"Y si no lo quisieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus territorios".
Éxodo, 8:2
Éxodo, 8:2
Probablemente sea "Magnolia" (Paul Thomas Anderson, 1999) una de las películas de la historia con el mayor elenco de personajes procaces y airados (¡la palabra joder puede escucharse unas 190 veces!). Puede ser que también presente una de las colecciones más amplias de seres atormentados... ¡y enfermos!: terminales de cáncer, cocainómanos, alcohólicos, depresivos, ansiosos... Una película donde caen cosas del cielo mientras las personas elevan hacia él sus miradas y sus esperanzas...
En una obra tan personal que él mismo escribió, produjo y dirigió (¡dicen que hasta diseñó el póster!), Anderson emplea el formato de película coral entrelazando las vidas de diferentes personas, una especie de subgénero cinematográfico en el que nosotros incluimos también a la laureada "Crash" (Paul Haggis, 2004), cintas de engranaje episódico que te obligan a mantener constantemente la atención para poder desentrañar cuál es su verdadero argumento.
La película comienza con la voz en off del narrador que nos cuenta tres desafortunadas historias en las que parece intervenir algo más que el azar:
ENFERMEDADES Y ENFERMOS
La morfina es un opioide potente que no tiene un techo analgésico. La dosis media habitual suele ser de 60 - 100 mg/12h, aunque es muy variable, según los enfermos. Aunque su absorción oral es errática (obliga a individualizar las dosis) esta vía de administración resulta de elección. En España se manejan dos tipos de morfina en comprimidos:
La administración sublingual se reserva para situaciones terminales, como es el caso que nos ocupa en esta película.
Nos llama la atención que en los EEUU, además de la morfina de liberación sostenida, la FDA ha aprobado para el tratamiento del dolor el fentanilo transdérmico y el butorfanol intranasal. Ninguna de estas dos opciones terapéuticas, así como tampoco la administración de morfina mediante bomba de infusión intratecal, fueron contempladas para mitigar el dolor de este personaje.
Además de su médico, en todo momento cuidan de Earl su atractiva esposa, la pelirroja Linda Patridge (Julianne Moore), y Phil Parma (Philip Seymour Hoffman) uno de sus enfermeros.
Al igual que en otras películas recientemente valoradas en este blog, el personaje interpretado por Robards trata de reconciliarse con su único hijo antes de morir. El hijo pródigo, oyente de Psicología en la prestigiosa Universidad de Berkeley, se ha transformado en un exultante gurú televisivo, el alma mater de "Seduce & Destroy", un depredador machista, un macarra obsceno y hortera que se gana la vida entrenado a supuestos aprendices de Don Juan en el laborioso arte de la seducción, una cuadrilla de inútiles definidos como "los de siempre, perdedores y salidos, más salidos que perdedores" en palabras de la periodista Gwenovier (April Grace).
Su nombre es Frank T.J. Mackey (un histriónico Tom Cruise tal vez en una de las mejores interpretaciones de su irregular carrera). Y precisamente Earl encargará al enfermero Phil una cuasi póstuma tarea: encontrar a Frank. Posteriormente descubriremos que Earl abandonó a su primera esposa Lili y a su hijo cuando éste era aun pequeño. Desde entonces, Frank habría de encargarse de los cuidados de su madre antes de que ella finalmente también sucumbiera al cáncer.
El otro personaje de este film afectado por el cáncer es Jimmy Gator (Philip Baker Hall), el popular presentador que desde hace tres décadas dirige con gran éxito de audiencia "What Do Kids Know?", un programa televisivo de preguntas y respuestas en el que participan niños prodigio. Desconocemos dónde se encuentra la neoplasia original, pero sí sabemos que el enfermo tiene ya metástasis óseas. Recordemos que en el caso de los varones, los cánceres que con mayor frecuencia metastatizan en el esqueleto son de pulmón y próstata.
Por boca de este hastiado personaje conocemos que tiene la necesidad de tomar alcohol antes de enfrentarse a las cámaras y al público del plató. Y constatamos cómo da cumplida cuenta de sus bebidas, un rasgo típico de la dependencia alcohólica.
2.- DEPRESIÓN Y DROGAS: en este apartado quedan incluidos varios personajes. El primero de ellos corresponde a Claudia Wilson Gator (Melora Walters), que dilapida la mayor parte de su tiempo consumiendo cocaína, una raya tras otra, encerrada en la penumbra de su apartamento. La hija del famoso Jimmy Gator padece además un profundo y grave trastorno adaptativo de tipo depresivo.
A medida que avanza la acción comprendemos que durante su infancia esta joven probablemente sufrió abusos sexuales a manos de su propio padre. Por cierto, parece ser que la historia de Claudia fue la primera que creó Paul Thomas Anderson, siendo las demás ramificaciones de esta inicial..., como por ejemplo la del solitario oficial de policía Jim Kurring (John C. Reilly).
Pero volvamos por un momento al personaje de la pelirroja Linda Partridge. Asistimos al humillante interrogatorio que sufre cuando acude a la farmacia en la procura de su medicación. Padece ansiedad y depresión, y su doctora le ha prescrito Prozac ® (fluoxetina) y Dexedrina ® (dextroanfetamina). Linda siente un profundo remordimiento por haberle sido infiel a su marido, por no haberlo sabido cuidar adecuadamente... Estos sentimientos negativos la empujarán a un intento autolítico mediante una sobredosis de medicamentos antidepresivos.
Dentro del grupo de personajes con problemas ansiosos y depresivos incluimos también a los niños prodigio: primero Donnie Smith (William H. Macy), superviviente de un accidente por fulguración, explotado por su familia en la infancia y ahora enfrentándose en solitario a las miserias de una madurez sumida en la mediocridad y en la incomprensión, viviendo su homosexualidad sin llegar a conseguir nunca un amor que le corresponda.
En segundo lugar, el pequeño Stanley Spector (Jeremy Blackman) sometido al férreo control de su padre (Michael Bowen) que solamente parece ver en él una fuente constante de ingresos económicos, mientras en su soledad el chiquillo anhela poder jugar con alguien.
BANDA SONORA
Además de los clásicos de Supertramp "The Logical Song" y "Goodbye Stranger", la cantautora estadounidense Aimee Mann participa activamente en este apartado con varios temas suyos. "Wise up" es cantada al alimón por la mayoría de los protagonistas del film en unas impagables escenas de gran carga emotiva.
EPÍLOGO
De la misma manera en que había comenzado, este film finaliza con unas situaciones llamativas, singulares y anecdóticas. Mientras los empleados de la funeraria retiran el cadáver de Earl Patridge, otros han de encargarse de uno de sus cinco perros, muerto tras ingerir accidentalmente las píldoras de morfina que al enfermero Phil Parma se le habían caido al suelo.
Jimmy Gator intenta suicidarse descerrajándose un tiro en la sien, pero una inconcebible y densa lluvia de ranas que cae sobre el Valle de San Fernando (California) evita que el disparo alcance su objetivo. Jimmy cae al suelo inconsciente, la bala se incrusta en un electrodomético y causa un cortocircuito que provocará el fatal incendio de la casa (todo ello supuestamente, pues el siniestro no llega a verse definitivamente en pantalla). Parece ser que casi 8000 batracios de goma fueron empleados por los responsables del atrezzo de este film para filmar las escenas de tan singular tormenta.
Y para aquellos que deseen profundizar en extrañas precipitaciones de animales caidos del cielo:
En una obra tan personal que él mismo escribió, produjo y dirigió (¡dicen que hasta diseñó el póster!), Anderson emplea el formato de película coral entrelazando las vidas de diferentes personas, una especie de subgénero cinematográfico en el que nosotros incluimos también a la laureada "Crash" (Paul Haggis, 2004), cintas de engranaje episódico que te obligan a mantener constantemente la atención para poder desentrañar cuál es su verdadero argumento.
La película comienza con la voz en off del narrador que nos cuenta tres desafortunadas historias en las que parece intervenir algo más que el azar:
- 26 de noviembre de 1911. "The New York Herald" publica la noticia del ahorcamiento de tres condenados por el asesinato del farmacéutico Sir Edmund William Godfrey, residente en el barrio de Greenberry Hill, en Londres. El móvil del crimen fue el robo y los autores se apellidaban Green - Berry - Hill... Este suceso está basado en otro ocurrido realmente, el 12 de octubre de 1678. La víctima se llamaba Edmund Barry Godfrey, los apellidos de los reos también coinciden... pero éstos serían ejecutados en oscuras circunstancias, pues el testigo de cargo fue procesado por perjurio...
- Junio de 1983. "The Reno Gacet" informa de un hecho inaudito. Una brigada de bomberos afanados en apagar un incendio en un bosque, se encontraron con el cadáver de un buzo colgado de la elevada copa de un árbol. Se trataba de Delmer Darion (Patton Oswalt) croupier de un casino de Reno (Nevada) y gran aficionado a la práctica de actividades subacuáticas en el cercano lago Pyramid. Por cierto, el río Truckee, emisario del lago Tahoe, aporta su turbulento caudal a este lago de agua salada (con una sexta parte de la salinidad del agua marina). Increiblemente, el hidroavión que cargaba el líquido elemento destinado a sofocar el fuego habría succionado accidentalmente al desafortunado buzo, lanzándolo al vacío tras liberar su carga... La esperpéntica situación se complicó todavía más pues el piloto de la aeronave, Craig Hansen (Brad Hunt), un padre de familia con problemas con la bebida, había intentado agredir a Darion dos días antes en un altercado en el casino. Siendo conocedor de la fatal coincidencia, Craig se suicidó con un disparo de escopeta. Esta historia inverosímil representa una vieja leyenda urbana.
- 23 de marzo de 1958. Sydney Barringer (Chris O´Hara), un joven de 17 años, protagonizó un intento de suicidio en Los Ángeles (California) al precipitarse desde la terraza de su edificio. En ese justo instante, tres pisos más abajo sus progenitores sostenían una acalorada disputa. La madre apuntaba amenazante al padre con una escopeta, que se disparó accidentalmente. El proyectil alcanzó en el estómago al desafortunado Sydney mientras caía. La desgracia se cebó con la familia Barringer. Si no fuera por el tiro, Sydney no hubiera muerto, pues al pie del edificio existía una red de seguridad. Nadie sabía que el arma estaba cargada, excepto el suicida, que dos días antes había colocado intercionadamente un cartucho en la recámara con la intención que sus padres se matasen entre sí... Esta historia tampoco es real; representa una hipótesis empleada en las aulas de Derecho para explicar el concepto de imputabilidad...
ENFERMEDADES Y ENFERMOS
1.- CÁNCER y DOLOR: es bastante probable que cuando se rodó esta película el veterano actor Jason Robards ya estuviera enfermo de cáncer, pues ésta fue su última aparición en la pantalla; fallecería el 26 de diciembre de 2000, víctima de un carcinoma pulmonar, exactamente la misma enfermedad que padece Earl Patridge, un rico productor de televisión, su personaje en la ficción.
Desde las primeras escenas donde se nos presenta a Earl ya se nos aclara el tipo de neoplasia terminal que padece; además tiene metástasis cerebrales. Apenas le quedan los cuidados paliativos, oxigenoterapia y tratar de controlar el dolor para el cual le han prescrito morfina en comprimidos. Recordemos que éste es un síntoma muy frecuente en el cáncer y que alrededor del 90% de estos enfermos puede llegar a experimentar en su curso evolutivo algún tipo de dolor. También observamos que cuando esta medida terapéutica comienza a resultar insuficiente, el Dr. Landon (Don McManus) le receta morfina en solución.La morfina es un opioide potente que no tiene un techo analgésico. La dosis media habitual suele ser de 60 - 100 mg/12h, aunque es muy variable, según los enfermos. Aunque su absorción oral es errática (obliga a individualizar las dosis) esta vía de administración resulta de elección. En España se manejan dos tipos de morfina en comprimidos:
- Liberación normal: su efecto dura aproximadamente 4 horas. Existen comprimidos de 10 y de 20 mg de Sevredol® (sulfato de morfina de acción rápida).
- Liberación sostenida: MST® y Skenan®, en dosis iniciales de 10 - 30 mg/12h. Disponemos de éste último en cápsulas de 60 mg de liberación gradual, que contienen gránulos de sulfato de morfina que pueden darse incluso acompañando a los alimentos.
La administración sublingual se reserva para situaciones terminales, como es el caso que nos ocupa en esta película.
Nos llama la atención que en los EEUU, además de la morfina de liberación sostenida, la FDA ha aprobado para el tratamiento del dolor el fentanilo transdérmico y el butorfanol intranasal. Ninguna de estas dos opciones terapéuticas, así como tampoco la administración de morfina mediante bomba de infusión intratecal, fueron contempladas para mitigar el dolor de este personaje.
Además de su médico, en todo momento cuidan de Earl su atractiva esposa, la pelirroja Linda Patridge (Julianne Moore), y Phil Parma (Philip Seymour Hoffman) uno de sus enfermeros.
Al igual que en otras películas recientemente valoradas en este blog, el personaje interpretado por Robards trata de reconciliarse con su único hijo antes de morir. El hijo pródigo, oyente de Psicología en la prestigiosa Universidad de Berkeley, se ha transformado en un exultante gurú televisivo, el alma mater de "Seduce & Destroy", un depredador machista, un macarra obsceno y hortera que se gana la vida entrenado a supuestos aprendices de Don Juan en el laborioso arte de la seducción, una cuadrilla de inútiles definidos como "los de siempre, perdedores y salidos, más salidos que perdedores" en palabras de la periodista Gwenovier (April Grace).
Su nombre es Frank T.J. Mackey (un histriónico Tom Cruise tal vez en una de las mejores interpretaciones de su irregular carrera). Y precisamente Earl encargará al enfermero Phil una cuasi póstuma tarea: encontrar a Frank. Posteriormente descubriremos que Earl abandonó a su primera esposa Lili y a su hijo cuando éste era aun pequeño. Desde entonces, Frank habría de encargarse de los cuidados de su madre antes de que ella finalmente también sucumbiera al cáncer.
El otro personaje de este film afectado por el cáncer es Jimmy Gator (Philip Baker Hall), el popular presentador que desde hace tres décadas dirige con gran éxito de audiencia "What Do Kids Know?", un programa televisivo de preguntas y respuestas en el que participan niños prodigio. Desconocemos dónde se encuentra la neoplasia original, pero sí sabemos que el enfermo tiene ya metástasis óseas. Recordemos que en el caso de los varones, los cánceres que con mayor frecuencia metastatizan en el esqueleto son de pulmón y próstata.
Por boca de este hastiado personaje conocemos que tiene la necesidad de tomar alcohol antes de enfrentarse a las cámaras y al público del plató. Y constatamos cómo da cumplida cuenta de sus bebidas, un rasgo típico de la dependencia alcohólica.
2.- DEPRESIÓN Y DROGAS: en este apartado quedan incluidos varios personajes. El primero de ellos corresponde a Claudia Wilson Gator (Melora Walters), que dilapida la mayor parte de su tiempo consumiendo cocaína, una raya tras otra, encerrada en la penumbra de su apartamento. La hija del famoso Jimmy Gator padece además un profundo y grave trastorno adaptativo de tipo depresivo.
A medida que avanza la acción comprendemos que durante su infancia esta joven probablemente sufrió abusos sexuales a manos de su propio padre. Por cierto, parece ser que la historia de Claudia fue la primera que creó Paul Thomas Anderson, siendo las demás ramificaciones de esta inicial..., como por ejemplo la del solitario oficial de policía Jim Kurring (John C. Reilly).
Pero volvamos por un momento al personaje de la pelirroja Linda Partridge. Asistimos al humillante interrogatorio que sufre cuando acude a la farmacia en la procura de su medicación. Padece ansiedad y depresión, y su doctora le ha prescrito Prozac ® (fluoxetina) y Dexedrina ® (dextroanfetamina). Linda siente un profundo remordimiento por haberle sido infiel a su marido, por no haberlo sabido cuidar adecuadamente... Estos sentimientos negativos la empujarán a un intento autolítico mediante una sobredosis de medicamentos antidepresivos.
Dentro del grupo de personajes con problemas ansiosos y depresivos incluimos también a los niños prodigio: primero Donnie Smith (William H. Macy), superviviente de un accidente por fulguración, explotado por su familia en la infancia y ahora enfrentándose en solitario a las miserias de una madurez sumida en la mediocridad y en la incomprensión, viviendo su homosexualidad sin llegar a conseguir nunca un amor que le corresponda.
Donnie Smith (William H. Macy) de copas con su amado Brad (Craig Kvinsland) y el corrosivo Thurston Howell (Henry Gibson)
En segundo lugar, el pequeño Stanley Spector (Jeremy Blackman) sometido al férreo control de su padre (Michael Bowen) que solamente parece ver en él una fuente constante de ingresos económicos, mientras en su soledad el chiquillo anhela poder jugar con alguien.
BANDA SONORA
Además de los clásicos de Supertramp "The Logical Song" y "Goodbye Stranger", la cantautora estadounidense Aimee Mann participa activamente en este apartado con varios temas suyos. "Wise up" es cantada al alimón por la mayoría de los protagonistas del film en unas impagables escenas de gran carga emotiva.
EPÍLOGO
De la misma manera en que había comenzado, este film finaliza con unas situaciones llamativas, singulares y anecdóticas. Mientras los empleados de la funeraria retiran el cadáver de Earl Patridge, otros han de encargarse de uno de sus cinco perros, muerto tras ingerir accidentalmente las píldoras de morfina que al enfermero Phil Parma se le habían caido al suelo.
Jimmy Gator intenta suicidarse descerrajándose un tiro en la sien, pero una inconcebible y densa lluvia de ranas que cae sobre el Valle de San Fernando (California) evita que el disparo alcance su objetivo. Jimmy cae al suelo inconsciente, la bala se incrusta en un electrodomético y causa un cortocircuito que provocará el fatal incendio de la casa (todo ello supuestamente, pues el siniestro no llega a verse definitivamente en pantalla). Parece ser que casi 8000 batracios de goma fueron empleados por los responsables del atrezzo de este film para filmar las escenas de tan singular tormenta.
Y para aquellos que deseen profundizar en extrañas precipitaciones de animales caidos del cielo:
Nunca se me hubiera ocurrido ver esta película. Recuerdo que deseché una vez la propuesta de hacerlo aduciendo la excusa (tonta) de que, según había visto, Tom Cruise aparecía muy feo... Ahora, tras leer tu entrada, quiero verla.
ResponderEliminarAprovecho la ocasión para comentarte que hemos decidido reproducir en "Vesalius" tu entrada sobre "No serás un extraño" a principios del próximo Curso. Ahora, con motivo de los exámenes y las vacaciones, el blog va a permanecer casi en "stand by" durante el verano, para retomarlo con fuerzas renovadas en octubre, posiblemente, ampliando sus contenidos.
La verdad es que esta película, con el paso del tiempo, me parece que ha sido sobrevalorada... pero digna de verse y ser comentada... Existen otros films que han abordado el cáncer desde otras perspectivas, digamos que más interesantes.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios. Ya me tendrás informado sobre "Vesalius".
Saludos, Paco.