- "¿Están a salvo?
Christian Szell (Laurence Olivier) a Thomas Babe Levy (Dustin Hoffman) en "Marathon Man" (John Schlesinger, 1976)
En marzo de 2016, la periodista Isabel Ibáñez de El Correo se preguntaba si el odontólogo holandés Jacobus Van Nierop habría visto en su día la película "Marathon Man" (John Schlesinger, 1976), un vibrante thriller policíaco que combina atletismo, intriga, diamantes, amor y antiguos jerarcas nazis.
Van Nierop se instaló en 2008 en la pequeña localidad francesa de Château-Chinon, de unos 3000 habitantes, situada en el corazón del departamento de la Nièvre, en la región de Borgoña-Franco Condado. En un principio, sus paisanos lo recibieron con los brazos abiertos, pues acudiendo a su consulta se ahorrarían las largas distancias que anteriormente debían recorrer para solucionar sus problemas dentales.
Jacobus Van Nierop
Pero nada más lejos de la realidad. Durante 4 años acumuló más de 120 denuncias por los daños y mutilaciones que provocaba intencionadamente a sus pacientes. Según la fiscalía, este sádico dentista sentía placer destrozando las dentaduras de sus clientes.
Fugado a Canadá, fue detenido en septiembre de 2014 cuando intentaba suicidarse. Finalmente, en 2016 fue condenado a 8 años de prisión, a una indemnización de 10500 euros y a la inhabilitación permanente para el ejercicio de su profesión.
COMO FABRICAR UNA PELÍCULA TAQUILLERA
Con un presupuesto inicial de 6 millones y medio de dólares, este film llegó a recaudar casi 22 millones de dólares.
Parte de este éxito se debe al equipo de producción, con el mítico Robert Evans a la cabeza, responsable de otras renombradas cintas como "La semilla del diablo" (Roman Polanski, 1968), "Love Story" (Arthur Hiller, 1970), "El Padrino" (Francis Ford Coppola, 1972) y "Chinatown" (Roman Polanski, 1974).
Robert Evans (1930-2019)
Como anécdota literaria, en las primeras páginas de la novela "Marathon Man" (William Goldman, 1976) podemos leer algunas referencias a los best sellers de la época: "Love Story" (Erich Segal, 1970) y "El padrino" (Mario Puzzo, 1969)
CINEFILIA
"La oferta" (Leslie Greif, Michael Tolkin, 2022) es una miniserie de TV que nos presenta las peripecias del productor Albert S. Ruddy (Miles Teller) y del entonces todopoderoso ejecutivo de la Paramount, Robert Evans (Matthew Goode), que precisamente jugó un papel determinante en la gestación de la galardonada "El Padrino".
Se trata de un magnífico retrato sobre la producción de las grandes películas de los años 70.
Retomando los prolegómenos de "Marathon Man", los productores Robert Evans, Sidney Beckerman y George Justin adquirieron los derechos de la novela homónima de William Goldman, asimismo guionista de este film.
Para dirigirla escogieron a John Schlesinger, el director británico encumbrado a la cima de la popularidad por "Cowboy de medianoche" (John Schlesinger, 1968), y destacado anteriormente por sus trabajos "Darling" (John Schlesinger, 1965) y "Domingo, maldito domingo" (John Schlesinger, 1971).
Una simpática imagen del rodaje de "Marathon Man" (John Schelesinger, 1976)
Tampoco escatimaron a la hora de elegir el reparto: Dustin Hoffman como Thomas Babe Levy, un consagrado representante de El Método del Actors Studio que encarna a un atormentado estudiante de historia aspirante a corredor de maratón, y que ya había trabajado con Schlesinger en "Cowboy de medianoche"; Sir Laurence Olivier, recuperado del ostracismo profesional para encarnar al malvado odontólogo nazi Dr. Christian Szell; el atlético y elegante Roy Scheider como Henry Doc Levy, el enigmático hermano mayor del protagonista, un duro implicado en una oscura red de traficantes de diamantes; y la bella actriz suiza Marthe Keller, en el papel de la desleal Elsa Opel.
Roy Scheider era entonces una una rutilante estrella del cine de acción gracias a sus intervenciones como Frank Legourin en "Klute" (Alan J. Pakula, 1971) y como el detective Buddy Cloudy Russo de "The French Connection - Contra el imperio de la droga" (William Friedkin, 1971), interpretación por la que fue nominado al Óscar como mejor actor de reparto.
Más tarde llegaría su consagración definitiva como el inolvidable jefe de Policía Martin Brody en "Tiburón" (Steven Spieldberg, 1975) o el iconoclasta coreógrafo Joe Gideon de "All That Jazz - Empieza el espectáculo" (Bob Fosse, 1979), para nosotros su más lograda interpretación, por la que fue asimismo nominado al Óscar como mejor actor.
Según los productores, solamente la recreación de una planta depuradora de aguas de Nueva York en dos platós de los estudios de la Paramount, les forzó a invertir 6 meses de trabajo y más de 2 millones de dólares del presupuesto.
Cuando aceptó el papel de Szell, Sir Lawrence Olivier se encontraba gravemente enfermo de cáncer. Lo hizo para dejarle a su mujer y a sus hijos una notable suma de dinero, porque los médicos le habían pronosticado apenas 6 meses de vida.
Dicha interpretación debió resultar terapéutica, pues este genial actor falleció 13 años más tarde.
¿JOGGING, FOOTING O RUNNING?
Profanos en las carreras pedestres, solemos identificar estas tres palabras con la misma actividad física. Pero los expertos destacan sus diferencias.
El jogging es una carrera de baja intensidad, lenta y pausada, que nos permitiría mantener una conversación con un amigo mientras corremos. Más que una modalidad deportiva, es una manera de realizar ejercicio físico. Al parecer este corretear se puso de moda en Nueva Zelanda en los años 60.
Empleando este tipo de entrenamiento de larga a baja intensidad, el entrenador Arthur Lydiard consiguió que uno de sus discípulos, Peter Snell (1938-2019), ganara el oro olímpico en los 800 (Roma 1960 y Tokio 1964) y los 1500 metros (Tokio 1964).
Tras estas hazañas deportivas, el jogging comenzó a recomendarse a pacientes con sobrepeso para mejorar su condición física, incluso después de que algunos hubieran sufrido eventos cardíacos.
Esta moda llegó a los EE:UU: de la mano de Bill Bowerman, el fundador de la marca deportiva Nike.
La palabra footing apareció en Francia en los años 80: significa correr a velocidad moderada al aire libre, intentando mantener el equilibrio y la comodidad respiratoria. Su duración no es fija, pero generalmente se practica entre 20 minutos y una hora.
Se usa a menudo para conservar una buena condición física, y también se recomienda en los programas de ejercicios para perder peso.
Por último, el running es una práctica de carrera más intensiva, generalmente con la intención de competir, empleada para designar a los corredores habituales, que portan cronómetros y modernas aplicaciones que les permiten evaluar el recorrido realizado y compararlo cotidianamente. Las distancias recorridas por los runners suelen ser superiores y a velocidades de entre 12 y 15 Km/hora.
CINEFILIA
Artista de la improvisación interpretativa, para preparar su papel Dustin Hoffman solía correr entre 3 y 6 Km diarios, además de saltar a la comba durante aproximadamente una hora. Para aparecer jadeante en varias escenas de la película, corría previamente entre 750 y 1000 metros.
Ya había demostrado anteriormente su excelente capacidad corredora en "El graduado" (Mike Nichols, 1967). Y todo ellos a pesar de los casi 40 años de edad que contaba cuando se rodó "Marathon Man".
Podríamos definir entonces a su personaje como el de un runner universitario apasionado que entrena por las calles de Nueva York y Central Park, que gracias a esta cualidad consigue escapar con vida de sus captores, admirador del malogrado maratoniano atleta etíope Abebe Bikila, bicampeón olímpico en Roma 1960 y Tokio 1964, donde llegó primero a la meta corriendo descalzo. Las imágenes en tonos sepia de su gesta se entremezclan entre las escenas de la película, y sus fotografías cuelgan de las paredes destartaladas del caótico apartamento de Babe Levy.
Al respecto existen ciertas diferencias entre el Babe Levy protagonista de la película y el del libro, en este caso un joven alto y desgarbado, gran admirador de Paavo Nurmi, "el finlandés volador", 22 veces plusmarquista mundial en carreras de media y larga distancia y ganador de 12 medallas olímpicas (9 oros y 3 platas, entre 1920 y 1928).
Asimismo, el final de la novela no coincide con el elegido para la película: Babe Levy no mata a Szell a sangre fría, sino que este muere accidentalmente al caerse por la escaleras metálicas de la depuradora de aguas y clavarse accidentalmente el puñal que portaba en su macabra pulsera retráctil.
Dicha modificación el guión original le fue encomendada a Robert Towne, el elogiado guionista de "Chinatown" (Roman Polanski, 1974)
MÁS CINEFILIA
"La soledad del corredor de fondo" (Tony Richardson, 1962), con guión de Alan Sillitoe a partir de una adaptación de su propio cuento homónimo, es una película dramática británica del genero coming-of-age.
Cuenta la historia del joven rebelde Colin Smith (Tom Courtenay), que obtiene privilegios en el reformatorio donde ha sido ingresado por robar en una panadería, gracias a su destreza atlética como corredor de fondo.
EL PÁNICO AL DENTISTA
Indudablemente, el estreno de esta película y sus famosas escenas del sádico dentista provocaron una ola de odontofobia.
William Goldman (1931-2018)
Sir Lawrence Olivier es el malvado odontólogo nazi Dr. Christian Szell
Además la inquietante banda sonora compuesta y dirigida por Michael Small contribuye al desasosiego general que provoca este film.
La odontología es una especialidad médica que suele generar cierta aprensión entre muchas personas. Y qué mejor excusa para seguir avivando el fuego que un refinado dentista nazi torturando a un inocente estudiante universitario de origen judío.
Según el propio Sir Lawrence Olivier, sus meticulosos movimientos en las escenas del dentista fueron inspirados por el jardinero y su delicada manera de podar las rosas del jardín en la casa de invitados de Robert Evans que ocupó durante el rodaje.
La destreza con el taladro dental del despiadado Dr. Szell, Der Weiße Engel, antiguo oficial del campo de exterminio de Auschwitz y criminal de guerra, el ángel blanco, por su apariencia y frialdad, resulta arquetípica a la hora de atormentar al protagonista; provoca incluso la repugnancia de uno de sus esbirros, Erhard (Marc Lawrence), incapaz de contemplar el suplicio y soportar los alaridos de dolor de la víctima indefensa.
La cruda elección entre el dolor y el bienestar, representando por el taladro y el aceite esencial de clavo, buscando una confesión sobre los diamantes ocultos.
Durante el rodaje de todas estas escenas, una de las mayores preocupaciones de Sir Lawrence Olivier era causarle daños involuntarios a su compañero de reparto.
ACEITE DE CLAVO
Se trata de un aliado natural contra el dolor, por su contenido en eugenol, un fenilpropanoide natural con propiedades analgésicas y antisépticas, que se utiliza también en la elaboración de cementos dentales, en perfumería y como saborizante.
Se ha utilizado desde tiempos ancestrales, como remedio casero para calmar el dolor de dientes y muelas, dado que el eugenol actúa como un anestésico local que proporciona alivio temporal del dolor al reducir la inflamación y combatir infecciones bucales leves.
Este nexo entre la medicina tradicional y la moderna odontología se convierte en el contrapunto perfecto para las imágenes aterradoras de garfios y taladros, en la percepción peculiar que el cine traslada a los espectadores de la especialidad odontológica.
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