydu) en "Diario de un cura rural" (Robert Bresson, 1951)

Existen actores asociados perpetuamente a sus interpretaciones, como por ejemplo Lew Ayres (1908-1996), el sempiterno Dr. Kildare de las películas de la serie, y también el inolvidable Dr. Robert Richardson de "Belinda" (Jean Negulesco, 1948), el médico que termina enamorado de la joven protagonista sordomuda (Jane Wyman) que titula la obra.

En el mismo sentido, algo semejante le ocurrió al actor francés Claude Laydu (1927-2011) después de encarnar al inexperto presbítero de Ambricourt, una insignificante población de la región francesa Norte-Paso de Calais, que en 1999 apenas contaba siquiera con un centenar de habitantes, el lacónico protagonista de "Diario de un cura rural" (Robert Bresson, 1951), la película preferida del cineasta ruso Andrei Tarkovsky.

Años más tarde repetiría oficio e interpretación como el Padre Andrés Mendoza en "La guerra De Dios" (Rafael Gil, 1953), un joven sacerdote destinado a una paupérrima parroquia minera, que trata de redimir la miseria y la injusticia social de sus feligreses.

Para conseguir la máxima veracidad en su interpretación, Laydu convivió durante una temporada con un grupo de jóvenes sacerdotes, para asimilar la gestualidad y los modales clericales, sometiéndose además a una dieta severa, que le hizo pasar hambre y sufrimiento, la justificación perfecta para su apariencia enferma y desnutrida en esta película.

Católico practicante, Claude Laydu se caracterizó por la profunda espiritualidad infundida a sus personajes religiosos, de tal manera que el prestigioso profesor y académico Jean Tulard (1933) llegó a escribir en su "Dictionnaire du cinemá" que ningún otro actor merece más ir al cielo que el propio Laydu.


Robert Bresson (1901-1999)

Este film personifica el mas puro ascetismo cinematográfico, del que el cineasta Robert Bresson, junto al gran maestro danés Carl Theodor Dryer (1889-1968) fue uno de sus representantes más característicos.

Contemplando el devenir del joven cura podemos sentir la incomprensión y el rechazo, el frío y la humedad del paisaje francés norteño, el olor del moho en las paredes de la casa rectoral y de la cera de los cirios ardientes, el incienso eclesial y la aspereza de las viejas sotanas, remendadas y raídas, en una sucesión de magistrales primeros planos y breves escenas que se entrelazan mediante los sucesivos fundidos a negro.

En este aspecto, es justo destacar la labor de Leónce-Henri Burel como el excelente director de fotografía, y la música a cargo del compositor Jean-Jacques Grunenwald.

EL BIEN Y EL MAL

Robert Bresson es también el guionista de este film inspirado en una novela del dramaturgo y ensayista francés Georges Bernanos, dotado de una visión trágica del cristianismo y de la eterna lucha entre el bien y el mal. 

Para esta ocasión escogió como escenario el rudo ambiente vulgar de una insignificante aldea francesa, donde su doliente y maltrato protagonista atesora la máxima grandeza y santidad que le proporciona su fe, a veces dubitativa, y todo ello enmarcado en un cuadro de manifiesta debilidad física.


Georges Bernanos (1888-1948)

Aún así, las tesis de Bernanos resultan más próximas al jansenismo, condenado como herético por la Iglesia católica, por sus creencias en la predestinación, la depravación humana y la negación del libre albedrío.

UNA DIETA PERNICIOSA

Suprimidas carne y verduras, el sacerdote de Ambricourt se nutre a base de pan, que deja endurecer durante varios días, y de un vino de pésima calidad, que calienta en un cazo añadiéndole azúcar.

Tal vez sea ésta una metáfora del misterio eucarístico capaz de convertir pan y vino en el cuerpo y la sangre de Cristo, sustento de la fe y el espíritu cristiano. 

Realmente, la repercusión de esta dieta frugal sobre la salud del joven cura serán nefastas. 


Claude Laydu (1927-2011)

Por su consumo de vino, en el pequeño pueblo de Ambricourt, los parroquianos sospechan que su joven párroco es un alcohólico

Sin embargo, en algunas escenas contemplamos al protagonista pelando patatas para la sopa en la cocina parroquial, si bien rechaza unas liebres recién cazadas que le obsequian y que prefiere regalar a una vecina necesitada.

A propósito de la catequesis y la preparación de la eucaristía, el sacramento inspirado en la última cena de Jesucristo, el director nos introduce en la funesta relación entablada entre el cura y la pequeña Séraphita Dumontel (Martine Lemaire).

La niña, capaz de contar terribles mentiras del sacerdote, se convierte en uno de los lados su angustioso triángulo existencial. Los otros dos son el rechazo permanente de sus feligreses hacia su labor pastoral y la atracción por los aristócratas que viven del pueblo y, a su vez, al margen del mismo: el Conde (Jean Riveyre) y la Condesa (Rachel Bérendt), su hija Chantal (Nicole Ladmiral) y su institutriz, la bella señorita Luisa (Nicole Maurey).

CINEFILIA

Esta película es simultáneamente la opera prima de Robert Bresson, el debut de Claude Leydu, y la última interpretación de Rachel Bérendt, en el papel de una mujer mayor que vive atormentada por el recuerdo de su pequeño hijo muerto, las infidelidades de su marido y el rechazo de su propia hija.


Rachel Bérendt (1893-1957)

LA ENFERMEDAD DEL CURA DE AMBRICOURT: CÁNCER DE ESTÓMAGO

Siguiendo el consejo del señor cura párroco de Torcy (Adrien Borel), el joven sacerdote visita al Doctor Delbende (Antoine Belpêtré), un veterano y rudo médico rural que con el paso del tiempo irá quedándose si clientela por su falta de asepsia, y cuya muerte accidental por un disparo de su escopeta de caza hará planear sobre la comunidad la sombra del suicidio.

Este facultativo sospecha que la manera de alimentarse es la responsable de la macilenta apariencia del  vicario de Ambricourt. Después de palpar su abdomen, sin desvelar realmente cuál es su sospecha diagnóstica, opina que el mal no tiene remedio.

Asimismo, y ante las dudas del cura, Delbende insinúa que un supuesto alcoholismo materno podría estar detrás del aspecto enfermizo del paciente. El síndrome alcohólico fetal debía ser frecuente entonces en una sociedad a la que el mismísimo párroco de Torcy define de esta manera:" nosotros, los del campo, como todos hijos de alcohólicos".

CINEFILIA

El veterano actor Antoine Delpêtré encanó al abate Pirard en "El rojo y el negro" (Claude Autant-Lara, 1954), inspirada en el célèbre clásico homónimo de Stendhal


Antoine Balpêtré y Gerard Philipe en "El rojo y el negro" (Claude Autant-Lara, 1954)

Retomando la película, la palidez de la piel y las mucosas constituyen un signo de alerta sobre la consunción, los mareos y la disnea que el protagonista padece esporádicamente, pudiendo relacionarlos con el padecimiento de una anemia ferropénica debida al sangrado digestivo crónico.

De esta manera, cuando el joven cura de Ambricourt se desvanece en el bosque, es la pequeña Seraphita Dumontel la que le presta los primeros auxilios, advirtiéndole que había vomitado un fluido semejante al jugo moras.

La hematemesis es un síntoma que puede aparecer en algunos cánceres de estómago, acompañado de la pérdida de peso, las náuseas y los vómitos, cuanto al dolor epigásrtrico, del que se queja en repetidas ocasiones el protagonista.


jueves, 8 de diciembre de 2022

BE WATER, MY FRIEND. LA MUERTE DE BRUCE LEE

 

El 9 de diciembre de 1971, durante el programa de la televisión canadiense de Pierre Berton, en el transcurso de la que fue su última entrevista televisiva, el actor y artista marcial Bruce Lee pronunció su famosa frase "be water, my friend", que años más tarde se haría mucho más popular al ser utilizada en la campaña publicitaria del BMW - X3, un producto de la agencia SCPF, fundada en Barcelona en 1996, y que desde el año 2000 forma parte del grupo WPP.

La frase en cuestión de este indiscutible icono del cine y el arte pop del siglo XX hace referencia al principio taoísta del Wu Wei, encuadrado en la tradición filosófica y espiritual de origen chino, fundada por Lao-Tse 500 años antes del nacimiento de Cristo, y que aboga por vivir en armonía.

El Wu Wei, o principio de acción no forzada, fue aplicado por Bruce Lee en los movimientos del arte marcial que él mismo practicaba, el Jeet Kune Do, una fusión de varias técnicas de las diferentes artes marciales que el luchador llegó a practicar, incluyendo el estilo chino del kung fu, el boxeo y la esgrima occidentales, el kick boxing, el karate coreano o tangsudo, el judo japonés, el kali filipino, junto a estudios particulares de filosofía y fisiología humanas.

Su innovador y personal estilo resultó altamente transgresor con la tradición china, sin posturas fijas, muy práctico y basado en la anticipación, proponiendo una cantidad prácticamente ilimitada de recursos en los diferentes combates, adaptados a cualquier eventualidad. En otras palabras, en lugar de emplear la fuerza contra la fuerza, para Bruce Lee resultaba mucho mas efectivo imitar al agua, dejando que los golpes fluyeran sobre el adversario.

Bruce Lee, nacido Lee Jun-fan, vino al mundo en San Francisco (California) el 27 de noviembre de 1940, en una familia originaria de Hong Kong. Curiosamente, aquel fue el Año del Dragón del calendario tradicional chino.

Su carisma y habilidad le llevaron a despertar el interés por las artes marciales en el mundo occidental. Su fulgurante carrera como maestro y especialista en dichas técnicas, actor, cineasta, escritor y filósofo, se vio súbitamente truncada el 20 de julio de 1973. Entonces, los informes oficiales atribuyeron la causa de su fallecimiento a las fatales consecuencias de un derrame cerebral.

CINEFILIA

En la memoria de los aficionados a ese género cinematográfico permanece el inolvidable combate disputado entre Bruce Lee y Chuck Norris en el Coliseo de Roma en "El furor del Dragón" (Bruce Lee, 1972), con un gatito como único testigo.


MAS CINEFILIA

Una sátira del Bruce Lee, rutilante estrella cinematográfica, aparece en "Érase una vez en Hollywood" (Quentin Tarantino, 2019), en una parodia del combate del Coliseo romano entre el hombre blanco y corpulento, encarnado por el doble y especialista Cliff Booth (Brad Pitt) y el Pequeño Dragón (Mike Moh), con un impredecible desenlace.

LA MUERTE DE BRUCE LEE

Repleta de especulaciones, existen varias teorías sobre la desaparición del mítico personaje:

1.- Reacción alérgica a un medicamento: según algunas informaciones, la misma tarde de su fallecimiento, Bruce Lee sufrió una intensa cefalea. Estaba en compañía de la actriz taiwanesa Betty Ting Pei, elegida por la productora Golden Harvest para compartir el protagonismo del último proyecto cinematográfico en el que iban a trabajar juntos, "Juego con la muerte" (Robert Clouse, 1978).

Cuando ocurrió el óbito del protagonista, apenas se habían rodado 40 minutos de la película. En 1977, contando con dicha parte inconclusa, modificando el guión, y empleando dobles y montajes especiales de escenas de filmes anteriores, posibilitaron su estreno en las salas cinematográficas en 1978.

Los 170 cm de Bruce Lee enfrentados a los 2.18 metros de Abdul-Jabar

Entre el reparto destacamos al mítico pivot de Los Ángeles Lakers, Kareem Abdul-Jabar, en el papel de Mantis, el guardian del quinto piso.

Aquella fatídica tarde del 20 de julio de 1973, la actriz Betty Ting Pei le suministró a Bruce Lee una tableta de Equagesic ®, medicamento prescrito para el tratamiento del dolor. Entonces, cada tableta contenía:

  • 150 mg de meprobamato, un propanodiol de efecto farmacológico similar a los barbitúricos, empleado en el tratamiento de la ansiedad, 
  • 75 mg de citrato de etoheptazina, analgésico opioide análogo a la petidina
  • 250 mg de ácido acetilsalicílico (AAS), popularmente conocido como Aspirina ®.

Parece ser que esta mezcla de analgésicos y ansiolítico no le hizo efecto. El artista decidió acostarse y nunca más volvió a despertarse. 

2.- Agotamiento por calor: es una de las hipótesis barajadas en el libro "Bruce Lee: A Life" (Matthew Polly, 2018), si bien investigaciones posteriores no desvelaron que las temperaturas hubiera sido excesivamente elevadas en Kowloon el día de su fallecimiento.


3.- Edema cerebral: según los datos de su autopsia, Bruce Lee padecía un severo edema cerebral, que habría aumentado en un 13% el volumen de su cerebro. Algunas investigaciones afirman que el malogrado artista marcial había padecido anteriormente cefaleas intensas con convulsiones, que inclusive llegaron a ser confundidas con crisis epilépticas durante el rodaje de "Operación Dragón" (Robert Clouse, 1973).


Ingresado por urgencias en un hospital, habría sido tratado con manitol, un polialcohol que también puede utilizarse como edulcorante. Su efecto farmacológico como diurético osmótico parenteral, es capaz de establecer a nivel cerebral un gradiente entre el plasma y el parénquima orgánico, reduciendo el contenido neto de agua en el cerebro.

El productor hongkonés Raymond Chow, muy ligado profesionalmente a Bruce Lee, achacó la muerte del actor al uso de manitol. Existen evidencias de que este medicamento, empleado durante periodos prolongados de tiempo, puede pasar del flujo sanguíneo al cerebro y provocar hipertensión endocraneal.

4.- Teorías de la conspiración: este tipo de hipótesis han hecho correr ríos de tinta, desde envenenamientos promovidos por los Tong y las Triadas chinas o la propia mafia italoamericana, hasta contubernios dirigidos por maestros de las artes marciales tradicionales, celosos de su éxito y contrarios a que Bruce Lee desvelase sus técnicas y conocimientos secretos al público en general.

Aquí entraría la suposición del dim mak, el golpe letal que un adversario le podría haber propinadoen algún combate o entrenamiento previo.

DIM MAK

Diferentes artes marciales avanzadas en China, la India, CoreaJapón y la Isla de Okinawa enseñan a sus discípulos más avanzados unas serie de técnicas especiales destinadas a incapacitar, estimular o causar modificaciones fisiológicas e incluso anatómicas en los rivales. Se trata de golpes, fricciones, punciones o toques especiales, con determinados ángulos e inclusive a determinadas horas del día, cuyo manejo conlleva una elevada responsabilidad ética y moral.

Según la acupuntura y la medicina tradicional china, estos contactos tan sutiles sobre los puntos vitales interrumpirían los flujos energéticos corporales, provocando alteraciones metabólicas, hormonales, linfáticas, circulatorias, nerviosas, respiratorias y emocionales, que podrían llegar a producir la muerte del adversario, de manera instantánea o diferida.

Dese el punto de vista médico, el dim mak o "toque de la muerte" podría asociarse a una patología conocida como commotio cordis o conmoción cardíaca, la alteración abrupta del ritmo cardíaco provocada por un golpe en la región torácica precordial, capaz de transmitirse a la musculatura cardíaca y ocasionar una muerte súbita.

Fuera del mundo del deporte, sus causas más frecuentes suelen ser agresiones, accidentes de tráfico y accidentes laborales.


Recientemente, un grupo de cardiólogos australianos detectaron una marcada diferencia en los resultados de mortalidad entre la commotio cordis no relacionada con el deporte (88%) en comparación con los eventos relacionados con el deporte (66%).

Las tasas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y desfibrilación fueron considerablemente más bajas en los eventos no relacionados con el deporte: 27% frente al 97% para la RCP y 17% frente a 81% para la desfibrilación.

En los casos no relacionados con el deporte, los investigadores australianos detectaron etiologías no relacionadas con proyectiles en un 95% de las ocasiones, incluyendo el contacto corporal en el 79% de los casos: puñetazos, patadas o rodillazos, impactos contra el volante de los coches y golpes con armas sólidas, como palos, por ejemplo.

En otro sentido, una compresión de la arteria carótida,  de manera intensa o prolongada, podría comportarse también como un dim mak, obstaculizando el flujo sanguíneo hacia el cerebro y provocando una pérdida de conciencia, más o menos profunda y prolongada.

HIPONATREMIA

El sodio es un electrolito fundamental que regula el equilibrio entre el agua intra y extracelular.

Durante la hiponatremia, de múltiples causas, la concentración de sodio en sangre se diluye y los niveles de agua en el cuerpo aumentan, mientras las células comienzan a hincharse (edema), pudiendo causar desde problemas leves de salud hasta serios compromisos vitales.

CINEFILIA

En el magnífico western crepuscular "Los profesionales" (Richard Brooks, 1966), contemplamos como el consumo de sal (cloruro sódico) resulta vital para el grupo de mercenarios buscavidas interpretado por Lee Marvin, Burt Lancaster, Robert Ryan y Woody Strode, mientras atraviesan los tórridos desiertos que separan México de los Estados Unidos para rescatar a una joven y bella Claudia Cardinale de las supuestas garras de su secuestrador, Jack Palance.

Precisamente en este film contemplamos como Hans Ehrengard (Robert Ryan) sufre síntomas de una posible hiponatremia, caracterizada en general por náuseas y vómitos, cefalea, desorientación, fatiga, somnolencia y cansancio, agitación, irritabilidad, espasmos y calambres musculares, convulsiones e incluso la muerte.

En diciembre de 2022, un grupo de nefrólogos españoles publicó en Kidney Clinical Journal las conclusiones sobre su estudio sobre la verdadera causa de la muerte de Bruce Lee.

Estos especialistas defienden que en la vida de este excepcional artista marcial coincidían varias circunstancias que pudieron provocar una concentración de sodio en sangre excepcionalmente baja, como la exagerada ingesta de agua, promovida como saludable por el propio Lee, el consumo de alcohol y marihuana, que incrementan la sed, así como ciertos fármacos que tomaba habitualmente para el tratamiento de la ansiedad y el dolor, como meprobamato y AAS. Y todo ello unido a posibles alteraciones renales funcionales, derivadas de antiguas lesiones y de la sobrecarga de entrenamiento durante su intensa vida deportiva.

La hiponatremia probablemente provocó el edema cerebral responsable de la muerte de Bruce Lee. Parece ser que en sus últimos tiempos, se estuvo alimentando a base de una dieta líquida estricta consistente en zumos, y que sus riñones, dañados al verse obligados a eliminar un exceso de agua constantemente, resultaban incapaces de regular incluso una ingesta hídrica normal.

CAUSAS DE LA HIPONATREMIA

Existen ciertos factores ligados al estilo de vida y algunas patologías que pueden originar este trastorno electrolítico:

1.- Medicamentos: diuréticos, antidepresivos y analgésicos, que pueden alterar el equilibrio renal encargado de mantener la concentración de sodio en sangre dentro de la normalidad.

2.- Patologías renales, cardíacas y hepáticas: la insuficiencia cardíaca, renal o hepática pueden causar el acúmulo de líquidos corporales, provocando la dilución de sodio en la sangre.

3.- Secreción inadecuada de la hormona antidiurética (ADH): cuando existen niveles elevados la misma, existen una retención de agua, disminuyendo su secreción urinaria.

4.- Vómitos o diarrea crónicos y otras causas de deshidratación: el organismo pierde electrolitos en exceso, entre ellos sodio, incrementando la secreción de ADH.

5.- Ingesta excesiva de agua: lo que provoca que el riñón sea incapaz de excretar el exceso de líquido. Recordemos que podemos perder sodio a través de la sudoración. Si bebemos demasiada agua durante actividades de resistencia, como correr maratones o la práctica de triatlones, también puede provocar la dilución del sodio sanguíneo.

6.- Trastornos hormonales: la enfermedad de Addison o insuficiencia suprarrenal afecta a la producción hormonal de las glándulas suprarrenales, implicadas en la homeostasis. Asimismo, el hipotiroidismo también puede ocasionar hiponatremia.

7.- Trastornos psiquiátricos: como la potomanía, un trastorno alimentario no especificado (TANE), definido como el deseo de beber grandes cantidades de líquido, generalmente agua, de manera compulsiva y sin que exista una sensación previa de sed. Puede detectarse asociada a trastornos de la alimentación, como la anorexia nerviosa, donde el paciente bebe cantidades exageradas de agua para saciarse. La adicción al agua también se conoce como polidipsia piscogénica.

Dentro de sus causas existen determinadas enfermedades, como la diabetes o la insuficiencia renal crónica, y el consumo de fármacos como diuréticos, antiinflamatorios o litio, promotores de un exceso de sed.

8.- Consumo de drogas: como por ejemplo la 3,4-metilendioxi-metanfetamina (MMDA), una droga sintética más conocida popularmente como éxtasis, capaz de alterar el estado de ánimo y la percepción, e implicada en casos graves y fatales de hiponatremia.

En la memoria de todos los cinéfilos y amantes de las series televisivas permanece el cristal azul, la metanfetamina extraordinariamente pura sintetizada en la ficción por los secuaces protagonistas de la mítica "Breaking Bad", Walter White (Bryan Cranston) y Jesse Pinkman (Aaron Paul).


martes, 15 de noviembre de 2022

JOKER

- "¿Le parezco un payaso capaz de iniciar una revolución?

Arthur Fleck - The Joker en "Joker" (Todd Phillips, 2019)

Hoy toca. Y es que por más evidentes razones, desde hace tiempo queríamos dedicarle una entrada en este blog a "Joker" (Todd Phillips, 2019), la super galardonada película que contribuyó a glorificar el trabajo de su director, hasta entonces más conocido por sus disparatadas comedias de la saga inaugurada por "Resacón en Las Vegas" (Todd Phillips, 2009); inesperadamente se convirtió en la comedia para adultos más taquillera de la historia cinematográfica de los Estados Unidos.

Pero además y sobre todo, por la descomunal caracterización que Joaquin Phoenix realizó del malvado archivillano, el enemigo por antonomasia de Batman, un Joker emotivo e infeliz, capaz de cautivar el corazón de los espectadores. 

Por tan admirable trabajo, Joaquin Phoenix fue merecidamente premiado con el Oscar al mejor actor principal.

Delante de la pantalla, vamos asistiendo progresivamente a la corrupción de un deshecho de la sociedad, Arthur Fleck, el payaso Carnaval, transformado en un ser violento y deleznable completamente emponzoñado por la maldad y la locura.

En otras palabras, tal y como se pregunta Aarón Rodriguez Serrano en "Nunca le oímos llorar, Apuntes sobre Joker (Todd Phillips, 2019)", editado en Shangrila/Materiales, ¿cómo se llega, qué ocurre para que el payaso Carnaval devenga en Joker? ¿Cuál es el espacio narrativo que empuja a ese cuerpo suficiente, un cuerpo propicio al martirologio y al ridículo, a elevarse a la esfera de los mitológico, a imponerse como rostro del mal?.


 Joaquin Phoenix es Arthur Fleck, el Joker

CINEFILIA

La mutación en una bestia vengativa de un infeliz brutalmente acosado por su entorno también ha sido empleada en el universo del manga y del anime japoneses, como por ejemplo en "Koroshiya 1 The animation: Episode 0" (Shinji Ishihira, 2002), la precuela del controvertido anime "Ichi The Killer" (Takashi Miike, 2001), en la que el personaje de Hajime Shiroishi (Ichi) se transforma en un despiadado asesino, que terminará incluso enfrentado con la poderosa yakuza que controla la zona roja de Tokyo

Esta película de animación para mayores de 18 años, de colores cálidos sobre un fondo oscuro, explora el mundo del terror psicológico y los efectos devastadores de la incomprensión familiar y el acoso escolar en un joven que terminará convirtiéndose en un monstruo ávido de violencia, con un cuerpo atlético y una mentalidad infantil.


EL JOKER

Las primeras obras en las que apareció Batman se deben al trabajo de Bill Finger y Bob Kane. Ambos artistas, junto al dibujante e ilustrador Jerry Robinson, fueron los creadores del criminal antagonista del superhéroe, que ya aparecía en el primer cómic específico de la serie publicada por DC Comics en abril de 1940.

De personalidad psicopática, humor sádico y maldad infinita, la popularidad del bellaco fue creciendo paulatinamente hasta convertirlo en protagonista de multitud de productos y medios, saltando a las pantallas del cine y la televisión encarnado por César Romero, Jack Nicholson, Heath Ledger, Jared Leto y Joaquin Phoenix.

Según el cómic original, el rostro desfigurado del Joker, su piel blanca, cabello teñido de verde y labios rojos son secuelas de una acadia accidental en un recipiente de productos químicos.

Sin embargo, la película de Todd Phillips nos propone su génesis particular de este personaje, partiendo de un individuo anodino maltratado por la sociedad, que se gana la vida como payaso mientras comparte penurias con su anciana madre enferma, Penny Fleck (Frances Conroy).

CINEFILIA

La actriz Frances Conroy interpretó a la investigadora Ophelia Powers en "Catwoman" (Jean Christophe Comar, Pitof, 2004), el personaje que desvela a la protagonista (Halle Berry) los superpoderes felinos que supondrán para ella una bendición y una maldición.

Asimismo producto del ingenio de Bill Finger y Bob Kane, Catwoman es una ladrona de joyas, habilidosa con el látigo siempre embutida en un sensual y ajustado traje negro, una aliada habitual de Batman.

Retornando a la película, de manera indirecta "Joker" ha servido también para dar a conocer al público en general un trastorno neurológico muy poco frecuente, conocido como epilepsia gelástica, caracterizado por raras convulsiones y accesos de risa inoportuna y descontrolada que afecta a quienes la padecen.

LA RISA PATOLÓGICA

Para el filósofo Jacques Lacan, la risa es una forma de comunicación. Para que esta experiencia gozosa pueda realizarse es necesaria la presencia de los otros. Así ocurre en el espectáculo televisivo dirigido por Murray Franklin (Robert de Niro), el fulgurante astro televisivo tan admirado por Arthur Fleck, y que terminará el objetivo final de su venganza contra la sociedad.

CINEFILIA

En "El rey de la comedia" (Martin Scorsese, 1982) De Niro encarna al aspirante a cómico Robert Pupkin, obsesionado con el éxito que le permita convertirse en una estrella del calibre de su admirado Jerry Langford (Jerry Lewis). Para obtener su instante de celebridad, Pupkin no cesará en el acoso de su ídolo. 

La risa, como el llanto, es una acción involuntaria en la mayoría de las personas. Suele desencadenarse como respuesta un estímulo, interno o externo, procesado en el sistema nervioso central a nivel de áreas primarias, secundarias y de asociación multimodal.

Sabemos que el procesamientos de las emociones se realiza a nivel del sistema límbdico, probable responsable de las respuestas motoras que acompañan a la risa, como las expresiones faciales y el movimiento de los músculos que controlan la respiración y la fonación.

Después de la estimulación automática de estos actos motores, el eje hipotálamo-hipofisario y el sistema nervioso autónomo provocan una activación generalizada que conformará las emociones alegres que finalmente desencadenan la risa.

La estimulación del núcleo subtalámico puede inducir la risa, y así se ha comprobado en pacientes con enfermedad de Parkinson.

De la misma manera, tratando a pacientes epilépticos, se descubrió accidentalmente que la estimulación mediante electrodos de la denominada área motora suplementaria inducía la sonrisa. Si esta estimulación era más prolongada e intensa, provocaba la risa.

CINEFILIA

La risa y su capacidad subversiva y liberadora. En "El nombre De la Rosa" (Umberto Eco, 1980) el autor utilizó el desaparecido segundo libro de la "Poética" de Aristóteles (siglo IV antes de Cristo) dedicado a la comedia y la poesía yámbica, como el elemento principal para armar toda la trama de intriga de su novela, estupendamente llevada al cine por Jean-Jacques Annaud en su película homónima (1986), protagonizada por Sean Connery como el sagaz erudito Guillermo de Baskerville.


Trabajos de investigación realizados con voluntarios, desarrollados en las universidades de
Rochester (Estados Unidos) y Londres (Reino Unido), determinaron que el sentido del humor reside en una pequeña región del lóbulo frontal y en áreas de la corteza cerebral prefrontal ventral, junto a otras localizaciones implicadas en el proceso del lenguaje, siempre y cuando la gracia del chiste consistiera, por ejemplo, en un juego de palabras.

Por lo tanto, existen tres niveles en la producción de la risa:

  • Cortical: controla o elabora la respuesta emocional.
  • Efector o bulbar: desencadena las manifestaciones fisiológicas.
  • Sincrético: ubicado en el hipotálamo, y cuya función es la integración de los dos niveles anteriores.

Como veremos, la risa histriónica y escandalosa del Joker no es patrimonio exclusivo de la epilepsia gelástica.


El malogrado Heath Ledger es el Joker en 
"El caballero oscuro" (Christopher Nolan, 2008)

Debido a la complejidad del mecanismo productor y director de la risa, su modalidad patológica y descontrolada, con incontinencia y habilidad afectiva podrá diagnosticarse también en enfermedades del sistema central como tumores, esclerosis múltiple, ictus, demencias (Alzheimer) y afecciones de las conexiones entre el cerebro, el bulbo raquídeo y el cerebelo.

Asimismo, en enfermedades psiquiátricas como la esquizofrenia, trastornos maníacos e intoxicaciones por drogas, así como en niños con trastornos generalizados del desarrollo, por ejemplo dentro del espectro autista y Asperger, donde pueden aparecer ataques de risa sin motivo aparente.

ENFERMEDADES NEUROLÓGICAS

  • Parálisis bulbar y pseudobulbar: determinadas lesiones unilaterales o bilaterales de las vías motoras que unen la corteza cerebral con el bulbo raquídeo pueden provocar una risa patológica. Entre sus causas más frecuentes se encuentran la arteriosclerosis, infartos cerebrales múltiples y la esclerosis múltiple. En este caso, la risa resulta desproporcionada, siendo a menudo descrita como incontinencia emocional. Esta parálisis impide los movimientos voluntarios, pero no los reflejos (risa, llanto o succión). Anatómicamente, por orden decreciente, las zonas más frecuentemente afectadas son la cápsula interna (con daños en los ganglios basales), la sustancia negra, los pedúnculos cerebrales e hipotálamo caudal, y las lesiones bilaterales del tracto piramidal, con afectación de fibras extrapiramidales. Existe un excelente trabajo publicado en la Revista de Medicina y Cine de la Universidad de Salamanca titulado "La baraja del Joker: factores desencadenantes de la conducta agresiva en el paciente con afección pseudobulbar", que repasa la fisiopatología de esta enfermedad y establece los aspectos clínicos, familiares, ambientales y socioculturales relacionados con la conducta destructiva del Joker. Desde aquí recomendamos su lectura.
  • Epilepsia gelástica: descrita por primera vez en 1957 por los científicos David Daly y Donald Mulder, cuyos trabajos fueron publicados en la prestigiosa revista Neurology. Se calcula que esta rara patología afecta al 0.2% de la población y representa al 0.32% de los casos de epilepsia.Suele aparecer entre los 3 y 4 años, y es más frecuente en los niños que en las niñas. Son característicos los ataques de risa repentinos, de comienzo paroxístico, autolimitados (suelen durar apenas 30 segundos), producidos por descargas corticales anormales, y seguidos de una fase amnésica. Predominan las crisis diurnas, acompañados de hipotonía y diaforesis. Si están asociados a tumores hipotalámicos, la pubertad precoz es característica. También puede asociarse a tumores hipotalámicos posteriores congénitos benignos. La risa hueca, involuntaria, incontrolable y fuera de lugar les ocasiona a estos pacientes una tremenda incomodidad.
  • Enfermedad vascular cerebral: en algunas ocasiones, después de un ictus, pueden presentarse ataques de risa o llanto patológicos, por la oclusión parcial de las arterias vertebrales y basilares. El síndrome conocido como "ictus ridenti" o "fou rire prodromique" se caracteriza por una risa prolongada que puede durar horas o incluso semanas, acompañada de hemiplejia, estupor o demencia. Su causa es una hemorragia intracraneal extensa de profesión gradual que destruye el tejido cerebral.
  • Otras enfermedades neurológicas: se han descrito ataques de risa patológica en casos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), encefalitis y meningitis, enfermedad de Parkinson y enfermedades por depósitos anormales de lípidos, como la enfermedad de Gaucher, Niemann-Pick o Fabry.

CINEFILIA

El genial y polifacético Jack Nicholson, un habitual de las películas más famosas sobre personajes perturbados o enajenados, como por ejemplo "Alguien voló sobre el nido del cuco" (Milos Forman, 1975), "El resplandor" (Stanley Kubrick, 1980) o "Mejor... imposible" (James L- Brooks, 1997), encarnó al Joker en "Batman" (Tim Burton, 1989), la primera de las cuatro adaptaciones cinematográficas de las aventuras del Hombre Murciélago, el famoso superhéroe del cómic clásico.


Jack Nicholson es el peculiar Joker de "Batman" (Tim Burton, 1989)

ENFERMEDADES PSIQUIÁTRICAS
  • Esquizofrenia: la risa está desligada de su sentido emocional, surgiendo en estallidos ocasionales inapropiados. En algunas ocasiones, de manear repentina, la risa puede convertirse en llanto.
  • Histeria y otras neurosis: el mismísimo Freud ya describió la risa patológica en sus ensayos sobre la histeria. La risa histérica colectiva también ha sido descrita, desatada incluso en grupos numerosos de personas, tal vez ligada para algunos investigadores a unas condiciones sociales determinadas, como pobreza, ansiedad, culpabilidad y pérdida de la propia identidad.
  • Narcolepsia: la risa puede convertirse en el desencadenante de los ataques catapléjicos típicos de esta enfermedad, donde la excesiva somnolencia diurna, las alucinaciones hipnagógicas, el insomnio y la parálisis del sueño completan su cortejo sintomático más típico. A propósito de esta patología, en este mismo blog hemos comentado con anterioridad "Mi Idaho privado" (Gus Van Sant, 1991), protagonizada por el malogrado River Phoenix, hermano de Joaquin Phoenix, interpretando a un joven y atractivo chapero en la procura de su propio destino.
  • Intoxicaciones: múltiples sustancia pueden desencadenar episodios de risa patológica: alcohol, benzodiacepinas, alucinógenos (cannabis, hachís), LSD, óxido nitroso o "gas de la risa", los depósitos de cobre a nivel cerebral en la enfermedad de Wilson, y otras sustancias tóxicas como anestésicos locales e insecticidas.

César Romero, el Joker en la serie de televisión "Batman" 
y el film "Batman" (Leslie H. Martenson, 1966)

ENFERMEDADES PEDIÁTRICAS
  • Síndrome de Angelman: descrito en 1965 por el pediatra británico Harry Angelman, conocido popularmente como "síndrome de la muñeca feliz". Se trata de un trastorno genético donde está involucrada la expresión del gen UBE3A, que codifica la enzima ubiquitina ligasa. En el 65-75% de los casos, este síndrome ocurre por detección genética; una minoría por mutación o por una disocia uniparental, que ocurren cuando se heredan dos copias del cromosoma 15 del padre, en lugar de una de cada progenitor. La traslación o el reordenamiento cromosómico son mucho menos frecuentes. Sus principales características son retraso mental severo, más acusado en el área del lenguaje, risa frecuente y aspecto feliz, con el llanto especialmente raro e incluso ausente. Sus rasgos somáticos son característicos, con microbraquicefalia, prognatismo, protusión lingual, malposición dentaria y aplanamiento occipital. Estos pacientes se mueven de manera incoordinada y atáxica. Son frecuentes las crisis comiciales, con alteraciones electroencefalográficas constantes, así como alteraciones visuales por atrofia papilar, entre otras.

  • Enuresis risoria: caracterizada por la urgencia miccional incontrolable desencadenada por la risa. Está causada por fuertes contracciones del músculo detrusor de la vejiga. Puede persistir hasta la edad adulta, aunque su frecuencia es mayor entre los 5 y los 7 años de edad. Es más frecuente en las mujeres, y tiene una presentación familiar. Todas las pruebas diagnósticas, incluyendo los estudios neurológicos y urodinámicos, son normales.
  • Trastornos generalizados del desarrollo: caracterizados por una perturbación generalizada y grave de diversas áreas del desarrollo madurativo infantil, donde la risa patológica puede manifestarse; como por ejemplo en los trastornos del espectro autista (TEA), el síndrome de Rett (cuyos enfermos presentan episodios de risa nocturna en más del 80% de los casos) y en algunos casos del  trastorno de Asperger.
ENFERMEDADES NEUROQUIRÚRGICAS

Incluyendo los traumatismos craneoencefálicos y determinados tumores. La risa patológica ha sido descrita en casos con astrocitomas y hematomas hipotalámicos, asociados frecuentemente a una pubertad precoz, gliomas y papilomas hipotalámicos, papilomas del tercer ventrículo, tumores de fosa posterior, tumores pituitarios, córdobas de clivus y osteocondromas.


Jared Leto como el Jocker en "Escuadrón suicida" (David Ayer, 2016)

LA RISA DE ARTHUR FLECK, EL JOKER

Dentro del anecdotario de esta película destacamos que Joaquin Phoenix estudió varios videos de personas reales afectadas por diversos tipos de risa patológica, algunos de las cuales podían ser tan extremas y violentas como para provocarles hipoxia cerebral. Según testimonios del propio actor, conseguir la risa de su personaje fue la tarea más ardua de su interpretación.

Y todo ello a pesar de tener que perder alrededor de 25 kilos de peso para convertirse en el Joker, un esfuerzo semejante al que tuvo que realizar Christian Bale para transformarse en el escuálido Trevor Reznik de "El maquinista" (Brad Anderson, 2004) o Matthew McConaughey en el libertino enfermo de SIDA Ron Woodroof en "Dallas Buyers Club" (Jean-Marc Vallée, 2013).


Christian Bale es Trevor Reznik en "El maquinista" (Brad Anderson, 2004)

La risa de Arthur Fleck es un síntoma, pero resulta inoportuna y desequilibrante, molesta para la sociedad, incomoda y altera al que la escucha. Y encima nunca presagia algo agradable, más bien al contrario.

Tal y como argumenta Aarón Rodriguez Serrano en "Nunca le oímos llorar, Apuntes sobre Joker (Todd Phillips, 2019)", los tres rostros de Arthur/el payaso Carnaval/ Joker se corresponden a tres tipos diferentes de risas:
  • La risa síntoma: incontrolable, desencadenada en los momentos más inoportunos, el síntoma de un trastorno mental (o de varios). Es la que le lleva a ser aporreando sin piedad en el metro por los tres jóvenes yuppies a los que termina asesinando a balazos.
  • La risa social: una especie de chirrido agónico que surge cuando Arthur intenta aparentar que pilla un chiste o que encuentra una situación graciosa. Esta risa aguda aparece en la película cuando escucha y analiza los monólogos en el club Pogo´s, o cuando sus compañeros de trabajo se burlan del payaso enano Gary (Leigh Gill).
  • La risa compasiva: sincera y sencilla, tal vez la única verdadera. Es la risa que surge mientras contempla la proyección de "Tiempos modernos" (Charles Chaplin, 1936), un ejemplo de risa infantil de la que quizás nunca llegó a disfrutar. Esta risa no volverá jamás cuando la posibilidad de redención del Joker desaparezca para siempre.
ARTHUR FLECK PACIENTE PSIQUIÁTRICO

Penny Fleck se dirige siempre su hijo con un apelativo cariñoso: happy, feliz, risueño, contento. Arthur comenta que su madre cree que él vino al mundo para hacer feliz a la gente.

Sin embargo, con el paso del tiempo y una familia disfuncional, vamos descubriendo que madre e hijo nunca han disfrutado de una salud mental normal.

En el último cuarto de la película, Arthur visita el Hospital Estatal de Arkham, en realidad las instalaciones del Brooklyn Army Terminal, el complejo de edificios que empleado originalmente como una terminal de suministros para el ejército estadounidense, y que ahora se utiliza con fines comerciales e industriales.

Explorando el historial médico de su madre, Arthur descubre que Penny Fleck estuvo ingresada en Arkham por una psicosis alucinatoria y un trastorno de la personalidad narcisista, y que él mismo era su hijo adoptivo, un niño abandonado que no correría mejor suerte al lado de una madre perturbada, que consentía incluso los abusos pedófilos de su propio hijo a manos de alguno de sus amantes.


Este hospital psiquiátrico, que aparece en varios episodios de la serie de "Batman", está supuestamente inspirado en el estilo gótico y la tenebrosa historia del Hospital Estatal de Danvers, en Massachusetts, construido inicialmente para tratar a personas con problemas de salud mental, y convertido más tarde en un ministro lugar en el que se practicaron lobotomías e inhumanas terapias de choque.


Como apunte cinéfilo, este manicomio fue el escenario donde se rodó "Session 9" (Brad Anderson, 2001), un thriller de terror galardonado en el Festival de Cine Fantástico de Sitges con el premio al mejor director en 2001.

Retomando el hilo de "Joker", Arthur Fleck toma 7 medicamentos diferentes. En una escena podemos contemplar cómo coge unos comprimidos de sus botes. Hemos conseguido solamente distinguir en sus etiquetas dos fármacos:
  • Fenelzina: es un antidepresivo perteneciente al grupo de los IMAO (inhibidores de la monoaminooxidasa). Al ser un IMAO no selectivo, inhibe tanto las monooxidasas del tipo A como del B. Fue el primer antidepresivo disponible en el mercado, y actualmente ha sido sustituido por otros fármacos más modernos. Sin embrago, por su mecanismo de acción especial, puede seguir siendo útil en el tratamiento de las depresiones atípicas y en determinados cuadros de ansiedad manifiesta. Asimismo, puede emplearse en el tratamiento de la fobia social, una patología que cuyos síntomas concuerdan con una de las posibles patologías psiquiátricas de nuestro protagonista. Otro de sus inconvenientes son las interacciones que presenta con otros medicamentos de sus frecuento, así como  con determinados alimentos (quesos, embutidos, fruta madura) y bebidas (vino y cerveza).
  • Oxazepam: es una benzodiacepina con acciones ansiolítica, miorrelajante, hipnótica y anticonvulsiva. Es un depresor del SNC, y sus diferentes efectos terapéuticos dependen de la dosis, oscilando entre la sedación hasta la letárgia, la hipnosis e incluso el coma. Su efecto relajante del músculo esquelético es útil en el tratamiento de los síntomas hipertónicos, espásticos y discinésicos, algunos de los cuales padece Arthur Fleck, sobre todo discinesia, movimientos anormales e involuntarios, sobre todo faciales, y que también pueden desarrollarse cuando se consumen neurolépticos de manera prolongada, otra hipótesis que no podríamos descartar dentro de la probable medicación de nuestro protagonista. Por su acción depresora del sistema límbdico, también se emplea en el tratamiento de alteraciones emocionales y del comportamiento.
CINEFILIA

Existe una escena en la que Arthur, antes de convertirse en el Joker, vacía el contenido de su nevera y se introduce dentro de ella. El pequeño protagonista (Maxime Collin) de la abrumadora "Léolo" (Jean-Claude Lauzon, 1993) se esconde en la cocina para leer bajo la tenue luz de la nevera abierta el único libro que ha existido en su casa: "L´avalée des avales - El valle de los avasallados" (Réjean Ducharme, 1965).


Pero ¿cuándo se convirtió Arthur / el payaso Carnaval en el malvado Joker?

Uno de los mayores aciertos del director y los guionistas de "Joker" consiste en mantener siempre viva la posibilidad de empatía con el perturbado protagonista, a pesar de conocer de antemano la imposibilidad de su redención y su transformación en uno de los psicópatas asesinos más celebres en la historia del cine.

Existen múltiples momentos para su metamorfosis: su injusta expulsión de la agencia de payasos, traicionado por su compañero Randall (Glenn Fleshler), y del que se cobrará cumplida venganza; la paliza que sufre en el metro y el asesinato a tiros de sus agresores, ebrio del poder y la seguridad que le proporciona el uso del revólver; el descubrimiento de su desgraciada historia familiar; el desprecio público por parte de su admirado Murray Franklin (Robert de Niro), y por supuesto, el rechazo del todopoderoso Thomas Wayne (Brett Cullen), empeñado en menospreciar despectivamente a sus rivales políticos con la palabra "payasos", la amada profesión de Arthur, fruto de sus alegrías y sus desazones.


Este hecho colocará definitivamente al "Joker" al margen la sociedad y el orden defendido por el progenitor de Bruce Wayne, y como consecuencia, lo transformará en uno de los mas encarnizados enemigos de Batman.

Mítico resulta el apoteósico simbólico descenso del Joker a su infierno particular mientras baja danzando y contorsionándose por las escaleras del 1150 de la Avenida Anderson, en el Bronx, mientras suenan los acordes de "Rock ´n´Roll (Part 2)" de Gary Glitter.

¿Os atrevéis a vilipendiar a Arthur Fleck y al payaso Carnaval? ¡Temeréis al Joker!