domingo, 27 de diciembre de 2020

UN VIAJE ALUCINANTE AL FONDO DE LA MENTE


- "Así que ¿no creéis que la esquizofrenia pueda reducirse a un solo agente etiológico?

- Para mí no es una enfermedad".

-¿Crees que la demencia es un simple estado de consciencia?

- Existen bastantes pruebas que lo evidencian..."

Emily Jessup (Blair Brown) y Eddie Jessup (William Hurt) en "Viaje alucinante al fondo de la mente" (Ken Russell, 1980)


A pesar de haber cosechado las críticas más dispares, 40 años después "Un viaje alucinante al fondo de la mente" (Ken Russell, 1980) continúa suscitando nuestra atención por su descripción de las relaciones entre las drogas alucinógenas y ciertos alteraciones de la percepción, que en su día fueron investigados con la intención de comprender la patogénesis de algunas patologías psiquiátricas como la esquizofrenia, donde la sintomatología predominante son las alucinaciones.

Para ello se utilizaron sustancias químicas, naturales y sintéticas, así como los denominados tanques de aislamiento sensorial, como los empleados en esta película por su protagonista, el tenaz visionario Doctor Eddie Jessup (William Hurt), fisiólogo y catedrático de la Facultad de Medicina de Cornell (Nueva York), que decidió sumergirse en uno de ellos en abril de 1967. La actividad cerebral de estas experiencias era registrada en electroencefalogramas.

En su trayectoria como investigador, Jessup también desarrolló experiencias con el yoga y las creencias budistas, mientras estuvo 1 año viviendo en la India, tratando de aproximarse al conocimiento de su yo interior. Para nuestro protagonista, el sistema límbdico es el lugar donde residen las consciencias anteriores de cada ser humano.


William Hurt es Eddie Jessup

En realidad, fue el neuropsiquiatra, psicoanalista y filósofo estadounidense John C. Lilly (1915-2001) el primero en investigar la relación entre la conciencia y el cerebro, descubriendo que la flotación potenciaba enormemente los niveles de relajación. El propio Lilly había relatado este tipo de experiencias personales en su libro "The Centre of the Cyclone: An Autobiography of Inner Space" (1972).

En realidad, poco tiempo después del estreno, Lilly reconoció públicamente que la mera inmersión en un tanque de aislamiento sensorial no sería un estímulo suficiente como para desencadenar el cuadro alucinatorio que el protagonista soporta durante la primera parte de la película.

Por cierto, los tanques de aislamiento son siempre horizontales, y no verticales, como el que aparece inicialmente en esta película. Uno de los investigadores más conocidos que probó este tipo de artilugios fue el físico teórico Richard Fenyman (1918-1988), quien se sometió a inmersiones en tanques de privación sensorial de Lilly habiendo consumido marihuana y ketamina.

John C. Lilly Formó parte de un selecto grupo de científicos y pensadores contraculturales, como Ram Dass, Werner Erhard y Timothy Leary, con los que se reunía habitualmente en su domicilio. Dicha relación quedó plasmada en la película en los encuentros frecuentes que mantiene Jessup con sus colegas universitarios Arthur Rosenberg (Bob Balaban) y Mason Parrish (Charles Haid).


Timothy Leary (1920-1996)

En la década de los 60, Ram Dass y Timothy Leary fueron despedidos de sus puestos de trabajo como profesores de la prestigiosa Universidad de Harvard por sus experimentos con drogas psicodélicas en humanos, en este caso, reclutando estudiantes de su propia universidad. Debemos recordar que el uso de LSD y psilocibina era ilegal en EEUU.


Albert Hoffmann (1906-2008)

Ambas drogas fueron sintetizadas por el célebre químico suizo Albert Hoffmann. Mientras trabajaba para los Laboratorios Sandoz, el 19 de abril de 1943, Hofmann ingirió intencionadamente 250 microgramos de LSD, en el popularmente conocido como "Día de la Bicicleta", al notar dicha sensación de desplazamiento, el primer "viaje" de la historia producido por esta droga alucinógena.

CINEFILIA

La filmografía del director británico Ken Russell fue prolífica, provocadora pero irregular, alternando grandes éxitos como "Los demonios" (1971), un filme de culto maldito, o la ópera rock "Tommy" (1975), con otras cintas inspiradas en la vida y obra de compositores ilustres: Elgar, Mahler, Tchaikowsky, Richard Strauss o Liszt, adaptaciones de obras de D.H. Lawrence, y rotundos fracasos como por ejemplo "Gothic" (1986) o "La guarida del gusano blanco" (1988).


Ken Russell (1927-2011)

Además de una demencial experimentación con una catarata de imágenes psicodélicas (crucifixiones, cabras con 7 ojos, emanaciones de lava, fuegos infernales...) y coloristas efectos especiales que llegan a aturdir al espectador (quién sabe si intencionadamente), a esta producción debe añadirse la turbadora banda sonora del compositor contemporáneo John Corigliano.


John Corigliano, galardonado con un Oscar por la banda sonora de "El violín rojo" (François Girard, 1998)

El proyecto inicial era de la Columbia, que decidió transferirlo a Warner Bross por las desviaciones presupuestarias. La elección de Russell tampoco fue preferente, pues para esta película se había pensado en otros directores, como Arthur Hiller, Arthur Penn, Sidney Lumet o Steven Spielberg.

Siempre nos quedará la curiosidad de saber lo que podrían haber hecho cineastas como David Cronenberg, David Lynch o el mismísimo Stanley Kubrick en el caso de haber dirigido una película repleta de escenas paranoides y oníricas como ésta.

CINEFILIA

El escritor y dramaturgo Paddy Chayefsky, el único que cuenta en su haber con 3 premios Óscar en solitario por su trabajo como guionista original, conoció los experimentos de John C. Lilly y se inspiró en ellos para escribir su novela de ciencia ficción "Altered States" (1978).

Para ello dedicó dos años de su vida en Boston a estas averiguaciones, en un intento de describir la búsqueda del yo primigenio por parte de un científico que combinaba el uso de drogas psicotrópicas y los tanques de aislamiento sensorial. Contactó con la comunidad científica de la Facultad de Medicina de Harvard.

Para su idea de la regresión genética, Chayefsky consultó a doctores y profesores de los departamentos de antropología y genética de la Universidad de Columbia y del Museo Americano de Historia Natural. También se asesoró con especialistas de la prestigiosa Universidad de Duke (Carolina del Norte), del Centro Médico Maimónides de Brooklyn y de la Universidad de la Nueva York.

Influenciado por la obra de Aldous Huxley y las investigaciones de John C. Lilly, Paddy Chayefsky se sumergió por primera vez en un tanque de aislamiento sensorial en Stockton State College de California, experiencia que denominó como un retorno al útero materno, y que asimismo trasladaría al guión de esta película.

Sidney Aaron Paddy Chayefsky (1923-1981)

Tal fue el estrés que le provocó semejante tarea indagatoria que incluso llegó a sufrir un infarto de miocardioA este cúmulo de desgracias hubo que añadirle la denuncia por parte de uno de los asesores científicos que Chayefsky contrató para escribir esta novela. Finalmente, ante el resultado final de la película, las serias discrepancias que tuvo con el director Ken Russell le llevaron a firmar el guión con su verdadero nombre de pila, Sidney Aaron, tal y como aparece en los créditos de esta cinta.

EL ORIGEN DE LA PELICULA

Según Shaun Considine, en su libro "Mad as Hell: Teh Life and Work of Paddy Chayefsky" (1994), en 1974 se reunieron Herb Gardner, Bob Fosse y el propio Chayefsky para realizar un remake de King Kong, que nunca llegaría a concretarse.

Herb Gardner (1934-2003) fue un afamado dramaturgo y caricaturista estadounidense, que alcanzó el éxito como guionista sobre los escenarios de Broadway con obras más tarde llevadas a la gran pantalla, como por ejemplo "El payaso de la ciudad" (Fred Coe, 1965) y "Dos viejos chiflados" (Herb Gardner, 1996).

Su hermano Robert Allen Gardner es un eminente etólogo, profesor de psicología comparativa de Universidad de Nevada en Reno, que en la década de los años 60 se dedicó a estudiar el comportamiento de los chimpancés. En 1961, contrajo matrimonio con la zoóloga Beatrix Tugendhut Gardner (1933-1995) y juntos adquirieron una chimpancé de 10 meses a la que llamaron Washoe. Destinada inicialmente a la experimentación espacial por las Fuerzas Aéreas de EEUU, convivió con el matrimonio de científicos para el desarrollo del Lenguaje de Señas Americano.

Además, el Proyecto Washoe demostró que los simios tienen un nivel de pensamientos, emociones y conciencia superiores, un hito que vino a cambiar la percepción que hasta entonces se tenía de estos seres.


El matrimonio Gardner y Washoe

Las investigaciones de los Gardner fueron ultimadas por otro matrimonio, el formado por Deborah y Roger S. Fouts, psicólogos comparativos del Instituto de Comparación entre Humanos y Chimpancés de la Universidad Central de Washington, insistiendo en la capacidad comunicativa de estos primates.

Precisamente, en "Un viaje alucinante al fondo de la mente", los trabajos de los Gardner son mencionadas de manera explícita por Emily Jessup (Blair Brown), la antropóloga y sufrida esposa del protagonista.


Blair Brown es Emily Jessup

Paddy Chayefsky, como muchas celebridades de su época, se sometió a sesiones de psicoanálisis. También se había interesado por "Tótem y tabú. Algunas concordancias en la vida anímica de los salvajes y de los neuróticos" (Sigmund Freud, 1913), a su vez influenciado por "El origen del hombre" (Charles Darwin, 1871).

Curiosamente, Chayefsky no aceptaba que los humanos descendieran de los simios. Más bien, el espíritu humano procedía de una fuente divina, una reminiscencia de su formación judía juvenil. Aun así, nuestros impulsos licenciosos y nuestra ansia de destrucción deberían provenir de alguna bestia ancestral interior.

A partir del pensamiento de que toda la evolución humana se encuentra almacenada dentro de nuestro cerebro, Chayefsky comenzó a desarrollar su novela "Altered Scenes", combinando ideas religiosas, filosóficas, físicas (la memoria es energía, y por lo tanto nunca desaparece) y químicas (el uso de drogas psicodélicas) podríamos explorar nuestro espacio interior.

En sus propias palabras, su novela serían una revisión moderna y filosófica del clásico "El extraño caso del Doctor Jekyll y el señor Hyde" (Robert Louis Stevenson, 1886).

CINEFILIA

La figura del científico obsesionado trastornado por sus estremecedoras investigaciones ha sido explotada en el cine en repetidas ocasiones y desde ópticas bien diferentes, desde el clásico "Doctor Jekyll y Mr. Hyde" (John S. Robertson, 1920) y su amplia lista de secuelas y versiones, pasando por la saga inaugurada por "El hombre invisible" (James Whale, 1933), "El hombre con rayos X en los ojos" (Roger Corman, 1963), las dos versiones de "La Mosca" (Kurt Neuman, 1958) y (David Cronenberg, 1986), "Hulk" (Ang Lee, 2003) y finalizando por las comedias "El profesor chiflado" (Jerry Lewis, 1963) y su homónima (Tom Shadyac, 1996)

CARLOS CASTANEDA Y LOS HONGOS ALUCINÓGENOS

La controvertida figura del escritor y antropólogo Carlos César Salvador Arana Castañeda, y sus experiencias con sustancias enteógenas y drogas alucinógenas para alterar su conciencia y su percepción, está indefectiblemente ligada a la psicodelia y a los movimientos contraculturales en los EEUU durante la década de los 60.


Carlos Castaneda (1923 - 1998)

A punto de finalizar sus estudios de antropología en la Universidad de California, Castaneda viajó al desierto de Sonora (Méjico) para estudiar el uso medicinal de ciertas plantas psicotrópicas por los indios yakis, herederos de las ancestrales tradiciones chamánicas toltecas. Entre estas especies destacaban la Datura discolor y la Psilocybe mexicana.

Este último hongo psiloscibio, conocido como pajarito, seta de dios o carne de los dioses, contiene sustancias alucinógenas, como la psilocina y la psilocibina.

En "Viaje alucinante al fondo de la mente" existen diversas menciones expresas al uso y consumo de estas sustancias, especialmente durante el viaje al desierto de Sonora del Dr. Jessup, en compañía del antropólogo mejicano Echevarría (Thaao Phenghlis), que lo pone en contacto con El Brujo (Charles White-Eagle) y sus chamanes. Tras participar en uno de sus rituales secretos, el Doctor Jessup realiza un inquietante y aterrador viaje psicodélico desencadenado por el consumo de dichos hongos psicotrópicos.

CINEFILIA

El Dr. Jessup despierta de su viaje psicotrópico ante el cadáver de un gran lagarto, destripado al parecer por el científico mientras se encontraba en trance. 

Jim Morrison, fascinado por la cultura de los nativos americanos, en muchas ocasiones se comportó sobre el escenario más como un chamán que como un cantante, bajo la influencia de drogas psicotrópicas. El líder de The Doors era popularmente conocido como el Rey Lagarto


Jim Morrison (1943-1971)

Su banda escogió su nombre en honor a "Las puertas de la percepción" (Aldous Huxley, 1954), un compendio de las experiencias alucinógenas alcanzadas por el propio escritor tras consumir mescalina, el principal alcaloide obtenido a partir del peyote (Lophophora williamsii) y del cactus de San Pedro (Echinopsis pachanoi).

La mescalina fue aislada por primera vez en 1897 por el farmacólogo alemán Arthur Heffter, siendo el primer alcaloide enteogénico extraído de una especie botánica natural.

Pues bien, en la banda sonora de este film podemos escuchar unos fragmentos de "Light my fire" de The Doors.

OTRAS SUSTANCIAS PSICOTRÓPICAS

En un principio, antes de contactar con la tribu de El Brujo, Jessup y Echevarría creen que los hongos psicotrópicos manejados por los indios mejicanos pertenecen a la especia Amanita muscaria. Esta seta venenosa y enteógena, de aspecto muy carcaterístico, se distribuye prácticamente a nivel planetario, en bosques de coníferas y de árboles caducifolios de climas templados: hayas, pinos, robles, cedros, abetos, píceas y abedules. 

En el oeste de Siberia, su uso estaba restringido a los chamanes, que la empleaban para conseguir sus estados de trance. Las alucinaciones que produce son similares a las del LSD.

Posee sustancias venenosas como el muscimol y el ácido iboténico, capaces de provocar náuseas y vómitos apenas 2 horas tras la ingesta. Horas más tarde aparecen los síntomas neurológicos, como estupor, coma, delirio, agitación, alucinaciones y convulsiones, si bien los casos mortales son raros, si bien una sobredosificación puede originar un síndrome anticolinérgico (sequedad cutánea, rubefacción, hipertermia, midriasis, arritmias cardíacas, incluyendo fibrilación ventricular, delirios, convulsiones, coma y muerte. 

Asimismo, esta especie contiene muscarina en concentraciones inferiores, un alcaloide tóxico que también puede aislarse en otros hongos, de los géneros Inocybe y Clitocybe. Fue la primera sustancia parasimpaticomimética en ser estudiada, que en dosis elevadas puede resultar mortal.

Amanita muscaria

De manera errónea, Echavarría le cuenta a Jessup que la amanita muscaria empleada por los indios contiene belladona, atropina y escopolamina.

La Atropa belladona es un arbusto solanáceo perenne nativo de Europa, norte de África y Asia occidental, naturalizado en algunas zonas de Norteamérica. Por su escasa tolerancia a la luz solar, crece en zonas sombrías. Ampliamente utilizada a lo largo de la historia, su nombre deriva del uso doméstico que hacía de ella las damas romanas, para blanquear su cutis y conseguir una midriasis ocular que supuestamente embellecía su aspecto.


Atropa belladona

Sus concentraciones de alcaloides como la atropina y la escopolamina, la convierten en una planta venenosa. En dosis tóxicas, es capaz de provocar  delirios y alucinaciones. Bien conocida por la antigua farmacopea europea, a lo largo de la historia de la medicina se ha empleado como medicamento en oftalmología (por la midriasis), gastroenterología (como neurorregulador en síndromes de intestino irritable y colitis ulcerosa), neurología (en el tratamiento del Parkinson) y anestesiología (como analgésico y anestésico).

Por su parte, la escopolamina o hioscina, popularmente conocida como burundanga o "droga de los violadores", es un alcaloide presente en varias familias de plantas solanáceas, como el beleño (Hyosciamus spp.), la mandrágora (Mandragora spp.), el estramonio (Datura stramonium), la escopolia (Scopolia carniolica) y el floripondio (Brugmansia spp.)

Por sus efectos antimuscarínicos se considera un tóxico afín a la atropina. En dosis bajas puede causar delirios y psicosis, pero en dosis elevadas puede provocar estupor y muerte (2-4 gramos)

Datura stramonium

Además, en "Viaje alucinante al fondo de la mente" encontramos referencias expresas al uso de drogas como la dimetiltriptamina (DMT), con efectos subjetivos sobre determinadas funciones cerebrales, como la percepción, el afecto y la cognición.

En una escena de esta película, Jessup y Rosenberg suministran este fármaco a una paciente esquizofrénica (Deborah Baltzell), que relata una experiencia mística: "es como si Cristo me tocara el corazón"...

La DMT se encuentra presente en ciertas plantas, como la Mimosa tenuiflora (jurema preta, en Brasil), la Diploterys cabrerana (chagropanga) y la Psychotria viridis (chacruna), todas ellas utilizadas en la medicina tradicional sudamericana, especialmente en rituales chamánicos.

Por ejemplo, el brebaje conocido como ayahuasca o yajé se prepara a partir de la chacruna.

Para el uso recreativo de la DMT suele fumarse, generalmente en pipa. Sus efectos duran entre 5 y 30 minutos, de gran intensidad subjetiva, provocando además alucinaciones muy vivas y elaboradas: visiones de ciudades y máquinas futuristas, viajes a otras realidades y a otros planos, y encuentros y comunicaciones no verbales con las denominadas entidades DMT (guías, inteligencias y presencias no corpóreas, alienígenas...)

A nivel cerebral humano, la DMT podría sintetizarse en la glándula pineal. Algunos investigadores la han relacionado con experiencias cercanas a la muerte.

En patologías como la esquizofrenia y el autismo, se han detectados niveles elevados en orina de moléculas análogas a la DMT, como la bufotenina, un alcaloide de efectos alucinógenos presente en las glándulas de determinados sapos de los géneros Incilius y Rhinella. También se encuentra presente en varias especies de árboles del género Anandenathera, habituales en muchas zonas de Sud y Centroamérica.

La bufotenina tiene receptores específicos en la corteza cerebral humana, actuando como un potente alucinógeno por vía inhalatoria o digestiva.

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