lunes, 24 de octubre de 2022

EL DORADO

 


Un caballero alegre y audaz
de día y de noche cabalgando va.
Y canta su canción mientras sigue osado
a la busca de El Dorado.

Pero vano fue su esmero
y ya viejo el caballero,
por la sombra el corazón sintió apresado,
al pensar que nunca el día llegaría 
en que hallaría El Dorado.


Sin fuerzas, exhausto
ya pierde su fe.
Pero de repente, una sombra ve.
"¡Sombra!", grita airado
"Dime donde se halla
la tierra llamado El Dorado”.

Montes de luna cruzando, 
a valles de sombra bajando, 
cabalga siempre osado... 
a la busca de El Dorado.

Edgar Allan Poe, 1849

"El Dorado" (Howard Hawks, 1966) es uno de los grandes westerns de la historia del cine. Además de su director, galardonado con el Óscar honorífico de la Academia en 1975, cuenta en su reparto con dos de las estrellas más rutilantes del firmamento de Hollywood, como John Wayne, en el papel del pistolero a sueldo Cole Thornton, y Robert Mitchum, como el Sheriff John Paul Harrah de El Dorado, un personaje vacilante que transita entre héroe y fracasado por culpa de su afición al alcohol, al igual que aquel inolvidable Dude (Dean Martin) de "Rio Bravo" (Howard Hawks, 1959), otra de las cumbres del western que comparte director y protagonista principal, en este caso nuevamente John Wayne como el Sheriff John T. Chance, necesitado del auxilio de un borracho (Dean Martin), el viejo lisiado Stumpy (extraordinario Walter Brennan) y el joven pistolero Colorado Ryan (Ricky Nelson) para imponer la ley y el orden en la pequeña población de Rio Bravo.

En esta ocasión, el veterano pistolero se convierte el aliado más efectivo del Sheriff Harrah a la hora de impedir las tropelías del rico terrateniente Bart Jason (Ed Ashner) y su tropel de matones a sueldo capitaneados por Nelse McLeod (Christopher George), en compañía del viejo Bull Harris (Arthur Hunicutt) y el joven buscavidas Alan Bourdillon Traherne, alias Mississippi (James Caan), habilidoso lanzador de cuchillos.

Christopher George es Neal McLeod

CINEFILIA

Los expertos consideran a "El hombre que mató a Liberty Balance" (John Ford, 1962) como el canto del cisne del western clásico. Pues bien, una década más tarde, "Ladrones de trenes" (Burt Kennedy, 1973) representa un nuevo encuentro de dos veteranos del género, John Wayne y Christopher George, Lane y Calhoun, los integrantes de una banda que intenta recuperar el oro robado por el difunto esposo de la sensual viuda Lowe (Ann Margret).


Y si en "Rio Bravo" la protagonista femenina Feathers estuvo a cargo de la mítica sex symbol Angie Dickinson, en "El Dorado" su réplica vendría de la mano de la no menos seductora Charlene Holt, interpretando a Maudie, la mujer que compartió sus amoríos con los belicosos Thornton y Harrah.

Angie Dickinson es Feathers

Las similitudes entre ambos western de Hawks se extienden también a los escenarios de sus rodajes, y más concretamente a Old Tucson, en Arizona.

Charlene Holt es Maudie

El interés médico de "El Dorado" viene determinado por la supuesta lesión neurológica que padecerá el protagonista como secuela de un disparo. 

La mayoría de las producciones cinematográficas, sobre todo aquellas cuyos guiones tratan cuestiones relacionadas con las enfermedades, cuentan con la supervisión de equipos de solventes asesores, casi siempre médicos o sanitarios.

Existen incluso casos en los que médicos reales han formado parte del reparto principal, en películas tan famosas como "E.T. el extraterrestre" (Steven Spielberg, 1982), donde los profesionales que intentaban salvar la vida al pequeño alienígena pertenecían al servicio de emergencias del USC Medical Center de Los Ángeles.

No es este el caso del film que nos ocupa. Ni director ni guionista contaron con el apoyo de asesores médicos. Veremos por qué. Cole Thornton (John Wayne) regresa del rancho de los MacDonald, una familia de ganaderos que en sus posesiones atesoran agua en abundancia, recurso que ambiciona el poderoso terrateniente Bart Jason (Edward Asner). Thornton acababa de herir mortalmente a Luke MacDonald (Johnny Crawford) y acude presto a entregar el cadáver del muchacho a sus familiares.

Michele Carey es Josephine Joey Mac Donald

Retornando a casa, el pistolero cae en la emboscada preparada por Joey MacDonald (Michele Carey), resultando abatido por un certero disparo que lo derriba de su caballo. Cuando la intrépida jovencita se aproxima al cuerpo supuestamente inerte, Thornton se levanta repentinamente y la desarma.

En el film contemplamos como Joey dispara a Thornton frontalmente. Sin embargo, el protagonista se lleva la mano hacia su fosa renal izquierda, de donde mana la sangre que restriega en la camisa de la chica de los MacDonald. Por lo tanto, poco probable, si no imposible, que un tiro disparado desde esa posición pudiera alcanzar a la víctima por la espalda.

En presencia de Maudie y del Sheriff Harrah, el herido es atendido en El Dorado por el Doctor Miller (Paul Fix), incapaz de extraer la bala ya que se encuentra alojada cerca de la médula espinal de Thornton. Sin embargo, el galeno le advierte que en cualquier momento puede comenzar a notar síntomas neurológicos y que esta patología podría agravarse, por lo que le recomienda ser atendido por un neurocirujano especializado, el Doctor Charles Donovan (Anthony Rogers).


James Caan es Alan Bourdillon Traherne, Mississipi 

Con el protagonista recuperado, la acción un salto en el tiempo y se traslada a otro lugar cercano a la frontera mejicana, donde Cole Thornton conoce al peculiar Mississipi (James Caan), un joven tocado con una singular chistera en la procura de venganza por el asesinato de un amigo, un experto lanzador de cuchillos que sin embargo no sabe manejar un revólver.

CINEFILIA

Para subsanar la impericia de Mississippi con las armas de fuego, Cole Thornton le acompaña hasta la armería del sueco Larsen (Olaf Wieghorst) donde adquiere un pisotón de dos caños que en realidad se comporta como una eficiente escopeta recortada.

Olaf Wieghorst (1899 - 1988)

En la vida real, Wieghorst fue un joven danés que arribó a los Estados Unidos en 1918 para terminar alistado en el 5º de Caballería. Tras su paso por el ejército, donde aprendió los típicos trucos del rodeo, trabajó como peón en un rancho de Arizona. En 1925 se unió a la división montada de la Academia de Policía de Nueva York. En 1945 se trasladó a California, donde continuó la exitosa carrera como pintor y escultor que había iniciado en la Gran Manzana.

Especializado en retratos de caballos, son famosos sus paisajes del Oeste y sus realistas estampas de nativos americanos y vaqueros. Es el autor de las magníficas pinturas que soportan los créditos iniciales de "El Dorado".

COMPRESIONES MEDULARES

Con una bala alojada próxima a su médula espinal, Cole Thornton sufre un repentino y doloroso cuadro de paresia en su mano y antebrazo derecho, con caída brusca al suelo, sin que sus extremidades inferiores se hubieran visto afectadas.

Recordemos que el disparo de Joey MacDonald supuestamente habría penetrado a la altura de su fosa renal izquierda, sobre la cadera, a pesar de que se puede constatar en dicha escena que la muchacha se encontraba apostada frente al jinete.

Con mayor frecuencia, las compresiones medulares están causadas por lesiones externas a la medula espinal (extramedulares). Según su presentación pueden ser:

  • Agudas: se desarrollan de minutos a horas, por traumatismos, subluxaciones o luxaciones vertebrales, fracturas, hernias discales o lesiones óseas o ligamentosas que ocasionen hematomas locales. También por tumores metastásicos y abscesos.
  • Subagudas: aparecen en el transcurso de días o semanas. Casi siempre están causadas por tumores metastásicos extramedualres, abscesos o hematomas subdurales o epidurales, hernias discales cervicales y más raramente por hernias discales a nivel torácico.
  • Crónicas: aparecen tras meses o años, generalmente provocadas por prominencias óseas en el canal medular cervical, torácico o lumbar (osteofitos o espondilosis), sobre todo cuando el canal medular es estrecho (estenosis vertebral).
Cualquier lesión que comprima la médula espinal puede afectar también a las raíces nerviosas, y en algunas ocasiones, comprometer el riego sanguíneo medular,  produciendo un infarto.

SINTOMATOLOGÍA

Las compresiones medulares agudas cursan con déficits segmentarios, paraparesia o cuadriparesia, hiporreflexia seguida de hiperreflexia, respuestas plantares extensores, pérdida del tono de los esfínteres (con disfunción vesical e intestinal) y déficit sensitivo.

Obviamente, éste no es el caso de la lesión que Cole Thornton padece en la película.

Las compresiones subagudas o crónicas, pueden comenzar con un dolor dorsal local, que a menudo se irradia hacia abajo según la distribución de la raíz nerviosa (dolor radicular), y a veces, hiperrreflexia y pérdida de la sensibilidad, que puede comenzar a nivel sacro.


De forma súbita e impredecible, puede seguir una pérdida completa de la función, como posible resultado de un infarto medular secundario.

Si la causa de la compresión medular es un absceso, un hematoma, o una metástasis, existe una sensibilidad incrementada cuando percutimos la columna en la zona lesionada.

Si la lesión compresiva es intramedular, el dolor no es de tipo radicular, sino de tipo ardiente y de localización difusa, respetando los dermatomos afectados, pudiendo producir una paresia espástica.

LA LESION DE COLE THORTON

Cantaba nuestro inolvidable Luis Eduardo Aute que "todo en la vida es cine, y los sueños cine son". Yo, como él, solicitamos indulgencia por confundir el cine con la realidad. No es el motivo de estos comentarios criticar lo que en su día guionista, director y actores trasladaron maravillosamente a la ficción, sino mas bien continuar nuestro singular paseo cinematográfico por los senderos de la salud y la enfermedad. 

Por ello, considerando el periodo de tiempo existente entre la herida provocada por el disparo de la chica de los MacDonald y el comienzo de los síntomas sufridos por el protagonista durante un tiroteo con la banda de Nelse McLeod, nos inclinamos por un caso de compresión medular subaguda o crónica.

Al no haberse podido extraer el proyectil, probablemente las lesiones causadas por él mismo serían un absceso, o con mayor probabilidad, un hematoma.

Aún aceptando la hipótesis de que un tiro frontal pudiera haber lesionado la espalda del pistolero, la paresia e hiperreflexia que afectan a su mano y brazo derechos resultan increíbles. 


Los nervios situados en el lugar de la lesión (columna lumbar) y por debajo de ésta, funcionarían inadecuadamente, lo que debería provocar la pérdida del control muscular y la sensibilidad en la extremidad inferior, en este caso la izquierda.

Las lesiones que afectan la columna vertebral en las últimas vértebras dorsales y las primeras lumbares suelen provocar parálisis en las piernas, con pérdida de sensibilidad, que podría ir desde debajo del ombligo (en las lesiones dorsales D9 - D11), hasta parálisis y pérdida de sensibilidad en caderas y piernas (desde D11 a L1).

Si la compresión es a nivel lumbar (desde L2 a S2), se pueden objetivar diversos patrones de debilidad y entumecimiento, dependiendo del nivel concreto de la lesión.

Finalmente, Cole Thorton resulta herido en el muslo derecho durante el tiroteo que tiene lugar al final de la película, en el que él y sus amigos exterminan a Bart Jason y la banda de McLeod. El Doctor Donovan le aplica un sencillo torniquete con un pañuelo. Y entonces somos testigos de cómo Cole Thorton, en compañía de su amigo el Sheriff Harrah, patrulla las calles de El Dorado apoyado en una muleta axilar, cojeando de la pierna derecha, (no de la izquierda, que debería estar dañada por la compresión medular) mientras ha recuperado totalmente la movilidad de su anteriormente paralizada mano derecha.

ERRORES MÉDICOS

Los que nos dedicamos a la sanidad, por deformación profesional, solemos fijarnos en los errores médicos que aparecen en las películas y en las series de televisión.

En el libro "House: patologías de la verdad" (J.J. Vargas, 2012) se desvela que en un 41% de los casos descritos en la popular serie sus guionistas se equivocaron al nombrar enfermedades o al utilizar términos médicos, exagerando la realidad en prácticamente un tercio de los capítulos.


Otras de las imágenes equivocadas que se le suele transmitir al espectador en este tipo de series y películas es el poder omnímodo del médico a la hora de diagnosticar y curar las enfermedades. Algo de esto hemos contemplado en "El Dorado", cuando el Doctor Miller es capaz de diagnosticar que una bala se ha alojado cerca de la médula espinal del protagonista, por lo demás completamente asintomático desde el punto neurológico.