domingo, 18 de agosto de 2019

LA TETA ASUSTADA


- "Con el terrorismo nació Fausta. Y su madre le transmitió el miedo por la leche. La teta asustada, así le dicen a los que nacen así como ella, sin alma. Porque del susto se escondió en la tierra. Una enfermedad así como esa no hay acá, ¿no Doctor?

Tío Lúcido (Marino Ballón) al Doctor ( Carlos Herrera) sobre Fausta (Magaly Solier)

"La teta asustada" (Claudia Llosa, 2009) es una película intimista que rebosa realismo mágico, inspirada en el libro "Entre prójimos: el conflicto armado interno y la política de reconciliación en el Perú" (2004), una obra de la antropóloga médica estadounidense Kimberly Theidon, profesora asociada de la Universidad de Harvard (EEUU), donde se describe la convicción campesina de que la violencia, el miedo y el sufrimiento pueden transmitirse a través de la lactancia materna.

Se trata de una producción hispano-peruana ampliamente galardonada y Oso de Oro en el Festival de Berlín de 2010, siendo además la primera cinta peruana nominada al Óscar como mejor película en idioma extranjero.

Fausta (Magaly Solier) es una joven ciertamente particular; según la idea tradicional, padece una extraña enfermedad ficticia llamada "la teta asustada", transmitida por su madre al darle pecho tras haber sido sido forzada durante la terrible época del terrorismo peruano.


La actriz y cantautora Magaly Solier es Fausta

Existen estudios que inciden en el perjuicio causado por el estrés y los traumas que puedan sufrir las mujeres embarazadas, sin poder dormir, descansar ni alimentarse adecuadamente, con amplias repercusiones negativas para su prole.

En aquella décadas de violencia extrema e indiscriminada, las violaciones se convirtieron en una represalia bélica sufrida por centenares de mujeres de todas las edades, perpetradas tanto por el ejército como por los terroristas, que intentaron por este medio acorralar y amedrentar a la población civil indefensa. El sexo concebido como moneda de cambio para conseguir liberar de los calabozos cuarteleros a aquellos denunciados y retenidos injustificadamente como terroristas.


En este film contemplamos cómo Fausta se ha introducido una patata en la vagina como medida protectora contra posibles violaciones, un tubérculo que va germinando en su interior a lo largo de la cinta, provocándole trastornos e infecciones. Está documentado que las mujeres peruanas idearon diferentes estrategias para evitar ser violadas durante el periodo del terror, desde manchar con sangre su ropa interior hasta declararse encintas, en muchas ocasiones intentos vanos de protección ante tanta barbarie machista.

Por si resultase insuficiente semejante barrera defensiva contra el sexo no deseado, Fausta porta siempre pantalones remangados por debajo de la falda de su uniforme.

CINEFILIA

La colaboración entre directora y protagonista proviene de "Madeinusa" (Claudia Llosa, 2006), coproducción hispano-peruana y ópera prima de la cineasta limeña.



"La teta asustada" fue rodada en un asentamiento irregular de Manchay, en el distrito limeño de Pachacámac, escenario periférico de chabolas levantadas sobre los cerros y los arenales de la capital peruana, una especie de laberinto de casuchas al que se accede por empinadas escaleras que trepan por las lomas desoladas.

La mayoría de sus pobladores, con escasos medios de subsistencia, proceden de las zonas andinas, infortunados desplazados fugitivos del terrorismo y la represión durante los años 80, carentes además de cualquier título de propiedad de sus humildes viviendas. Se trata de uno de los lugares más pobres y peligrosos de Lima, donde escasea el agua y prolifera la delincuencia.




Fausta (Magaly Solier) con el asentamiento de Manchay al fondo

Por si todo esto no fuera suficiente, Manchay es la zona geológica más vulnerable para el advenimiento de terremotos.

LA TETA ASUSTADA

Huérfana de padre, Fausta deberá enfrentarse a dos odiseas: la primera, conseguir llevar a Perpetua (Bárbara Lazón) su madre fallecida de vuelta al pueblo, para poder enterrarla allí. Como espectadores, acompañaremos compasivos a la protagonista en las vicisitudes que habrá de solventar para conseguir dicho objetivo, desde la inviable compra de un ataúd, pasando por las diferentes y descabelladas opciones de transporte, hasta la tumba cavada a medias y convertida en el patio en una improvisada piscina para regocijo de los niños de la familia.


Susi Sánchez es Aida

Su segunda tragedia, derivada de la anterior, es enfrentarse consigo misma, a su inseguridad y aislamiento social, superando todos los traumas y temores supuestamente heredados por la leche materna. Tratando de conseguir el dinero necesario para el entierro de su madre, acepta emplearse como doméstica en la mansión de Doña Aida (Susi Sánchez), una afamada concertista de piano que perdió la inspiración (la metáfora de la destrucción y quema del viejo piano) y que consigue recuperarla gracias a las canciones que Fausta tararea mientras trabaja, unas reales, en su lengua materna (el quechua), y otras inventadas por la muchacha. De ahí también la adquisición metafórica del nuevo piano.

Además de la protección de su peculiar familia, dedicada a organizar eventos matrimoniales para las clases más humildes, Fausta contará con la desinteresada amistad del jardinero Noé (Efraín Solis), el primer hombre del que no desconfía como posible amenaza sexual.

LACTANCIA MATERNA

Datos procedentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que cada año podrían salvarse alrededor de 850000 vidas infantiles si prácticamente todos los niños fuesen amamantados. La realidad resulta bien distinta, pues solamente el 40% de los menores de 6 meses recibe lactancia materna exclusiva.

En torno a la lactancia materna existen ciertos falsos mitos y creencias. Determinadas patologías infecciosas maternas, como catarros, diarreas y amigdalitis, no representan contraindicaciones para que la madre que las padece pueda continuar dándole el pecho a su hijo.

En el momento del contagio, el sistema inmunitario materno fabrica una batería de anticuerpos específicos que transmitirá a su hijo mediante la leche materna. Cuestión diferente es aquella relacionada con el consumo de diversos medicamentos para el tratamiento de las enfermedades maternas, que también pueden pasar al lactante por esta vía, y que deberán tenerse en consideración por la madre y los médicos responsables de sus cuidados.


"Virgen de la Leche", óleo sobre tabla. Siglo XV
Anónimo (copia de Campin, Robert). Museo del Prado, Madrid (España)

Según el Comité de Lactancia Materna, consultor y asesor de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en esta materia, el padecimiento de las siguientes enfermedades no requeriría la suspensión de la lactancia materna: hepatitis A, hepatitis B (con la administración de la inmunoglobulina antihepatitis B y la primera dosis de la vacuna antes de las 24 horas del nacimiento del bebé), rubeola, parotiditis, salmonelosis, malaria, y dentro de las no infecciosas el hipotiroidismo y el hipertiroidismo maternos, así como los quistes benignos y los fibroadenomas mamarios.

Respecto a la tuberculosis activa, para la AEP no representaría una contraindicación para la lactancia materna, ya que la vía de transmisión es aérea - respiratoria.

Asimismo, para las madres portadoras de citomegalovirus, tampoco se contraindica la posibilidad de dar pecho, si bien la leche materna deberá extraerse, pasteurizarla y congelarla para reducir el riesgo de contagio.

Un caso especial supone la transmisión del VIH por la lactancia materna. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las madres infectadas deben recibir tratamiento antirretroviral de por vida o intervenciones preventivas para reducir la transmisión del virus al darles pecho a sus hijos.

Las madres portadoras del VIH, cuyos hijos no estén infectados o su estado serológico sea desconocido, podrán amamantar exclusivamente a sus hijos durante los primeros 6 meses de vida. A partir de entonces podrán introducir una alimentación complementaria adecuada para continuar dando pecho durante los primeros 12 meses de vida.

La lactancia materna debería prolongarse hasta los 2 años de edad, pero podrá interrumpirse siempre y cuando se le pueda asegurar al recién nacido una nutrición adecuada e inocua sin contar con la leche materna.



LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO EN PERU

El Conflicto Interno Armado del Perú o Lucha contra el terrorismo se extendió durante dos décadas (1980 - 2000), enfrentando al Estado peruano y sus fuerzas armadas- policiales contra diferentes fuerzas subversivas, entre las que destacó Sendero Luminoso, organización terrorista y genocida de tendencia marxista y leninista, que quería implantar en el país un régimen totalitario comunista campesino de corte maoísta.

Se estima que los enfrentamientos provocaron unas 70000 víctimas mortales, la mayoría campesinos, dirigentes sindicales, mendigos y clases menesterosas, así como diferentes minorías étnicas, religiosas, sexuales, y demás prójimos perseguidos por sus condiciones sociales y económicas.



En "La teta asustada" existe una escena en la que la protagonista sufre uno de sus múltiples desvanecimientos mientras su imagen se refleja sobre la superficie del retrato de un militar, dándonos a entender la posible causa del desplazamiento de la joven y su madre desde su hogar primigenio.

BANDA SONORA

A nuestro juicio, elemento esencial de la película, principalmente compuesta por Selma Muntal, que ya había colaborado con Claudia Llosa en su anterior película "Madeinusa".

Si bien nunca fue comercializada, destaca por el repaso que realiza de muchos temas populares de cumbia peruana a cargo de Los Destellos, Los Pakines y La Sarita. Todo un descubrimiento.

jueves, 15 de agosto de 2019

SANATORIOS PARA TUBERCULOSOS: DE "LA MONTAÑA MÁGICA" A "CORAZONES CICATRIZADOS"



A finales de enero de 2018, mi muy querido amigo Javier González Lamelas nos abandonó definitivamente; tuve el placer de compartir con él inquietudes literarias particulares y selectos gustos musicales. En su emotivo obituario, publicado por La Región el 4 de febrero de 2018, el poeta Javier Rodríguez González proclamaba: 

El magisterio del dolor y la enfermedad, como alguna vez me reconoció, le ofrecieron una perspectiva más honda de la vida.




Thomas Bernhard (1931 - 1989)

Probablemente "El frío" (Thomas Bernhard, 1981) constituyera una de las inspiraciones de tan singular magisterio. Conservo con especial cariño un ejemplar de dicha obra editada por Anagrama (Panorama de narrativas), que Javier me prestó y que por desgracia nunca llegué a devolverle. En sus páginas el escritor austríaco expresaba:

Con la, así llamada, sombra de mi pulmón había caído otra vez la sombra sobre mi existencia... El estado de los pacientes no mejoraba, empeoraba con el tiempo, y también el mío, temía, tendría que seguir exactamente el mismo camino de los ingresados antes que yo en Grafenhof, en cuyo rostro no podía leer más que la desesperación de su estado, en los que no podía estudiar más que la degeneración...

Al igual que Javier, el novelista, dramaturgo y poeta austríaco Thomas Bernhard (1931-1989) fue toda su vida un enfermo crónico. Debido al padecimiento de una sarcoidosis pulmonar, permaneció internado entre 1949 y 1951 en el Sanatorio Grafenhof de Salzburgo (Austria). 

En "El frío", cuarto volumen de su descarnada autobiografía, nos presenta las tribulaciones y vivencias de un paciente que debe frecuentar diversos sanatorios, casas de reposo y hospitales, rebelde y furibundo contra el estamento médico y la arbitrariedad de las enfermedades.



Quizás sea la tuberculosis el paradigma de las enfermedades más literarias y cinematográficas. En "Tuberculosis y cine. Una aproximación a través de la fantasía de más de 400 películas", los Doctores José Elías y Enrique García Sánchez, junto al Doctor Enrique García Merino, nos proponen un extenso repaso por la presencia de esta patología infecciosa en la historia del Séptimo Arte.

Desde el ámbito de la enfermería, y más concretamente desde Ourense (España), también se procedió a revisar de la notable presencia de la tuberculosis en la literatura.

Por otra parte, en "La enfermedad y sus metáforas" (1974), la novelista, directora de cine y guionista Susan Sontag (1933 - 2004) realizó un análisis pormenorizado de la influencia de esta enfermedad en la literatura del siglo XIX.




Susan Sontag (1933 - 2004) pintada por Juan Bastos

Escribió en su ensayo la escritora neoyorquina:

Se supone que la tuberculosis es una enfermedad de contrastes violentos: palidez apagada y oleadas de rubor, períodos de gran actividad alternados con otros de languidez. El curso espasmódico de la tuberculosis se ve reflejado por lo que se considera su síntoma prototípico: la tos. La tos quiebra al paciente; éste entonces se deja caer, recobra aliento, respira normalmente, y vuelve a toser...

La tuberculosis vuelve transparente el cuerpo. Las radiografías, el instrumento tipo para el diagnóstico, nos permiten, a menudo por primera vez, vernos por dentro, volvernos transparentes para nosotros mismos. Se suele creer que la tuberculosis, desde un principio, es rica en síntomas visibles (demacración progresiva, tos, languidez, fiebre), y que puede revelarse repentina y dramáticamente (la sangre en el pañuelo)...

Los tuberculosos pueden observar sus radiografías y hasta quedarse con ellas: los internados del sanatorio de "La montaña mágica" (Thomas Mann, 1924) llevan sus radiografías en el bolsillo...





Thomas Mann (1875 - 1955)

Se pensaba y se piensa hoy que la tuberculosis produce rachas de euforia, aumento del apetito, un deseo sexual exacerbado. Parte del régimen de los pacientes de "La montaña mágica" es un segundo desayuno, que consumen con placer...


Se imaginaba que la tuberculosis era un afrodisíaco y que confería extraordinarios poderes de seducción... Pero es típico de la tuberculosis que sus síntomas sean engañosos, una vivacidad que nace del enervamiento, unas mejillas rosadas que parecerían signo de salud pero que se deben a la fiebre y el incremento de vitalidad puede ser el signo de la muerte cercana. (En general, estos brotes dc energía son autodestructivos y pueden destruir a los demás: recuérdese la leyenda de Doc Halliday, el pistolero tuberculoso del viejo Oeste a quien los estragos de su enfermedad libraron de todo freno moral.)



John Henry "Doc" Holliday, dentista, tahúr y pistolero (1851 - 1887)

La tuberculosis es una desintegración, es fiebre, es una desmaterialización; es una enfermedad de líquidos el cuerpo que se torna flema y mucosidad y esputo y, finalmente, sangre y de aire, necesidad de aire mejor...


CINEFILIA

En "Duelo a muerte en Ok Corral" (Frank Perry, 1971), el actor Stacy Keach se encargó de interpretar al famoso pistolero tuberculoso, de la misma manera que más tarde también lo harían Val Kilmer en "Tombstone: la leyenda de Wyatt Earp" (George P. Cosmatos, Kevin Jarre, 1993), Dennis Quaid en "Wyatt Earp" (Lawrence Kasdan, 1994) o William McNamara en "Stranded" (David DeCoteau, 2014), el perfil más atípico de tan legendario personaje.



Pero de todos ellas, nos decantamos por aquella mítica encarnación del incombustible Kirk Douglas en "Duelo de titanes" (John Sturges, 1957), superando incluso al Victor Mature de "Pasión de los fuertes" (John Ford, 1946), otra obra maestra del western clásico inspirada en el famoso tiroteo que tuvo lugar en el Ok Corral de Tombstone (Arizona), el 26 de octubre de 1881, a las 3 de la tarde.




Tombstone (Arizona) en 1881
fotografiada por C.S. Fly

Viajando en el tiempo hacia otra época, la Europa romántica mitificó la tuberculosis al relacionarla con la sensibilidad, la creatividad y la vida bohemia. El escritor, poeta y filósofo tuberculoso estadounidense Henry David Thoreau (1817-1862), escribió en 1852: la muerte y la enfermedad suelen ser hermosas, como la fiebre tísica de la consumación.

Tal llegó a ser el prestigio de la enfermedad que pasó a conocerse como "el mal de los poetas", siendo concebida como una variante del amor y una característica de las heroínas.




Retrato de Henry David Thoreau por Steve Simon
(www.stevesimon.com)

Poetas de reconocida fama mundial como John Keats (1795-1821) y Percy B. Shelley (1792-1822) se consolaban afirmando que "esta consumación es una enfermedad particularmente amiga de gente que escribe versos tan buenos como los tuyos". Asimismo Lord Byron (1788-1824) contemporáneo de los anteriores, deseaba morir de esa consunción tan particular con el objetivo de alcanzar la fama y la gloria poéticas.


Sin duda alguna, la relación de escritores que padecieron tuberculosis es amplia: Rousseau (1712-1778), Goethe (1749-1832), Schiller (1759-1805), Walter Scott (1771-1832), Novalis (1772-1801), Kierkegaard (1813-1855), las hermanas Bronte - Charlotte (1816-1855), Emily (1818-1848) y Anne (1820-1849) -, Walt Whitman (1819-1892), Dostoyesky (1821-1881), Bécquer (1836-1870), Jacinto Verdaguer (1845-1902), Stevenson (1850-1894), Leopoldo Alas "Clarín" (1852-1901), Chejov (1860-1904), Gorki (1868-1936), Kafka (1883-1924), D.H. Lawrence (1885-1930), Catherine Mansfield (1888-1923), Orwell (1903-1950), Miguel Hernández (1910-1942), Camilo José Cela (196-2002), Miguel Delibes (1920-2010), Rosa Montero (1951).


Anton Chejov con su esposa Olga Knipper

En el caso particular de Chejov, médico en ejercicio desde 1884, apenas 3 años después comenzó a presentar los síntomas de una tuberculosis que terminaría resultando letal. Probablemente contagiado durante su ejercicio profesional como facultativo, el escritor pasó largas temporadas en Niza (Francia) y Yalta (Crimea) huyendo de los rigores del crudo invierno moscovita. En 1904, ya gravemente enfermo, recaló con su esposa Olga Loenárdovna Knipper en el balneario de Badenweiler, en plena Selva Negra alemana, donde falleció el 15 de julio de 1904.

CAMILO JOSÉ CELA: PABELLÓN DE REPOSO

En 1942, nuestro Premio Nobel de Literatura (1989) pasó una temporada en la habitación nº8 del madrileño Sanatorio de Hoyo de Manzanares, intentando reponerse de la tuberculosis que padecía. Dicha estancia le sirvió de inspiración para su obra "Pabellón de reposo" (1943), publicada por entregas en la revista El Español, donde narraba las vivencias de 6 pacientes tuberculosos internados en un sanatorio.


Paradojas de la vida, este libro llegó a estar prohibido en estos lazaretos, ante el temor de que su lectura incrementara el desasosiego entre los internos.


BLAI BONET: EL MAR

Inspirado en "La montaña mágica" y "Pabellón de reposo", el escritor y crítico de arte mallorquín Blai Bonet (1926 - 1997), publicó en 1958 su novela "El mar", que también cuenta con su correspondiente versión cinematográfica, "El mar" (Agustín Villaronga, 2000).



Ángela Molina y Bruno Bergonzini son Carmen y Manuel en "El mar" 
(Agustín Villaronga, 2000)

A partir de su experiencia personal, Bonet comenzó a escribir esta novela durante su estancia en el sanatorio antituberculoso de Caubet (Mallorca), si bien negó en repetidas ocasiones que se tratarse de una obra autobiográfica. Los recuerdos de la Guerra Civil, retornan tiempo más tarde en el opresivo ambiente del sanatorio con la muerte siempre presente, personificada en la habitación número 13.

SANATORIOS ANTITUBERCULOSOS


"Dedicó buena parte de esa madrugada a pasear por el hospital y sus laberintos. Durante la noche se instalaba en aquellos pasillos un silencio incómodo que parecía deambular clandestinamente al lado de quienes los recorrían en la oscuridad. Era como si, en cualquier momento, uno fuese a notar sobresaltado cómo algo se movía a sus espaldas... Mientras observaba un largo e inhóspito corredor que prefirió no cruzar,recordó una frase que su madre solía repetir cuando, siendo él un crío, tenían que visitar a algún paciente: - no se me ocurre un lugar peor para estar enfermo que un hospital -"...

"Todo lo demás era silencio" (Manuel de Lorenzo, 2019)

Tanto en el cine como en la literatura, el prototipo clásico de sanatorio es el destinado a los enfermos tuberculosos, higiénicas y modernas instituciones dedicadas a garantizar el descanso y la buena alimentación, en plena naturaleza y alejadas de las aglomeraciones urbanas, en las cumbres montañosas o a orillas del mar.

Nos estamos refiriendo por supuesto a la conocida cura climática, administrada generalmente en un entorno bucólico de aire puro y tranquilidad, donde la sociedad mantenía aislados a los enfermos que podían costearse dicho tratamiento. Era la única esperanza cuando todavía no existían los antibióticos, a pesar de que en la época de "La montaña mágica" ya se relacionaba al bacilo de Koch (Mycobacterium tuberculosis) con la etiología de la tuberculosis.




Robert Koch (1843 - 1910)

La justificación de este tipo de terapia se basaba en un sencillo razonamiento: si el mal estaba provocado por la inhalación del aire corrupto de las urbes industrializadas, la exposición al aire natural y purificado de las montañas debería ejercer su inverso efecto curativo.

En 1854, se creó el considerado primer sanatorio antituberculoso en Görbersdorf (Silesia), popularizando la creencia de que la estancia en estos lazaretos, ubicados en alturas elevadas, podían favorecer la curación de los enfermos.


En 1934, en España existían 66 sanatorios antituberculosos, si bien todavía éramos el país de la Europa occidental con menor número de camas destinadas a estos enfermos por cada 100000 habitantes.
Por otra parte, determinados sanatorios para tuberculosos han arrastrado cierta fama misteriosa, cuando no tétrica, de cuyo filón también han sabido aprovecharse el cine y la televisión. El Sanatorio de Agramonte, en la frontera entre las provincias de Soria y Zaragoza, fue construido en 1920, abandonado durante la Guerra Civil y recuperado en la posguerra por las Hermanas de la Caridad para convertirlo en un lazareto para tuberculosos. Tras cerrar sus puertas definitivamente en 1978, se convirtió en un escenario propicio para actos vandálicos, ritos satánicos y profanaciones de nichos y tumbas.

De unas 1600 camas llegó a disponer el antiguo Hospital del Tórax de Tarrasa (Barcelona), en pleno funcionamiento entre 1957 y 1986, hasta su definitiva clausura en 1997. En 2005, el 80% del centro fue adquirido por la compañía Filmax, con la participación conjunta del Ajuntament de Terrassa y la Generalitat de Catalunya, siendo transformado en la sede del Parque Audiovisual de Cataluña. Durante años ostentó el macabro récord del hospital nacional con mayor número de suicidios. 


Además de haberse convertido en el plató televisivo de los programas "Operación Triunfo" de TVE"El número uno" de Antena 3, fue escogido para el rodaje de "Los sin nombre" (Jaume Balagueró, 1999), cinta galardonada en el Festival de Sitges con los premios a la mejor actriz (Emma Vilarasau), a la mejor fotografía y a la mejor película, con el Méliès de Plata.


El cineasta catalán retornó al mismo escenario para filmar "Frágiles" (Jaume Balagueró, 2005), "[Rec]2" (Jaume Balagueró, Paco Plaza, 2009) y "[Rec]4" (Jaume Balagueró, 2014), siguiendo el ejemplo de "La monja" (Luis de Madrid, 2005), con guión del propio Balagueró, y "Ouija" (Juan Pedro Ortega, 2003). 


Más recientemente, esta localización fue la favorita de "Un monstruo viene a verme" (Juan Antonoio Bayona, 2016 ), "Superlópez" (Javier Ruíz Caldera, 2018) y "El fotógrafo de Mauthausen" (Mar Targarona, 2018).




En la sierra madrileña se construyó asímismo el Real Sanatorio de Guadarrama, inaugurado en 1917 por el rey Alfonso XIII y dedicado al tratamiento de los tuberculosos. A mediados de los 90, antes de su demolición definitiva, sus lúgubres instalaciones albergaron el rodaje de "La noche de Walpurgis" (León Klimovsky, 1970), un clásico de terror de serie B protagonizado por el actor Paul Naschy.



CINEFILIA

El que fuera el mítico hombre-lobo español visitó el Sanatorio Estatal de La Tablada, construido en la década de los años 40 como hospital para tuberculosos, participando en el rodaje de "School Killer" (Carlos Gil, 2001).



Jacinto Molina Álvarez, alias Paul Naschy (1934-2009), actor, guionista, director y productor

En Guadarrama también se alzó Hospital Hispano-Americano, que abrió sus puertas en septiembre de 1931 como centro antituberculoso. Su director médico fue el Doctor Romero Alonso, que había residido anteriormente en Davos (Suiza), con el apoyo del cirujano Doctor Mariano Gómez Ulla.



Convertido en un hospital de campaña durante la Guerra Civil, tras la contienda el Hispano pasó a ser un lugar abandonado y estremecedor, hasta que definitivamente se decidió reformarlo para adaptarlo como geriátrico.

Finalmente existen otros hospitales antituberculosos menos cinematográficos, pero que dado a su halo de misterio y terror se han convertido en algún momento en el centro de interés de diversos programas televisivos. Nos estamos refiriendo al Preventorio de Sierra Espuña (Murcia), en plena cordillera pero cercano al mar, que en 1917 comenzó a albergar a tuberculosos y leprosos, transformándose más tarde en un orfanato hasta su cierre definitivo en 1962, al Sanatorio de la Sabinosa (Tarragona), destinado desde 1929 al cuidado de tuberculosos, más tarde a niños enfermos y cerrado en 1976, o al sanatorio estrenado en la sierra granadina de Alfaguara, una iniciativa filantrópica de la ciudadana holandesa Berta Wihelmi (1858 - 1934) para albergar a pacientes como su hija fallecida posteriormente de tuberculosis, y que durante la Guerra Civil hubo de cerrar sus puertas.

Los preventorios infantiles se destinaron a albergar a aquellos niños que si bien no presentaban signos de tuberculosis, habían convivido con enfermos declarados.




Sanatorio antituberculoso de la Alfaguara (Alfacar - Granada)

Mucho más cercano a nosotros, y probablemente libre de leyendas tenebrosas y popularidad cinematográfica, se encuentra el Sanatorio de Piñor (Ourense), centro para tuberculosos desde sus comienzos, en septiembre de 1949, perteneciente al Patronato Nacional Antituberculoso (P.N.A.), creado el 20 de diciembre de 1936. 

El primer Director del patronato fue el anciano y cruel general Severiano Martínez Anido. En 1958, ante los avances en el tratamiento de la tuberculosis y la disminución de su prevalencia, pasó a denominarse Patronato Nacional Antituberculoso y de las Enfermedades del Tórax (P.N.A. y E.T.), extendiendo de esta manera su campo de actividad.



Retornando a Piñor, situado en las alturas que permiten contemplar la capital ourensana desde el vecino Concello de Barbadás, todavía continúa hoy en funcionamiento, pero de manera bien distinta, dedicado a las especialidades de Medicina Interna/Rehabilitación, primero bajo la gestión del INSALUD y posteriormente del Servizo Galego de Saúde (Xunta de Galicia). 



En junio de 2011, se acometieron las reformas necesarias para acoger a los pacientes procedentes del Hospital Psiquiátrico "Cabaleiro Goás" de Toén (Ourense).

LA MONTAÑA MÁGICA


"Der Zauberberg" (Hans W. Geissendörfer, 1982), una ambiciosa coproducción franco-germano-austríaco-italiana, pretendió llevar a las pantallas cinematográficas la adaptación de la colosal obra homónima de Thomas Mann (1875-1925), rodada en diversas localizaciones de Suiza, República Federal de Alemania, Italia y la antigua Yugoslavia. La versión completa, que se dilata 312 minutos, se emitió para la televisión en 3 capítulos, existiendo una propuesta corta de 153 minutos.


Hay una primera versión televisiva en blanco y negro, dirigida en 1968 por Ludwig Cremer, protagonizada por Folker Bohnet,  Curt Bois y Michael Degen, entre otros.


Folker Bohnet

Cineastas de la categoría de Alexander Korda (1893-1956) o Luchino Visconti (1906-1976), llegaron a considerar adaptar al cine dicha novela en algún momento de sus exitosas carreras profesionales

Incluso al magnate estadounidense Gifford A. Cochran (fallecido en 1930), se le pasó por la cabeza producir su propia versión de "La montaña mágica", contando como protagonista nada más y nada menos que con el emblemático Erich von Stroheim (1885-1957).

Pues bien, el argumento de "La montaña mágica" es aparentemente sencillo: el joven Hans Castorp (Christoph Eichhorn), al que apenas le faltan unas asignaturas para convertirse en ingeniero, visita a su primo Joachim Ziemssen (Alexander Radszum), un militar que trata de reponerse de una tuberculosis en el Sanatorio Berghof, en las montañas de Davos (Suiza), antes de incorporarse de nuevo a filas. La estancia vacacional, prevista apenas para una semana de duración, finalmente terminará por prolongarse durante 7 largos años.




El director Behrens (Hans Christian Blech) visita a Hans Castorp (Christoph Eichhorn)

Llama la atención el esplendor arquitectónico del Sanatorio Berghof, en realidad el Grand Hotel de Leysin (Suiza), construido cerca del Lago Lemán (Ginebra), rehabilitado completamente entre 1991 y 2008 para albergar al colegio y residencia estudiantil Leysin American School.


En "La montaña mágica", los pacientes ingresados, quizás esperando el final de sus días, reniegan cínicamente de su males y se abandonan al flirteo, los romances ocasionales, los cotilleos y la superficialidad social. Cuando uno de ellos desaparece, los demás fingen que nunca ha existido.

En tan saludable entorno, el joven Castorp sucumbirá a la ardiente pasión amorosa en brazos de la bella Clawdia Chauchat (Marie-France Pisier), competirá por su amor con el disoluto Mynheer Peperkorn (Rod Steiger), mantendrá largas y profundas conversaciones filosóficas con el indescriptible Ludovico Settembrini (Flavio Bucci) y el enigmático Sr. Naphta (Charles Aznavour), mientras durante interminables jornadas se someterá a los cuidados del equipo terapéutico encabezado por el director Behrens (Hans Christian Blech) y su ayudante el Dr. Krokowski (Kurt Raab).



LOS SANATORIOS DE "LA MONTAÑA MÁGICA"

El ficticio "International Sanatorium Berghof" probablemente no esté basado en ningún sanatorio en concreto, sino inspirado en diversos detalles de varios de ellos, como por ejemplo en el Schatzalp. Tomas Mann visitó Davos en 1912, ya que su esposa Katia estaba siendo tratada por una enfermedad pulmonar menor en el cercano Waldsanatorium (actualmente el Waldhotel, tras su completa reforma). Durante su estancia de varias semanas, el famoso escritor durmió en una posada corriente. Más tarde decidió utilizar sus impresiones personales sobre la vida en el sanatorio como material para una historia corta.

Por su parte, el Schatzalp es el único sanatorio mencionado por su nombre real en "La montaña mágica". En las primeras páginas de la novela, es descrito como "el más alto de los sanatorios". Está situado sobre una meseta soleada a unos mil pies respecto al centro de Davos. Es un imponente edificio de principios del siglo XX, de estilo Jugendstil (Modernismo alemán), concebido como un sanatorio de última generación al que solamente podía accederse a pie o en funicular. Convertido en un hotel en los años 50 del pasado siglo, su deterioro fue progresivo deviniendo en unas ruinas, hasta su compra y reforma a principios del siglo XXI.


En el invierno europeo, la pequeña ciudad suiza de Davos aloja a los turistas amantes del esquí y de los paisajes montañosos helados. Los hoteles siguen repletos y los funiculares cruzan, de una montaña a otra, a miles de europeos y americanos de vacaciones.

Sin embargo, existe un edificio histórico del pueblo, silencioso y desierto: el Valbella. Fue el sanatorio más preciado de la región, famoso por las curas para el asma y la tuberculosis, y también por sus baños de fango y sus piletas, destinadas a artríticos, artrósicos y quemados.


Pero, por sobre todo, el Valbella fue, en buena medida, el modelo de la clínica Berghof, el escenario en el que Thomas Mann ambientó su famosa novela. A fines de 2004 y después de más de 140 años abierta, la clínica cerró definitivamente sus puertas.

Respecto a la cura climática ofrecida en el Sanatorio Berghof, saludable combinación de una dieta sustanciosa y el aire fresco y puro de las cumbres alpinas, existen en "Der Zauberberg" una amplia variedad de escenas ambientadas en las habitaciones y los comedores de la institución sanitaria. 




Charles Aznavour es el Sr. Naphta

Las estancias de los pacientes no disponen de calefacción, excepto en los días invernales de frío más intenso, fomentando la creencia de la capacidad curativa del entorno glacial. Contemplamos como los enfermos frecuentemente ocupan sus puestos en las terrazas de sus habitaciones para reposar en cómodas tumbonas al aire libre, protegidos por mantas de pelo de camello y sacos de pieles.

LA MONTAÑA MÁGICA EN LA TV: "LOS LIBROS"

Entre 1974 y 1977, el Canal 1 de la Televisión Española (TVE) emitió "Los libros", una idea del escritor Jesús Fernández Santos (1926-1988), inspirándose en el exitoso espacio "Les cent livres des hommes" de la cadena pública de la televisión francesa (ORTF).

Esta serie tuvo una excelente aceptación por parte de la crítica y el público españoles. El episodio titulado "La montaña mágica", dramatización de 59 minutos de la célebre novela de Thomas Mann, se emitió el 7 de mayo de 1974. Sus exteriores se rodaron en Navacerrada (Sierra del Guadarrama - Madrid), La Granja de San Ildefonso (Segovia) y el madrileño barrio de Fuente del Berro, mientras los interiores se grabaron en los Estudios Roma, que mantenían un contrato con TVE para producir diferentes programas en sus platós.




Eusebio Poncela es Hans Castorp

Para esta adaptación, el regidor José Antonio Páramo dirigió a un selecto elenco de actores encabezado por Eusebio Poncela como Hans Castorp, Maria Massip como Clawdia Chauchat, el polifacético Narciso Ibáñez Menta como Settembrini, Roberto Martín Peña como Ziemssen, José Franco como Behrens, José Vivó como Naphta, Tomás Blanco como Peeperkorn y Victorino Fuentes como el Dr. Krokowski, entre otros.

INIMI CICATRIZATE - SCARRED HEARTS - CORAZONES CICATRIZADOS


- "Los pacientes llevan aquí una vida normal. Salen, oyen música, llevan ropa normal... Toman el sol en la terraza... ¡y ninguna preocupación por el mundo! Sólo tienen que acostarse. Puedes incluso conducir un carruaje reclinable"

El Sr. Lazar (Alexandru Dabija) a su hijo Emanuel (Lucian Teodor Rus) en "Inimi cicatrizate" (Radu Jude, 2016)

- "¡Por la salud de los sanos! 
-¿Y los enfermos?
- Ellos no necesitan salud. A ellos les gusta quedarse acostados, siendo atendidos"...

Emanuel (Lucian Teodor Rus) a Solange (Ivana Mladenovic) en "Inimi cicatrizate" (Radu Jude, 2016)



Los famosos versos "I pant, I sink, I tremble, I expire" (jadeo, me hundo, tiemblo, expiro) que cierran el Epipsychidion o "Canto del alma" de Shelley (1821) aparecen entre las anotaciones de Max Blecher (1909 - 1938).

Salvando pertinentemente las distancias, tal vez podríamos considerar a "Inimi cicatrizate" (Radu Jude, 2016) como una particular versión cinematográfica de "La montaña mágica", si bien es cierta la libre inspiración de la novela homónima publicada en 1937 por este poeta y escritor rumano de origen judío, fallecido prematuramente a los 28 años víctima del mal de Pott (tuberculosis vertebral).

La osteomielitis tuberculosa está causada por la diseminación hematógena del Mycobacterium tuberculosis desde un foco infeccioso primario, generalmente pulmonar.

Algunos críticos han calificado esta obra de Blecher como una copia descarada del clásico de Thomas Mann. Otros, sin embargo, sitúan sus libros a la misma altura que los de Kafka, otra víctima de la tuberculosis, o los de Robert Walser (1878 - 1956), que también pasó varias décadas de su vida internado en un psiquiátrico.



Percivall Pott (1714-1788)

La denominación de esta patología hace honores a Percivall Pott (1714-1788), cirujano del Hospital St. Bartholomew de Londres (Reino Unido), uno de los padres de la ortopedia, que describió las diversas lesiones vertebrales asociadas a la tuberculosis.


La consulta del Doctor Ceafalan (Serban Pavlu)

Esta cinta rumana resultó galardonada en el Festival de Locarno (Suiza) con el Premio Especial del Jurado y con el Astor de Plata al mejor director en el Festival de Mar del Plata (Argentina), ambos en 2016.

Esta vez, la cura climática a la que debe someterse el joven protagonista Emanuel (Lucian Teodor Rus) se lleva a cabo en un sanatorio a orillas del Mar Negro, a finales de los años 30, un período especialmente convulso en una nación que se prepara para la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, nuestro protagonista se verá atormentado por los dolorosos drenajes de los abscesos epidurales que irá sufriendo a lo largo de su enfermedad. 


Max Blecher y su madre en la playa francesa de Berck

En 1928, el propio Max Blecher hubo de abandonar los estudios de Medicina en la Sorbona de París por culpa de una tuberculosis vertebral. Inició así un dilatado peregrinaje por varios sanatorios, primero en Berck-sur-Mer (en el norte de Francia), pasando posteriormente por el sanatorio alpino de Leysin (Suiza), para recalar finalmente en Tekirghiol (Rumania), el lago y la ciudad cercanos al Mar Negro, y el lugar de aprovechamiento de sus afamados lodos medicinales.


Lucian Teodor Rus e Ivana Mladenovic son Emanuel y Solange

Y así como en "La montaña mágica" el joven Hans Castorp se entregaba a Clawdia Chauchat, aquí el delirio amoroso atrapa al enfermo Emanuel y a la atractiva Solange (Ivana Mladenovic), antigua paciente del sanatorio Carmen Sylva (pseudónimo de Isabel de Wied,  reina consorte de Rumania por su matrimonio con Carlos I), donde tuvo la suerte de curarse. 

Asimismo, los pasillos, las habitaciones, las terrazas de reposo, las salas de curas y los quirófanos adquieren su especial protagonismo, todo ello bajo la supervisión del inflexible Doctor Ceafalan (Sebran Pavlu), capaz de explorar a los pacientes mientras fuma un cigarrillo, junto a su equipo de ayudantes, con la muerte siempre acechando, lo que no impide que los pacientes intenten evadirse del constante dolor mediante el sexo, las juergas e incluso las borracheras. La ambientación de las técnicas diagnósticas (sala de radiología) y terapéuticas (corsés de escayola, prótesis ortopédicas, tracciones, punciones y drenaje de abcesos) reflejan con acertada fidelidad las existentes en la década de los años 30.


Una escena que recuerda a las célebres "Lecciones de anatomía"

La dirección de fotografía a cargo de Marius Panduru representa un valor añadido gracias a la inmovilidad de la cámara, que acentúa la sensación de anquilosamiento generalizado de los enfermos internados.

Constantes alusiones políticas están presentes en este film, como la tumultuosa coronación del controvertido monarca Carlos II de Rumanía (1893 - 1953), que regresó al trono del país el 6 de junio de 1930 tras haber abdicado previamente en la persona de su hijo Miguel I (1921 - 2017), y especialmente a Corneliu Zerea Condreanu (1899 - 1938) y su Guardia de Hierro, un movimiento de corte fascista y ultranacionalista, ortodoxo y antisemita, que perduró entre 1927 y 1941, y cuyo miembros se denominaban legionarios, ataviados con camisas verdes y cuyo saludo imitaba al de los antiguos romanos. Por ello en esta película se hace referencia a Doru Belimace (1910 - 1938) y a Ion Caranica (1903 - 1938), que junto al tercer legionario Nicolae Constantinescu fueron conocidos como los Nicadori, los asesinos del primer ministro rumano Ion Gheorghe Duca (1879 - 1933).


Pero también al filósofo y escritor E.M. Cioran (1911 - 1995), quien tras su estancia en Berlin en 1933 pasó a confesarse un devoto de Hitler y un simpatizante de las ideas de Condreanu y su Guardia de Hierro, aunque reprobaba sus acciones violentas, y que terminaría repudiando según avanzaba su existencia. En aquella etapa filofascista, quizás influenciado por el filósofo y profesor antisemita rumano Nae Ionescu (1890 - 1940), a los 22 años escribió su exitosa "En las Cimas de la Desesperación", asimismo mencionada en esta película.



E.M. Cioran (1911 - 1995)

No olvidemos que el protagonista Emanuel es de origen judío, al igual que el propio Max Blecher. En 1930, unos 750000 judíos vivían en territorio rumano. Incluso antes de aliarse con Hitler, el estado rumano llevó a cabo una política descaradamente antisemita, sobre todo en el este del país, pues los judíos eran asociados con el comunismo soviético, así como con partidarios del antiguo imperio austro-húngaro que anhelaban la destrucción del estado rumano. 

En 1937, 120000 judíos fueron privados de la nacionalidad rumana. Durante la dictadura del mariscal Ion Antonescu (1882 - 1946), de los 150000 judíos deportados a Transilvania solamente sobreviviría una 3ª parte. En Transnitria, durante la ocupación rumana, perecieron unos 100000 judíos.


CINEFILIA

En una de las escenas de "Inimi cicatrizate", Solange compara a Emanuel y a uno de sus compañeros con "Pat" (Carl Schenstrom) y "Patachón" (Harald Madsen), la inefable pareja de cómicos daneses que iniciaron su triunfal carrera en común a partir de "Landliggeridyl - Vandgang" (Lau Lauritzen, 1921), quizás los precursores de otras inolvidables parejas cómicas como Laurel y Hardy o Abbott y Costello.



Harald Madsen (1890 - 1949) y Carl Schenstrom (1881 - 1942) 
Patachón y Pat

LECTURAS DE SANATORIO

Emanuel, nuestro protagonista, dedica a la lectura muchas horas de su internamiento: desde textos filosóficos de Rudolf Carnap (1891 - 1970), firme defensor del positivismo lógico y miembro destacado del Círculo de Viena, hasta la poesía de George Bacovia (1881 - 1957), el poeta simbolista rumano más reconocido. En contrapartida, detesta la obra poética de Ion Minulescu (1881 - 1944).

Después de sus desencuentros amorosos con Solange e Isa (Ilinca Harnut), la paciente con la que incluso intentó mantener relaciones sexuales, a pesar de estar ambos trabados por sus incómodos corsés de escayola, contemplamos a Emanuel abstraído en la lectura de "Repetición" de Sören Kierkegaard (1813 - 1855), el análisis que el filósofo danés padre del existencialismo hizo de la compleja relación que mantuvo con su novia Regine Olsen.