sábado, 10 de noviembre de 2012

ÉL


"- Pero hijo, el amor no siempre es recíproco. ¿Y si ella no te quisiera?
-¡Tendría que quererme!"
D. Francisco Galván, en "Él".

Repasando "Español de cine"el coqueto libro de Antxón Salvador publicado por la Editorial Blume (2009), reparamos en la reseña de "Él" (Luis Buñuel, 1952). El autor nos advierte que esta película, como el resto de la obra del genial cineasta de Calanda, es susceptible de múltiples interpretaciones.

Preferida por su director, aunque un estrepitoso fracaso en taquilla, con el paso del tiempo esta obra se ha convertido en un clásico digno de la admiración de los cinéfilos y de figuras de la talla de François Truffaut y del mismísimo Alfred HitchcockMiguel Ángel Palomo, crítico del diario El País, calificó este film como "melodrama brutal y desesperado, una auténtica catarata de cine".


Truffaut y Buñuel

Desde el punto de vista médico, psiquiatras y psicoanalistas de la talla de Jacques Lacan se han interesado por ella. No resulta de extrañar, pues en este film se retratan las tres obsesiones fijas del cine de Buñuel: el sexo, la religión y la muerte. Eros y Tánatos, temas universales, son también objeto de estudio especial para la mirada indagadora del psicoanálisis.

Pero, desde el punto de vista contemporáneo, debemos añadir un elemento adicional a la suma de las virtudes pedagógicas y cinematográficas de "Él": la violencia machista, una terrible lacra que se extiende como una mancha de aceite en nuestra moderna sociedad, fenómeno de extensión planetaria, desde el genocidio organizado en algunos países (China, India, Vietnam), incluso durante la etapa embrionaria, pasando por el feminicidio crónico en Ciudad Juarez (Méjico), hasta el goteo casi diario de mujeres fallecidas en España a causa de este motivo.

EL DOCUMENTAL PSICOLÓGICO

En 1938, Luis Buñuel se encontraba en los Estados Unidos. La Guerra Civil española estaba en su fase final. A comienzos de 1939, el gobierno de la República proclamó una movilización general en un último intento por recuperar un conflicto fratricida que ya tenía prácticamente perdido. El cineasta solicitó su repatriación ante la embajada española, pero fue rechazada. Buñuel y su esposa Jeanne Rucar tienen ya un hijo y carecen de un medio estable de vida. A punto estuvo de comenzar a trabajar de cocinero en Nueva York, pues además de hábil cineasta tenía fama de hacer un excelente arroz de paella...

Alguien le sugirió trabajar para la industria de Hollywood, tarea harto difícil, o dedicarse al cine independiente, cuyos experimentos más interesantes entonces se centraban en los documentales.


Luis Buñuel (1900 - 1983)

Su particular teoría sobre el cine documental establece dos tipos de películas: las descriptivas, mera transcripción de un fenómeno material o social (manufacturas industriales, construcción de obras públicas, operaciones de aerolíneas...) y las interpretativas, que además de ilustrar pretenden conmover.

En palabras del propio Buñuel, extraídas de su biografía escrita por Carlos Barbachano (Editorial Salvat, 1989): "el cine documental aburre, generalmente, al público que no está versado en esta comprensión... La gran mayoría de los filmes documentales carecen de valor psicológico... Me gustaría hacer documentales de naturaleza psicológica..." El original de este documento, escrito el 28 de julio de 1939, se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), institución para la que trabajó durante un tiempo.

Esta motivación teórica fue aplicada en la práctica en películas como "Los olvidados" (1950), "Ensayo de un crimen" (1955) y sobre todo en "Él". 



LA PELÍCULA

Hay quien sostiene que "Él", rodada en apenas 3 semanas, es una suerte de autoanálisis llevado a cabo públicamente por el propio Buñuel, de naturaleza celosa, obsesiva y posesiva, y que hizo extensivo no sólo al personaje principal del drama, Francisco Galván de Montemayor, sino incluso también al actor protagonista (Arturo de Córdova), que se limitó únicamente a ser él mismo...

No es nuestro deseo meternos en profundidades técnicas, pues no somos especialistas en Psiquiatría, y además la finalidad de este blog es divulgar entreteniendo. Pero sí nos gustaría dejar claro el concepto clínico de paranoia (y otras denominaciones cercanas como paranoide, paranoidismo y paranoidía) en referencia a la localización, por parte de un sujeto, de ciertos sentimientos e intenciones en un otro diferente de él.


Arturo de Córdova y Delia Garcés protagonizan "Él"

Ésta es la enfermedad que afecta al protagonista de "Él". Trataremos de desentrañar hasta dónde este rasgo patológico consiguió penetrar en el personaje, manifestando desde un primer momento nuestra más sincera admiración por la maestría descriptiva del trastorno desplegada por Buñuel como director y guionista, al alimón con Luis Alcoriza (1918 - 1992), tomando como base la novela homónima de la escritora tinerfeña Mercedes Pinto (1883 - 1976).


Y el oscuro objeto del deseo de Francisco Galván es la bella Gloria Milalta (la actriz argentina Delia Garcés), cuya estóica fragilidad en algunas escenas nos trajo a la memoria a nuestra admirada Jeanne Simmons. El fetichismo tantas veces presente en el cine de Buñuel, en este caso está representado por la podofilia (los pies y las piernas de Gloria), la mecha que enciende la pasión patológica de Francisco Galván, aun dentro de la Iglesia de Santo Domingo (Ciudad de México), mientras se celebra el mandato o el lavatorio de pies del Jueves Santo.


El Padre Velasco cumple con el mandato del Jueves Santo...


DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Hay quien ha querido ver una neurosis obsesiva en esta película. Nosotros nos inclinamos por otra tesis. La conducta de Francisco Galván está dominada por la suspicacia y el recelo, que hace extensivo a sus abogados y empleados domésticos, entre los que destaca licencioso mayordomo Pablo (Manuel Dondé). Hay incluso quien ha querido ver una homosexualidad latente en la especial relación que sostienen amo y criado...

Un breve paréntesis para describir el inveterado machismo del Sr. Galván: cuando sorprende a Pablo acosando sexualmente a la sirvienta Marta (Ana María Villaseñor), sermonea al hombre por su descaro pero finalmente decide despedir a la muchacha...



Estos datos poseen un cierto interés dada la teoría freudiana de la paranoia, definida en si misma como la defensa contra una fantasía homosexual reprimida en el interior del sujeto; al proyectarla al exterior, ésta sería atribuida delirantemente a otro, pero no cómo quién desea el amor del sujeto, sino como un auténtico perseguidor. Así lo define el psiquiatra Josep Vidal Otero, teniendo en cuenta las consideraciones realizadas por el propio Sigmund Freud respecto al famoso caso Schreber.

El protagonista de "Él" continuamente piensa que las actuaciones de los demás intentan causarle algún perjuicio. Decíamos que su actitud recelosa abarca a todos los que le rodean, con la única excepción del Padre Velasco (Carlos Martínez Baena), su confesor y fiel amigo. Por supuesto, el anticlericalismo recalcitrante de Buñuel le lleva a adornar al personaje del cura con vicios y defectos, como la glotonería y la indolencia, por poner unos ejemplos.

Francisco Galván vive en un palacio fortaleza. Sus recios muros defensivos contrastan con la decoración modernista de sus salones. Esa vida encastillada es una metáfora del aislamiento y la soledad padecidos como consecuencias de su trastorno de la personalidad.

A propósito de la arquitectura de la casa, el personaje del ingeniero Raúl Conde (Luis Beristáin) y primer novio de Gloria, comenta: "cada vez que veo este salón, me pregunto cómo a un arquitecto pudieron ocurrírsele esas extrañas ideas... Nada parece tallado por la razón, sino por el sentimiento, la emoción... el instinto..."

Por otra parte, nuestro protagonista es reacio a reconocer y aceptar sus propios errores, y cuando parece hacerlo, emplea artimañas que tratan de engañar y ofuscar a su esposa y víctima. Ese falso arrepentimiento es una característica común de la mayoría de los maltratadores.


Los celos patológicos constituyen un rasgo característico del trastorno paranoide de la personalidad. Por si fuera poco, Francisco Galván interpreta cualquier nimiedad como una flagrante traición de su consorte. Desde la misma luna de miel, que transcurre a bordo de un tren en el que la pareja viaja a Guanajuatopor cierto ciudad donde Francisco mantiene abiertos cuantiosos litigios urbanísticos y patrimoniales, la convivencia conyugal comienza a deteriorarse, hasta que finalmente se convierte en una pesadilla...

Precisamente en Guanajuato tiene lugar un episodio violento. Mientras visitan la ciudad, Gloria se encuentra con Ricardo Luján (Rafael Banquells), un viejo amigo. Ese acercamiento temporal pondrá a la luz dos rasgos diagnósticos del trastorno paranoide de Francisco: por un lado, la sospecha de que el hombre trata de hacerle daño engañándole con su esposa; por otra, esos ataques percibidos contra su persona y reputación provocan una respuesta iracunda y agresiva.


La sombra de la duda...

CINEFILIA


Como tantos otros cineastas, incluyendo al propio Hitchcock, Buñuel no pudo resistir la tentación del cameo, y así aparece caracterizado como un monje en las escenas finales de la película. La escena en la que supuestamente Francisco Galván, convertido en fraile se aleja por el camino, está protagonizada por el mismísimo Buñuel.


La influencia de Buñuel en la obra del genio del suspense parece evidente cuando nos referimos a "Él". En "Vértigo" (Alfred Hitchcock, 1958) encontramos ciertos nexos de unión, como por ejemplo en las referencias a la sexualidad del protagonista masculino. En "De entre los muertos", la novela que inspira el guión del film de Hitchcock, el Detective John "Scottie" Ferguson (inolvidable James Stewart) es impotente. Además, el cineasta británico parece divertirse con las múltiples alusiones sobre la sexualidad del protagonista de su película.

En "Él", la supuesta impotencia de Francisco Galván o el rechazo a su homosexualidad larvada, podrían actuar como el combustible capaz de avivar el incendio de su terriblemente celosa personalidad paranoide.


La crispadora escena del forcejeo mantenido por Francisco y Gloria en lo alto del campanario de la iglesia debió impresionar a Hitchcock, tanto como para servirle de inspiración para determinadas escenas de "Vértigo".


James Stewart y Kim Novak en "Vértigo"


COLOFÓN

Desde el punto de vista formal, "Él" ocupa el 7º lugar entre las 100 mejores películas mejicanas de todos los tiempos. En palabras del propio director, se trata de un film en el que se refleja la mayor parte de su propia personalidad.

Desde el punto de vista médico, estaríamos ante el retrato de un trastorno  paranoide de la personalidad, cuyo rigor admiró incluso a Jacques Lacan, y que empleó esta película para enseñar psicoanálisis a sus alumnos. A buen seguro que el pensamiento paranoide seguirá generando más reflexiones y debates... Desde aquí les invitamos a ello.