viernes, 2 de abril de 2010

PARIS, TEXAS



Un hombre deambula por el desierto, sin destino ni memoria, sin pasado y sin futuro. Ha terminado sus reservas de agua y tiene sed. Se acerca a un establecimiento que tiene la nevera repleta de cervezas frías. Pero el vagabundo prefiere devorar unos cubitos de hielo. A continuación, pierde el sentido y cae al suelo... Éste es el comienzo de "Paris, Texas" (Wim Wenders, 1984), una road movie que en nuestra humilde opinión constituye un film de culto y una obra magistral dentro de la historia más reciente del 7º Arte; estamos ante una coproducción franco - germana que resultó galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1984, y que concentra varios elementos fundamentales para su éxito:

  • La dirección de la cinta a cargo de un alemán de Düsseldorf, con el alma dividida entre su verdadero origen y la acentuada admiración que profesa por el cine estadounidense. Exceptuando tal vez a mis admirados hermanos Coen, me costaría encontrar a algún cineasta norteamericano capaz de expresar con semejante clarividencia la esencia de esa Norteamérica profunda que se extiende entre Texas y California, practicamente un país y casi medio continente, vastas extensiones de padreras y desiertos (Chihuahua, Sonora, Mojave), polvorientos territorios apenas ayer recorridos por las caravanas de los pioneros y hoy en día surcados por interminables autopistas interestatales (como la mítica Route 66) y las líneas de ferrocarril.
Wim Wenders

  • La fotografía de Robby Müller, de una calidad soberbia, magistral tanto a la hora de expandir ante nuestra mirada infinitos horizontes, como en el detallado fotograma donde sutilmente encuadra a los personajes, inmortalizándolos en inolvidables retratos fílmicos liberados de cualquier innecesaria palabra.
Harry Dean Stanton como el taciturno Travis Henderson

  • El guión de Sam Shepard, un artista excepcional donde los haya: actor, director, dramaturgo, guionista, escritor, músico, poeta..., laureado con el premio Pulitzer y distinguido en varias otras ocasiones por su labor interpretativa.
Sam Shepard

  • El trabajo de los actores, en especial el de Harry Dean Stanton en el papel del atormentado y silencioso Travis Henderson, un hito en la dilatada carrera de este veterano actor. Capítulo aparte merece sin lugar a dudas, la bellísima Nastassia Kinski, la sugerente Jane Henderson imbuída en la volátil fragilidad que le proporciona su rubia cabellera de bote y aquel insinuante jersey rojo de cuello barco que dejaba al desnudo su espalda...
Nastassia Kinski

  • La banda sonora de Ry Cooder, todo un clásico, un monumento erigido sobre los acordes y la melodía de la guitarra slide inspirados en aquel viejo tema del bluesman Blind Willie Johnson, compuesto en 1927 con el título de "Dark was the night".



Desde el punto de vista médico, esta película narra la historia de un hombre enfermo, un paciente afectado por tres posibles patologías: la disociación, el insomnio y el alcoholismo.

TRASTORNO DISOCIATIVO


Mencionado anteriormente en otras entradas de este blog, en el meritorio libro "El cine y las enfermedades mentales", de Wedding, Boyd y Niemiec, se comentan las dificultades existentes entre los expertos a la hora de clasificar a las experiencias disociativas dentro de los trastornos psiquiátricos.

En el año 2000, la Asociación Americana de Psiquiatría estableció que la disociación supondría la separación de la conciencia con sentimientos, comportamientos, pensamientos o recuerdos de los hechos muy conectados entre sí. Una definición un tanto críptica.

Para que exista un trastorno disociativo stricto sensu es necesario que no exista ninguna lesión cerebral orgánica ni otras patologías psiquiátricas (esquizofrenia, trastorno por estrés postraumático...) que también cursan con síntomas de este tipo. En esta línea, existen cuatro trastornos disociativos principales:
  1. Amnesia disociativa.
  2. Fuga disociativa.
  3. Trastorno disociativo de la identidad.
  4. Trastorno de despersonalización.
Volviendo a la película, entendemos que Travis podría sufrir una amnesia y una fuga disociativas. En el primer caso, el protagonista es incapaz de recordar información personal crucial en su vida, en este caso un hecho traumático y estresante como la pérdida de su propia familia. Sin embargo, no parecer tener afectada su capacidad cognitiva, pudiendo recordar y procesar nuevas informaciones. El orondo Dr. Ulmer (Bernhard Wicki) es el encargado de prestarle los primeros auxilios cuando Travis se desmaya en el tugurio de Terlingua (Texas). Revisando sus pertenencias, el médico encuentra una nota con un nombre y un teléfono. Corresponden a Walter A. Henderson (Dean Stockwell), el hermano de Travis que reside en el Sun Valley de Los Ángeles (California) y que trabaja construyendo vallas publicitarias.

Dean Stockwell

Walter viaja hasta el desierto texano para hacerse cargo de su hermano, del que no recibía noticias desde hacía cuatro años. Travis parece haber enmudecido y apenas lo reconoce. Durante el viaje de retorno a casa, Walter trata de conocer qué es lo que verdaderamente ocurrió; años atrás, el protagonista pudo haber sufrido una fuga disociativa, emprendiendo una desesperada huída desde la caravana que compartía con su mujer Jane y su pequeño hijo
Hunter (Hunter Carson). Ahora es incapaz de recordar su propio pasado y parece confuso, incluso con su propia indentidad.

Poco a poco Walter va refrescando los recuerdos de su hermano. Le habla de Hunter, de casi 8 años, que está criando como si fuera su propio hijo y de su esposa Anne (Aurore Clement). A su vez, Travis le enseña la vieja fotografía de una parcela abandonada en París, un pueblo de Texas, que un día adquirió para construir allí su casa y su hogar.


A medida que la película avanza, cuando Travis vuelve a encontarse con Jane trabajando en un peep show de Houston, nos enteramos de cuál fue el acontecimiento desencadenante de la patología del protagonista. Una peligrosa mezcla de alcoholismo, celotipia, malos tratos e incomunicación entre una pareja muy dispar (ella era casi una adolescente) provocó la ruptura traumática y definitiva del matrimonio. Un día Travis se despertó medio envuelto en llamas. Sufrió quemaduras en ambas piernas mientras la caravana que les servía de hogar fue pasto del fuego voraz; Jane lo abandonó huyendo de él con el pequeño Hunter.



Considerando un hecho tan dramático, podríamos considerar también la hipótesis de un trastorno por estrés postraumático en la génesis del trastorno mental de Travis. La incapacidad para recordar el golpe emotivo, la restricción de la vida afectiva, el pesimismo, la inhibición comunicativa y el insomnio persistente son síntomas que Travis muestra en esta película.

INSOMNIO

Respecto al trastorno del sueño, observamos como el protagonista sufre un insomnio mixto, tanto de conciliación como de mantenimiento. Incapaz de dormir, durante las interminables horas nocturnas sustituye a su hermano al volante del automóvil, friega la vajilla o lustra los zapatos familiares mientras todos duermen. O simplemente deja transcurrir la noche observando desde la ventana del motel de carretera cómo la lluvia cae mansamente sobre el paisaje desolado.

ALCOHOLISMO

Señalábamos anteriormente un hecho llamativo: cuando Travis sediento entra en el bar de Terlingua rehusa beber cerveza. Solamente lo veremos tomando alcohol una vez que se reencuentra con Jane trabajando como chica de compañía en el poco recomendable local de Houston. Su propio hijo no es capaz de aguantar a su lado en la barra del bar y dedice marcharse para esperarlo en la camioneta.

Siguiendo el relato de Travis descubrimos que el abuso etílico desencadenó la celotipia y los problemas con su joven esposa...

ANECDOTARIO

Para regrasar a casa, en Los Ángeles, Walter y Travis deciden tomar un avión de la compañía Muse Air en el aeropuerto de El Paso. Travis tiene fobia a volar y finalmente los dos hermanos se bajan de la aeronave en plena pista de despegue. La película se filmó en 1984, justo antes de que la legendaria compañía aérea texana cambiara de manos para pasar a formar parte de TranStar Lines.

4 comentarios:

  1. Enhorabuena por el post.
    Impresionantemente lúcida valoración artística y psicológica de esa obra maestra del cine.
    Debes sentirte orgullos@.
    G-01304

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tu comentario, estimado Miguel. Una obra maestra más para disfrutar que para comentar. El personaje de Travis Henderson me ha traido a la memoria a otro famoso Travis... "Taxi driver"... ¿recuerdas?

    ResponderEliminar
  3. Me llamó la atención el título de tu blog (vengo de Marichuy)y llevo un rato dando un repaso. Muy interesantes los análisis del cine y la medicina. Y como empecé a ver películas que también he disfrutado (hace unos días escribí acerca de algunas), pues he sonreido y me he puesto a escribirte. París/Texas: una maravilla entre las muchas de Wender, como la del trailer que colgaste.
    Un saludo afectuoso

    ResponderEliminar
  4. Estimada Virgi:

    Muy agradecido por tu visita y comentario. Me ha zambullido en las profundidades de PHOETICBLOG... un maravilloso descubrimiento... Seguimos en contacto...

    Por cierto, lo he enlazado en CARTAS de ALOYSIUS... nuestra bitácora hermana... Un saludo

    ResponderEliminar