- ¿Por qué los médicos escriben las recetas en latín?
- Para que el paciente no sepa lo que toma. Todo forma parte del viejo sistema: los pacientes quieren una medicina y nosotros se la damos"...
Christine Barlow (Rosalind Russell) al Doctor Manson (Robert Donat) en "La ciudadela" (King Vidor, 1938)
Quizás los médicos actuales pudiéramos estarnos alejando de nuestros prójimos enfermos, en demasiadas ocasiones trocados en rigurosas estadísticas, entidades despersonalizadas y compendios de patologías. En esta ocasión nos enfrentamos en este blog a dos clásicos del séptimo arte, filmados durante la primera mitad del siglo XX, un período que en la Medicina contemporánea se nos antoja tan lejano y tan próximo a la vez. Ambas películas, por senderos manifiestamente diferentes, alcanzan la misma conclusión: la vida de los pacientes es una prioridad ante la opulencia y la jerarquía social.
En primer lugar, "La ciudadela" (King Vidor, 1938), inspirada en la novela homónima del médico británico Archibald J. Cronin (1896 - 1981), que fue publicada en 1937 por este auténtico escritor de bestsellers de la época. Cuando King Vidor se fijó en la novela, ésta apenas llevaba un año en los estantes de las librerías, con un enorme éxito editorial.
Su protagonista es el atribulado Doctor Andrew Manson (el entonces admirado galán Robert Donat), un joven abnegado y entusiasta que comienza su carrera asistencial en un pueblo minero del Gales más remoto. Desde aquellos yacimientos, paso a paso irá ascendiendo en los escalafones social y profesional, hasta conseguir establecerse definitivamente en Londres como lucrativo especialista de las clases más acomodadas.
Robert Donat (1905 - 1958) es el Doctor Manson
Suele atribuirse a las obras de de A. J. Cronin una influencia fundamental en la gestación una década más tarde de las bases del NHS (National Health Service), el Servicio Nacional de Salud británico. Y es que la propia experiencia del novelista escocés cuando ejerció como médico en la cuenca minera del sur de Gales, le serviría para novelar años más tarde "La ciudadela" y "Las estrellas miran hacia abajo" (1935).
CINEFILIA
"Las estrellas miran hacia abajo" (Carol Reed, 1940) es la versión cinematográfica del éxito literario de A.J.Cronin, con Michael Redgrave y Margaret Lockwood como protagonistas.
"Noche de angustia" (George Stevens, 1940) es otra una adaptación cinematográfica de su novela "Vigil in the night" (1939), una historia de amor fraternal de dos enfermeras protagonizada por Carole Lombard, Brian Aherne y Anne Shirley.
Retomando la biografía de A.J.Cronin, sabemos que llegó a investigar la relación entre la inhalación de polvo de carbón y la enfermedad pulmonar crónica en la ciudad de Tredegar, al sureste de Gales. Trabajó además como facultativo de la Tredegar Medical Aid Society en el Cottage Hospital de dicha población galesa.
Dr. Archibald J. Cronin (1896-1981)
Las populares historias del Doctor Finlay, basadas en su autobiografía "Aventuras en dos mundos", se convirtieron en exitosas series dramáticas de la BBC. La más antigua se titula "Dr. Finlay´s Casebook" y se ambienta en los años 20, protagonizada por el actor escocés Bill Simpson, manteniéndose en antena entre 1962 y 1971. La posterior, de 1993, comienza con el retorno a casa del Dr. Finlay (David Rintoul) tras prestar su servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial, y repasa la génesis del NHS y la modernización de la medicina en Escocia, la patria natal de A.J. Cronin.
Bill Simpson (1931-1986) como el Doctor Finlay
CINEFILIAExisten diversas versiones de "La ciudadela" de A.J. Cronin: una adaptación televisiva estadounidense dirigida en 1960 por Paul Bogart, dos británicas de 1960 (John Frankau) y 1983 (Peter Jefferies y Mark Vardy), dos italianas de 1964 (Anton Giulio Majano) y 2003 (Fabrizio Costa), así como tres en lenguas de la India - "Tere Mere Sapne" (Vijay Anand, 1971) en hindi, "Jiban Saikate" (Swadesh Sarkar, 1972) en bengalí y "Madhura Swapnam" (K. Raghanvedra Rao, 1982) en telegu -, así como una adaptación radiofónica, emitida por la BBC Radio, con una duración de 4 horas y 15 minutos.
En contrapartida, y en nuestra opinión suplementaria de "La ciudadela", "Barbarroja" (Akira Kurosawa, 1965) está considerada por la crítica especializada como la obra maestra del director durante su etapa más fructífera.
Nos traslada al Japón del siglo XIX, más concretamente al barrio de Koishikawa, integrante del conglomerado capitalino de Edo (el nombre que recibía Tokio en aquellos tiempos), donde el arrogante Doctor Noboru Yasumoto (Yûzô Kayama), formado en la escuela médica holandesa de Nagasaki, y con marcadas pretenciosas expectativas profesionales, es recomendado para trabajar en la humilde clínica de beneficencia dirigida por el respetado y temido Doctor Kyojo Niide (Toshirô Mifune), un médico severo, disciplinado y circunspecto entregado en cuerpo y alma al cuidado de los prójimos más pobres y necesitados.
LA ESCUELA MÉDICA DE NAGASAKI
El Instituto de Enseñanza Médica de Nagasaki fue fundado a finales de 1857 por el Shogunato Tokugawa, el tercer y último gobierno militar que ostentó el poder absoluto japonés. Su primer profesor fue J.L.C. Pompe van Meerdervoort (1829-1908), siendo pionera entre las escuelas de medicina occidental en Japón. La formación comenzó con tan solo 12 alumnos. Este médico holandés también es recordado por haberse encargado de realizar la primera autopsia en Japón.
En la misma escuela médica de Nagasaki a la que se refiere Kurosawa en su película, estudió la famosa primera doctora japonesa Kusumoto Ine (1827-1903), también conocida como Oine, hija del médico y botánico alemán Philip Franz von Siebold (1796-1866) y la cortesana Kusumoto Taki, y cuya vida ha sido objeto de infinidad de novelas, mangas, canciones y obras musicales.
En otro orden de acontecimientos, tras una virulenta epidemia de cólera, Pompe van Meerdervoort gestionó el primer hospital occidental en Japón, que abrió sus puertas en 1861 en Nagasaki.
"LA CIUDADELA": DE LA VOCACIÓN A LA AMBICIÓN
¿Dónde comienza la vocación, antes, durante o después de la formación médica? Quizás involuntariamente, a través de las películas el cine ha intentado responder este interrogante. Algunos filmes, como "The Girl in White" (John Sturges, 1952) enfocan su objetivo sobre la figura del médico como modelo social, contrastando sus ilusiones juveniles con la dura realidad profesional a lo largo de su ejercicio.
CINEFILIA
En cierta manera, por su temática y desarrollo, podríamos considerar a "La melodía de la vida" (Gregory la Cava, 1932) como un precedente de "La ciudadela". Felix Klauber (Ricardo Cortez) es un médico judío de humilde extracción, uno de los hijos de un modesto sastre que, gracias a su propio esfuerzo y tenacidad, consigue abandonar el ghetto para establecerse como prestigioso cirujano en un lujoso consultorio, en unos de los barrios acomodados de Nueva York. Deslumbrado por el éxito profesional, el Doctor Klauber irá poco a poco abandonando sus humanitarios ideales juveniles, hasta que un desgraciado suceso (la muerte de su propio padre mientras él lo operaba), le devolverá hacia el camino de la redención.
Si la crítica especializada bien reconoce su indudable valor cinematográfico, especialmente en lo referente a la dirección de George la Cava, la fotografía de Leo Tover y la banda sonora de Max Steiner, también califica a este film como un melodrama moralista y conservador, dedicado a ensalzar valores tradicionales como la familia y las raíces sociales, mientras nos alecciona sobre las tentaciones del éxito frente a la solidaridad.
CINEFILIA
A lo largo de su carrera, el director de fotografía Leo Tover (1902-1964) fue nominado en dos ocasiones para los premios Oscar. En su haber destacan, entre otros muchos méritos, la versión muda de "El Gran Gatsby" (Herbert Brenon, 1926) y "Nido de víboras" (Anatole Litvak, 1948), una de las primeras películas estadounidenses en abordar abiertamente el tema de la locura, con una extraordinaria Olivia de Havilland encabezando un reparto femenino excepcional.
Volviendo a "La ciudadela", desde sus prolegómenos somos advertidos que no existe pretensión alguna de cuestionar o criticar a la clase médica en general, un colectivo implicado en grandes avances de la humanidad: ¿excusatio non petita?
El Doctor Manson llega en tren a la imaginaria estación de Blaenelly, una ficticia y contaminada población minera de Gales. Acaba de finalizar la carrera de Medicina y comienza a trabajar como ayudante del anciano y enfermo Doctor Page (Basil Gill). Mientras va conociendo las artimañas de su avariciosa casera, la Sra. Page (Dilys Davies), irá tomando contacto con sus primeros casos, desde una enferma con fiebre tifoidea (que Manson es incapaz de diagnosticar), pasando por un niño con sarampión, hasta un recién nacido con serias dificultades postparto (resucitado gracias al tesón del joven galeno).
Con la ayuda del iconoclasta borrachín Doctor Denny (Ralph Richardson, uno de los más grandes actores del teatro y el cine británicos), descubre en el microscopio el inconfundible aspecto de la Salmonella entérica que contamina las aguas del pueblo debido al alcantarillado inservible. Para evitar radicalmente la extensión de la epidemia, Manson y Denny se emborrachan y dinamitan la red de conducción de las aguas fecales.
Destacamos el buen oficio del director de fotografía Harry Stradling Sr, esforzándose en retratar el sufrimiento y la angustia de los pacientes y sus familiares, a la par de la tenacidad del joven médico durante su etapa galesa.
Existe una escena crucial: tras salvar la vida del bebé, el Dr. Manson agradece a Dios su ayuda, a la par que afianza su competencia profesional. Tras deambular unos pasos, habrá de enfrentarse a la dura realidad contemplando la triste escena de un velatorio, metáfora de la muerte que a todos finalmente nos alcanza, a pesar de los avances y esfuerzos de la Medicina.
Adelantos que, sin embargo, no consiguen evitar nuestra más tierna sonrisa al contemplar cómo el médico desinfecta en un vaso de agua el termómetro que va colocando una tras otra en la boca de sus pacientes, o cómo ante su impericia intenta elaborar un jarabe a base de nitratos y edulcorante para recetárselo a una enferma.
Robert Donat y Rosalind Russell
Será precisamente el sarampión el responsable del encuentro entre la pareja protagonista. El médico visita la pequeña escuela de la señorita Christine Barlow Mason (Rosalind Russell) para interesarse por la salud de los escolares. La confrontación inicial fraguará una amistad que concluirá en matrimonio.
Para este papel estelar de la Russell, los productores del film también pensaron en Vivien Leigh, Greer Garson y Geraldine Fitzgerald. Sin embargo, sería la actriz británica Elizabeth Allan la que demandó a la Metro Golden Mayer al ser reemplazada por Rosalind Russell en el papel protagonista.
CINEFILIA
Rosalind Russell obtuvo el Globo de Oro a la Mejor Actriz y fue nominada al Oscar en la misma categoría por su convincente interpretación de Elisabeth Kenny en "Amor sublime" (Dudley Nichols, 1946), la célebre enfermera australiana que revolucionó los cuidados especiales de los niños con poliomielitis y parálisis infantil.
Retornando a "La ciudadela", el Doctor Manson romperá su relación contractual debido a los abusos constantes por parte de la señora Page, para optar a una plaza de asistente del hipócrita Doctor A.H. Llewellyn (Joss Ambler) en la Aberalaw Medical Aid Society. De esta manera conseguirá un empleo similar al que en su día desempeñó el mismísimo A.J. Cronin para una mutua privada de los mineros galeses.
CINEFILIA
El secretario de la Aberalaw Medical Aid Society es el señor Owen (Emlyn Williams). Este afamado actor, dramaturgo y director galés se encargó además de los diálogos adicionales de "La ciudadela". Adicionalmente, Emlyn Williams interpretó el personaje de Joe Gowland en "Las estrellas miran hacia abajo", la particular interpretación que hizo Carol Reed de otro de los éxitos literarios de A.J. Cronin.
Sostienen los críticos especializados que King Vidor es el cineasta del individualismo, y en esta película el personaje principal es un ser independiente que se enfrenta al mundo con la armadura de sus convicciones. De esta manera, rechazado por la ignorancia de sus pacientes y despreciado por sus propios colegas, tal vez celosos de los progresos en sus investigaciones sobre la silicosis, acompañado por su esposa abandona el Gales profundo para instalarse en Londres.
Los tiempos continuarán siendo difíciles para el doctor Manson hasta su encuentro ocasional con una caprichosa paciente de la alta sociedad londinense, la señorita Toppy LeRoy (Penelope Dudley Ward) y un antiguo compañero de facultad, el pomposo Doctor Lawford (Rex Harrison).
CINEFILIA
La atractiva actriz Penelope Dudley Ward estuvo casada con Carol Reed desde 1948 hasta 1976, año de fallecimiento del prestigioso cineasta británico. Entre otras interpretaciones, encarnó a la enfermera Natasha Kovrin en "Noches de Moscú" (Anthony Asquith, 1935), un drama amoroso ambientado en la Rusia de la Primera Guerra Mundial, compartiendo protagonismo nada más y nada menos que con el inolvidable Lawrence Olivier, en el papel del Capitán Ivan Ignatoff. Por trágicas coincidencias de la vida, tanto ella como Robert Donat fallecieron a causa del padecimiento de tumores cerebrales.
El enriquecimiento material del Doctor Manson acarreará su empobrecimiento moral e incluso el deterioro de su vida conyugal. La escena en la trattoria de la Señora Orlando (Mary Claire), donde él solía comer con su esposa cuando era un don nadie, menospreciando las preocupaciones de la anciana y los planes de la futura clínica de su buen amigo Denny, resulta harto ilustrativa.
Tras sufrir un atropello accidental, será precisamente el fallecimiento de Denny sobre la mesa del quirófano mientras Manson y el incompetente Doctor Emery (Cecil Parker) trataban de salvarle la vida el punto de inflexión en la exitosa trayectoria profesional del antiguo médico de mineros.
La primera enferma en beneficiarse del giro copernicano en la vida profesional del Doctor Manson será Ana, la pequeña hija bailarina de la Señora Orlando, que Manson traslada hasta la clínica privada del Doctor Stillman (Percy Parsons), un experto estadounidense en tuberculosis, pero que cuya titulación no ha sido convalidada en el Reino Unido. Este hecho llevará al Doctor Manson a enfrentarse ante un comité ético de la organización médico-colegial británica.
Por cierto, mencionados al final de la película, ni Louis Pasteur (1822-1895) ni Ilia Méchnikov (1945-1916) fueron médicos, como sí lo fue Paul Ehrlich (1854-1915), al que en la película se le niega erróneamente dicha titulación.
El Instituto de Enseñanza Médica de Nagasaki fue fundado a finales de 1857 por el Shogunato Tokugawa, el tercer y último gobierno militar que ostentó el poder absoluto japonés. Su primer profesor fue J.L.C. Pompe van Meerdervoort (1829-1908), siendo pionera entre las escuelas de medicina occidental en Japón. La formación comenzó con tan solo 12 alumnos. Este médico holandés también es recordado por haberse encargado de realizar la primera autopsia en Japón.
En la misma escuela médica de Nagasaki a la que se refiere Kurosawa en su película, estudió la famosa primera doctora japonesa Kusumoto Ine (1827-1903), también conocida como Oine, hija del médico y botánico alemán Philip Franz von Siebold (1796-1866) y la cortesana Kusumoto Taki, y cuya vida ha sido objeto de infinidad de novelas, mangas, canciones y obras musicales.
En otro orden de acontecimientos, tras una virulenta epidemia de cólera, Pompe van Meerdervoort gestionó el primer hospital occidental en Japón, que abrió sus puertas en 1861 en Nagasaki.
"LA CIUDADELA": DE LA VOCACIÓN A LA AMBICIÓN
¿Dónde comienza la vocación, antes, durante o después de la formación médica? Quizás involuntariamente, a través de las películas el cine ha intentado responder este interrogante. Algunos filmes, como "The Girl in White" (John Sturges, 1952) enfocan su objetivo sobre la figura del médico como modelo social, contrastando sus ilusiones juveniles con la dura realidad profesional a lo largo de su ejercicio.
CINEFILIA
En cierta manera, por su temática y desarrollo, podríamos considerar a "La melodía de la vida" (Gregory la Cava, 1932) como un precedente de "La ciudadela". Felix Klauber (Ricardo Cortez) es un médico judío de humilde extracción, uno de los hijos de un modesto sastre que, gracias a su propio esfuerzo y tenacidad, consigue abandonar el ghetto para establecerse como prestigioso cirujano en un lujoso consultorio, en unos de los barrios acomodados de Nueva York. Deslumbrado por el éxito profesional, el Doctor Klauber irá poco a poco abandonando sus humanitarios ideales juveniles, hasta que un desgraciado suceso (la muerte de su propio padre mientras él lo operaba), le devolverá hacia el camino de la redención.
Si la crítica especializada bien reconoce su indudable valor cinematográfico, especialmente en lo referente a la dirección de George la Cava, la fotografía de Leo Tover y la banda sonora de Max Steiner, también califica a este film como un melodrama moralista y conservador, dedicado a ensalzar valores tradicionales como la familia y las raíces sociales, mientras nos alecciona sobre las tentaciones del éxito frente a la solidaridad.
CINEFILIA
A lo largo de su carrera, el director de fotografía Leo Tover (1902-1964) fue nominado en dos ocasiones para los premios Oscar. En su haber destacan, entre otros muchos méritos, la versión muda de "El Gran Gatsby" (Herbert Brenon, 1926) y "Nido de víboras" (Anatole Litvak, 1948), una de las primeras películas estadounidenses en abordar abiertamente el tema de la locura, con una extraordinaria Olivia de Havilland encabezando un reparto femenino excepcional.
Volviendo a "La ciudadela", desde sus prolegómenos somos advertidos que no existe pretensión alguna de cuestionar o criticar a la clase médica en general, un colectivo implicado en grandes avances de la humanidad: ¿excusatio non petita?
El Doctor Manson llega en tren a la imaginaria estación de Blaenelly, una ficticia y contaminada población minera de Gales. Acaba de finalizar la carrera de Medicina y comienza a trabajar como ayudante del anciano y enfermo Doctor Page (Basil Gill). Mientras va conociendo las artimañas de su avariciosa casera, la Sra. Page (Dilys Davies), irá tomando contacto con sus primeros casos, desde una enferma con fiebre tifoidea (que Manson es incapaz de diagnosticar), pasando por un niño con sarampión, hasta un recién nacido con serias dificultades postparto (resucitado gracias al tesón del joven galeno).
Con la ayuda del iconoclasta borrachín Doctor Denny (Ralph Richardson, uno de los más grandes actores del teatro y el cine británicos), descubre en el microscopio el inconfundible aspecto de la Salmonella entérica que contamina las aguas del pueblo debido al alcantarillado inservible. Para evitar radicalmente la extensión de la epidemia, Manson y Denny se emborrachan y dinamitan la red de conducción de las aguas fecales.
Destacamos el buen oficio del director de fotografía Harry Stradling Sr, esforzándose en retratar el sufrimiento y la angustia de los pacientes y sus familiares, a la par de la tenacidad del joven médico durante su etapa galesa.
Harry Stradling Sr (1901-1970)
Adelantos que, sin embargo, no consiguen evitar nuestra más tierna sonrisa al contemplar cómo el médico desinfecta en un vaso de agua el termómetro que va colocando una tras otra en la boca de sus pacientes, o cómo ante su impericia intenta elaborar un jarabe a base de nitratos y edulcorante para recetárselo a una enferma.
Robert Donat y Rosalind Russell
Será precisamente el sarampión el responsable del encuentro entre la pareja protagonista. El médico visita la pequeña escuela de la señorita Christine Barlow Mason (Rosalind Russell) para interesarse por la salud de los escolares. La confrontación inicial fraguará una amistad que concluirá en matrimonio.
Para este papel estelar de la Russell, los productores del film también pensaron en Vivien Leigh, Greer Garson y Geraldine Fitzgerald. Sin embargo, sería la actriz británica Elizabeth Allan la que demandó a la Metro Golden Mayer al ser reemplazada por Rosalind Russell en el papel protagonista.
Elizabeth Allan (1910 - 1990)
CINEFILIA
Rosalind Russell obtuvo el Globo de Oro a la Mejor Actriz y fue nominada al Oscar en la misma categoría por su convincente interpretación de Elisabeth Kenny en "Amor sublime" (Dudley Nichols, 1946), la célebre enfermera australiana que revolucionó los cuidados especiales de los niños con poliomielitis y parálisis infantil.
Retornando a "La ciudadela", el Doctor Manson romperá su relación contractual debido a los abusos constantes por parte de la señora Page, para optar a una plaza de asistente del hipócrita Doctor A.H. Llewellyn (Joss Ambler) en la Aberalaw Medical Aid Society. De esta manera conseguirá un empleo similar al que en su día desempeñó el mismísimo A.J. Cronin para una mutua privada de los mineros galeses.
CINEFILIA
El secretario de la Aberalaw Medical Aid Society es el señor Owen (Emlyn Williams). Este afamado actor, dramaturgo y director galés se encargó además de los diálogos adicionales de "La ciudadela". Adicionalmente, Emlyn Williams interpretó el personaje de Joe Gowland en "Las estrellas miran hacia abajo", la particular interpretación que hizo Carol Reed de otro de los éxitos literarios de A.J. Cronin.
Emlyn Williams (1905 - 1987)
Sostienen los críticos especializados que King Vidor es el cineasta del individualismo, y en esta película el personaje principal es un ser independiente que se enfrenta al mundo con la armadura de sus convicciones. De esta manera, rechazado por la ignorancia de sus pacientes y despreciado por sus propios colegas, tal vez celosos de los progresos en sus investigaciones sobre la silicosis, acompañado por su esposa abandona el Gales profundo para instalarse en Londres.
Los tiempos continuarán siendo difíciles para el doctor Manson hasta su encuentro ocasional con una caprichosa paciente de la alta sociedad londinense, la señorita Toppy LeRoy (Penelope Dudley Ward) y un antiguo compañero de facultad, el pomposo Doctor Lawford (Rex Harrison).
Rex Harrison (1908-1990) es el Doctor Lawford
CINEFILIA
La atractiva actriz Penelope Dudley Ward estuvo casada con Carol Reed desde 1948 hasta 1976, año de fallecimiento del prestigioso cineasta británico. Entre otras interpretaciones, encarnó a la enfermera Natasha Kovrin en "Noches de Moscú" (Anthony Asquith, 1935), un drama amoroso ambientado en la Rusia de la Primera Guerra Mundial, compartiendo protagonismo nada más y nada menos que con el inolvidable Lawrence Olivier, en el papel del Capitán Ivan Ignatoff. Por trágicas coincidencias de la vida, tanto ella como Robert Donat fallecieron a causa del padecimiento de tumores cerebrales.
Penelope Dudley Ward (1914-1982)
Ralph Richardson (1902-1983)
Tras sufrir un atropello accidental, será precisamente el fallecimiento de Denny sobre la mesa del quirófano mientras Manson y el incompetente Doctor Emery (Cecil Parker) trataban de salvarle la vida el punto de inflexión en la exitosa trayectoria profesional del antiguo médico de mineros.
La primera enferma en beneficiarse del giro copernicano en la vida profesional del Doctor Manson será Ana, la pequeña hija bailarina de la Señora Orlando, que Manson traslada hasta la clínica privada del Doctor Stillman (Percy Parsons), un experto estadounidense en tuberculosis, pero que cuya titulación no ha sido convalidada en el Reino Unido. Este hecho llevará al Doctor Manson a enfrentarse ante un comité ético de la organización médico-colegial británica.
Por cierto, mencionados al final de la película, ni Louis Pasteur (1822-1895) ni Ilia Méchnikov (1945-1916) fueron médicos, como sí lo fue Paul Ehrlich (1854-1915), al que en la película se le niega erróneamente dicha titulación.
Desde el punto de vista médico, en "La ciudadela" existen una serie de licencias y peculiaridades que nos han llamado la atención, como el médico fumando en presencia del paciente al que atiende, la ausencia total de asepsia en ciertas intervenciones o los diagnósticos sin ni siquiera explorar al enfermo.
CINEFILIA
"La tragedia de Louis Pasteur" (William Dieterle, 1936), con el carismático Paul Muni interpretando al célebre microbiólogo francés, nos muestra la incomprensión y la ingratitud que padeció el sabio a lo largo de su provechosa carrera como investigador.
- "La ciencia médica no lo sabe todo. Conocemos los síntomas y la evolución de las enfermedades. Cuando hay una esperanza, ayudamos al paciente. Pero no podemos hacer otra cosa. Solamente podemos combatir la pobreza y la ignorancia para remediar en parte lo que no sabemos"...
Doctor Kyojô Niide (Toshiro Mifune) al Doctor Yosumoto (Yûzô Kayama) en "Barbarroja" (Akira Kurosawa, 1965)
Como en otras películas de corte coral del magistral Kurosawa, el más occidental de los cineastas japoneses, en "Barbarroja" las imágenes nos irán desvelando sucesivamente las vicisitudes que atraviesan una serie de pacientes hacinados en los barracones del Doctor Niide.
La dirección de fotografía a cargo de Asakazu Nakae y Takao Saitô, colaboradores habituales de Kurosawa, es espléndida.
Si bien el guión de esta película está basado en una colección de relatos cortos de Shugoro Yamamoto, el seudónimo empleado por el novelista japonés Satomu Shimizu (1903-1967), existe un episodio protagonizado por la adolescente Otoyo (Terume Niki) inspirado en "Humillados y ofendidos" de Dostoevsky.
Terumi Niki es Otoyo
En esta película, Kurosawa retrata una de sus relaciones favoritas: la del maestro o sensei (Mifune) y el discípulo (Kayama). Recordemos que la prolífica colaboración entre actor y director fructificaría en 15 cintas rodadas entre 1948 y 1968, algunas de ellas objeto de valoración en este mismo blog: "El ángel ebrio" (1948) y "Un duelo silencioso" (1949). Algunos críticos sostienen que una agria discusión durante el rodaje de "Barbarroja" supuso el fin de la sólida amistad entre director y protagonista.
El escritor Stuart Galbraith IV es el autor de la excelente "Vida y películas de Kurosawa y Mifune. El Emperador y el Lobo", una detallada narración de las vicisitudes artísticas y personales de los probablemente mayores exponentes del cine japonés. En su libro descubrimos cuál fue la desavenencia entre actor y director. A pesar de que la película fue rodada en blanco y negro, Kurosawa puso un empeño especial en los colores de la ropa y maquillaje.
Mifune tuvo serias dificultades para conseguir dejarse una barba natural que se adaptase a las necesidades del guión, que exigían teñirla de un color rojizo especial. Primero emplearon pigmentos hechos con té; más tarde probaron con agua oxigenada. Finalmente emplearon lejía con una base de aceite. El afeitado final de la barba, una vez finalizado el rodaje, supuso una apacible liberación para ambos.
En "Barbarroja" también podemos encontrar las constantes del cine de Kurosawa: la búsqueda del sentido de la vida, la enfermedad y la muerte, la solidaridad, la lucha por la justicia y el eterno conflicto entre el bien y el mal. El rodaje de esta película supuso tanto trabajo y dedicación que tanto Mifune como Kayama finalizaron exhaustos, mientras Kurosawa hubo de ser hospitalizado para recuperarse de la enfermedad y el agotamiento.
Existe un dramático episodio de la vida de Kurosawa asimismo presente en "Barbarroja". Su hermano mayor Heigo, por el que sentía una especial devoción y que terminaría suicidándose, le enseñó a perderle el miedo a la muerte entretanto lo acompañaba por las calles de Tokio devastada por un terremoto. Y es que mientras el moribundo Sahachi (Tsutomu Yamazaki) hace repaso de su existencia, rebela a los médicos que un día estuvo casado con la joven Onaka (Miyuki Kuwano), desvanecida en el transcurso un terrible seísmo.
Tal vez la admiración que Kurosawa profesaba por los galenos estuviese cimentada en su pasión por la literatura rusa, y en este caso particular por Antón Chéjov (1860 - 1904), que ejerció como médico durante varios años de su vida, los profesionales que en sus películas renuncian a una vida acomodada para atender a los más necesitados, ya sea en un hospital para menesterosos como en el cubil de unos delincuentes.
De familia acaudalada, Yasumoto es un joven médico inconformista que rechaza las normas del establecimiento dirigido por "Barbarroja", del que además sospecha pretende hacerse con sus conocimientos académicos. Su altiva actitud contrasta con el sosiego de los otros ayudantes del maestro, como el Doctor Mori (Yoshio Tsuchiya).
Pero toda la soberbia del Doctor Yasumoto se irá desmoronando progresivamente, sobre todo a partir de que el mismísimo Barbarroja evite que muera asesinado por una paciente perturbada (Kyôko Kagawa), y cuando se desvanezca en medio de una peliaguda operación.
RETRATISTA DEL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO
Los buenos conocedores de la biografía de Kurosawa saben que se encuentra repleta de vicisitudes. Fue un hombre curtido en el sufrimiento y quizás por ello, uno de sus mejores retratistas cinematográficos. Para algunos críticos, como Manuel Ariza Canales, la vida de Kurosawa imita a su cine, donde algunos de sus personajes son vocacionales, supervivientes o héroes imprevistos.
En "Barbarroja" contemplamos múltiples ejemplos demostrativos de todo ello. Y aunque solamente fuera por la escena del anciano Rokusuke (Kamatari Fujiwara), los espasmos y estertores del que agoniza por un cáncer de hígado terminal, esta película merece un puesto destacado en el podio de las obras maestras del cine mundial.
Sin alcanzar el dramatismo de la expiración de Rokusuke, los rostros de la aflicción son retratados con especial consideración en los casos de Matsudari (Nobuo Chiba), postrado y jadeante enfermo de obesidad, al que Barbarroja prescribe una dieta estricta, o la angustia de la prostituta enferma de sífilis pero que no quiere abandonar el prostíbulo, o la fulgurante mirada de la pequeña Otoyo, de apenas 12 años, vejada por negarse a mantener relaciones con los clientes.
Llegados a este punto Barbarroja, de repente transformado en un samurai, entabla un singular combate contra la banda de matones del burdel, al más puro estilo de otros filmes como "Sanjuro" (Akira Kurosawa, 1962), una exhibición de artes marciales tradicionales japonesas donde quebranta los cuerpos y disloca las articulaciones de los hampones, para luego disponerse a curarlos.
La última parte de esta película se concentra en la historia del pequeño Chôji (Yoshitaka Zushi), que en aquel tiempo contaba con apenas 8 años de edad, y que incluso llegó a compartir el hogar del matrimonio Kurosawa.
CINEFILIA
Zushi provenía de una familia de niños actores. Fue elegido para el papel de Chôji por su aspecto particular, al aparentar menos edad que la que realmente tenía. Su relación con Kurosawa comenzó con "Barbarroja", para interpretar más tarde un papel protagonista en "Dodes´ka-den" (1970) así como otros menores en "Ran" (1985), "Los sueños de Akira Kurosawa" (1990) y "Madadayo" (1993)
Las malas críticas cosechadas por "Dodes´ka-den" provocaron una profunda depresión a Kurosawa, que estuvo a punto de seguir la senda suicida de su querido hermano Heigo.
COLOFÓN
"La ciudadela" y "Barbarroja" son dos películas conectadas sobre una disciplina singular que no se aprende en los textos médicos: la compasión, la comprensión del sufrimiento del prójimo. Ambas son colecciones de pequeños relatos de dolor y consuelo, donde sus protagonistas, el Doctor Manson y el Doctor Yasumoto, realizan viajes inversos a la realidad de sus pacientes, desde la conmiseración hacia la soberbia y viceversa.
Mifune, Kurosawa y la barba de "Barbarroja"
Mifune tuvo serias dificultades para conseguir dejarse una barba natural que se adaptase a las necesidades del guión, que exigían teñirla de un color rojizo especial. Primero emplearon pigmentos hechos con té; más tarde probaron con agua oxigenada. Finalmente emplearon lejía con una base de aceite. El afeitado final de la barba, una vez finalizado el rodaje, supuso una apacible liberación para ambos.
En "Barbarroja" también podemos encontrar las constantes del cine de Kurosawa: la búsqueda del sentido de la vida, la enfermedad y la muerte, la solidaridad, la lucha por la justicia y el eterno conflicto entre el bien y el mal. El rodaje de esta película supuso tanto trabajo y dedicación que tanto Mifune como Kayama finalizaron exhaustos, mientras Kurosawa hubo de ser hospitalizado para recuperarse de la enfermedad y el agotamiento.
Terumi Niki, Yûzô Kayama y Toshirô Mifune en "Barbarroja"
Retrato infantil de Heigo (1906-1933) y Akira Kurosawa (1910-1998)
Tal vez la admiración que Kurosawa profesaba por los galenos estuviese cimentada en su pasión por la literatura rusa, y en este caso particular por Antón Chéjov (1860 - 1904), que ejerció como médico durante varios años de su vida, los profesionales que en sus películas renuncian a una vida acomodada para atender a los más necesitados, ya sea en un hospital para menesterosos como en el cubil de unos delincuentes.
De familia acaudalada, Yasumoto es un joven médico inconformista que rechaza las normas del establecimiento dirigido por "Barbarroja", del que además sospecha pretende hacerse con sus conocimientos académicos. Su altiva actitud contrasta con el sosiego de los otros ayudantes del maestro, como el Doctor Mori (Yoshio Tsuchiya).
Pero toda la soberbia del Doctor Yasumoto se irá desmoronando progresivamente, sobre todo a partir de que el mismísimo Barbarroja evite que muera asesinado por una paciente perturbada (Kyôko Kagawa), y cuando se desvanezca en medio de una peliaguda operación.
Yoshio Tsuchiya es el Doctor Mori
RETRATISTA DEL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO
Los buenos conocedores de la biografía de Kurosawa saben que se encuentra repleta de vicisitudes. Fue un hombre curtido en el sufrimiento y quizás por ello, uno de sus mejores retratistas cinematográficos. Para algunos críticos, como Manuel Ariza Canales, la vida de Kurosawa imita a su cine, donde algunos de sus personajes son vocacionales, supervivientes o héroes imprevistos.
En "Barbarroja" contemplamos múltiples ejemplos demostrativos de todo ello. Y aunque solamente fuera por la escena del anciano Rokusuke (Kamatari Fujiwara), los espasmos y estertores del que agoniza por un cáncer de hígado terminal, esta película merece un puesto destacado en el podio de las obras maestras del cine mundial.
Sin alcanzar el dramatismo de la expiración de Rokusuke, los rostros de la aflicción son retratados con especial consideración en los casos de Matsudari (Nobuo Chiba), postrado y jadeante enfermo de obesidad, al que Barbarroja prescribe una dieta estricta, o la angustia de la prostituta enferma de sífilis pero que no quiere abandonar el prostíbulo, o la fulgurante mirada de la pequeña Otoyo, de apenas 12 años, vejada por negarse a mantener relaciones con los clientes.
Llegados a este punto Barbarroja, de repente transformado en un samurai, entabla un singular combate contra la banda de matones del burdel, al más puro estilo de otros filmes como "Sanjuro" (Akira Kurosawa, 1962), una exhibición de artes marciales tradicionales japonesas donde quebranta los cuerpos y disloca las articulaciones de los hampones, para luego disponerse a curarlos.
La última parte de esta película se concentra en la historia del pequeño Chôji (Yoshitaka Zushi), que en aquel tiempo contaba con apenas 8 años de edad, y que incluso llegó a compartir el hogar del matrimonio Kurosawa.
CINEFILIA
Zushi provenía de una familia de niños actores. Fue elegido para el papel de Chôji por su aspecto particular, al aparentar menos edad que la que realmente tenía. Su relación con Kurosawa comenzó con "Barbarroja", para interpretar más tarde un papel protagonista en "Dodes´ka-den" (1970) así como otros menores en "Ran" (1985), "Los sueños de Akira Kurosawa" (1990) y "Madadayo" (1993)
Yoshitaka Zushi es Roku-chan en "Dodes´ka-den"
Las malas críticas cosechadas por "Dodes´ka-den" provocaron una profunda depresión a Kurosawa, que estuvo a punto de seguir la senda suicida de su querido hermano Heigo.
COLOFÓN
"La ciudadela" y "Barbarroja" son dos películas conectadas sobre una disciplina singular que no se aprende en los textos médicos: la compasión, la comprensión del sufrimiento del prójimo. Ambas son colecciones de pequeños relatos de dolor y consuelo, donde sus protagonistas, el Doctor Manson y el Doctor Yasumoto, realizan viajes inversos a la realidad de sus pacientes, desde la conmiseración hacia la soberbia y viceversa.