"Yo no soy un animal! ¡Yo soy un ser humano! Yo... soy... un hombre..."
¿Quién fue el verdadero Hombre
Elefante, cuya desafortunada existencia en la Inglaterra victoriana, abordó David
Lynch en su homónima obra maestra ("El
Hombre Elefante" - 1980) con tan sutil delicadeza y
sensibilidad?; ¿existe alguna diferencia entre un fenómeno y un monstruo?; ¿cuál
fue la enfermedad (o las enfermedades) que realmente padeció este ser humano
excepcionalmente deforme?
Desde siempre, este tipo de
personajes han cautivado a este particular cineasta; hay incluso quien sostiene
que esta película sería la continuación de su primer film de culto, “Eraserhead” ("Cabeza
Borradora", 1976).
Jack Nance en "Cabeza borradora"
Además del laborioso maquillaje del protagonista (diseñado
y creado por Christopher Tucker), destacamos también la espléndida
fotografía en blanco y negro, a cargo de Freddie Francis, poseedor de
una dilatada experiencia profesional como cámara y director de películas de
misterio y terror.
John Hurt es el Hombre Elefante
Como si por arte de magia pudiéramos
introducirnos en la paupérrima Whitechapel, en la misma época en la que Jack
el Destripador cometía sus sanguinarios asesinatos en serie (1888), la
ambientación cinematográfica de los escenarios resulta impecable, mostrándonos
casas y calles muy semejantes a las del insalubre Londres de la Revolución
Industrial, donde a mediados del siglo XIX también trabajó uno de los padres de
la epidemiología, el Dr John Snow.
A pesar de todos los méritos
adquiridos por esta película, y habiendo obtenido ocho nominaciones para los Óscar
de 1980, no ganó ninguna estatuilla, porque en su camino se cruzaron Martin
Scorsese, Robert de Niro y su "Toro Salvaje"...
LA CONEXIÓN ONÍRICA
Este tipo de escenas, con la
presencia de humo, animales enfurecidos (en este caso elefantes), incendios y
llamaradas (lo que el filósofo Gaston Bachelard denominó "la
poética del fuego"), nubes, rostros parlantes y un particular e incómodo
ruido de fondo, (el ulular del viento y un eco repetitivo de maquinaria en
funcionamiento), son características también presentes en otros filmes de Lynch
(como por ejemplo en "Terciopelo Azul" o en la serie
televisiva "Twin Peaks. Fire Walk With Me").
Así escribió Edgar Allan
Poe en "Berenice":
"Las realidades terrenales
me afectaban como visiones, y sólo como visiones, mientras las extrañas ideas
del mundo de los sueños se tornaron, en cambio, no en pasto de mi existencia
cotidiana, sino realmente en mi sola y entera existencia".
Según el crítico Antonio
José Navarro, el cine de Lynch se distingue por su romanticismo negro (trágico,
sin esperanza, hiperbólico y brutal), emparentado con la obra de algunos
escritores encuadrados dentro del llamado American Gothic (como Charles
Brockden Brown o Flannery O´Connor, por ejemplo). Por ello, en su
opinión, Lynch no apela al gusto convencional, sino al placer del pathos.
En realidad, el auténtico Hombre
Elefante se llamó Joseph Carey Merrick (John, en la película); nació
en Leicester (Inglaterra) el 5 de agosto de 1862. Fallecería en
Londres 28 años más tarde, el aciago 11 de abril de 1890.
En la ficción cinematográfica la
muerte le sobreviene a Merrick mientras dormía, seguramente asfixiado por el
peso de su propia cabeza. Lynch aborda este trance como si de un suicidio se
tratase, buscando la paz eterna que por fin alivie el sufrimiento del
desfigurado protagonista. Estremecedora la música de fondo que acompaña a estas
escenas ("Adagio para cuerda" - Samuel Barber, Orquesta
Sinfónica de Londres - dirigida por André Previn).
CINEFILIA
Este mismo "Adagio para cuerda" sería también utilizado en la banda sonora de "Platoon" (Oliver Stone, 1986), en la adaptación musical dirigida por Georges Delerue...
Sin embargo, en la vida real,
parece ser que el Hombre Elefante falleció como consecuencia de un dislocamiento cervical, al
vencer su pesado cráneo la mermada resistencia cervical.
En la ficción, el supuesto
origen de su deformidad se atribuye a la nefasta impresión que la proximidad de
un elefante causó en su madre durante su cuarto mes de gestación, en una isla
remota del continente africano, a la vez que el guionista habilmente insinúa
una improbable violación bestial y la quimérica concepción de una aberrante
criatura híbrida. Una licencia
fantástica del séptimo arte.
LO PATOLÓGICO
Algunos expertos han defendido
que nos encontramos ante un florido caso del síndrome de Proteo, una rara
malformación congénita de la piel, los huesos, el tejido adiposo y el sistema
vascular (angiodisplasia múltiple que afecta a las venas, a las
arterias y a los vasos linfáticos). Dichas malformaciones vasculares se
trombosan con demasiada frecuencia, por lo que estos pacientes suelen fallecer
prematuramente debido a tromboembolismos fatales (sobre todo en el
territorio pulmonar).
Este síndrome fue descrito por
primera vez en 1979, por el Dr. Cohen. Su nombre proviene de la mitología
griega, donde Proteo (Proteus) era un dios subalterno de Poseidón,
dedicado al pastoreo de sus rebaños de focas. Además estaba dotado con el don
de la profecía y con la capacidad de cambiar de forma. De manera similar, en la
mitología hindú también existe Ganesh o Ganesha, dios de la
sabiduría, medio humano y medio elefante.
Tal vez los primeros médicos que
estudiaron el caso de Merrick pensaron que se encontraban ante un caso especial
de elefantiasis (de ahí su apodo zoomórfico).
Otros se decantaron por una neurofibromatosis extrema.
En el año 2003, estudios genéticos realizados con ciertas partes del cadáver de
Merrick (cabellos y fragmentos óseos), comparadas con algunas muestras sanguíneas
extraídas de varios parientes cercanos y de sus descendientes, revelaron que
posiblemente el desafortunado Hombre Elefante pudiera haberse visto afectado
por el padecimiento simultáneo de una neurofibromatosis tipo I y de
un síndrome de Proteo. Pero, considerando la prevalencia de estas dos inusuales
enfermedades entre la población general, la probabilidad estadística de la
concomitancia de ambas patologías es prácticamente nula.
LAS RELACIONES ENTRE EL MÉDICO Y
EL PACIENTE
El Dr. Frederick Treves (pulcramente interpretado por Anthony Hopkins), cirujano del Hospital de Londres y profesor de Anatomía en la Facultad de Medicina, descubre a Merrick entre las atracciones de una feria. La curiosidad científica despierta su interés inicial por el paciente. Pero es el progresivo descubrimiento de la profunda humanidad del enfermo lo que terminará por reforzar la amistad y admiración entre ambos.
El Dr. Frederick Treves (pulcramente interpretado por Anthony Hopkins), cirujano del Hospital de Londres y profesor de Anatomía en la Facultad de Medicina, descubre a Merrick entre las atracciones de una feria. La curiosidad científica despierta su interés inicial por el paciente. Pero es el progresivo descubrimiento de la profunda humanidad del enfermo lo que terminará por reforzar la amistad y admiración entre ambos.
Anthony Hopkins es el Dr. Treves
Sin embargo, a medida que el
film avanza en su argumento, el Dr. Treves comienza a dudar sobre la bondad de
su trabajo con John Merrick. Él mismo, sus colegas de profesión, el personal de
enfermería del Hospital, los bedeles y vigilantes..., con su atención sobre el
fenómeno, parecen dejar a un lado al verdadero ser humano, resucitando de nuevo
al monstruo de feria, al Hombre Elefante.
EL DOPPELGÄNGER
Este término, acuñado por
primera vez por el escritor del Romanticismo alemán, Jean-Paul Ritchter en
su obra "Siebenkäs" (1796), sirve para designar la
desposesión del Yo, la proyección del alma o de la conciencia en forma de
entidad especular, de alter ego (Antonio José Navarro - "Universo
Lynch", pp 26, Calamar Ediciones 2006), representados en este
film por el Dr. Treves versus Bytes (Freddie Jones), el infame
personaje que explotaba al Hombre Elefante en la ficción (que no en la vida real).
Freddie Jones es el malvado Bytes
Tal vez David Lynch quisiera
rendir un homenaje a "Freaks" ("La parada de los
monstruos"), ya que al igual que en la obra de Tod Browning, serán
los propios fenómenos y seres deformes los que salvarán a su prójimo, los que
rediman a su querido hermano y semejante.
EL ÚNICO POEMA ATRIBUIDO A
JOSEPH MERRICK
Es cierto que mi forma es muy
extraña,
pero culparme por ello es culpar
a Dios;
si yo pudiese crearme a mí mismo
de nuevo
me haría de modo que te gustase
a ti.
Si yo fuera tan alto
que pudiese alcanzar el polo
o abarcar el océano con mis
brazos,
pediría que se me midiese por mi
alma,
porque la verdadera medida del
hombre es su mente.
El Departamento de Defensa de EE UU le acaba de conceder 500.000 euros al bioquímico español Héctor Peinado para investigar una enfermedad rara y desconocida: la neurofibromatosis-1, asociada por error durante décadas al llamado “hombre elefante”, el inglés del siglo XIX Joseph Merrick, cuyas malformaciones se debían en realidad al síndrome de Proteus...http://elpais.com/elpais/2016/10/12/ciencia/1476280760_094992.html
ResponderEliminarEl Hombre Elefante no está aquí para asustarlos
ResponderEliminarhttps://www.jotdown.es/2016/11/hombre-elefante-no-esta-aqui-asustarlos/?fbclid=IwAR1APrRI0cBOX-g028-RNRBUL45goefz2x7RG4O60_SbTZ19sj-YwOtN1bc
La verdadera historia de Hombre Elefante y otros monstruos del cine
ResponderEliminarhttp://www.elespectadorimaginario.com/la-verdadera-historia-de-hombre-elefante-y-otros-monstruos-del-cine/?fbclid=IwAR0wYYz2DsmulQvqYAp3pmAmQAl7d-2-AoDHOmpOg6Ung_JXvcomeor2knw
El hombre elefante (The Elephant Man)
ResponderEliminarhttp://accionycine.blogspot.com/2016/04/el-hombre-elefante-elephant-man.html
Localizan la tumba del Hombre Elefante en el centro de Londres...
ResponderEliminarhttps://www.elmundo.es/cultura/2019/05/10/5cd46312fdddff925f8b462e.html
El "Hombre elefante" paraguayo refuerza sus ganas de vivir tras una operación.
ResponderEliminarEl Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EEUU, define la neurofibromatosis "como un desorden genético del sistema nervioso" cuyo origen es hereditario o a causa de una mutación en sus genes.
https://www.efe.com/efe/america/sociedad/el-hombre-elefante-paraguayo-refuerza-sus-ganas-de-vivir-tras-una-operacion/20000013-3997390
ResponderEliminar"Hombre Elefante" de la India rechaza ser operado para seguir recibiendo limosnas.
Su nombre en Mannan Mondal. El hombre de 50 años, que padece una rara enfermedad llamada neurofibromatosis, sale todos los días a la calle donde logra juntar alrededor de 5 libras al día (8,4 dólares).
https://diariocorreo.pe/mundo/hombre-elefante-rechaza-ser-operado-para-s-30866/
ResponderEliminarEncuentran la tumba del "hombre elefante"130 años después de su muerte
Joseph Merrick fue un fenómeno social en la época victoriana por sus grandes deformaciones
https://www.larazon.es/sociedad/encuentran-la-tumba-del-hombre-elefante-130-anos-despues-de-su-muerte-ID23208606/