sábado, 6 de diciembre de 2008

THE CHILD MOLESTER






Fotogramas de "The child molester"


Constitución Española. Capítulo III. Artículo 39.4: "los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos..."

El otro día tuve la oportunidad de participar en una animada tertulia con un grupo de compañeros y amigos.

Debatimos sobre la presencia permanente y cotidiana de la violencia en nuestras vidas, un hecho que poco a poco va infiltrándose también en nuestra propia sociedad: la lacra terrorista, las decenas de mujeres masacradas por sus parejas machistas, las redes de pederastas desmanteladas por la policía especializada en Internet, los hooligans en el fútbol, las peleas colectivas entre jóvenes embriagados y drogados, que indefectiblemente culminan el fin de semana dando con sus maltrechos huesos en los servicios de urgencias, los maltratadores que ceban con niños y ancianos...

Hay alguno que incluso se atreve a hablar de una enfermedad comunitaria, de una plaga generalizada de difícil y compleja contención.

Coincidiendo con estas reflexiones, he encontrado en Internet un documental producido por la Highway Safety Foundation bajo el título de "The child molester" (Herbert J. Leder, 1964), basado en un guión original del propio director. Libremente, en español podríamos traducir este film como "El pederasta". Se trata de un film dirigido directamente al corazón sentimental de la optimista Norteamerica de los años 60, en pleno desarrollo del llamado baby boom.

A mi juicio, esta película posee un estimable valor documental, pues nos demuestra como a mediados del siglo XX existía ya una profunda sensibilidad social respecto al horror provocado por los abusos sexuales en la infancia.

El argumento, contado a partir de fotogramas descoloridos de nostálgicos tonos musgo, sepia y cereza, resulta clásico y sencillo: unas niñas juegan entretenidas en un parque. Un desconocido se acerca a ellas y les regala unos caramelos; convence a las dos chiquillas para que le acompañen y se suban en su automóvil. Las alertas familiares y policiales se desatan a medida que va transcurriendo el tiempo de retraso en el retorno a casa de las pequeñas.

Resulta especialmente conmovedora la escena en la que la madre de una de la niñas desaparecidas se pregunta por qué ha tenido que ocurrirle esa desgracia a su hija; mientras tanto, afloran los recuerdos de aquellos felices días infantiles de la víctima, que el director nos sugiere hábilmente empleando la metáfora de la gallina cuidando a sus polluelos.

En la película, además de las habituales advertencias para evitar a los extraños adultos sospechosos, nos encontramos también con escenas educativas destinadas a la seguridad peatonal de los niños (como por ejemplo, el uso de semáforos y pasos de cebra para cruzar las calles).

El film finaliza con unas descarnadas imágenes de los cadáveres de las víctimas del crimen real, para mí manifiestamente gratuitas, pues estimo que pudieron haber sido perfectamente omitidas sin desvirtuar el mensaje admonitorio del film; tal vez fueron incluidas originalmente con la clara finalidad de refuerzo de la exhortación para padres e hijos.

HIGHWAY SAFETY FOUNDATION (HSF).

Transcurría el año 1954 cuando Richard Wayman, un contable de Cleveland - Ohio, se topó con un truculento accidente de circulación en la carretera: un tren había arrollado a un motorista. Fotógrafo aficionado, las instantáneas en color que tomó de aquella tragedia le sirvieron a la policía para completar sus atestados.

Durante la década de los 50, junto a Phyllis Vaughn, Wayman siguió fotografiando accidentes de tráfico, colaborando incluso para la prensa local. Estos trabajos conformarían una amplia serie de presentaciones en diapositivas, empleadas posteriormente en programas escolares de educación para la seguridad vial.

En 1962, los cadáveres de dos niñas fueron encontrados en un arroyo, cerca de Mansfield (Ohio). Cuando Gerard Ray Howell, el culpable de los asesinatos fue detenido, confesó a la policía que había abusado sexualmente de las niñas en unos servicios públicos de un parque de la vecindad, lugar habitual para los encuentros clandestinos de homosexuales masculinos. Desde un primer momento, la HSF participó en la cobertura del suceso justo en el mismo escenario del crimen. Gracias a sus habituales trabajos de fotografía y fimación, continuaron colaborando con las fuerzas del orden realizando documentales de tipo pedagógico y preventivo.

En 1964, basándose en los crímenes del pederasta de Mansfield, se realizaron "The child molester" y "Camera Surveillance". Las labores informativas y precautorias de la HSF en el campo de la seguridad se prolongaron hasta 2003. Sin embargo, el naturalismo y la crudeza de sus films ha llevado a más de algún crítico a cuestionarse su verdadera utilidad desde una perspectiva ética y moral, llegando incluso a tildarlos de cine pornográfico.

Una información más completa sobre la HSF puede encontrarse visitando el vínculo siguiente:

http://www.cinemaweb.com/highwaysafety/pages/about/chronology.html

Advirtiendo previamente a los potenciales lectores del contenido de imágenes que pudieran herir su sensibilidad como expectadores, comunico que la versión gratuita del documental original en inglés puede verse en:

http://www.archive.org/details/CHILD

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