martes, 14 de septiembre de 2010

BELINDA





"Traer un poco de felicidad a un ser humano...; Belinda, no me hagas creer que he fracasado".

 Dr Richardson (Lew Ayres) en "Belinda"


Acaba de cumplirse el tercer aniversario del fallecimiento de Jane Wyman, la estrella protagonista de "Belinda" (Jean Negulesco, 1949). Esta fecha luctuosa ha coincidido con nuestro nuevo repaso visual de este clásico del 7º Arte.





Jane Wyman es Belinda


Además de haberse convertido en la primera esposa de Ronald Reagan, el mundo de la televisión contribuyó a acrecentar la popularidad de la Wyman gracias a "Falcon Crest", el exitoso serial de los años 80 cuya intriga orbitaba alrededor de la viticultura en California




Brindemos con Angela Chaning, la matriarca de "Falcon Crest"




Por su excepcional trabajo interpretativo en este film de Negulesco, Jane Wyman fue galardonada con el Óscar a la mejor actriz en 1948, premio conseguido, por cierto, sin pronunciar una sola palabra... ¡Pura interpretación!


Desde el punto de vista médico, "Belinda" tiene un valor especial, pues en su tiempo denunció en la gran pantalla de forma valerosa una patología que provocaba el sufrimiento y el aislamiento social de quién la padecía. Belinda vive en un mundo arcaico, rural, puritano e hipócrita, cargado de prejuicios. Al respecto, hace poco señalábamos en este mismo blog ("Mi pie izquierdo" Jim Sheridan, 1989) la marginación que desde tiempos pretéritos han venido sufriendo los discapacitados físicos, considerados en muchas ocasiones como seres repudiables, tarados e inferiores. Pero también resulta interesante el retrato que se hace de la profesión médica, vocacional, no funcionarial, altruista, abnegada, paternalista... 


Hace más de 20 años, cuando comencé a ejercer, aun tuve la oportunidad de conocer a compañeros de profesión, veteranos ya jubilados que ejercieron la medicina en condiciones equiparables a las del Dr. Robert Richardson (Lew Ayres), en guardia permanentemente las 24 horas del día, durante los 365 días del año. El cine y la televisión (como por ejemplo "Doctor en Alaska", en clave de comedia amable) han contibuido a engrandecer la sacrificada figura del médico rural.






Lew Ayres es el Dr. Robert Richardson


La elección de Lew Ayres fue un gran acierto de la dirección de casting. Como diría un buen amigo mío, "tiene pinta de médico". En "Young Dr. Kildare" (Harold S. Bucquet, 1938) interpretó a este popular galeno, un personaje de ficción inventado por el escritor Max Brand y que desde la década de los 30 del pasado siglo XX ha continuado generando películas, folletines radiofónicos, seriales televisivos, e incluso comics.


El joven Dr. Kildare (Lew Ayres) junto a su mentor el Dr. Gillespie (Lyonel Barrymore)


En su exitosa carrera médico-cinematográfica, Lew Ayres ya había destacado en otro memorable papel, el del Dr. Scott Elliot, encargado de tratar a la inquietante pareja formada por las gemelas Collins (Olivia de Havilland, en doble papel) en "A través del espejo" (Robert Siodmak, 1946), film que como sugerente propuesta merecerá en el futuro un tratamiento individual en este blog. Para aquellos interesados en conocer algo más sobre la vida y obra de este estupendo actor: 







EL MÉTODO DEL ABATE DE L´EPEE


El Dr. Robertson conoce la existencia de Belinda cuando visita la remota granja que la familia MacDonald explota en la Isla de Cape Breton (Nueva Escocia - Canadá). Allí malviven regentando un molino y trabajando las tierras de sol a sol Black MacDonald (rocoso y convincente Charles Bickford) y su hermana Aggie (Agnes Moorehead). La muchacha sordomuda, huérfana de madre, es la única hija del sacrificado granjero, criada en la necesidad y en la soledad.


Como simple anécdota mencionaremos aquí que ninguno de los exteriores de esta película fueron filmados en Cape Breton, sino en California (EEUU)... El médico se percatará enseguida de la inteligencia y de las enormes capacidades de Belinda y decide enseñarle el "Método de L´Epee" para poder comunicarse con ella...



El abate Charles-Michel de L´Eppe fue un prestigioso pedagogo y logopeda francés del siglo XVIII. Su detallada vida y obra puede consultarse en:





La verdadera transcendencia de L´Epee no radica en la invención del lenguaje de signos, sistema de comunicación que previamente ya existía, sino en la instauración de la educación colectiva para los niños y niñas sordos, aprendizaje hasta entonces reservado a las familias aristocráticas, en cuyo seno los afectados aprendían de manera individual.


Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que para L´Eppe el método gestual era el sistema de comunicación natural de los sordos, es decir, una forma mediante la cual todos asociamos un objeto y la palabra que lo representa con la imagen del mismo que se forma en el cerebro a partir de la información aportada por nuestros ojos.


El Dr. Richardson y Belinda aprenden el lenguaje de los signos simultáneamente, incluso la muchacha aprende a leer en los labios. Una de las escenas más emotivas de este film nos presenta a Belinda rezando un Padre Nuestro ante el féretro de su padre, mientras las voces en off del médico y de la tía Aggie desgranan la oración verso a verso. El vibrante fondo musical, como el resto de la banda sonora, es debido al maestro Max Steiner.




En una escena lúdica también podemos constatar cómo Belinda es capaz de "escuchar" la música de la fiesta apoyando su mano sobre la madera de un violín que tañe alegremente un músico; incluso demuestra su sentido rítmico animándose tímidamente a marcar el compás con los pies acompañando la melodía...


El Dr. Richardson no renuncia en su empeño por ayudar a Belinda y decide consultar con el Dr. Horace M. Gray (Jonathan Hale) especialista en patología auditiva, que descarta la otosclerosis como causa de la sordera de la protagonista. Vemos como este médico utiliza diversos diapasones para evaluar el trastorno auditivo de Belinda, más concretamente el Test de Rinne, que evalúa la audición por la vía ósea y por la aérea. La hipoacusia de nuestra protagonista indica una severa afectación de ambas vías.


El alcoholismo, el machismo y la brutalidad son elegidos por los guionistas para diseñar la vil personalidad del villano de esta historia. Se trata del pescador Locky McCormick (interpretado por un contundente Stephen McNally), que deshonra a la indefensa sordomuda dejándola encinta. El hijo fruto de esta infame violación recibirá el nombre de Johnny Belinda, proporcionando así el título original al film de Negulesco...


Destacamos también el personaje de Stella McCormick (Jan Sterling), la criada enamorada en secreto del Dr. Richardson y que finalmente será la encargada de resolver la trama narrativa en favor del amor, del perdón y de la redención.


Como viene siendo habitual, resulta obligado mencionar la siguiente reseña correspondiente a la Revista de Medicina y Cine, en la que los autores realizan un concienzudo repaso de toda la filmografía relacionada con la deficiencia auditiva y verbal.





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