martes, 3 de octubre de 2023

LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA


- Dr. Jeremy Stone: ¡No seas ridículo! El mapa solamente muestra lo que Andrómeda podría hacer en manos del enemigo.
- Dr Charles Dutton: ¿Enemigo? ¡Lo hemos hecho nosotros mismos!
- Dr Jeremy Stone: Tal vez, pero ya es demasiado tarde para organizar una protesta.
- Dra. Ruth Leavitt: Otro gran paso para la humanidad...

Según la mitología griega Andrómeda era la hija de los reyes de Etiopía, Cefeo y Casiopea. Cuando Casiopea provocó la ira de Poseidón al ensalzar la belleza de su hija por encima de las Nereidas, Cefeo se vio obligado a ofrecerla como sacrificio dejando a la joven desnuda y atada a una roca marina a merced del Ceto, un espantoso monstruo acuático marino asociado a los peligros del mar y de las criaturas que alberga.

Después de derrotar a la temible Medusa, Perseo, el heroico semidiós hijo de Zeus y Danae, quedó prendado de la magnificencia de Andrómeda y decidió liberarla matando al monstruo, para posteriormente convertirla en su propia esposa.

En el cine, el mito de Perseo ha inspirado varias películas: "Furia de titanes" (Desmond Davies, 1981), con Harry Hamlin como protagonista, y su homónimo remake (Louis Leterrier, 2010), con Sam Worthington encabezando su elenco. 

"La amenaza de Andrómeda" (Robert Wise, 1971) es un sugerente thriller tecnológico evocado por la novela homónima (1969) de Michael Crichton, y que en su día obtuvo dos nominaciones para los Óscar (mejor dirección artística y montaje), una a los Globos de Oro (mejor banda sonora de Gil Mellé) y otra para los Hugo (película dramática).

Tal y como comenta Ricardo Aldarondo en su magnífica monografía sobre Robert Wise conmemorativa del 53º Festival International de Cine de San Sebastián, el propio director prefería hablar de science-fact en lugar de science-fiction, al referirse en sus películas fantásticas a lo que realmente el futuro podría depararle a la humanidad.

Desde el punto de vista médico esta cinta ha suscitado nuestro interés al abordar cuestiones relacionadas con la microbiología, la epidemiología y el control metabólico del equilibrio ácido-base.

La Revista de Medicina y Cine de la Universidad de Salamanca publicó en 2010 una estupenda aproximación a este film firmada por Manuel Sánchez, del Grupo de  Biomedicina Aplicada de la Universidad Miguel Hernández (Elche - Alicante) titulada "Bioseguridad y armas biológicas: La amenaza de Andrómeda (1971)", de recomendable lectura.

CINEFILIA

Robert Wise comenzó a trabajar a los 19 años en la RKO, como ayudante en la edición de imágenes y sonido. Fue montador de la mítica "Ciudadano Kane" (Orson Welles, 1941), por lo que estuvo nominado al Óscar en esa categoría.


Robert Wise (1914-2005)

También colaboró con Welles en el montaje de "El cuarto mandamiento" (1942), tras lo cual decidió colocarse detrás de las cámaras como director, comenzando una dilatada carrera profesional que comenzó con "La venganza de la mujer pantera" (1944), aproximándose con notoriedad a infinidad de otros géneros cinematográficos, desde películas del oeste hasta cine de catástrofes, pasando por filmes policiacos, cine bélico, historias románticas, comedias musicales - como las doblemente oscarizadas "West Side Story" (1961) y "Sonrisas y lágrimas" (1965) -, clásicos del cine fantástico - como "El ladrón de cadáveres" (1945), comentada anteriormente en este mismo blog - y joyas de la ciencia ficción, entre las que cabría destacar "Ultimátum a la Tierra" (1951), "Star Trek, la película" (1979) y por supuesto "La amenaza de Andrómeda".

CINEFILIA

Michael Crichton fue un polifacético autor de best sellers, la mayoría historias de intriga que exploran avances científicos y tecnológicos del futuro. Se graduó en Medicina en Harvard para completar posteriormente su postgrado en el Instituto Salk de estudios biológicos de La Jolla (San Diego, California). Fue asimismo escritor visitante del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Con todo este bagaje cultural y profesional, en 1969 escribió "La amenaza de Andrómeda", lo que le llevaría a convertirse en padre del techno thriller. Además de la adaptación cinematográfica de Robert Wise, con guión del propio autor y Nelson Gidding, en 2008 se emitió como mini serie televisiva bajo la supervisión y producción de los hermanos Ridley y Tony Scott.

Su clarividencia también gestó otras novelas fantásticas llevadas exitosamente a las plantallas cinematográficas, como por ejemplo la aclamada serie de "Parque Jurásico" (1990) que daría lugar al fenómeno cinematográfico homónimo dirigido en 1993 por Steven Spielberg o la más irregular "Esfera" (Barry Levinson, 1998)

Michael Crichton (1942-2008)

Como curiosidad cinéfila, un joven y espigado Michael Crichton realizó un cameo en esta película, concretamente como uno de los ayudantes de quirófano del Dr. Mark Hall (James Olson)

LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA

Se ha escrito mucho sobre este film que supuso una punto de inflexión en su época. Fue así por numerosas razones. En primer lugar, por su trama científica. Recordemos que a principios de los 70, cuando se publicó la novela, apenas existían conocimientos sobre las mutaciones víricas.


Douglas Trumbull (1942-2022)

En segundo lugar, por sus excepcionales efectos especiales, a cargo de Douglas Trumbull, un pionero e inventor en este campo, cuya excelencia profesional contribuyó necesariamente al éxito de películas como "2001. Una odisea del espacio" (Stanley Kubrick, 1968), "Encuentros en la tercera fase" (Steven Spielberg, 1977) o "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982).

Los efectos especiales para concebir el germen espacial Andrómeda, fueron fundamentalmente artesanales, empleando imágenes superpuestas y efectos tridimensionales que costaron aproximadamente un cuarto de millón de dólares de la época.

Para esta ingeniosa tarea Trumbull contó con la inestimable colaboración del experto en informática y ordenadores James Shourt, entonces un técnico principiante y posteriormente asistente principal en la serie de "Star Wars" 


Sobre el sorprendente making off de esta película existe un excelente material adicional en alguna edición en DVD y en artículos especializados como "Richard H. Kline ASC, DF de "La amenaza de Andrómeda" (The Andrómeda Strain) de Rober Wise (1971)".

En tercer lugar, nos interesa por su intrigante historia, en apariencia sencilla: un selecto grupo de científicos debe enfrentarse a un desconocido agente que ha infectado el satélite espacial Scoop VII retronado a nuestro planeta en las inmediaciones del ignoto pueblo de Piedmont (Nuevo Méjico - en la novela Crichton lo sitúa en Arizona), de apenas algunas decenas de habitantes, capaz de exterminar a toda la población y al equipo militar que trata de recuperar el aparato, excepto a un recién nacido y a un viejo lugareño alcohólico.

Es entonces cuando  se activa el protocolo de seguridad del Proyecto Wildfire, y en unas instalaciones secretas se intentará desenmascarar al letal microorganismo con la finalidad de neutralizarlo y destruirlo.

Este ambicioso y oneroso plan (90 millones de dólares), diseñado por el Dr. Jeremy Stone (Arthur Hill), flamante Premio Nobel por sus investigaciones en el campo de la bacteriología, fue propuesto en 1969 al gobierno de los EEUU para estudiar posibles microorganismos espaciales que pudieran filtrarse a través de la atmósfera terrestre, así como los posibles antídotos para interceptarlos.

CINEFILIA

En la exitosa serie televisiva estadounidense de terror apocalíptico "The Walking Dead", a su vez inspirada en el cómic homónimo de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard, el virus que reanima a los muertos para convertirlos en zombies se llama Wildfire, por su imparable fuerza destructiva.

REALIDAD versus FANTASIA

El 23 de septiembre de 2023 varios medios de comunicación se hicieron eco de la negativa del gobierno estadounidense para autorizar el retorno a la Tierra de la cápsula espacial Varda W-1, aduciendo razones de seguridad estrictamente confidenciales.

Apenas 2 meses antes, la start up Varda Space Industries había lanzado al espacio este satélite a bordo del cohete Falcon-9, de la compañía privada Space-X. En realidad se trataba de un laboratorio diseñado para producir componentes farmacéuticos en condiciones de microgravedad.

El 30 de junio de 2023 consiguió cristalizar Ritonavir, un fármaco utilizado para el tratamiento del SIDA. Los argumentos aducidos por parte de la Fuerza Aérea y la Administración Federal de Aviación de los EEUU se ciñeron a estrictas razones de seguridad, riesgo e impacto del satélite.

¿Se imaginan que la Varda W-1 portase de vuelta a la Tierra algún microorganismo espacial parecido a Andrómeda? No se preocupen, esa ficción ya ha sido escrita. Y aunque nuestra intención no es descubrir el desenlace de esta película para quienes todavía no la hayan visto, quizás el origen de Andrómeda no sea, digamos, tan extraterrestre.

Simplemente recordar que desde que los seres humanos comenzamos en enviar satélites y naves al cosmos hemos tratado de no contaminar el espacio con nuestros gérmenes.

En 1959, mientras la NASA preparaba sus primeras misiones tripuladas al espacio, un protocolo propio exigía la esterilización completa de todo objeto que fuera a fijar al espacio. Primero recurrió a la industria alimentaria, con amplia experiencia en la prevención de contaminaciones. Pero, a pesar de que la aplicación de calor en altas temperaturas cumplió su objetivo, dañaba los componentes electrónicos.

En sentido contrario, en 1962 el eminente cosmólogo y astrofísico Carl Sagan advirtió de la remota posibilidad de que los astronautas portaran consigo en su retorno microorganismos letales capaces de destruir de la vida en nuestro planeta.


Carl Sagan (1934-1996)

De ahí la implantación la obligatoria cuarentena para los humanos y los objetos que regresaran a la Tierra desde el espacio, así como el empleo de cámaras de limpieza donde todo se esteriliza rigurosamente.

Curiosamente, más que las bacterias, hongos o virus, lo que más preocupa a los científicos espáciales eran las esporas bacterianas, como por ejemplo las del botulismo, que pueden permanecer en estado vegetativo hasta incluso 10 millones de años.

CINEFILIA

En una de las escenas de esta película escuchamos cómo la Dra. Leavitt (Kate Reid) se queja de los complicados sistemas de desinfección a los que deben someterse en el interior de Wildfire, uno de ellos empleando gas xenón.

La luz ultravioleta (UV), generada mediante lámparas de este gas, atraviesa las paredes celulares de bacterias, virus y esporas bacterianas. Esta radiación, dentro del microorganismo, genera una serie de daños que impiden su reproducción.

Este sistema es totalmente seguro, pues la luz UV no puede atravesar paredes, vidrios, plásticos ni ninguna superficie sólida.

Pero la radiación UV supone diversos riesgos para la salud, como la fotoqueratitis (ulceraciones corneales) siempre y cuando no se empleen gafas protectoras. Asimismo, en las capas más externas de la piel puede provocar eritemas semejantes las quemaduras producidas por sobrexposición a la luz solar, además de comprometer el sistema inmunológico humano.

Durante la reciente pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, se emplearon robots desinfectantes de  xenón pulsado LigthStrike® Xenex, capaces de eliminar en tan solo 2 minutos hasta un 99.99% de los coronavirus.

Retornando a la ficción, las autoridades gubernamentales encargaron la tarea de descubrir y neutralizar al agente microscópico un selecto equipo de destacados especialistas liderado por el mismísimo Dr. Stone, junto al Dr. Charles Dutton (David Wayne), eminente patólogo, la indómita Dra. Ruth Leavitt (Kate Reid) y el Dr. Mark Hall (James Olson), cirujano experto en la química de la sangre.

Arthur Hill, David Wayne, Kate Reid y James Olson

CINEFILIA

Cada vez que contemplamos esta película nos preguntamos qué nivel de éxito hubiera alcanzado en formato de superproducción de Hollywood al igual que aquellas películas de catástrofes tan de moda en los 70 protagonizadas por superestrellas como Charlton Heston, Steve McQueen, Paul Newman, Ava Gardner y William Holden, como por ejemplo lo hizo la casi coetánea y taquillera "El coloso en llamas" (John Guillermin, 1974)

LA HIPÓTESIS DEL HOMBRE EXTRAÑO DE ROBERTSON

Una de las múltiples curiosidades de la novela y la película hace referencia a esta hipótesis, que a pesar de ser inventada, parece muy plausible. Hace referencia a que ante una situación crítica, un hombre soltero sería el más capacitado para tomar las mejores decisiones.

En este caso se trataría de iniciar o suspender el mecanismo de autodestrucción nuclear del complejo Wildfire, si así fuera necesario.


El Dr. Marck Hall (James Olson) y la enfermera Karen Anson (Paula Kelly) con el bebé superviviente

En este film dicha responsabilidad recaerá en el Dr. Hall, el único soltero y sin hijos dentro del grupo de científicos de élite. Existe una escena que muestra los porcentajes de un supuesto estudio que apoyan dicha conjetura, un ingenioso intento para aportar mayor verosimilitud al asunto. Pero realmente esta hipótesis nunca ha existido: sentimos desilusionar a los solteros. Y a los casados.


Aún a costa de revelar la intríngulis de este film, para los que todavía no lo han visto (spoiler), y como éste es un blog que explora las habituales conexiones entre los universos dude la Medicina y el Cine (o viceversa), es fundamental recordar que el grado de acidez o alcalinidad de cualquier solución se establece mediante la escala de pH, que oscila desde 0 para los ácidos más fuertes, hasta 14 para las bases o álcalis más fuertes.

El centro de la escala de pH lo ocupa el valor 7. Por lo general, nuestro organismo mantiene el pH sanguíneo en torno a 7.40. Si se encuentra entre 7.35 y 7.45, decimos que es ligeramente básica.

Los médicos evaluamos el equilibrio ácido-base midiendo el pH sanguíneo y los niveles de dióxido de carbono (un ácido) y bicarbonato (una base).

La alcalinidad de la sangre se incrementa cuando la concentración de ácido disminuye o cuando aumenta la concentración de bases.


 El complejo equilibrio ácido - base

Nuestro organismo ha desarrollado diversos mecanismos para regular el equilibrio ácido-base en la sangre, mediante la intervención de los pulmones, los riñones y los sistemas estabilizadores del pH:

  • Pulmones: liberando dióxido de carbono (CO2), producto de deshecho del metabolismo celular. Nuestro cerebro regula el volumen de CO2 controlando la velocidad y la profundidad de nuestra respiración (ventilación). En consecuencia, el pH sanguíneo se alcaliniza cuando nuestra respiración se hace más rápida y profunda.
  • Riñones: actúan modificando la cantidad de ácidos o bases que eliminan, pero su mecanismo de adaptación tarda más en ponerse en funcionamiento que el de los pulmones, demorándose dicha compensación varios días.
  • Sistemas estabilizadores: como el ácido carbónico, un ácido débil formado a partir del dióxido de carbono, y los iones bicarbonato (la base débil correspondiente).

En la película contemplamos cómo el Dr. Hall descubre que el agente mortal bautizado como Andrómeda solamente es capaz de sobrevivir en la sangre de los dos supervivientes dentro de un estrecho margen de pH: si la sangre está acidificada, como en el caso del anciano alcohólico, el Sr. Jackson (George Mitchell) - o alcalinizada, como en el caso del bebé que llora constantemente, hiperventilando sus pulmones gracias a su respiración acelerada, el microorganismo no subsiste.

El pequeño en cuestión, de origen mejicano, se llama Manuel Rios (Robert Soto). Como curiosidad cinéfila reseñar que siete años más tarde, apareció como uno de los pacientes hospitalizados en en "El regreso" (Hal Ashby, 1978).


La propia Dra. Leavitt descubrirá cómo Andrómeda es incapaz de crecer en un medio de cultivo alcalino, si bien en primera instancia este dato le pasará desapercibido debido al cansancio provocado por tantas horas de investigación ininterrumpida y al padecimiento de un tipo de epilepsia fotogénica, provocada por la exposición a los haces intermitentes de luz coloreada en su laboratorio.

SQUEEZE

Al recuperar el conocimiento, el viejo borracho le cuenta al Dr. Hall que parece una úlcera gástrica sangrante desde hace dos años, y que toma regularmente Aspirina® para tratar el dolor.

Beodo empedernido, sus niveles de alcohol (y por lo tanto su acidez sanguínea) se mantienen a base de squeeze, una mezcla de etanol y metanol, como la de la  marca comercial Sterno®, habitualmente conocida como calor enlatado, ojo rojo o dama sonrosada. Se trata de un combustible gelificado constituido por etanol y metanol que se vende en latas.

Al encender la lata se produce una llama de baja intensidad que suele emplearse fundamentalmente para calentar alimentos. Aunque no es apto para el consumo humano, durante la Ley Seca se hizo popular en EEUU entre las clases más desfavorecidas. El gel se colocaba en una gasa o un calcetín, se exprimía y se filtraba para conseguir alcohol líquido, que luego se mezclaba con zumo de frutas para fabricar el llamado jugo de la selva.

Como dato adicional destacar que la reconocida banda de blues y rock "Canned Heat", formada en Los Ángeles en 1965, tomó su nombre del tema "Canned Head Blues" del bluesman Tommy Johnson, compuesta en 1928, la triste historia de un desesperado alcohólico consumidor de Sterno®.


A lo largo de su evolución, el ser humano ha ido desarrollando su capacidad para metabolizar el
etanol, y en mucha menor medida pequeñas cantidades de metanol, popularmente conocido como alcohol de quemar. Ambos son muy similares en apariencia y olor. Cantidades tóxicas de metanol pueden aparecer cuando la destilación del etanol es deficiente o cuando se añade intencionadamente para adulterar las bebidas.


En el
metabolismo del etanol intervienen varias vías: la más común es la de las enzimas alcohol deshidrogénasa (ADH) y aldehído deshidrogénala (ALDH), que transforman el etanol en acetaldehido; éste a su vez se metabóliza en acetato, que finalmente se descompone en agua y dióxido de carbono para ser eliminado del organismo.

Asimismo, otras enzimas como el citocromo P450 2E1 (CYP2E1) y la catalasa, descomponen el etanol en acetaldehido. El CYP2E1 sólo se activa cuando la persona ha consumido gran cantidad de alcohol, mientras que la catalasa sólo metaboliza pequeñsa cantidades de etanol.

Finalmente, cantidades mínimas de alcohol también se eliminan mediante su unión con los ácidos grasosformando ésteres etílicos de ácidos grasos (FAEE), que contribuyen notablemente al daño del hígado y del páncreas.


Por su parte, el envenenamiento por metanol surge cuando un prójimo consume cantidades excesivas del mismo, que termina metabolizándose en
ácido fórmico y formiatos, sustancias con capacidad para acumularse en el organismo provocando efectos tóxicos y mortales: visión borrosa, ceguera, acidosis metabólica y muerte por fallo respiratorio.

El periodista y escritor ourensano Fernando Méndez, con el que me une una estrecha amistad, publicó en 2013 una obra reveladora "Metílico: 50 años envenenados", cuya lectura recomendamos encarecidamente, donde describe paso a paso el envenenamiento por metanol que provocó en pleno franquismo decenas de víctimas, principalmente en Canarias y Galicia, a consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas adulteradas con metanol, en una historia digna de ser llevada a la gran pantalla.


Fernando Méndez


Una de las características de la infección por Andrómeda es su diseminación desde los pulmones para provocar una coagulación intravascular diseminada (CID) que convierte literalmente en polvo la sangre de las víctimas, por lo que nunca llegan a desangrarse.

En la realidad, algunos procesos infecciosos, inflamatorios o enfermedades, como por ejemplo el cáncer, pueden provocar una activación anormal de las proteínas encargadas de formar coágulos sanguíneos, que en condiciones normales son necesarios para controlar una lesión hemorrágica.


Factores predisponentes 
de la CID podrían ser reacciones transfusionales, leucemias, pancreatitis, septicemia (especialmente por determinadas bacterias y hongos), enfermedades hepáticas, complicaciones posparto (como la retención de la placenta), quemaduras y traumatismos craneales graves, e incluso procedimientos quirúrgicos y anestésicos recientes.


La novela de Robert Crichton y la película de Robert Wise plantean una cuestión que durante décadas ha sido debatida por los más eminentes científicos: la posible existencia de vida inorgánica.

Michael Crichton escribió el borrador de esta novela cuando todavía era estudiante de medicina, inspirándose en la conversación mantenida con uno de sus profesores sobre formas de vida basadas en cristales.

Mientras vivió en el Reino Unido, también le influyó notablemente la lectura de la novela "The Ipcress file" (Len Deighton, 1962) y que a su vez inspiro la película británica homónima de Sidney J. Furie protagonizada por Michael Caine.


En líneas generales, todos los organismos terrestres existen gracias a cuatro macromoléculas basadas en el carbono:
  • ADN, que codifica la información del ser vivo.
  • Proteínas, con funciones estructurales y de comunicación química.
  • Lípidos, que también conforman las estructuras celulares y almacenan energía.
  • Carbohidratos, fuente de energía.
Por supuesto también pueden existir necesidades de otras sustancias inorgánicas, pero, sin una estructura de carbono, el resto de los elementos orgánicos no se podrían ensamblar para formar seres vivos tal y como los conocemos.

Gracias a sus propiedades químicas y el tamaño reducido de sus átomos, el carbono puede forman gran variedad de sustancias. De los 12 millones de compuestos químicos conocidos, 10 millones son moléculas orgánicas. Por ello se convierte en el candidato ideal y necesario para la diversidad química que necesita la vida.

Solamente el silicio, como el carbono, puede formar cadenas de átomos lo suficientemente largas como para codificar información biológica en su interior. Pero sus propiedades, al ser distintas, limitan enormemente su capacidad de generar vida. Las moléculas complejas basadas puramente en silicio, como los asílanos, son mucho más inestables que los de carbono, sobre todo en ambientes ricos en agua y oxígeno.

En la naturaleza, el silicio suele encontrarse unido al oxígeno formando dióxido de silicio (SiO2), una sustancia inerte, dura, sólida e insoluble, el compuesto que conforma el vidrio y el cuarzo.

Sin embargo, hay compuestos de silicio solubles en nitrógeno líquido, lo que le convierte en el mejor candidato para formar vida en mundos muy fríos y sin oxígeno. Es posible que existan ambientes en otros planetas muy distintos a los de la Tierra donde moléculas basadas en el silicio tengan más éxito que las orgánicas para formar precursores de formas diferentes de vida.



Pero ¿por qué la vida se forma básicamente a partir del carbono y no del silicio, cuando éste tiene propiedades muy parecidas y es el segundo elemento más abundante en la Tierra, después del oxígeno?

Desde 2016 no hace falta mirar al espacio para buscar vida extraterrestre basada en este elemento. Investigadores del Instituto Tecnológico de California (Caltech), dirigidos por Frances H. Arnold, publicaron en la revista Science un artículo demostrando que se puede conseguir que seres vivos produzcan componentes de vida basados en silicio. Concretamente, crearon una enzima capaz de producir enlaces entre el carbono y el silicio, lo que quizás permitirá crear medicamentos, como los dendrímero carbosilanos, y otro tipo de novedosas aplicaciones.

Concretamente consiguieron modificar una enzima ya existente e introducirla en una bacteria que habita en las aguas termales de Islandia para que produzca moléculas de carbono-silicio.


Hace años que otros investigadores han venido utilizando diferentes métodos químicos para crear compuestos de carbono-silicio para obtener catalizadores y enzimas de interés industrial. Sin embargo, los trabajos de Caltech consiguieron hacerlo empleando una metodológía puramente biológica.

En la película, la estructura de Andrómeda es bastante simple: hidrógeno, carbono, nitrógeno y oxígeno; pero los análisis no detectan ni aminoácidos, ni enzimas, ni proteínas ni ácidos nucleicos.

El equipo del Dr. Stone descubre con perplejidad que Andrómeda funciona como un mini reactor nuclear, siendo capaz de transformar la energía en materia. De esta manera consigue reproducirse sin consumir recursos, nutriéndose únicamente de energía, y su letalidad provocaría una pandemia de monstruosas consecuencias si finalmente, para eliminarlo, se pusiera en marcha el mecanismo nuclear de autodestrucción de Wildfire.

BIENESTAR ANIMAL

Es ésta otra de las cuestiones innovadoras de esta película. En varias secuencias contemplamos como los científicos emplean ratas de laboratorio y macacos en sus intentos de detectar tanto el organismo causante como su vía de diseminación (aérea).

"La amenaza de Andrómeda" se vio envuelta en una enorme polémica debido a las escenas donde un macaco cae fulminado al ser supuestamente expuesto al agente letal. Para rodarlas, y aparentar que el mono verdaderamente muere, la productora contó con el asesoramiento y la superivisón de la Sociedad Protectora de Animales.



Durante el rodaje, el mono de colocó dentro de una caja con aire. A su vez, dicha caja se situó dentro de una habitación con CO2. Fuera de plano, pero dentro de la misma habitación, estaba el asistente de dirección James Fargo, respirando normalmente gracias a una máscara de oxígeno que portaba junto a otra más pequeña y adicional para el pequeño mono. 

Cuando éste quedó expuesto al CO2 y respiró unas cuantas bocanadas del mismo, perdió el conocimiento, dando la impresión de una muerte aparente. La escena se cortó y el operario aplicó inmediatamente oxígeno al macaco para reanimarlo y no provocarle daño alguno. Esta escena se rodó en una toma única, sin posibilidad de edición.


Queremos pensar que el mismo procedimiento se siguió con las ratas de laboratorio.

EL EQUIPO TÉCNICO ASESOR

En los créditos iniciales se hace mención a varios asesores, como el Dr. Richard GreenGeorge HobbyWilliam Koselka.

Asimismo el Dr. Green fue asesor de otros filmes como "Génesis II" (John Llewellyn Moxey, 1973), "Star Trek II: la ira de Khan" (Nicholas Meyer, 1982) y "Star Trek III: en busca de Spock" (Leonard Nimoy, 1984).

Tanto el prestigioso California Institute ot Technology (Caltech) como el Jet Propulsion Laboratory  de la NASA prestaron soporte científico a esta película.


En España existe la Red de Laboratorios de Alerta Biológica creada en 2009. Se trata de una infraestructura científico técnica formada por una serie de laboratorios especializados en microbiología, con la finalidad  de apoyar al Sistema de Seguridad Nacional ante riesgos y amenazas por agentes biológicos.

A través del Instituto Carlos III, su dirección corresponde al Ministerio de Ciencia e Innovación, y estaría preparada para actuar ante la dispersión intencionada de agentes biológicos por agresiones no estatales como ante la liberación accidental de los mismos, desempeñando funciones de seguridad biológica en áreas como la salud humana, la sanidad ambiental, la seguridad alimentaria, la sanidad animal y vegetal.


En la actualidad la red está conformada por
12 laboratorios de referencia con instalaciones de alta seguridad biológica y un laboratorio colaborador.

Sin querer descubrir el desenlace de "La amenaza de Andrómeda", director y escritor nos hacen reflexionar sobre los peligros de un microorganismo de tan peligrosas características, de origen extraterrestre o diseñado específicamente en nuestro planeta como letal arma biológica.

CINEFILIA

En este aspecto, mencionar el Proyecto Punta de Flecha que aparece en "La Niebla"  (Frank Darabont, 2007), inspirada en la novela homónima de Stephen King, un experimento militar aparentemente destinado a crear una ventana trans-dimensional para supuestamente explorar otras dimensiones. Una tormenta accidental libera una extraña niebla y unas terroríficas criaturas que desatan el pánico en la pequeña comunidad de Shaymore, en Maine (EEUU).


LA CONSTRUCCION DEL SET DE RODAJE

El director artístico y diseñador de producción Boris Leven fue uno de los más estrechos colaboradores de Robert Wise a largo de su prolífica carrera cinematográfica. Juntos trabajaron también en "West Side Story" y "Sonrisas y lágrimas".


El diseño de la 
estación Wildfire es fruto de la extraordinaria creatividad de Leven, con 5 plantas subterráneas de diferentes colores que progresivamente irán recorriendo  los 4 científicos protagonistas hasta el último y más estricto nivel de esterilización para desentrañar los misterios de Andrómeda. 

LA BANDA SONORA

Fue encargada al polifacético artista, músico de jazz y compositor musical Gil Mellé, autor de las carátulas de algunos álbumes de Miles Davis, Thelonius Monk y Sonny Rollins, que además trabajó como músico de sesión para los prestigiosos sellos Blue Note y Prestige.


El empleo de varios instrumentos clásicos distorsionados y otros electrónicos y sintetizadores, algunos ideados por el propio compositor, contribuyeron a resaltar este inquietante Tecno-thriller de Robert Wise.


Los comienzos cinematográficos del director de fotografía Richard H. Kline abarcan ciertas semejanzas con los del propio Robert Wise. Mientras Wise comenzó a trabajar a los 19 años en la RKO como ayudante de edición de imágenes y sonido, el padre de Richard Kline, el director de fotografía Benjamin H. Kline, le consiguió un trabajo en los estudios de la Columbia, después de finalizar el bachillerato con apenas 16 años de edad.

Kline fue uno de los pioneros a la hora de transitar con éxito desde el formato clásico y casi teatral de los primeros años de Hollywood hasta el uso de la fotografía en color, introduciendo el uso de la luz rebotada, reflejada o indirecta para aportar mayor naturalidad a sus trabajos.


Posteriormente, las carreras profesionales de Robert Wise y Richard Kline volverían a confluir en "Sonrisas y lágrimas" y "Star Trek: la película".

El trabajo innovador de Robert Kline en "La amenaza de Andrómeda" se circunscribe al uso de la pantalla partida, un recurso habitualmente empleado en el cómic mediante la yuxtaposición de encuadres dentro del mismo plano, no para mostrar varias acciones simultáneamente, sino para relacionar conceptos entre si, a modo de viñetas.

El mismo recurso de la pantalla partida fue asimismo empleado por Kline en las taquilleras "El estrangulador de Boston" (1968) y "Cuando el destino nos alcance" (1973), ambas dirigidas por Richard Fleischer.


La paranoia colectiva vivida en los EEUU durante el aciago periodo político del macartismo tuvo como contrapartida la proliferación de títulos cinematográficos durante la década de los años 50, donde la humanidad debía hacer frente a todo tipo de advertencias e invasiones extraterrestres.

Una de las más aclamadas fue precisamente "Ultimátum la Tierra" (Robert Wise, 1951). Pero existieron más maravillas, como "Vinieron del espacio" (Jack Arnold, 1953), inspirada en un relato del inolvidable Ray Bradbury.

Tanto "La invasión de los ladrones de cuerpos" (Don Siegel, 1956) como sus remake posterior "La invasión de los ultrapuertos" (Philip Kaufman, 1978) están basadas en la novela homónima de Jack Finney, en las que unas formas orgánicas alienígenas (esporas en la primera y semillas en la segunda) pretenden apropiarse de los humanos para garantizarse su supervivencia mientras aniquilan nuestra civilización.