sábado, 11 de marzo de 2023

RECUERDA

 

"Nuestra historia se basa en el psicoanálisis, el método mediante el cual la ciencia moderna trata los problemas emocionales del hombre. El psicoanalista solo pretende inducir al paciente a hablar de sus problemas ocultos, con el propósito de abrir las puertas cerradas de su mente. Tan pronto como los complejos que han estado inquietando al paciente salen a la luz y se interpretan, la enfermedad y la confusión desaparecen, y los demonios de la locura son expulsados, del alma humana"...

Aún a riesgo de parecer contradictorios, sostenemos que "Recuerda" (Alfred Hitchcock, 1945), la octava obra de la etapa americana del magistral cineasta británico, no es una película dedicada en exclusiva al psicoanálisis

Más bien, esta teoría pudo servirle como herramienta para desarrollar en su filmografía cómo ciertos trastornos mentales pueden determinar el comportamiento de las personas, alcanzando su máxima expresión en la mítica enfermiza icónica "Psicosis" (Alfred Hitchcock, 1960).

El psicoanálisis está presente en diversos films del maestro del suspense:

  • El complejo de Edipo en "Psicosis" (1960) y "Los pájaros" (1963), así como la figura de la madre dominante en "Encadenados" (1946).
  • Los mecanismos de defensa ante la culpabilidad, presentes en "Recuerda" y en "Vértigo" (1958), donde el miedo a las alturas (disfunción psíquica) evita el recuerdo de un hecho angustioso, así como la negación de un hecho sucedido, con el protagonista empeñado en seguir enamorado de una mujer fallecida.
  • Eros y Tánatos: la pulsión amorosa vivida por la pareja de protagonistas de "Recuerda", frente al comportamiento autodestructivo del personaje masculino principal.

"Recuerda" es un thriller psicológico, con guión de Ben Hecht inspirado en la novela "La casa del Dr. Edwardes" (1972), de John Palmer y Hilary A. Saunders, escrita bajo el seudónimo de Francis Beeding, se fue modificando progresivamente mientras se desarrollaba el proyecto cinematográfico.

La producción corrió a cargo del todopoderoso David O. Selznick, uno de los estandartes de la Era Dorada de Hollywood, que por entonces estaba siendo tratado por la psicoanalista Dra. May E. Romm, debido a sus problemas relacionados con la ansiedad y el estrés.

Probablemente nos encontremos ante una de las películas menos valoradas de Alfred Hitchcock, incluso por sus condicionales, entre los que por supuesto contamos a François Truffaut.

Dentro de los aspectos técnicos de este film, destacamos la excelente música de Miklós Ròzsa, galardonada con el Óscar a la mejor banda sonora, y la excelente fotografía en blanco y negro de George Barnes, asimismo presente en "Rebeca" (Alfred Hitchcock, 1940), con imágenes de corte netamente expresionista.

Sin alcanzar las exitosas cumbres del triunvirato  "La ventana indiscreta" (1954), "Vértigo" (1958) y "Con la muerte en los talones" (1959), en "Recuerda" encontramos elementos característicos del maestro del suspense, como el falso culpable y la atractiva rubia protagonista, Ingrid Bergman como la psicoanalista Constance Pedersen, papel principal que repetiría un año más tarde en la excelente "Encadenados" (1946).

Como contrapartida, nos encontramos a Gregory Peck en el papel del atractivo Dr. Edwardes, en realidad un paciente amnésico llamado John Ballantyne.

Inicialmente, la acción se desarrolla en el exclusivo sanatorio Green Manor, en Vermont (EEUU), dirigido por el Dr. Murchison (Leo G. Carroll). 

Allí, la Dra. Constance Petersen (colosal Ingrid Bergman) recibe en su despacho a la Señorita Mary Carmichael (Rhonda Fleming). La psiquiatra fuma un cigarrillo, empleando una boquilla, un gesto impensable en la cinematografía actual. 


La Dra. Petersen atiende a Mary Carmichael en "Recuerda"

En esta escena asistimos a la primera censura a la teoría psicoanalítica, pues la paciente duda sobre los efectos terapéuticos que le puede reportar contar sus intimidades a la psicoanalista mientras se recuesta en un diván. La psiquiatra comenta que, durante las primeras sesiones, todos sus pacientes consideran inútil su terapia. La paciente, con experiencia previa en este tipo de tratamiento, insinúa que quizás su subconsciente se esté negando a curarse.

En líneas generales, es éste un concepto del psicoanálisis que define el lugar donde la mente humana almacena sus experiencias traumáticas, sus pulsiones y deseos reprimidos, sus miedos y preocupaciones más profundas, al margen de la consciencia. 

Cualquier gestión mental inadecuada podría originar patologías psiquiátricas como los trastornos de ansiedad y las fobias, por ejemplo.

El acceso a la información albergada en el subconsciente es complicado. Entonces, de manera inconsciente, podría expresarse mediante los sueños: experiencias traumáticas infantiles pueden aflorar a través de sueños relacionados con la misma, tal y como le ocurre el atormentado protagonista de esta película. 

De aquí la fructífera asociación entre el cine y el psicoanálisis, un verdadero filón para directores y guionistas, entre un arte tantas veces definidos como "la fábrica de los sueños", y una disciplina científica donde el mundo onírico posee capital importancia. En este aspecto, son excelsas las películas, tesis, tratados, foros y seminarios dedicados al estudio de esta particular relación.


Asimismo somos testigos de las discrepancias profesionales entre la Dra. Petersen, con amplia formación teórica pero escasa práctica, y el Dr. Fleurot (John Emery), ineludiblemente atraído por la belleza y la inteligencia de su joven colega, etiquetada como sentimentalmente distante e inexperta en el trato con los enfermos.

La entrega del testigo en la dirección del sanatorio psiquiátrico, que pasa de las expertas manos del Dr. Murchinson al brillante Dr. Edwardes (Gregory Peck) representa el pistoletazo de salida para un thriller negro donde el maestro del suspense alcanza nuevamente su esplendor.


La Dra. Petersen (Ingrid Bergman) y el supuesto Dr. Edwardes (Gregory Peck)

Suplantaciones de identidad, amnesia, pacientes que creen haber cometido crímenes de los que realmente son inocentes, como el atormentado Sr. Garmes (Norman Lloyd), junto al amor y las teorías psicoanalíticas, especialmente el concepto de culpabilidad, son empleadas con maestría por Alfred Hitchcock para componer una película donde no todo lo aparentemente real es cierto.

Así descubre la Dra Petersen el principal engaño: la firma de la nota enviada por el Dr. Edwardes no se corresponde con la presente en la dedicatoria de su tratado sobre la culpabilidad, un impostor al que atormenta la visión de unas rayas sobre el fondo blanco de los tejidos, capaz de colapsar en el quirófano mientras se interviene al Sr. Garmes a vida o muerte.

Pero ¿de quién se enamora la Dra. Petersen? ¿Del apuesto Dr. Edwardes, del verdadero especialista, autor de sabios tratados sobre psiquiatría, o del desvalido John Ballantyne, el enfermo al que trata de recuperar?

LA DOCTORA MAY E. ROMM

En los créditos iniciales de esta película descubrimos que la psiquiatra May E. Romm (1891-1977) fue la asesora técnica de Alfred Hitchcock durante el rodaje.

De origen ruso, arribó a los Estados Unidos en compañía de sus padres en 1903, graduándose con éxito en 1915 en el Women´s Medical College de Philadelphia.

Especializada en Psiquiatría y en Psicoanálisis, fue profesora de la Universidad de Columbia y ejerció su profesión en el Mount Sinaí Hospital, de Nueva York, así como en el Cedars of Lebanon Hospital, de Los Ángeles, después de mudarse en 1938, tras haber enviudado, llegando a ser la presidenta de las Sociedades Psicoanalíticas de Los Ángeles y del Sur de California.

Además, la Doctora Romm desempeñó sus labores asesoras en la inquietante "A través del espejo" (Robert Siodmak, 1946), un thriller psicológico representativo del cine negro, con Olivia de Havilland encarnando a las gemelas Terry y Ruth Collins, el sempiterno Lew Ayres como el Doctor Scott Elliot, y Thomas Mitchell en el papel del detective teniente Stevenson.

CINEFILIA

Existe un remake televisivo de 1984, protagonizado por Jane Seymour, Stephen Collins y Vincent Gardenia.

No confundir estas películas con "The Dark Mirror" (Charles Giblyn, 1920), un drama de terror donde también se entrecruzan las vicisitudes de las gemelas Priscilla Maine y Nora O´Moore (ambas interpretadas por la actriz Dorothy Dalton) y las pesquisas detectivescas del Doctor Philip Fosdick (Huntley Gordon).

EL PSICONALÍSIS COMO ESTRATEGIA POLICÍACA

Al igual que una sagaz detective en la procura de la verdad, la Dra. Petersen va sometiendo a su paciente y amante a una serie de interrogatorios con la finalidad de que recupere la memoria y así resolver el crimen y al desaparición del verdadero Dr. Edwardes.

Para ello, resulta esencial la colaboración del veterano Dr. Alexander Brulov (Michael Chekhov), psicoanalista y mentor de nuestra heroína, tenaz rival profesional del Dr. Edwardes, de cuyos métodos terapéuticos se muestra especialmente crítico.

Michael Chekhov (1891 - 1955)

CINEFILIA

Sobrino del mismísimo escritor y médico ruso Antón Chéjov, nacido Mijaíl Aleksándrovich Chéjov en San Petersburgo, desarrolló una dilatada carrera como escritor, actor, y director de teatro en su Rusia natal, Alemania, Francia, Inglaterra y Estados Unidos.

Fue discípulo del mítico Konstantin Stanislavski (1863-1938), cofundador del Teatro del Arte de Moscú, que llegó a considerarlo uno de sus mejores alumnos.

Por su papel como el psicoanalista Burlov en "Recuerda", fue nominado en 1946 al Óscar como mejor actor de reparto.

Como apunte histórico, recordamos la figura de Nicolái I. Osípov (1877-1934) como pionero de la implantación del psicoanálisis en Rusia. A finales de 1909 presentó el informe "La neurosis de angustia" ante la Sociedad de Neurólogos y Psiquiatras de la Universidad Imperial de Moscú, defendiendo la superioridad de la terapia psicoanalítica sobre la hipnosis, entonces muy en boga en Rusia, y que el mismo Osipov había practicado.

Tras la revolución soviética, discrepante con el nuevo sistema político, se exilió en Praga, siendo bien acogido y donde se le ofertaron diversos puestos docentes.

CINEFILIA

El protagonista presenta una quemadura en su antebrazo, que necesitó cirugía plástica con un injerto cutáneo para su curación. A lo largo de la película descubrimos que sufrió un accidente de guerra, mientras sobrevolaba Roma (Italia) en una misión del cuerpo médico del ejército de los EEUU.

Años más tarde, en "Vacaciones en Roma" (William Wyler, 1953), Gregory Peck encarnaría al periodista Joe Bradley, perdidamente enamorado la bella princesa Anna (Audrey Hepburn).

LOS SUEÑOS

En "Las doce vidas de Alfred Hitchcock. Anatomía del maestro del suspense" (2021),  el escrito Edward White afirma que el año en que el cineasta llegó al mundo, Sigmund Freud estaba trabajando en una de sus obras más importantes, "La interpretación de los sueños" (1900).

En "Recuerda", el Dr. Brulov desvela a su amnésico paciente que los sueños tratan de desvelar lo que su atribulada mente trata de ocultar. El problema es que lo hacen de manera desorganizada, como las piezas de un rompecabezas que es necesario resolver. Éste sería el papel fundamental del psiquiatra.

La secuencia onírica de esta película, ejecutada y filmada en estudio por William Cameron Menzies, se inspiró en las pinturas de Salvador Dali (1904-1989), su más famosa aportación al mundo del cine. 

La influencia del psicoanálisis y sus nuevas interpretaciones de la mente humana, el arte y la creatividad influyeron notablemente en el surrealismo de Dalí y André Breton.

Freud, según Dalí

En 1938, en Londres, Freud y Dalí se conocieron personalmente gracias a los escritores y amigos en común. Stefan Zweig y Edward James.


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