domingo, 2 de abril de 2023

LA BALLENA


- ¡Necesito saber que he hecho una cosa correcta en mi vida!

Charlie (Brendan Fraser" en "La ballena" (Darren Aronofsky, 2022)

Con anterioridad, en este blog hemos demostrado nuestra predilección por las películas de Darren Aronofsky"Réquiem por un sueño" (2000), "El luchador" (2008), "Cisne negro" (2010), probablemente sus mejores obras.

Retratos de personajes atormentados, constantemente al límite, en la procura de una redención que a pesar de sus esfuerzos nunca consiguen alcanzar: la señora Goldfarb (Ellen Burstyn) y su adicción a las anfetaminas, el baqueteado luchador Randy "The Ram" Robinson (Mickey Rourke, en wl quizás mejor papel de su carrera) y la ofuscada bailarina Nina (Natalie Portman).

La temática abordada va desde la dependencia de las drogas, pasando por la imagen más descarnada del fracaso, hasta la búsqueda enfermiza de la perfección.

Con estos antecedentes, no es de extrañar el interés del director por recrear el claustrofóbico ambiente de "La Ballena" (Darren Arofnosky, 2022), apoyándose en la obra teatral homónima de Samuel D. Hunter (2011).


Hunter fue también el guionista de la película, que sin ser realmente un biopic, está inspirada en fragmentos autobiográficos relacionados con su malsana relación con la comida basura, su homosexualidad, su desventurada infancia como niño obeso, su férrea educación, dentro de los preceptos de la iglesia episcopaliana, y su experiencia como profesor de literatura creativa, elementos todos que en mayor o menor medida se encuentran presentes en "La ballena".


Samuel D. Hunter

Y al igual que ocurriera en su día con Mickey Rourke, Arofnosky consigue sacarle el máximo partido al esfuerzo interpretativo de Brendan Frazer, antaño famoso por su protagonismo en "George de la jungla" (Sam Weisman, 1997) y en la popular saga inaugurada por "La momia" (Stephen Sommers, 1999). 

Para este actor, el premio por su trabajo ha sido el Óscar al mejor actor de 2023.


BRANDAN FRASER Y CHARLIE

No obstante, existen algunas voces discrepantes contra Darren Aronofsky, debidas al proceso de caracterización de Brendan Fraser para convertirse en Charlie.

Más concretamente, se refieren al uso de un traje protésico necesario para dar la talla del personaje protagonista. Estos críticos han interpretado como un paso atrás en los avances conseguidos anteriormente en la representación de personas de tallas grandes. 

Entienden que hubiera sido más correcto que Aronofsky eligiera a un actor con una auténtica obesidad mórbida.


Brendan Fraser es Charlie

Con 190 de estatura y un peso original aproximado de 90 kg, Brendan Fraser tuvo que engordar 30 kilos mediante una dieta excesiva en cantidad y abundante en hidratos de carbono. Además, se vio obligado a utilizar un traje especial de 136 Kg, rellenado con judías y canicas, tras no haber sido capaz de ganar más peso para dar vida a Charlie.

Según el testimonio del propio actor, para moverse por el set de rodaje con su traje protésico necesitaba la ayuda de media docena de personas. La primera vez que se lo colocaron tardaron unas 6 horas en hacerlo. Dicho traje disponía de un sistema de refrigeración especial, como el mono de los pilotos de carreras. Para desplazarse desde la zona de maquillaje hasta el set de rodaje necesitaba la ayuda de una silla de ruedas.


Ésta fue la decisión tomada en "Precious" (Lee Daniels, 2007), donde la actriz Gabourey Sidibe encarnó a una adolescente obesa, maltratada y analfabeta, o en "El gran Alberto" (Joel Zwick, 2004), protagonizada por Keenan Thompson, inspirada en la popular serie de TV "El gordo Alberto y la pandilla Cosby", creada por el humorista Bill Cosby.


Pero en otras películas se ha preferido bregar con el aspecto físico habitual de los actores por exigencias del guión,
 como por ejemplo Christian Bale, que adelgazó 27 Kg para transformarse en el inquietante Trevor Reznik de "El maquinista" (Brad Anderson, 2004), Robert de Niro, engordando 27 Kg para convertirse en el vapuleado Jake LaMotta de la magistral "Toro salvaje" (Martin Scorsese, 1980), o Matthew McConaughey, que primero tuvo que perder 20 kilos para encarnar a Ron Woodroof en "Dallas Buyers Club" (Jean-Marc Vallée, 2013), y más tarde abocado a engordar 30 Kg, esta vez para trocarse en el orondo Kenny Wells de "Gold, la gran estafa" (Stephen Gaghan, 2020).


Gabourey Sidibe es Precious

Simplemente recordar que semejantes esfuerzos artísticos han sido reconocidos con los correspondientes premios Óscar para Robert de Niro, Matthew McConaughey y más recientemente, Brendan Fraser.

CINEFILIA

Repasando la cinematografía española, existen algunas películas protagonizadas por actores obesos, que no necesitaron caracterizaciones especiales para conseguir su cometido. Sin embargo, en "Gordos" (Daniel Sánchez Arévalo, 2009), contemplamos a un camaleónico Antonio de la Torre engordando 30 kilos para su papel de Enrique Fresán, un televisivo especialista en nutrición, en un elenco donde también están los orondos Fernando Albizua y Teté Delgado.


Antonio De la Torre en "Gordos"

Tampoco necesitó maquillaje ni prótesis especiales Laura Galán para convertirse en Sara, la hostigada y denigrada adolescente protagonista de la sorprendente "Cerdita" (Carlota Pereda, 2022), merecedora, entre otros galardones, de los premios Goya y Feroz por su interpretación.


OBESIDAD MÓRBIDA

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se considera obesidad mórbida el exceso de peso de 45.5 kilogramos respecto al peso ideal de una persona, o bien cuando su peso se sitúa en un 100% por encima del que debería realmente tener. Se trata de una acumulación excesiva de grasa que pone en peligro la salud del paciente que la padece.

Si bien en la película no se menciona el peso de Charlie (Brendan Frazer), éste podría rondar los 275 kilos.

Considerando el Índice de Masa Corporal (IMC), que se obtiene dividiendo el peso en kilogramos de una persona entre el cuadrado de su talla en metros, si el resultado es igual a superior a 30, nos encontramos ante un caso de obesidad, que pasaría a ser mórbida a partir de 40.

Según estimaciones de la OMS, actualmente existen unos 600 millones de obesos a nivel mundial, cifra equivalente a un 13% de la población adulta.

En el desarrollo de la obesidad existen múltiples factores: genéticos, ambientales, metabólicos y endocrinológicos, si bien sus causas principales son una mala alimentación, con un consumo excesivo de calorías, y el sedentario o falta de actividad física.


Brendan Frazer es Charlie, en "La ballena"

En esta película contemplamos como el protagonista apenas puede moverse, condenado a permanecer retratado en un gran sofá, mientras imparte clases universitarias sobre escritura creativa a través de su ordenador, vía Internet, pero siempre con la cámara apagada, ocultando su realidad de la vista de sus alumnos.

El exceso de calorías en su alimentación es una constante: pizzas, grasientos bocadillos, dulces, chocolatinas y bebidas edulcoradas, en formato familiar.

Las consecuencias de la obesidad mórbida son muy graves, y así lo constatamos en esta película: mayor riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, diabetes, patología renal y hepática, así como una mayor propensión para determinados cánceres. Algunos expertos apuntan a una reducción la esperanza de vida alrededor de 15 años.


Charlie es
diabético, sufre crisis hipertensivas y una insuficiencia cardíaca congestiva avanzada, con frecuentes episodios de disnea de reposo. Siempre que lo necesita, acude en su ayuda la tenaz Liz (Hong Chau), la hermana de la difunta pareja de Charlie, otro de los sugestivos personajes de "La ballena", junto a Ellie (Sadie Sink), la desconcertante hija de Charlie, exasperante e inmisericorde, el joven Thomas (Ty Simpkins), empeñado en redimir al protagonista mediante el cristianismo sectario, y Mary (Samantha Morton), la esposa despechada en la que la compasión ha ido sustituyendo progresivamente al amor y al cariño.


Sadie Sink es Ellie

Charlie no acude nunca al médico. Tampoco reclama la atención urgente ni ambulancias. Lo achaca a la falta de dinero para adquirir un seguro médico, tan necesario dentro del sistema sanitario sanitario estadounidense. Su medicina, su ansiolítico preferido, es la comida. Trata de controlar su trastorno de estado de ánimo mixto, ansioso - depresivo, mediante atracones de comida, resignado e inmerso en un circulo vicioso cuya única posible escapatoria sería la muerte.


Hong Chau es Liz

Y a pesar de todo, "La ballena" no es una película sobre la obesidad mórbida, ni siquiera sobre las modernas patologías denominadas soledad y abandono. Es una pesarosa historia sobre la empatía.

Porque, a pesar del rechazo que su figura y comportamiento pudieran llegar a provocarnos, Charlie nos emociona y consigue ponernos a su lado, incluso cuando es maltratado por los demás, y por si mismo.

LA OBESIDAD EN EEUU

Datos de 2020, reportados por el Study of Obesity: Better Policies for a Healthier America, advertían que la tasa de obesidad en los EEUU había superado por primera vez el 40%, situándose en el 42.4%.

Estos porcentajes significan que desde 2008, la tasa estadounidense de obesidad en adultos se incrementó un 26%-


En EEUU, cuanto mayores sean los ingresos de un ciudadano, menores serán su probabilidades de terminar obeso. Las personas con menor nivel educativo también son las más propensas a padecer obesidad. Las comunidades rurales registran las tasas más altas de obesidad y obesidad severa que las áreas suburbanas y metropolitanas. 

En España, en 2016, el exceso de peso en los adultos representaba un sobrecoge directo del 2% del presupuesto sanitario nacional. Según algunas estimaciones, de no corregirse la tendencia creciente, en el 2030 se espera un incremento del 16% en el número de obesos, con un 58% de sobrecoge sanitario directo.


Mapa de la gestión de la obesidad infantil en España 2022

Según la Encuesta Europea de Salud del año 2020, un 16.5% de los españoles mayores de 18 años era obeso, porcentaje que se reducía ligeramente en las españolas, con un 15.5%

En comparación con otros países de nuestro entorno, en 2022 solamente Chipre, Grecia e Italia superaban a España respecto a la mayor prevalencia de sobrepeso, incluyendo la obesidad.



sábado, 1 de abril de 2023

BEETHOVEN: CINE Y ENFERMEDAD (REVISADO)


"Amor inmortal" (Bernard Rose, 1994)

Las posibles patologías probablemente padecidas por Beethoven a lo largo de su vida fueron objeto de una entrada en este mismo blog el 21 de mayo de 2016.

A la luz de los resultados de las nuevas investigaciones sobre estas cuestiones, hemos creado necesario ampliar la información con los nuevos datos.

Comentábamos entonces el libro "Beethoven´s hair" (Russell Martin, 2001), sobre las andanzas de un mechón del cabello supuestamente obtenido en el lecho de muerte del genial Ludwig van Beethoven (1770-1827), por Ferdinand Hiller, uno de sus amigos más íntimos.

Este libro nos cuenta cómo el mechón de Beethoven llegó en 1943 a Dinamarca, durante la ocupación nazi. Un refugiado judío se lo había entregado a un médico, después de haber pasado de padres a hijos durante décadas.

Finalmente, en 1994, dos extravagantes personajes anónimos de harían definitivamente con tan preciada pieza, subastada por Sotheby´s.

"Beethoven´s hair" (Larry Weinstein, 2005), un documental televisivo de 1 hora de duración, coproducido por Austria y Canadá, está inspirado en la novela de Russell Martin. Su guionista fue Thomas Wallner.

LA CORRECCIÓN DE UN ERROR

En el año 2000, investigadores pertenecientes al Pfeiffer Research Center de Illinois (EEUU) descubrieron la presencia de elevados niveles de plomo en un mechón de Beethoven, y a este hallazgo responsabilizaron de su fallecimiento.

Sin embargo, un trabajo publicado en marzo de 2023 en la revista "Current Biology", donde participaron investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), el Beethoven Center de San José y la American Beethoven Society (EEUU), junto a la Universidad Católica de Leuven (Bélgica), Family TreeDNA, el Hospital Universitario y la Universidad de Bonn, la Beethoven-Haus de Bonn y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania), después de realizar pruebas de autenticación en 8 muestras de cabello del compositor, adquiridas en colecciones públicas y privadas del Reino Unido, Europa continental y EEUU, descubrieron que al menos 2 mechones no eran de Beethoven.


Retrato de Ludwig van Beethoven, de Josef Karl Stieler (1781-1858)

Entre ellos, el famoso mechón que se creía cortado en su lecho de muerte por Ferdinand Hiller, y que atribuía el desenlace mortal de su patología a una intoxicación crónica por plomo o saturnismo.

Estos investigadores descartaron el envenenamiento por plomo, ya que el supuesto "mechón Hiller" realmente nunca perteneció a Beethoven, porque dichos cabellos son femeninos. De esta manera, recomiendan que futuras investigaciones destinadas a analizar la posible implicación del plomo, los opiáceos o el mercurio en su patología deberán realizarse sobre muestras de origen fidedigno y contrastado.

El "mechón Hiller"

El equipo internacional realizó la secuenciación del genoma a partir de cabellos de la muestra auténtica mejor conservada, conocida como el "mechón Stumpff", debido al nombre de su dueño.

El estudio verificó la autenticidad de varios mechones más: el "mechón Moscheles" y el entregado por el propio Beethoven al pianista Anton Halm (1789-1872).

El "mechón Halm"

Johannes Krause
, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, ha destacado que el objetivo principal de estas investigaciones era descubrir los problemas de salud de Beethoven, incluyendo la sordera progresiva que comenzó a sus 20 años, y que le llevó a la pérdida definitiva de la audición en 1818.

Pero sus esfuerzos no consiguieron descubrir evidencias genéticas concluyentes sobre la causa de la sordera y los trastornos gastrointestinales del insigne compositor. Sin embargo sí hallaron una serie de factores de riesgo significativos respecto a su patología hepática.


El "mechón Moscheles". Ira F. Brilliant Center for Beethoven Studies, San Jose State University

Fueron detectadas evidencias de una hepatitis B, presente en los meses anteriores a la defunción de Beethoven. Simplemente recordar que en su autopsia se encontró una incuestionable cirrosis hepática, que entonces fue achacada a su hábito etílico abusivo.

Simplemente recordar aquí que tanto el abuso crónico del alcohol como la hepatitis B crónica están entre las principales causas de cirrosis hepática.

¿Cómo pudo infectarse Beethoven de hepatitis B?

No se puede descartar que el suyo fuera un caso de transmisión materno - fetal del virus de la hepatitis B. Sin embargo, resulta más plausible el contacto sexual con una pareja infectada, ya que este virus puede transmitirse a través de la sangre, el semen y otros fluidos corporales.

Causas más contemporáneas, como compartir agujas y jeringas contaminadas o una transfusión sanguínea quedarían descartadas en su caso.

UNA SORPRESA

Estos análisis del ADN de Beethoven revelaron que su cromosoma Y no coincidía con  ninguno de sus 5 parientes modernos, apellidados como él y que comparten un ancestro común, según los registros genealógicos.

Según Tristan Begg, de la Universidad de Cambridge, este hallazgo implica una eventual paternidad extramatrimonial entre la concepción del ancestro común, Hendrik van Beethoven, nacido en Kampenhout (Bélgica) alrededor de 1572, y la de Ludwig van Beethoven en Bonn (Alemania) en 1770, 7 generaciones después.

Los análisis de ADN antiguo realizados por Begg, William Meredith y Toomas Kivisild, de la Universidad Católica de Leuven (Bélgica) permitieron secuenciar completamente el ADN de Beethoven a partir de pequeñas muestras de su cabello.


LA CUESTIONADA HIPÓTESIS DEL SATURNISMO

Se ha demostrado que todos los estudios que relacionaron el saturnismo con la enfermedad y muerte de Beethoven, realizados a partir de los análisis del "mechón Hiller" no son válidos, pues esos cabellos no pertenecen al c compositor, sino a una mujer desconocida.

Recordemos que Vicente Rodillaprofesor de Toxicología y músico de la Banda Primtiiva de Lliria, junto al tenor lírico José Garcés, desde el CEU Cardenal Herrera de Valencia realizaron un estudio tratando de relacionar los síntomas de una intoxicación crónica por plomo con ciertas particularidades en las composiciones de Beethoven, especialmente en las más tardías.

Una de las conclusiones del estudio internacional anteriormente reseñado recomienda nuevos análisis sobre muestras contrastadas e indudablemente pertenecientes a Beethoven para demostrar la implicación del plomo u otras sustancias en su enfermedad y muerte.


Dr. Andreas Ignaz Wawruch (1782-1842)

A lo largo de su existencia, Beethoven fue atendido por diversos médicos. Al respecto, en diciembre de 1826 el Dr. Andreas Wawruch trató a Beethoven por una grave neumonía, que a punto estuvo de costarle la vida. En aquel tiempo, las sales expectorantes contaban en su composición con excesivas cantidades de plomo.

En esta misma línea, el forense Christian Reiter analizó muestras del cabello de Beethoven, en cooperación con la Universidad de Edafología de Viena (Austria), convertidos así en el diario de los últimos 400 días de la vida de Beethoven. Para este investigador, el saturnismo y la cirrosis hepática probablemente llevaron a la tumba al genio a la precoz edad de 56 años.

En "Copying Beethoven" (Agnieszka Holland, 2006) contemplamos diversas escenas en las que Beethoven se emborracha en la taberna de Krenski (Angus Barnett), un tugurio en el que solía ahogar sus penas en vino y donde celebraba sus aclamados éxitos.

En dicho establecimiento consumía con demasiada frecuencia pescados procedentes del cercano Danubio, como por ejemplo truchas y carpas. Esta circunstancia ha hecho sospechar a los investigadores su intoxicación crónica con plomo, procedentes precisamente del pescado fluvial contaminado, del cristal de sus copas favoritas y del mismo vino barato, al que en la época se le añadían cantidades de este metal pesado, forma de acetato plúmbico, como adulterante.

En mayo de 2010, un cualificado grupo de investigadores del Instituto Médico Mount Sinaí de Nueva York, analizó fragmentos procedentes del cráneo de Beethoven en la procura de posibles indicios de una intoxicación crónica por este metal pesado. Sin embargo, los niveles detectados, 13 microgramos de plomo por gramo de masa ósea en los huesos grandes, se consideraron dentro de la normalidad. 


sábado, 11 de marzo de 2023

RECUERDA

 

"Nuestra historia se basa en el psicoanálisis, el método mediante el cual la ciencia moderna trata los problemas emocionales del hombre. El psicoanalista solo pretende inducir al paciente a hablar de sus problemas ocultos, con el propósito de abrir las puertas cerradas de su mente. Tan pronto como los complejos que han estado inquietando al paciente salen a la luz y se interpretan, la enfermedad y la confusión desaparecen, y los demonios de la locura son expulsados, del alma humana"...

Aún a riesgo de parecer contradictorios, sostenemos que "Recuerda" (Alfred Hitchcock, 1945), la octava obra de la etapa americana del magistral cineasta británico, no es una película dedicada en exclusiva al psicoanálisis

Más bien, esta teoría pudo servirle como herramienta para desarrollar en su filmografía cómo ciertos trastornos mentales pueden determinar el comportamiento de las personas, alcanzando su máxima expresión en la mítica enfermiza icónica "Psicosis" (Alfred Hitchcock, 1960).

El psicoanálisis está presente en diversos films del maestro del suspense:

  • El complejo de Edipo en "Psicosis" (1960) y "Los pájaros" (1963), así como la figura de la madre dominante en "Encadenados" (1946).
  • Los mecanismos de defensa ante la culpabilidad, presentes en "Recuerda" y en "Vértigo" (1958), donde el miedo a las alturas (disfunción psíquica) evita el recuerdo de un hecho angustioso, así como la negación de un hecho sucedido, con el protagonista empeñado en seguir enamorado de una mujer fallecida.
  • Eros y Tánatos: la pulsión amorosa vivida por la pareja de protagonistas de "Recuerda", frente al comportamiento autodestructivo del personaje masculino principal.

"Recuerda" es un thriller psicológico, con guión de Ben Hecht inspirado en la novela "La casa del Dr. Edwardes" (1972), de John Palmer y Hilary A. Saunders, escrita bajo el seudónimo de Francis Beeding, se fue modificando progresivamente mientras se desarrollaba el proyecto cinematográfico.

La producción corrió a cargo del todopoderoso David O. Selznick, uno de los estandartes de la Era Dorada de Hollywood, que por entonces estaba siendo tratado por la psicoanalista Dra. May E. Romm, debido a sus problemas relacionados con la ansiedad y el estrés.

Probablemente nos encontremos ante una de las películas menos valoradas de Alfred Hitchcock, incluso por sus condicionales, entre los que por supuesto contamos a François Truffaut.

Dentro de los aspectos técnicos de este film, destacamos la excelente música de Miklós Ròzsa, galardonada con el Óscar a la mejor banda sonora, y la excelente fotografía en blanco y negro de George Barnes, asimismo presente en "Rebeca" (Alfred Hitchcock, 1940), con imágenes de corte netamente expresionista.

Sin alcanzar las exitosas cumbres del triunvirato  "La ventana indiscreta" (1954), "Vértigo" (1958) y "Con la muerte en los talones" (1959), en "Recuerda" encontramos elementos característicos del maestro del suspense, como el falso culpable y la atractiva rubia protagonista, Ingrid Bergman como la psicoanalista Constance Pedersen, papel principal que repetiría un año más tarde en la excelente "Encadenados" (1946).

Como contrapartida, nos encontramos a Gregory Peck en el papel del atractivo Dr. Edwardes, en realidad un paciente amnésico llamado John Ballantyne.

Inicialmente, la acción se desarrolla en el exclusivo sanatorio Green Manor, en Vermont (EEUU), dirigido por el Dr. Murchison (Leo G. Carroll). 

Allí, la Dra. Constance Petersen (colosal Ingrid Bergman) recibe en su despacho a la Señorita Mary Carmichael (Rhonda Fleming). La psiquiatra fuma un cigarrillo, empleando una boquilla, un gesto impensable en la cinematografía actual. 


La Dra. Petersen atiende a Mary Carmichael en "Recuerda"

En esta escena asistimos a la primera censura a la teoría psicoanalítica, pues la paciente duda sobre los efectos terapéuticos que le puede reportar contar sus intimidades a la psicoanalista mientras se recuesta en un diván. La psiquiatra comenta que, durante las primeras sesiones, todos sus pacientes consideran inútil su terapia. La paciente, con experiencia previa en este tipo de tratamiento, insinúa que quizás su subconsciente se esté negando a curarse.

En líneas generales, es éste un concepto del psicoanálisis que define el lugar donde la mente humana almacena sus experiencias traumáticas, sus pulsiones y deseos reprimidos, sus miedos y preocupaciones más profundas, al margen de la consciencia. 

Cualquier gestión mental inadecuada podría originar patologías psiquiátricas como los trastornos de ansiedad y las fobias, por ejemplo.

El acceso a la información albergada en el subconsciente es complicado. Entonces, de manera inconsciente, podría expresarse mediante los sueños: experiencias traumáticas infantiles pueden aflorar a través de sueños relacionados con la misma, tal y como le ocurre el atormentado protagonista de esta película. 

De aquí la fructífera asociación entre el cine y el psicoanálisis, un verdadero filón para directores y guionistas, entre un arte tantas veces definidos como "la fábrica de los sueños", y una disciplina científica donde el mundo onírico posee capital importancia. En este aspecto, son excelsas las películas, tesis, tratados, foros y seminarios dedicados al estudio de esta particular relación.


Asimismo somos testigos de las discrepancias profesionales entre la Dra. Petersen, con amplia formación teórica pero escasa práctica, y el Dr. Fleurot (John Emery), ineludiblemente atraído por la belleza y la inteligencia de su joven colega, etiquetada como sentimentalmente distante e inexperta en el trato con los enfermos.

La entrega del testigo en la dirección del sanatorio psiquiátrico, que pasa de las expertas manos del Dr. Murchinson al brillante Dr. Edwardes (Gregory Peck) representa el pistoletazo de salida para un thriller negro donde el maestro del suspense alcanza nuevamente su esplendor.


La Dra. Petersen (Ingrid Bergman) y el supuesto Dr. Edwardes (Gregory Peck)

Suplantaciones de identidad, amnesia, pacientes que creen haber cometido crímenes de los que realmente son inocentes, como el atormentado Sr. Garmes (Norman Lloyd), junto al amor y las teorías psicoanalíticas, especialmente el concepto de culpabilidad, son empleadas con maestría por Alfred Hitchcock para componer una película donde no todo lo aparentemente real es cierto.

Así descubre la Dra Petersen el principal engaño: la firma de la nota enviada por el Dr. Edwardes no se corresponde con la presente en la dedicatoria de su tratado sobre la culpabilidad, un impostor al que atormenta la visión de unas rayas sobre el fondo blanco de los tejidos, capaz de colapsar en el quirófano mientras se interviene al Sr. Garmes a vida o muerte.

Pero ¿de quién se enamora la Dra. Petersen? ¿Del apuesto Dr. Edwardes, del verdadero especialista, autor de sabios tratados sobre psiquiatría, o del desvalido John Ballantyne, el enfermo al que trata de recuperar?

LA DOCTORA MAY E. ROMM

En los créditos iniciales de esta película descubrimos que la psiquiatra May E. Romm (1891-1977) fue la asesora técnica de Alfred Hitchcock durante el rodaje.

De origen ruso, arribó a los Estados Unidos en compañía de sus padres en 1903, graduándose con éxito en 1915 en el Women´s Medical College de Philadelphia.

Especializada en Psiquiatría y en Psicoanálisis, fue profesora de la Universidad de Columbia y ejerció su profesión en el Mount Sinaí Hospital, de Nueva York, así como en el Cedars of Lebanon Hospital, de Los Ángeles, después de mudarse en 1938, tras haber enviudado, llegando a ser la presidenta de las Sociedades Psicoanalíticas de Los Ángeles y del Sur de California.

Además, la Doctora Romm desempeñó sus labores asesoras en la inquietante "A través del espejo" (Robert Siodmak, 1946), un thriller psicológico representativo del cine negro, con Olivia de Havilland encarnando a las gemelas Terry y Ruth Collins, el sempiterno Lew Ayres como el Doctor Scott Elliot, y Thomas Mitchell en el papel del detective teniente Stevenson.

CINEFILIA

Existe un remake televisivo de 1984, protagonizado por Jane Seymour, Stephen Collins y Vincent Gardenia.

No confundir estas películas con "The Dark Mirror" (Charles Giblyn, 1920), un drama de terror donde también se entrecruzan las vicisitudes de las gemelas Priscilla Maine y Nora O´Moore (ambas interpretadas por la actriz Dorothy Dalton) y las pesquisas detectivescas del Doctor Philip Fosdick (Huntley Gordon).

EL PSICONALÍSIS COMO ESTRATEGIA POLICÍACA

Al igual que una sagaz detective en la procura de la verdad, la Dra. Petersen va sometiendo a su paciente y amante a una serie de interrogatorios con la finalidad de que recupere la memoria y así resolver el crimen y al desaparición del verdadero Dr. Edwardes.

Para ello, resulta esencial la colaboración del veterano Dr. Alexander Brulov (Michael Chekhov), psicoanalista y mentor de nuestra heroína, tenaz rival profesional del Dr. Edwardes, de cuyos métodos terapéuticos se muestra especialmente crítico.

Michael Chekhov (1891 - 1955)

CINEFILIA

Sobrino del mismísimo escritor y médico ruso Antón Chéjov, nacido Mijaíl Aleksándrovich Chéjov en San Petersburgo, desarrolló una dilatada carrera como escritor, actor, y director de teatro en su Rusia natal, Alemania, Francia, Inglaterra y Estados Unidos.

Fue discípulo del mítico Konstantin Stanislavski (1863-1938), cofundador del Teatro del Arte de Moscú, que llegó a considerarlo uno de sus mejores alumnos.

Por su papel como el psicoanalista Burlov en "Recuerda", fue nominado en 1946 al Óscar como mejor actor de reparto.

Como apunte histórico, recordamos la figura de Nicolái I. Osípov (1877-1934) como pionero de la implantación del psicoanálisis en Rusia. A finales de 1909 presentó el informe "La neurosis de angustia" ante la Sociedad de Neurólogos y Psiquiatras de la Universidad Imperial de Moscú, defendiendo la superioridad de la terapia psicoanalítica sobre la hipnosis, entonces muy en boga en Rusia, y que el mismo Osipov había practicado.

Tras la revolución soviética, discrepante con el nuevo sistema político, se exilió en Praga, siendo bien acogido y donde se le ofertaron diversos puestos docentes.

CINEFILIA

El protagonista presenta una quemadura en su antebrazo, que necesitó cirugía plástica con un injerto cutáneo para su curación. A lo largo de la película descubrimos que sufrió un accidente de guerra, mientras sobrevolaba Roma (Italia) en una misión del cuerpo médico del ejército de los EEUU.

Años más tarde, en "Vacaciones en Roma" (William Wyler, 1953), Gregory Peck encarnaría al periodista Joe Bradley, perdidamente enamorado la bella princesa Anna (Audrey Hepburn).

LOS SUEÑOS

En "Las doce vidas de Alfred Hitchcock. Anatomía del maestro del suspense" (2021),  el escrito Edward White afirma que el año en que el cineasta llegó al mundo, Sigmund Freud estaba trabajando en una de sus obras más importantes, "La interpretación de los sueños" (1900).

En "Recuerda", el Dr. Brulov desvela a su amnésico paciente que los sueños tratan de desvelar lo que su atribulada mente trata de ocultar. El problema es que lo hacen de manera desorganizada, como las piezas de un rompecabezas que es necesario resolver. Éste sería el papel fundamental del psiquiatra.

La secuencia onírica de esta película, ejecutada y filmada en estudio por William Cameron Menzies, se inspiró en las pinturas de Salvador Dali (1904-1989), su más famosa aportación al mundo del cine. 

La influencia del psicoanálisis y sus nuevas interpretaciones de la mente humana, el arte y la creatividad influyeron notablemente en el surrealismo de Dalí y André Breton.

Freud, según Dalí

En 1938, en Londres, Freud y Dalí se conocieron personalmente gracias a los escritores y amigos en común. Stefan Zweig y Edward James.


domingo, 19 de febrero de 2023

JEZABEL

 

Copia del cartel de 1938 Jezabel.  Protagonizada imagen 1

- "Bueno, dilo. ¿En qué estás pensando?

- En una mujer llamada Jezabel, que hizo el mal ante  Dios"...

Belle Massey (Fay Bainter) y Julie Marsden (Bette Davis) en "Jezabel" (William Wyler, 1938)

Cuando me preguntan por la mejor actriz de la historia del cine suelen meterme en un incómodo aprieto: ¿Katherine Hepburn o Bette Davis? Porque sobre gustos y colores no existen disputas. 

Indudablemente, si únicamente contabilizamos sus galardones, la palma se la llevaría la inolvidable protagonista de "La fiera de mi niña" (Howard Hawks, 1938) y otras maravillas parecidas: nada más y nada menos que 4 premios Oscar en su haber. Y todo ello reconociendo que asimismo existen grandísimos actrices, actores y directores de cine que nunca obtuvieron uno.


Katherine Hepburn (1907 - 2003)

Pero Bette Davis, con más de 100 películas en su dilatada carrera, recibió 10 nominaciones y dos preciadas estatuillas, considerando que casi siempre le tocó interpretar a personajes antipáticos y torturados, como la veleidosa Julie Marsden de "Jezabel" (William Wyler, 1938), papel por el que precisamente se llevaría uno de sus Oscar a la mejor actriz protagonista, repitiendo el galardón cosechado apenas 3 años antes, como Joyce Heath de "Peligrosa" (Alfred E. Green, 1935).

Anécdota cinéfila: el 19 de julio de 2001 éste Oscar de Bette Davis fue subastado por Christie´s alcanzando los 57800 dólares. El afortunado comprador fue Steven Spielberg, que inmediatamente donó la estatuilla a la Academia de Hollywood.

El interés médico despertado por esta obra maestra apunta a la presencia de una epidemia de fiebre amarilla transcurrida mientras se desarrolla esta ficción cinematográfica. 

Ambientada en la fastuosa Nueva Orleans de las grandes mansiones y las plantaciones criollas, durante la etapa que precedió de la Guerra de Secesión (1861-1865), cuando la urbe más poblada de Luisiana se había convertido asimismo en el mayor foco de fiebre amarilla de los EEUU, aniquilando de manera habitual al 8% de sus pobladores.

Hasta 1949, y entre 1865 y 1880, Nueva Orleans fue la capital estatal. Su puerto se convirtió en el punto neurálgico de la entrada y comercio de esclavos africanos en Estados Unidos. Simultáneamente, fue también la ciudad con un mayor número de ciudadanos afroamericanos libres.

Henry Fonda y Bette Davis son Preston Dillard y Julie Marsden

Precisamente, un suceso acontecido en el pomposo Gran Baile de Debutantes del Olympus, desencadenará la desdicha de la vanidosa Julie Marsden (Bette Davis), empeñada en vestir un atrevido traje de fiesta de color rojo (nos lo tenemos que imaginar, pues la película está rodada en blanco y negro), desafiando las estrictas  normas de la sociedad sureña que exigían el inmaculado color blanco en los trajes de las jóvenes solteras.

La separación entre Julie y su amado Preston Dillard (Henry Fonda), y su posterior reencuentro, provocará fatales consecuencias en una ciudad asolada por la fiebre amarilla.

Según la rumorología de Hollywood, tras romper su relación con el director William Wyler, duarante el rodaje de esta película Bette Davis y Henry Fonda mantuvieron un breve idilio. Hasta que se produjo una llamada telefónica de la esposa del actor, la malograda Frances Ford Seymour Fonda, por entonces embarazada de la futura actriz Jane Fonda.


William Wyler y Bette Davies durante el rodaje de "Jezabel"

El guión de esta película, un trabajo escrito conjuntamente por Clements Ripley, Abem Finkel y John Huston, inspirados por la novela de Owen Davis Sr, nos muestra cómo los habitantes de Nueva Orleans se enfrentaban a las epidemias de fiebre amarilla que asolaban periódicamente su ciudad, promulgando estrictas cuarentenas y confinando a los desdichados infectados en la isla de Lazarette, bajo el cuidado de religiosas y familiares, incapaces de abandonar a sus seres queridos ante un prácticamente ineludible trance mortal .


Julie (Bette Davis) cuidando de su amado enfermo Preston (Henry Fonda)

LA HISTORIA DE ISAAC H. CHARLES

Cuando en 1847 el joven Isaac H. Charles arribó a Nueva Orleans, ni siquiera evitó contagiarse de fiebre amarilla. Era la manera de alcanzar una inmunidad  para "aclimatarse". En otras palabras, adquirir un "bautismo de ciudadanía" que le permitiera integrarse en aquella sociedad.

Los recién llegados no inmunes se enfrentaban a múltiples dificultades para encontrar vivienda, trabajar, obtener préstamos bancarios e incluso casarse. Los magnates empresariales, selecto círculo al que pertenece el banquero Preston Dillard en esta película, solían contratar solamente a trabajadores capaces de sobrevivir a los nuevos brotes epidémicos. 

Inclusive los padres dudaban en casar a sus hijas con esposos que pudieran sucumbir a la fiebre amarilla.


La fiebre amarilla llamando a las puertas de la ciudadanía

De esta manera, los inmigrantes que acudían a la procura de trabajo y fortuna, se exponían a morir por culpa de la enfermedad, mientras los ricos abandonaban Nueva Orleans en verano, para residir en sus prósperas plantaciones agrícolas, donde los esclavos inmunes adquirían un 25% más de su valor.

Como apunte histórico, en el verano de 1800 la fiebre amarilla devastó y aterrorizó a la ciudad de Cádiz (España). A medida que la epidemia se iba extendiendo por la ciudad, se prohibió a sus habitantes que abandonaran sus límites, en una cuarentena eludida por las familias más adineradas y poderosas, que huyeron buscando refugio en sus mansiones veraniegas en la Isla de León, Chiclana o Puerto Real.

El vómito negro, síntomas de gravedad de la fiebre amarilla

Final feliz. Retomando al joven Isaac H. Charles, éste fue muy afortunado al sobrevivir a la fiebre amarilla en Nueva Orleans, una enfermedad responsable de la muerte del 75-90% de los inmigrantes como él.

CINEFILIA

Las escenas preliminares de la taquillera "Entrevista con el vampiro" (Neil Jordan, 1994) están precisamente ambientadas en la insalubre Nueva Orleans de las postrimerías del siglo XVIII, cuando tiene lugar el encuentro vampírico entre Lestat de Lioncourt (Tom Cruise) y Louis de Pointe du Lac (Brad Pitt).

LA ENFERMEDAD

La fiebre amarilla, o vómito negro, es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la fiebre amarilla, perteneciente a la familia Flaviviridae, una patología hemorrágica que todavía provoca numerosas víctimas endémicas en muchos países de África y Sudamérica.

Se transmite a los humanos mediante la picaduras de mosquitos del género Aedes, especialmente Aedes aegypti, pero también Haemagogus y Sabethes. que suelen reproducirse en zonas donde exista agua, tanto limpia como estancada.


Aedes aegypti

Su calificativo amarilla proviene de la ictericia que afecta a algunos pacientes, donde puede fluctuar desde cuadros febriles leves y autolimitados (en la mayoría de las ocasiones) hasta una enfermedad hemorrágica grave con una seria afectación hepática, alcanzando un 50% de letalidad. En estos casos, el vómito negro hace referencia la hematemesis de sangre negra y coagulada, presente en 1 de cada 5 casos graves.


El ciclo contagioso de la fiebre amarilla

Actualmente se dispone de una vacuna efectiva contra la misma, aunque su tratamiento es únicamente sintomático. 

HISTORIA

Siendo una enfermedad endémica en el África tropical, desde allí se distribuyó como consecuencia del tráfico de esclavos a partir del siglo XV. De esta manera, los indígenas y los europeos instalados en el Nuevo Continente se convirtieron en presa fácil para esta patología infecciosa. Se estima que diezmó, por ejemplo, a las tropas francesas enviadas en 1802 para luchar contra la independencia haitiana.

CINEFILIA

"Amistad" (Steven Spielberg, 1997) está inspirada en el motín de un grupo de esclavos africanos en el verano de 1839, a bordo del buque español "La Amistad", frente a las costas de Cuba.

Habiendo fracasado en su intento de regresar a África, fueron capturados y juzgados por las autoridades estadounidenses, hasta que en 1841 alcanzaron la libertad.

La historia nos cuenta la catástrofe provocada por otro barco, el mercante "El Gran Turco", que atracó en el puerto de Barcelona el 29 de junio de 1821, procedente de La Habana

Su capitán silenció a las autoridades procurarías que durante su singladura se había visto obligado a lanzar al Atlántico varios cadáveres de tripulantes fallecidos por el vómito negro. Tampoco colaboraron demasiado las autoridades de Málaga, la última escala del barco antes de arribar a Barcelona, cuando encubrieron el entierro de otros tripulantes supervivientes, y cómo la fiebre amarilla se había extendido por la capital malacitana.

En aquel fatídico verano de 1821, la fiebre amarilla se llevó por delante la vida de más de 6000 prójimos, aproximadamente el 6% de los habitantes de la Ciudad Condal

Entre las víctimas mortales se contabilizó al eminente médico francés André Mazet, que se había desplazado a Barcelona para atender a los infectados. 

La transmisión de la fiebre amarilla resultó un auténtico misterio para la medicina. Hasta que en 1881 el médico hispano-cubano Carlos J. Finlay describió el papel del mosquito Aedes como vector de esta enfermedad. Por sus investigaciones fue nominado en 7 ocasiones al Premio Nobel de Medicina, sin nunca llegar a obtenerlo.

Carlos Juan Finlay (1833-1915)

Tal y como contemplamos en la ficción de "Jezabel", durante los brotes epidémicos reales se prohibían las actividades lúdicas y los mercados ambulantes, se vertía agua desde las casas para limpiar el ambiente, las calles se rociaban con vinagre, se encendían incontables hogueras, donde ardían maderas aromáticas, se limpiaban a fondo los muelles de las ciudades marítimas, los actos religiosos se celebraban al aire libre y se multiplicaban los cañonazos con pólvora, azufre y alquitrán, para purificar al aire, medidas sanitarias asimismo empleadas en otros lares para combatir brotes epidémicos, como la peste y el cólera.

Y es que antes del descubrimiento de la etiología microbiana de las enfermedades infecciosas, la teoría miasmática estuvo vigente durante siglos, atribuyendo dichas patologías a los efluvios pestilentes de los suelos y las aguas insalubres, y cuyos máximos representantes fueron Thomas Sydenham (1624-1689) y Giovani María Lancisi (1654-1720).

Thomas Sydenham (1624-1689)

Para concluir, destacamos que la última epidemia de fiebre amarilla en Nueva Orleans aconteció en 1905, causando 452 defunciones, cifra muy lejana de aquellas masacres provocadas en décadas anteriores.